(22 de julio de 2013)
Por Miguel Aragón
1.- El nombramiento de los nuevos
funcionarios del Banco Central de Reserva,
del Tribunal Constitucional y de la Defensoría
del Pueblo, realizada el miércoles 17 de Julio en el Parlamento de la
República, ha servido como detonante para generar una gran
conmoción política, social y moral en el país.
El rechazo mayoritario de la población a esos nombramientos ha servido de pretexto, para que salga a primer
plano un movimiento mucho más profundo y más amplio de oposición
democrática poblana al régimen establecido en el país.
2.- El BCR,
el TC y la DP son instituciones
que forman parte del aparato estatal burgués, y por lo tanto, necesariamente
tienen que obedecer a las necesidades y a los intereses de la actual clase
dominante. Sería un error nuestro, suponer que esas instituciones pueden
existir al margen de las necesidades de la clase que detenta el poder económico
y político en el país.
3.- La historia moderna nos
enseña que “el gobierno del Estado moderno no es más que una junta que
administra los negocios comunes de toda la clase burguesa". Y
también nos enseña que "todo estado moderno necesaria y
obligatoriamente cumple una doble función: una función de dominio y una función
de servicio”.
El estado burgués siendo un
instrumento de dominación y represión en manos de la clase dominante contra la
mayoría del pueblo, también tiene que cumplir necesariamente una
función de servicio para poder mantener el engaño, atender
las necesidades mínimas de las clases oprimidas (salud, educación, y relativa
libertad política) para asi, poder manipular políticamente a las
mayorías, y prolongar su explotación y opresión contando con el respaldo
público.
4.- El BCR y
el TC son dos instituciones que sirven para cumplir la
función de dominio del estado. El primero cumple una función de dominio
en las relaciones económicas, y el segundo cumple una función
de dominio en las relaciones políticas. Por su parte la Defensoria del Pueblo ha sido
establecida para cumplir parcial y eventualmente una función de
servicio. Por lo tanto la actitud que se asuma frente a los
representantes de las mencionadas instituciones nos demanda un tratamiento
diferente.
5.- El problema que se ha
creado en el Parlamento, y que ha conmovido al país, no es un problema
esencialmente ético ni moral, tampoco se puede reducir a un problema
administrativo y reglamentario. No se trata de una sorpresiva
"repartija" realizada a espaldas de la
mayoría, ni tampoco de una "verguenza nacional", como lo
vienen presentando la mayoría de voceros periodísticos preocupados por mejorar
la imagen del régimen democrático burgués imperante en el páis.
Si repasamos las lecciones de la historia
republicana, comprenderemos que los sucesos ocurridos en el Parlamento, simplemente han sido continuación del comportamiento natural y habitual
de algunos funcionarios públicos que se disputan el puesto de
representantes políticos de la clase dominante, de esa clase
mediocre, decrépita y caduca, que actualmente detenta el poder en
el país.
Ni los trabajadores, ni el pueblo, ni la
nación, tenemos motivo alguno para “avergonzarnos” por el
comportamiento de un grupo de funcionarios serviles a la clase dominante,
funcionarios que nunca han representado los intereses del pueblo, y cuya máxima
preocupación es repartirse los medrugos que le arroja la clase
dominante.
6.- La crisis del
parlamento peruano es una expresión típica de la crisis de la democracia
burguesa en la época contemporánea. No se puede esperar cambios en
el comportamiento del parlamento, sin cambiar la democracia burguesa.
Pero tenemos que entender que esta crisis de
la democracia en el país es diferente a la crisis de la democracia de los
países capitalistas más desarrollados. En la vieja Europa la crisis de la
democracia es una crisis de agotamiento, una crisis de senilidad de la vieja
democracia representativa de la burguesía. Por el contrario, en los países en
los cuales el desarrollo del capitalismo ha tenido un desarrollo
retardado, la crisis de la democracia burguesa es una crisis de
incapacidad e impotencia de la burguesía para poder establecer su democracia
postiza y endeble en países con pesados lastres económicos, sociales
y políticos precapitalistas.
