18/10/2018
Caricatura: Darío Banegas
diputado y caricaturista
Honduras es una
fábrica de pobreza”
Mauricio Díaz,
director del FOSDEH
Honduras se está convirtiendo en la
Siria de Centroamérica, pero no por la guerra y desplazamiento de población
refugiada, sino porque ha encontrado la fórmula para convertir a la mayor parte
de sus habitantes en miserables cuya única opción es el éxodo. Esta fórmula
mágica, avalada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), grupos de
empresarios corporativos, políticos corruptos y dueños de medios de
comunicación, ha sido institucionalizada por los gobiernos del partido nacional
después del golpe de Estado a Manuel Zelaya Rosales en 2009.
El país se benefició de la iniciativa
de países pobres severamente endeudados (HIPC) que le permitió destinar los
recursos del pago de deuda externa a una Estrategia Nacional de Combate de la
Pobreza (2000-2015), que tuvo escasos resultados. De acuerdo a cifras del Foro
Social de la Deuda Externa (FOSDEH), Honduras destinó entre 2000 y 2018 unos
500 mil millones de dólares, o sea que siguió endeudándose una vez que los
recursos HIPC se agotaron y la ERP pasó a mejor vida, sin que los objetivos y
metas de reducción de pobreza se cumplieran.
Existen cerca de 6 millones de personas
viviendo en pobreza y 4 millones de personas en pobreza extrema, o sea que
superamos a Haití. Más aùn, según el FOSDEH, unas 3 millones de personas sólo
comen una vez al día. Un factor causal es el aumento del desempleo ya que la
tasa de desempleo abierta con cifras manipuladas del Instituto Nacional de
Estadísticas (INE) afecta a más del 8% de la PEA, pero lo preocupante es que
más de 50% de la población se encuentra subempleada. El aumento del desempleo y
subempleo está ligado al bajo monto de la inversión real y a que la Inversión
Extranjera Directa (IED) que se capta no es de buena calidad, no es nueva sino
reinversión de utilidades.
La población rural enfrenta serios
problemas para acceder a activos productivos, en tanto la reforma agraria se
paralizó, y muchas de las cooperativas y empresas asociativas tuvieron que
vender la tierra, optando además por arredar sus bienes para pagar deudas. No
es prioridad para el gobierno el agro ni el objetivo de la seguridad
alimentaria, ya que inició una apuesta por el comercio a ultranza con el TLC
con USA y los acuerdos bilaterales, donde resulta más barato importar alimentos
por la agroindustria y supermercados que producirlos internamente.
Por el lado de la demanda, alarma el
creciente endeudamiento externo total, superior a los 49 millones de lempiras
por concepto de pago de servicios de la deuda externa para 2019 (FOSDEH: 2018),
pero también las exoneraciones fiscales mayores a 33,000 millones de lempiras
según cifras de SEFIN. Los ingresos tributarios han crecido exponencialmente,
pero no hay una mejora notable en el crecimiento del gasto de inversión real
/PIB y crédito para los pequeños productores y MiPymes. “Yo me voy porque ya no
aguantaba la carga de impuestos, ya que además de pagar alquiler de local tenía
que pagar la energía más cara, comer y vestir a mis hijos, uno de ellos, mi
niña, fue violada por mareros”, manifestaba una migrante de la caravana de la
victoria, como la llaman dirigentes de la oposición, en recuerdo de la caravana
de la victoria que llevó al poder al presidente Juan Orlando Hernández (JOH) en
2013, reelecto en 2017 en forma ilegal y fraude.
El gobierno ha anunciado el eventual
cierre de la ENEE, otrora junto a HONUTEL, gallina de huevos de oro. Se anuncia
su partición en tres (3) empresas, siendo mayoritario el capital privado, no se
sabe si de buena procedencia y ligado a los nuevos ricos de Honduras. Un nuevo
trancazo con la emisión de placas de carro y la nueva licencia de conducir se
cocina a juego lento. Los migrantes no creen ya en cuentos chinos, ya que se ha
prometido un bono para aquellos que consumen menos de 300 kilovatios, efectivo
hasta el mes de mayo próximo. La clase media-media es la que está recibiendo
desde ya el impacto de trancazo, igual las microempresas e industria,
justificado por el aumento del precio del barril de petróleo, cuya facturación
posibilita que el gobierno obtenga una gran tajada.
Se agrega la corrupción e impunidad
como carcoma endémica, que corroe la institucionalidad pública, partidos
políticos y sociedad en general. En Honduras, un político que no robe, o sea
que no le entienda al trámite, debe retirarse; un ejemplo es Luis Zelaya,
presidente del partido liberal, que recibe presiones, amenazas y agravios por
denunciar actos de corrupción dentro de su partido. Estos recursos sustraídos
por los corruptos merman el desarrollo y hacen de Honduras un país sin futuro
ya que, además, el narcotráfico y la violencia interna no permiten salir del
atolladero.
Hay una creencia generalizada en
funcionarios de gobierno alimentada por dueños de medios de comunicación, que
la caravana de migrantes está siendo liderada por dirigentes de los partidos de
oposición, tipificados como coyotes modernos para los cuales el Congreso de la
República debe aumentar penas traducidas en más años de cárcel. Igual, que los
migrantes sufrirán muchos en su cruzada y no llegarán a EEUU, por lo que deben
regresar a su paraíso terrenal, donde los esperan un empleo justo, vivienda
digna y la garantía que no serán maltratados ni asesinados por la policía si
protestan por lo caro de la vida y las violaciones sistemáticas de sus derechos
humanos.
La encargada de negocios de la Embajada
de EEUU en Honduras, Heide B. Fulton, sigue insistiendo que el futuro para los
hondureños está en Honduras, no fuera, o sea en el país del norte, pero fue
cómplice del fraude electoral y de avalar muchas de las decisiones del gobierno
que afectan la democracia y el desarrollo.
El presidente de EEUU, Donald Trump,
amenazò con cortar la ayuda a Honduras y demás países del Triángulo Norte, si
se permite que los migrantes lleguen a la frontera con USA ya que, si pasan,
serán arrestados y deportados. Ello ha disparado las alarmas, y tanto el
gobierno de Guatemala y el Salvador, en plena violación del CA-4 y derecho a
migrar, han cerrado las fronteras; sin embargo, no ha sido impedimento para que
nuevos migrantes decidan desafiar el poder constituido y cruzar la primera
frontera en su ruta. En el caso de México, hay evidencia que el presidente
electo Manuel López Obrador, brindarà todas las garantías necesarias
(incluyendo visas y empleos dignos), recibiendo los migrantes la solidaridad y
ayuda del pueblo mexicano, tal como sucedió en la caravana anterior.
El gobierno de Honduras ha tratado de
minimizar la amenaza de Donald Trump, argumentado que solo ha contribuido con
2,000 millones de dólares para apoyar las actividades de la estrategia de
seguridad y desarrollo de los países del Triángulo Norte, y ellos (Guatemala,
Honduras, el Salvador) unos 10,200 millones de dólares. El problema, de
materializar esta advertencia, es el impacto negativo en la balanza de pagos,
el recorte de ayuda que brinda USAID y el efecto contagio con los fondos de
prestamos de organismos multilaterales donde EEUU es miembro de sus
directorios, y demás ayuda bilateral, lo que dejaría al país en una calamidad
económica y social, y de rodillas.
Las soluciones no son fáciles, pero
deben ser radicales. Por el lado de la oposición política, se plantea la
convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para redactar una nueva
Constitución y refundar el país, con un nuevo gobierno. Igual, que JOH renuncie
o adelante las elecciones, y entregue el poder a Salvador Nasralla; incluso, se
habla de algo que les gusta a los militares, la creación de una Junta Cívico
Militar conformado por prominentes miembros de los partidos políticos y FFAA,
para acelerar las elecciones.
Desde la óptica económica y social
existe un problema mayor. ¿Qué modelo alternativo anteponemos al modelo actual,
que excluye y genera miseria y migración?, es la pregunta a responder.
Tegucigalpa, DC, 18 de octubre de 2018
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