He
vuelto a revisar, con mayor atención, cada uno de los últimos comentarios de
varios de nuestros amigos y colegas inscritos en nuestra amplia y variada Lista
de correos PIC69. Los felicito por prestar seria atención a los sucesos
que últimamente están ocurriendo en el mundo entero, y en nuestro
propio país en particular. No podemos ser ajenos al gran drama
humano de estos tiempos tan convulsos.
Lo
primero que me llama la atención, es la coincidencia entre Arturo Z. y José C.
No obstante sus evidentes diferencias teóricas y políticas, ellos están de
acuerdo en que “el mundo está al revés...., o sea patas arriba”.
Bueno
pues, yo también coincido, en gran parte, con esa acertada conclusión. Ahora,
para no dejarnos envolver y ganar por la confusión, debemos de buscar cuales
son las causas principales que están dando origen a este gran desorden mundial.
CAMBIOS DE AYER: DEL MUNDO BIPOLAR AL
MUNDO UNIPOLAR…
Como
resultado de la gran conmoción provocada durante la Segunda
Guerra Mundial (1939-1945), Inglaterra y Francia, dos de los países vencedores,
fueron relegados a un segundo plano, mientras que Alemania y Japón, dos de los
países derrotados, a su vez, fueron relegados a un tercer plano.
En
lo económico, desde la Conferencia de Bretton Woods (New Hampshire-USA
-julio de 1944), se decidió la creación del Fondo Monetario Internacional (FMI)
y del Banco Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (BIRD), con lo
cual se impuso el dominio hegemónico del dólar norteamericano en las
relaciones comerciales y financieras en todo el mundo. En la Conferencia de
Yalta (Crimea-Rusia-febrero de 1945) las potencias vencedoras acordaron
establecer un nuevo orden mundial. El poder político en el mundo se centralizó
en dos grandes potencias, que en pocos años se transformaron en dos
superpotencias (Estados Unidos de Norteamérica y la Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas). Cada una con su propia área de influencia,
una en el hemisferio occidental, y la otra en el hemisferio oriental
Sobre
los cadáveres de los más de cincuenta millones de asesinados en
la guerra mundial se impuso el nuevo orden mundial. En pocos años la
mayoría de las relaciones económicas y políticas se ajustaron a ese nuevo
orden. Ese Mundo Bipolar ya establecido, en su tiempo parecía
que iba a ser eterno, y se suponía que duraría por varios cientos de años.
Pero los hechos nuevamente demostraron que en el mundo no hay
nada eterno, todo lo existente es efímero, es temporal. Y con el paso de
los años así ocurrió.
A
escasamente 45 años de instaurado el nuevo orden de poder en el
mundo bipolar, en 1989 fue demolido el intolerable e indigno Muro
de Berlín, y en 1991 implosionó la prematura e insostenible URSS. (El
análisis de las causas reales de esos dos acontecimientos históricos sigue
siendo un tema de investigación muy importante en todo el mundo, un tema
que todavía no está desarrollado ni comprendido plenamente, y mucho menos lo podemos
considerar un “caso cerrado”, como ligeramente suponen algunos. Por el
contrario, el estudio de los primeros 70 años de la historia del
socialismo -- de la prematura infancia del nuevo orden social llamado a
remplazar en el futuro al decadente mundo capitalista-- actualmente es un
libro abierto. El problema recién se está planteado seriamente en su
verdadera magnitud, y posiblemente a partir de 2017 –con motivo del Centenario
de la Gran Revolución Rusa-- comiencen a divulgarse las primeras conclusiones
más o menos serias).
Entre
los años 1989 y 1991 nuevamente comenzó a formarse un nuevo orden mundial,
diferente al establecido en 1945. Como consecuencia de la implosión de la
unión temporal de algunos países euro-asiáticos (que en su mayoría no eran ni
“soviéticos”, ni “socialistas”, pero que prematuramente se auto-denominaron
URSS), y como resultado de la disminución temporal del poder político de la
Federación Rusa, la centralización del poder político en el mundo entero
fue asumida por una sola gran superpotencia, por Estados Unidos de
Norteamérica.
Ese Mundo
Unipolar que se estableció a partir de 1991, igualmente parecía
que estaba destinado a ser eterno, incluso no faltó un conocido apologista del
capitalismo monopolista norteamericano llamado Francis Fukuyama, quien de
manera grandilocuente pontificó acerca del Fin de la Historia. Según
sus antojadizas elucubraciones “teóricas”, con el predominio de la
hegemonía norteamericana y del modelo económico neoliberal en el mundo
entero “la historia humana había llegado a su máxima y definitiva
realización”, la cual permanecería inmutable por muchos siglos, hasta el fin de
la humanidad.
CAMBIOS DE AHORA: DEL MUNDO UNIPOLAR
AL MUNDO MULTIPOLAR
Cuando
recién nos estábamos acostumbrando a aceptar esa nueva realidad recién
creada, con Estados Unidos como “amo y señor del mundo entero”, en escasamente
quince años de duración, el Mundo Unipolar se comenzó a
desmoronar ante nuestros ojos a partir del año 2007, y ahora somos
testigos de la formación de un nuevo orden mundial diferente, de un Mundo
Multipolar. Que este nuevo cambio sea “un avance o un retroceso para
la humanidad”, es algo que solamente la historia futura podrá dilucidar.
