LAS GUERRAS: CAMPO DE EXPERIMENTACIÓN
SOCIAL Y POLÍTICA PARA LA OLIGARQUÍA
·
julio 20º, 2017
Tras recabar
información sobre las consecuencias sociales de la guerra moderna, en
especial para la población de los países que la sufren, una conocidas
y otras, muchas, desconocidas, resulta evidente que la “guerra” es
la forma que han adoptado las oligarquías mundiales (y en especial las
globalistas, las anglosajonas) de hacer política y economía.
Ya no es que
“si quieres la paz prepara la guerra”, ahora la guerra se hace presente en
todo tiempo y lugar, en cada uno de los países. Estén en paz o en en conflicto
bélico. Es decir: la militarización de la sociedad.
Una
manifestación de lo que decimos son los presupuestos militares. Tras estudiar
la cuestión llegamos a la conclusión de que los presupuestos militares son el
motor de la economía, por la transfusión de dinero público que supone para el
sector privado.
También cada vez
es mayor la base tecnológica de la sociedad. Pero esto tiene por base el
progreso científico habido con las guerras.
Y en la sociedad
capitalista (la cual es sinónimo de “guerra”) mayor base tecnológica es
mayor política de guerra: encuadramiento cuartelero de la población
,mediante el control informático, policial, etc, economía de guerra; política
reducida a propaganda de guerra, aplicación de la ingeniería social para el
manejo de la población mediante instrumentos como la doctrina del schok, etc.
El aspecto económico es conocido. Pero no se limita a los presupuestos
militares.
Como decíamos en
otras entradas, la política social es una forma de guerra contra la población:
los recortes matan, como se dice correctamente. El aumento de la pobreza
(motivada por el curso del capitalismo), y la disminución (premeditada) de la
cobertura social tiene un efecto colateral que es la reducción de la esperanza
de vida.
El
tratamiento mediático de las pandemias (como la amenaza del ébola)
para las que supuestamente “no hay cura”, oculta que están repuntando las
enfermedades típicas de la revolución industrial, (como la tuberculosis)
para las que si lo hay.
Todo esto indica
un cuadro social de exclusión, desnutrición y pobreza. Lo mismo se
puede decir de enfermedades sociales como las drogas y el alcoholismo.
Esto es producto
de una política que no es nada inocente.
Resumiendo, se
puede decir que se está manejando la crisis para que tenga sobre la población
el efecto de una guerra, acompañada de una destrucción si no material (al menos
de momento), si contable o de “valor de mercado” de las fuerzas
productivas.
La amenaza de
guerra aumenta exponencialmente cuanto se produce un fenómeno, típico del
capitalismo imperialista: el poder omnímodo del capital financiero.
En su forma mas
parasitaria, la de la deuda impagable (como la que tiene EEUU). Todo el dinero
es deuda, la economía se rige por la llamada ingeniería financiera.
Con lo cual se
excluye una economía basada en la producción, para satisfacer necesidades
humanas. Aún en una forma capitalista. (Recomendamos leer siempre la obra
de Lenin El Imperialismo Fase Suprema del Capitalismo).
El capitalismo
excluye cualquier forma de regulación económica que no se base en las leyes del
mercado.
Las
legislaciones favorables a el pueblo y la clase obrera, se hacen siempre
violentando estás leyes del mercado, bajo la presión de la movilización
popular, y su efectividad dura lo que esta, la movilización popular,
dura.
Y la
organización mercantil de la sociedad, (la competencia por el
mercado, si bien se mira, es una forma de guerra entre
capitalistas) lleva a la guerra, entre estados con sus ejércitos, de forma
inexorable.
Recordando a
Marx (Las luchas de clases en Francia de 1848), las guerras modernas, como
fenómeno social, no son producto de la barbarie, sino de la
“civilización, o mejor dicho, del exceso de civilización”.
La nuestra, la
occidental basada en los valores judeocristianos, es la mas belicista que ha
existido en la historia. Por tanto un frente de lucha contra la guerra es
la lucha contra los valores y la concepción del mundo en que se basa la actual
civilización occidental.
No hay valor mas
“cultural” (característico) de tal civilización que el militarismo. En 1914 lo
mas granado de la Kultur alemana escribió un Manifiesto, de apoyo a la guerra,
en el que se leía: “Sin el militarismo alemán la cultura alemana hace tiempo
que hubiese desaparecido”.
