Yo aquí nauseado de los ataques directos o solapados contra Castillo, especialmente los que van desde el ensoberbecido oráculo anti-comunista Hildebrandt, pasando por la reciclada Huilca, hasta los demócratas con beneficios como Mohme, la archireaccionaria hija del archireaccionario búfalo Townsend, etc., etc., y los soberbios tecnócratas dizque izquierdistas que han visto en el gobierno de Castillo la oportunidad para demostrar que la "izquierda" si puede gobernar el estado neoliberal eficientemente, con sólo algunos retoques que únicamente sus inteligencias diplomadas pueden alumbrar. Todo el que difiera de su pensamiento único (la creencia en la entelequia "democracia") es un apologista del terrorismo, terrorista, un ignorante, machista, desfalcador, etc. Con tales amigos demócratas, los enemigos fujimoristas de Castillo ya pueden por fin descansar; otros harán el trabajo por ellos.
Si los fujimoristas querían tomar el poder con la amenaza y la violencia de sus cachacos y matones, a éstos amigos de Castillo les basta la tinta y el papel y la vocinglería de las redes sociales; total, el pueblo al que los señoritos demócratas a lo Hildebrandt descubrieron en las elecciones, no puede darse el lujo de tener periódicos ni de emitir en línea.
Que se han cometido algunos errores por parte de Perú Libre parece cierto. Pero en lugar de adoptar una posición constructiva, los demócratas por designio propio han recurrido a hacer un escándalo para imponer lo que ya antes de las elecciones proclamaban pero que su esmirriada influencia en el pueblo no les permitía (basta releer los anti-comunistas artículos de Hildebrandt antes de las elecciones, en los que furibundamente ponía en el mismo saco a Keiko y Castillo).
Mientras tanto se calla cínicamente hechos importantes que, como buenos neoliberales disfrazados, les interesa ocultar. Hace unos días (después de la oficialización de Castillo como presidente electo), Blinken, el Secretario de Estado americano, un guerrerista que es quien está encabezando los ataques a Cuba, China, Siria, Rusia, etc., tuvo la desvergüenza de amenazar (ni tan) veladamente a Castillo al decirle, en su mensaje de "felicitación", que esperaba que Castillo adopte una actitud constructiva en relación con Cuba y Venezuela. Nada raro sería que esto esté también en relación con el nombramiento de nada menos que Héctor Béjar (que ya circulaba en los medios diplomáticos desde antes de la juramentación) como ministro de relaciones exteriores. Esto debe haber puesto los pelos de punta e irritado a Blinken, Guaidó, López, etc. Y vi que en algunos medios "demócratas" limeños están criticándolo por su "falta de experiencia". Y encima, Castillo declarando en su mensaje al Congreso el 28 de julio, que hará una revisión del otorgamiento de la publicidad estatal a los medios. Mohme, lacayo de la prensa bien pensante americana, y el resto de la prensa mermelera peruana (la única que en el Perú existe) deben haberse pasmado; no se lo esperaban y el mal recuerdo de Velasco debe haberles causado malos sueños. Encima, no se esperaban que Castillo insistiera (la verdad que con frases bastante equilibradas y hasta elegantes) en el llamado a una nueva constitución. Otra perla intolerable de Castillo: su deseo de someter a revisión los contratos a empresas extranjeras y el sometimiento de las querellas judiciales a tribunales peruanos y no a extranjeros. Ni qué decir tiene que ya le pronostican el fracaso de la gratuidad de la salud y la educación, pues no hay fondos.
Todos los reproches derechistas, vengan desde la derecha o desde la "izquierda", ocultan esta problemática, por el simple hecho de que para esos demócratas ésta no existe. Quieren, abierta o solapadamente, un neoliberalismo de buena cara, en el cual es posible meter bulla con sanitizados asuntos como la igualdad de la mujer, la libertad de género, el calentamiento global, etc., luchas y reivindicaciones que son totalmente correctas pero que dejadas en manos de esas corrientes neoliberales impiden nuclear todas las luchas contra el sistema de explotación. En gran parte la culpa de que estas reivindicaciones las hayan tomado como bandera los grupos a los que la lucha histórica de los trabajadores les importa un bledo, esa culpa, se debe a que en los partidos de izquierda tradicional (pro chinos, pro moscovitas, pro... pero poco pro-Perú) no se atendieron y menos se supo teorizar y asumir esa problemática. Recuerdo mucho el machismo, el sentimiento homófobo y la arrogancia que reinaba en los círculos llamados marxistas, comunistas, etc. Y sin embargo tuve compañeras comunistas, revolucionarias, que participaban de igual a igual con sus compañeros de organización, las cuales jamás se sintieron inferiores por ser mujeres, y que estudiaban y entendían la problemática de la mujer no sólo como una reivindicación inmediata sino también con un norte, una dirección hacia una sociedad superior (antecedente de esta posición puede verse en las medidas del gobierno revolucionario de los primeros años en Rusia. Nunca, en ningún otro país, se proclamó ni se ha igualado la legislación reconociendo la igualdad real de los sexos. Durante los años de Stalin -por la razón que fuere- la situación cambió, lamentablemente).
Creo firmemente en el advenimiento del socialismo, y en ese sentido soy bastante optimista. Pero no va a ser un camino de rosas, y menos en el Perú; no es fortuito que la independencia, como el sueño de la incipiente burguesía limeña de hace doscientos años llegó al Perú desde el exterior; tenemos la desgracia de una clase explotadora que es la más retrógrada del continente. Otras burguesías americanas son brutales, pero la nuestra tiene metida en la sangre la idea del abolengo virreinal. Las flores de la canela, los José Antonios, el poncho de lino, el caballero de fina estampa, etc., perviven por encima de la cultura popular e incluso la impregnan con su frivolidad de clase, con su pituquería tan limeña. Me indignó ver a Hildebrandt, en la entrevista con la Heysen y un pituco Cisneros, criticando a Castillo por la falta de respeto al rey de España durante la inauguración pues Castillo en su discurso había reprochado a los conquistadores españoles las desgracias que causaron a la población indígena. ¡Qué horror! Propio de un iletrado campesino de un recóndito pueblito miserable, un profesorcillo que se atreve a faltar el respeto a los altos señores de alcurnia, y peor: ¡al Rey! ¡Habrase visto! Qué falta de democracia, qué falta de modales y qué atrevimiento antidemocrático los de este campesino que no calló el dolor de los latigazos y depredación sufridos por sus ancestros a manos de los héroes del reino de su señoría. Felizmente que Castillo no mencionó el descuartizamiento de Túpac Amaru, el asesinato de Zela vía la prisión, o el corte de manos, lengua y orejas de los indígenas que se atrevían a mirar a los ojos al conquistador (Vargas Llosa llama a todas estas iniquidades "el encuentro" de España con América, y él si tiene la decencia de modales señoriales que reclama Hildebrandt) .
Rebelde Marxista
01/08/2021
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