Al
concluir la Segunda Guerra Mundial, los países vencidos Alemania y Japón fueron
obligados a restringir al mínimo sus gastos militares, se les prohibió
construir flotas de guerra, y también se les prohibió desplazar fuerzas
militares fuera de sus fronteras. Esa “sanción punitiva” resultó
altamente beneficiosa para los gobiernos y grupos de poder económico alemanes y
japoneses. En vez de malgastar parte de sus Presupuestos Anuales en armas,
invirtieron esos capitales en la educación y en el desarrollo de la
industria. Actualmente no hay bases militares alemanas ni japonesas en ningún
país fuera de sus propias fronteras. En menos de tres décadas ellos
reconstruyeron sus economías y nuevamente se convirtieron en potencias
económicas. Muy pronto superaron el poder de Inglaterra y Francia, y se
colocaron en condiciones de disputar el poder económico a Estados Unidos de
Norteamérica. Al comenzar la década de 1990 comenzó a darse forma a
la Unión Europea con Alemania reunificada como
eje de la unificación europea, y años después se creó la nueva moneda, el
“euro”, que comenzó a disputar la hegemonía del dólar como medio de cambio en
el comercio mundial. Mientras tanto, el resurgimiento industrial de Japón
comenzó a invadir el mundo entero con automóviles modernos y más económicos,
máquinas fotográficas, televisores, computadoras, y todo tipo de equipos
electrónicos, y con los nuevos capitales amasados rápidamente en las décadas de
1980 y 1990, la banca japonesa se convirtió en el principal acreedor de la
endeudada economía norteamericana.
Posteriormente,
se formaron otros centros de poder económico, que pronto han
entrado a disputar la centralización económica y dirección política del mundo,
reduciendo más la influencia hegemónica de Estados Unidos de Norteamérica. En
diciembre del año 2001 fue aceptado el ingreso de China en la Organización
Mundial de Comercio (OMC), acontecimiento que fue como una bomba, cuyo
impacto está resultando mayor que el producido por la demolición de las
Torres Gemelas ocurrida el 11 de setiembre de 2001 (tres meses antes del
ingreso de China a la OMC). En las nuevas condiciones así creadas, China
comenzó a disputar el comercio mundial en condiciones de igualdad con los demás
países del mundo, y en menos de un decenio ya se ha convertido en el
principal taller manufacturero y principal centro comercial del mundo,
superando rápidamente el poder económico de Inglaterra, Francia, Japón y
Alemania, y acercándose cada vez más al poder de Estados Unidos.
La
Federación Rusa también se ha recuperado económicamente en muy poco tiempo,
convirtiéndose en el principal abastecedor de petróleo y gas del resto de
países europeos. Mientras Estados Unidos de Norteamérica se dedicaba a instalar
más bases militares y plataformas lanzamisiles en toda Europa bajo el manto de
la OTAN, Rusia se dedicó paciente y silenciosamente a tender oleoductos y
gasoductos en gran parte del continente europeo.
Y
por último, al lado de China y Rusia, se han agrupado otros países emergentes
como Brasil, India y Sudáfrica, y han constituido el Acuerdo denominado BRICS,
que en forma conjunta está disputando el poder económico y financiero a Estados
Unidos de Norteamérica.
Actualmente
la temporal hegemonía del dólar norteamericano se está resquebrajando y
desmoronado como un frágil “castillo de naipes”, primero por la competencia y
las disputas del euro respaldado por la Unión Europea dirigida por
Alemania reunificada; y ahora, por la competencia del rublo ruso y del yuan
chino, que también reclaman que se respete su lugar en el comercio
mundial, relegando a segundo plano el papel hegemónico del dólar.
La
próxima reunión cumbre de los países BRICS a desarrollarse en
Brasil los días 15 y 16 de julio (la próxima semana, no bien concluya el
mundial de fútbol), será una reunión decisiva que reflejará los nuevos cambios
en la correlación de fuerzas a nivel mundial. Cambios para los cuales, la
mayoría de pobladores en el mundo todavía no estamos preparados, ni
mental ni materialmente.
EL OCASO DE LA HEGEMONÍA NORTEAMERICANA
No
resultará fácil adaptarse a estos nuevos cambios que están estremeciendo al
mundo entero, cambios que justamente han llevado a que dos de nuestros
compañeros coincidan en que “el mundo está al revés”. Muchos de nosotros
todavía dudamos del ocaso del largo predominio del “american way of life”,
todavía seguimos pensando que el aprendizaje del idioma inglés es lo más
importante, e incluso algunos todavía siguen ahorrando dólares como reservas
seguras para el futuro.