En el Perú nunca ha existido una democracia
burguesa vigorosa, que nos haga pensar que recién ahora ha ingresado a una fase
de crisis. No, en el Perú la democracia burguesa no ha podido establecerse y
desarrollarse plenamente en ninguna etapa de la historia republicana por dos
motivos principales. En primer lugar, porque en el primer siglo de
vida republicana subsistía en la base económica el pesado lastre
feudal incompatible con el desarrollo de la democracia; y en segundo lugar,
porque en el segundo siglo, la débil y mediocre democracia burguesa ha tenido
que resistir y oponerse a la lucha del proletariado, que reclama otro tipo y
otra clase de democracia.
La crisis de esta democracia
impotente y postiza, se expresa a diario en la crisis del parlamento y en la
crisis de los llamados partidos políticos, ninguno de los
cuales ha llegado a desarrollar un nivel mínimo de democracia interna, y todos
ellos simplemente son pequeños cacicazgos personalistas que se movilizan cada
cierto tiempo con fines electorales. Esa situación que ocurre en todos
los partidos de la derecha, también se repite en los partidos de la
“izquierda” peruana.
7.- En las últimas décadas,
el pueblo peruano en general, y los trabajadores en particular, además de
luchar constantemente por sus reivindicaciones económicas y sociales, por
mejores condiciones de trabajo y de vida, también han luchado por conseguir e
imponer mejores condiciones para desarrollar la lucha política.
La historia ha enseñado al pueblo que “la
república democrática es la mejor forma de Estado para el proletariado bajo el
capitalismo”, y también le ha enseñado “que no tienen derecho
a olvidar que la esclavitud asalariada es el destino reservado al
pueblo, incluso bajo la república burguesa más
democrática”. En oposición a la democracia representativa de
la burguesía, que ya es una democracia en crisis generalizada, el pueblo
trabajador ha venido desarrollando formas embrionarias de democracia
participativa.
Esa es la característica principal que tiene
la actual lucha política en el país. La contradicción principal de la formación social peruana entre el
pueblo peruano y la clase dominante, se concentra y se expresa en la lucha
entre la nueva democracia participativa del pueblo peruano, y la
vieja democracia representativa de la clase dominante.
Los que conformamos la mayoría del pueblo
debemos de unir nuestras fuerzas, fortaleciendo las numerosas
y variadas organizaciones sociales creadas por los
diferentes sectores del pueblo a través de la historia, para
participar activamente en la lucha política. Por lo tanto, como parte de esa
necesaria lucha política tenemos el deber de pronunciarnos y
movilizarnos denunciando los recientes nombramientos de
funcionarios a las instituciones que forman parte del estado
burgués. No podemos ser ajenos a esta denuncia, y debemos de aprovechar esta
lucha para ampliar los objetivos reivindicativos y ampliar las relaciones en el
frente unido del pueblo.
Tenemos el deber de denunciar el
carácter de clase de las elecciones al BCR, al TC, y a la DP. Desenmascarar la
hipocresía del oficialismo y de la oposición tolerada, que pretenden
engañar al pueblo con sus sermones de honestidad, justicia, transparencia,
equidad y “democracia para todos”.
La
masiva movilización del 04 de Julio y la enérgica y
combativa movilización del miércoles 17 de Julio ya se
inscriben como dos grandes jornadas de lucha en el largo proceso de reanimación
de las luchas democráticas del pueblo, reanimación que ha comenzado el
año 2003, y que a su vez, será el preludio de próximas
movilizaciones y luchas con objetivos cada vez más precisos. En la acción
conjunta y en la discusión, movilizándose por cuestiones precisas y concretas,
se irá dando forma al programa reivindicativo más acorde a las necesidades del
presente. En la movilización y la lucha en las calles, irán surgiendo y
se irán templando los nuevos actores de la lucha social en el país. el día
de hoy, 22 de julio, la movilización y la lucha de masas
será mucho más amplia y combativa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario