Escenarios.
15 de julio de 2002.
Publicado
por Francisco
Umpiérrez Sánchez
Voy
a referirme a una idea que Jorge Venturini vertió en su mensaje de
correspondencia a Luis Herrero, cuando afirmó que al mirar en su
interior encontraba mierda. Un espíritu artístico como el de Jorge
Venturini no debería haber empleado la palabra “mierda”. Ya que
ama y estima tanto a Nietzsche, reconocerá conmigo que debió haber
dicho “fango” y “oscuridad” en vez de “mierda”. “Fango”
y “oscuridad” son palabras propias de un espíritu elevado y de
alto valor estético, mientras que la palabra “mierda” es más
propia de un espíritu marginal y carece de valor estético.
Sigamos.
Si en el interior de Jorge Venturini encontramos fango y oscuridad,
será porque en su vida exterior habrá vivido en el fango y en la
oscuridad. Pero él solo ve la mierda que hay en ese fango y
oscuridad, mientras que yo veo a un hombre, Jorge Venturini, que
sabe moverse en ese ámbito de la vida y sale entero de esa
experiencia. En el mundo no solo hay jardines y luz, también
hay fango y oscuridad, y para un filósofo es obligatorio conocer
esta parte del mundo. Hay que sentirse orgulloso de conocer el fango
y la oscuridad y saber moverse en ellos con dignidad.
No
debemos permitir que la doble conciencia, la conciencia expiatoria,
que es la que entra en acción cuando miramos dentro de nosotros
mismos, nos ponga por debajo de la altura moral en la que
estábamos en nuestras experiencias pasadas. Es un error medir con
la conciencia de ahora nuestras acciones pasadas.
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