El
ocaso, la decadencia de la hegemonía del capitalismo monopolista norteamericano
solamente es comparable con la decadencia del imperio colonial británico
ocurrida a comienzos del siglo XX, hace escasamente cien años; y también será
comparable con el derrumbe del dominio del imperio esclavista romano,
ocurrido en el siglo VI, hace 1.500 años.
El
ocaso del imperio norteamericano se viene dando en medio de marchas y contra
marchas, será un proceso muy largo, lleno de sobresaltos, de sucesión de crisis
y guerras localizadas en diferentes partes del mundo, pero a la larga, podemos
estar seguros que el imperio norteamericano terminará en ruinas, como
el viejo imperio inglés del siglo XIX, y como el antiguo imperio romano.
MARCHAS Y CONTRA MARCHAS
Es
muy cierto lo anotado por Luis M., a fines del mes de junio,
Ucrania, Moldavia y Georgia, tres países ubicados en Europa Oriental,
presionados económica y políticamente por USA, se han integrado a la
Unión Europea, alejándose temporalmente del proyecto de integración más
amplia en la futura Unión Euro Asiática actualmente en
proceso de formación. Pero esa ha sido una victoria “pírrica” de los
gobernantes de Washington, porque en varios países europeos se están
desarrollando tendencias contrarias a la UE y a la OTAN. El primer país,
próximo a desafiliarse, será Inglaterra. Y en las últimas elecciones al
Parlamento Europeo las tendencias políticas anti unión europea han ganado
fuerza en varios países, y muy pronto comenzaran a ejercer presión política en
ese sentido.
Pretextando
la necesidad de “castigar a Rusia”, por su apoyo a las fuerzas federalistas que
luchan en Ucrania, el gobierno norteamericano viene presionando al resto de
países europeos para que restrinjan sus relaciones económicas con Rusia, pero
la mayoría de estas intrigas y presiones vienen siendo rechazadas. El
comercio de exportación de productos industriales de Alemania necesita del
amplio mercado ruso, y a su vez, Alemania necesita garantizar el suministro de
petróleo y gas proveniente de Rusia. Esas necesidades vitales son superiores a
las presiones políticas norteamericanas. Francia actualmente está
construyendo dos barcos porta helicópteros para la armada de Rusia, y no está
dispuesta a suspender esos grandes contratos, por los cuales está
recibiendo cuantiosos pagos por adelantado. Grandes empresas
constructoras francesas e italianas están participando asociadas con empresas
rusas en la construcción de un nuevo gasoducto, el South Stream, que para
eludir el paso obligado por el territorio de Ucrania, cruzará el fondo del Mar
Negro, y los territorios de Bulgaria, Rumanía, Serbia, Croacia, y suministrará
gas directamente a Austria, Hungría, Italia y Grecia, países que también están
rechazando las absurdas presiones norteamericanas, que pretende sabotear la
construcción del South Stream.
Igualmente,
es muy cierto lo afirmado por Manuel Á.: “No
debemos seguir echándole la culpa a EU de nuestros atrasos”. La noticia informativa que ha motivado estos
últimos comentarios nuestros, fue que “la mitad del pueblo
norteamericano culpa a su gobierno de las crisis en Ucrania, Siria e Irak”. Los
hechos vienen demostrando que la opinión mayoritaria sobre esos tres casos es
acertada.
Respecto
a nuestros propios atrasos, en los países de América del Sur, tenemos que
reconocer que “otros” son los directos
responsables del atraso y la pobreza imperantes en nuestros países. Echarle la
culpa de todos nuestros males a EU no es correcto, y es la forma más fácil de
eludir y ocultar responsabilidades de “otros”. Pero este análisis
complementario demanda otro comentario aparte. Así que por ahora lo dejo ahí.
Una
última recomendación. No bien concluya el partido final del campeonato mundial
de fútbol este domingo 13 (y por más antipáticos que nos caigan los “ches”,
esperamos que el vencedor sea Argentina), les recomiendo que presten la
máxima atención al desarrollo y a los acuerdos de la Reunión
Cumbre de los países BRICS que se realizará los días 15 y 16 de
julio, precisamente en Brasil.
El
carácter y el alcance de los acuerdos a que lleguen esos países, nos
ayudará a entender quiénes son los que están detrás y financian las
bullangueras “protestas” en varias ciudades de Brasil. Es muy cierto que la
población de ese inmenso y superpoblado país, tiene muchas demandas
insatisfechas en salud, educación y servicios básicos, pero el objetivo
real de los que dirigen y manipulan las protestas no es “oponerse al desarrollo
del mundial de fútbol”, como difunde la prensa internacional controlada por las
agencias “made in USA”, sino sabotear los acuerdos de la Cumbre de los
BRICS. El 16 de julio, por fin sabremos quién o quienes han sido los
verdaderos ganadores de esta gran competencia mundial.
Saludos
Miguel
Ángel Aragón
10
de julio de 2014
Pd.- He leído algunos artículos muy
ilustrativos del destacado intelectual norteamericano Chomsky, pero hasta
ahora no conozco su libro Hegemonía y Supervivencia. Muy
agradecido por la recomendación.
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