(17 de junio de
2019)
Por Miguel Aragón
-
III -
Héctor
Félix se pregunta “¿de qué crecimiento capitalista hablamos en
el Perú?”, y arbitrariamente contrapone la dependencia
“colonial”, al carácter “capitalista” de la
economía peruana actual.
Tengo
que recordarle, que la vía “colonial” del desarrollo de
una economía, no niega que esa economía pueda ser esclavista, pueda
ser feudal, o pueda ser capitalista, según la época histórica
en la cual ocurre. El grado de dependencia colonial no es “una
formación social”, ni tampoco es “un modo de producción”,
simplemente es un grado de dependencia.
Durante
la época antigua, en los tiempos del dominio sobre gran parte de
Europa, Asia menor y África, por parte del imperialismo
esclavista romano, esos países invadidos y sometidos no eran
solamente “colonias” como puede suponer Héctor Félix. Esos
países eran países “esclavistas coloniales”. En los territorios
de lo que posteriormente fueron España, Francia, Alemania, gran
parte de Europa oriental, el norte de África y el medio oriente, se
impuso “el modo de producción esclavista” impuesto militar y
políticamente por el imperialismo romano.
De
manera similar, durante el largo dominio del imperio colonial
español sobre los países de América, estos países no eran
solamente “coloniales”, sino que estos países eran “países
feudales coloniales”, en los cuales los conquistadores españoles
impusieron militar y políticamente “la formación social
feudalista”, sometiendo a servidumbre a la población
nativa.
Otro
tanto ocurrió en los tiempos de expansión del
capitalismo en el mundo entero. La penetración del capital
extranjero en los países atrasados aceleró el crecimiento del
capitalismo en estos países. Así ha ocurrido en América, con la
penetración del capitalismo inglés primero, y del capitalismo
norteamericano después. Desde mediados del siglo XIX, en estos
países comenzó el lento proceso de transformación de
países feudales en países capitalistas semifeudales, y a la
vez semicoloniales.
Héctor
Félix, no solo duda, sino que también niega que “el
capitalismo haya crecido en Perú”. Le recomiendo que vuelva a
revisar con atención las 22 breves páginas del primero de los “ 7
Ensayos” de Mariátegui. Ahí Mariátegui constató las dos
primeras etapas por las cuales había pasado el crecimiento
capitalista en Perú hasta 1929.
En
el capítulo III del primer ensayo, Mariátegui afirmó “Las
utilidades del guano y del salitre crearon en el Perú, donde la
propiedad había conservado hasta entonces un carácter
aristocrático y feudal, los primeros elementos sólidos de capital
comercial y bancario (…)” y más adelante precisó “En el
periodo dominado y caracterizado por el comercio del guano y del
salitre, el proceso de la transformación de nuestra economía, de
feudal en burguesa, recibió su primera enérgica propulsión”.
Ese
primer periodo de crecimiento capitalista se extendió
aproximadamente 35 años, desde 1845 hasta 1880, en que fue
interrumpido temporalmente por la agresión e invasión militar y
política anglo chilena. No creo necesario extenderme más en
citar a Mariátegui, porque asumo que la mayoría de lectores conoce
muy bien esta parte de las conclusiones teóricas de Mariátegui
sobre “el primer ciclo de crecimiento capitalista” en Perú, que
tuvo la particularidad de ser un crecimiento del capital comercial y
bancario, y todavía no de crecimiento del capital industrial, el
cual ocurriría tiempo después.
En
el capítulo IV del primer ensayo, Mariátegui expuso
esquemáticamente en “ocho puntos”, las características
del segundo impulso del crecimiento capitalista en Perú, proceso
desarrollado también durante 35 años, entre 1895 y 1930,
desde el entreguista Contrato Grace con los financista
británicos, hasta la gran crisis económica mundial del
capitalismo ocurrida en 1929. En ese lapso de 35 años, la producción
industrial minera se incrementó en 2,250%, la producción
industrial se incrementó en 750%, y la producción agrícola en
340%, como ya tuve oportunidad de informar el 16 de junio de 2016 en
un breve comentario sobre la formación del movimiento socialista
peruano. Acorde con ese crecimiento capitalista también se formó y
creció el proletariado peruano, porque las minas, las industrias y
el campo “no producen por si solos”, sino que son resultado
de la acción del trabajo.
Posteriormente
a 1930, han ocurrido otros dos ciclos largos de crecimiento
capitalista en el país. El tercero se prolongó por 30 años, desde
1945 hasta 1975, con sus propias particularidades; y por último, el
cuarto ciclo de crecimiento capitalista ya se está prolongando
por más de 25 años, desde la aplicación delas reformas
neoliberales de 1993 hasta el presente, el cual también presenta sus
propias particularidades.
En
los cuatro ciclos de crecimiento capitalista por los cuales ha pasado
el país, han aumentado las inversiones en capital constante y en
capital variable. Y como es más que natural, también se ha
incrementado la plusvalía obtenida por los propietarios del capital.
Pero lo más importante para nosotros, es estudiar cómo han
evolucionado las inversiones en capital variable, y cómo se ha
incrementado “la cantidad de trabajadores asalariados”, tanto la
cantidad de trabajadores manuales como de trabajadores
intelectuales, tanto de trabajadores asalariados de la ciudad
como de trabajadores asalariados del campo.
Pretender
negar el carácter capitalista de la actual formación social
peruana, en el fondo esconde una negación de la existencia de la
clase proletaria, y por lo mismo, una negación del desarrollo del
movimiento socialista peruano.
-
IV-
Por
último, en este apretado comentario, a propósito de su reclamo
sobre el programa, le recomiendo a Héctor Félix, que
revise un poco de historia del movimiento socialista.
Podrá
comprobar, que por lo general, así como primero se forma el frente
unido de trabajadores, en segundo lugar, se forma el movimiento
socialista dentro de ese frente, y por último se forman los
partidos socialistas dentro de ese movimiento; de igual manera,
primero se desarrolla el programa mínimo reivindicativo, y después
el programa máximo.
Al
menos esa es la experiencia del movimiento socialista peruano. En
mayo de 1924 Mariátegui propuso una propuesta de Programa Mínimo
(revisar el 1° de Mayo y el Frente Único”) que tiempo después
la amplió en octubre de 1928. Posteriormente a la propuesta y
agitación del programa mínimo, en junio de 1927 Mariátegui
comenzó a esbozar los lineamientos fundamentales del Programa
Máximo, propuesta estratégica que hasta ahora, a 90 años de su
elaboración, no ha sido debatida ni aprobada en ningún evento
de ningún tipo.
Esta
tarea sigue pendiente, y ese será otro de los objetivos de la
conmemoración del bicentenario, elevarnos de la revolución política
del pasado, a la necesaria revolución social del presente.
Más
adelante, continuaré comentando los comentarios (valga la
redundancia) de todos los compañeros interesados en participar en
esta necesaria y urgente batalla de las ideas.
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