Esto chirría a
nuestros oídos, por ser una declaración explícita. Pero
implícitamente se hace, propaganda de tales ideas, . en las películas de
Hollywood, en las justificaciones sobre la (falsa) lucha contra el
terrorismo, las declaraciones de defensa de la democracia .
Las cuales ya
habían sido justificación desde todos los bandos, en la I y II Guerra
Mundiales, la expansión del colonialismo …).
Recomendamos dos
libros excelentes: “Sed de sangre” de Joana Bourke y “Matanza y cultura” de
Victor Davis Hanson En ellos se demuestra como las elites tienen en la
guerra la forma de resolver los problemas económicos, políticos y sociales, y
que tal uso de la violencia, como factor supremo de la historia, ha seducido a
las poblaciones de los países occidentales, (y del resto a día de hoy, que está
todo el mundo occidentalizado) hasta el punto de haber interiorizado los modos
e intereses de las clases dominantes como propios, considerándolos casi como
naturales.
En Matanza y
Cultura se sintetiza: “la capacidad de destrucción del hombre occidental
y la relaciona con caraterísticas culturales y psicológicas. Al afirmar que los
europeos son los soldados más letales, y por tanto más eficaces, de la historia
de la civilización no alude a una superioridad teórica real, sino al sentido de
individualidad, al criterio y a la capacidad de disciplina generados por la
idea de pertenencia a un Estado, cualidades que determinan una manera de actuar
frente al enemigo”.
Todo esto lo
podemos resumir en la siguiente pregunta:
¿a
nadie llama la atención que los Ministerios de Educación sean civiles , pero
los Departamentos de Inteligencia sean militares?
GUERRA Y CONTROL
SOCIAL
¿Que lecciones
podemos sacar de todo esto?.
El control de
las poblaciones, por parte de las élites gobernantes ahora se hace a través
de la ingeniería social, Y esta es la aplicación consciente, conforme un
plan, de dominación (al que no dudamos de calificar de mundial), del
conocimiento de las ciencias del comportamiento humano.
C. Marx
estableció que todas las relaciones sociales, políticas y económicas son
relaciones, en última instancia, entre individuos reales.
El objetivo de
la ingeniería social (en adelante IS) es alterar la conducta de los seres
humanos reales, para re-dirigir todo el entramado de relaciones, sin que estos
mismos seres humanos se den cuenta.
Un aspecto
fundamental de esta cuestión es que la interacción social de los individuos
reales C. Marx lo concebía a través de las clases sociales, en las que se
agrupaban estos individuos, conforme su relación con el modo de producción
(modo en que los seres humanos producen y distribuyen lo producido). La IS de
las élites para el control social funciona cuando los individuos se “creen” que
actúan individualmente.
Así roto
subjetivamente el carácter de clase (objetivamente es imposible), los
individuos, forman meros agregados, en los que independientemente del número de
individuos que los formen, se les puede controlar conforme las mismas técnicas
de manipulación psicológica-social con que se manipularía a uno
solo.
En estado de
mero agregado de individuos, no preside la razón (y por tanto menos un programa
político) sino los instintos, el movimiento no es de clase es molecular, y la
propaganda basada en la mera excitación nerviosa, dirigida a los arquetipos
mentales, a los instintos (sexo, supervivencia, sustento …), los dirige como
los semáforos el tráfico. Es lo que en el marxismo clásico se llama
“ínter-clasismo”.
Repetimos una y
mil veces. Las élites tienen una ciencia tan perfecta de
manipulación social por lo que han aprendido de las guerras y la ganadería. No
es cuestión de hacer un tratado sobre estas cuestiones. Los hay muchos y muy
buenos.
Solo vamos a dar
unos puntos, relacionados con las cuestiones de la guerra y la paz:
La excitación de
los instintos, a través de la propaganda, para funcionar necesita de un
contexto, determinado. Los instintos son innatos, pero estos hacen
funcionar el comportamiento humano conforme unos patrones, inconscientes,
que son los arquetipos.
Y estos
son muy fácilmente manipulables culturalmente.
Máxime en la era
de los medios de comunicación.
No es que la
televisión cree la opinión pública, ES la opinión pública. Ejemplo: el
militarismo es muy fácil de asimilar inconscientemente con el instinto de
supervivencia.
Por tanto para
operar la IS tiene que haber unos arquetipos sociales (ver la teoría del
egregor), unas ideas fuerza en el ambiente, dominantes pero
transparentes.
El individuo
cree que piensa “libremente” cuando están “pensando” por él. Operar sobre
el instinto no necesita “razonamiento”, solo excitación a través de los
sentidos. Damos rasgos de la psique humana que son explotados por la IS
– El ser humano
diviniza las fuerzas materiales que le determinan pero no puede controlar, o
comprender racionalmente.
El ser humano
primitivo las fuerzas de la naturaleza.
El actual las
fuerzas del mercado. Aunque, por ejemplo, el marxismo pretende ser una
explicación científica de la economía, el ser humano moderno sigue actuando
ante las fuerzas del mercado como el primitivo ante las de la naturaleza: las
diviniza.
Recomendamos la
lectura de una propagandista del capitalismo, y de la revolución
conservadora de Reagan y Thacher como era Ayn Rand (“La rebelión del
Atlas”, por ejemplo). En ella están resumidas todas las claves con las que el
80% de la población interpreta el mundo.
–
El ser humano piensa conforme a tres falacias
La capacidad de
autoengaño. La religión se acepta porque “explica” el mundo, independientemente
de que Dios exista o no. Esto no hace al caso.
La capacidad de
asociación de imágenes es el primero, y mas potente mecanismo con que actúa el
inconsciente. Lo sabe muy bien la propaganda y en especial la de guerra, De ahí
se desprende el utilitarismo como principal criterio de “verdad”.
Entendido
utilitarismo como satisfacción de los instintos, en un sentido amplio.
Aquí se juega
con la irracionalidad, para construir un “engaño” que sea aceptado por el
individuo.
Según la mayoría
de los psicólogos sociales, aunque sea paradójico, la capacidad de autoengaño
es el mecanismo que falta a los animales para que se manifiesta la
inteligencia, y que si se da en el ser humano.
Según los mismos
autores, el otro detonante de la inteligencia sería la capacidad de depredación
del ser humano.
“La primera
herramienta fue una piedra o un palo empleados como arma”. Ver al
respecto las primeras escenas de la película 2001 Odisea en el Espacio de
Kubrik
La falacia del
enunciado. El ser humano tiende a dar la categoría de verdad a un
enunciado (y recordemos que construye su concepción del mundo en base a
enunciados, al lenguaje) no por una confrontación con la realidad, sino por la
facilidad de recordad o asimilar un enunciado, y si este enunciado le permite
comunicarse con otro ser humano.
Esto hace
que inconscientemente se use el lenguaje de manera mágica, como una invocación
del mundo deseado por el inconsciente. Un ejemplo, que herirá a muchos, es el
uso de la expresión “teoría de género”.
El hecho real,
obvio por las características físicas de los individuos, es que hay dos sexos:
masculino y femenino.
Y que “género”
es la categoría gramatical con las que el ser humano entiende o simboliza esa
realidad material.
Con la “teoría
de género” se pretende (aparte de hacer una obra de ingeniería social
ultra-capitalista ¿son las mujeres una clase social o están divididas en clases
sociales, como los hombres?), hacer el experimento de crear un imaginario
colectivo en base a confundir a la cosa con su nombre, pretendiendo que la
realidad física pueda ser cambiada por una mera invocación, referente a un
mundo soñado.
Soñado por
otros, añadimos para controlar a la población, conforme los intereses de las
clases dominantes.
La base de tal
experimento es usar la palabra como un mantra, para operar, través del símbolo
“género”, en su referente real del mundo físico, que es la pulsión sexual
real.
La cual saben
las élites que es una de las fuerzas mas potentes que mueven al ser humano. Con
las políticas de género estas élites están induciendo a la población a un
auténtico estado de trance , a través de una invocación chamánica
colectiva.
A tal
neo-paganismo han reducido la política. Ni que decir tiene que la población
sometida a tal estado es facilísima de llevar a través de una especie de
hipnosis (la manipulación de los arquetipos a través de los medios de comnicación),
donde las élite quieran.
Por motivos de
espacio acabamos aquí esta parte de este trabajo
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