(14
de octubre de 2011 / 01 de marzo de 2016) (*) (**)
Por:
Miguel Aragón
Próximo
a iniciarse un nuevo Seminario sobre el Socialismo Peruano [que se
desarrolló del 15 de octubre al 12 de noviembre de 2011], para
comenzar considero necesario que debemos tener claridad
acerca de la época histórica en la cual se encuentra actualmente la
humanidad.
Para
entender el proceso del movimiento socialista peruano, resulta
imprescindible comprender en qué condiciones históricas surgió
este movimiento, y en qué condiciones históricas se ha desarrollado
hasta la actualidad.
PLANTEAMIENTO
DEL PROBLEMA
Como
parte de las actividades que se realizaron en uno de los foros
frente unitarios, con fecha 07 y 10 de junio de 2005 divulgué,
a través del grupo de correos “foro centenario”, dos comentarios
titulados Defensa de la Experiencia Socialista. En
ellos comprobé y señalé que uno de los principales aportes de la
valiosa experiencia socialista que comenzó en 1917 fue haber
dado inicio a una nueva época histórica en el desarrollo de la
humanidad, haber dado inicio a la época del socialismo.
En
esos comentarios señalé que era un error considerar que “vivimos
en la época del imperialismo”, y que lo correcto era reconocer que
a partir del triunfo de las revoluciones rusa (1917), alemana (1918)
y húngara (1919) se había iniciado una nueva época histórica en
el desarrollo de la humanidad. (Mariátegui expuso sobre esos tres
procesos revolucionarios en las conferencias que dictó en la
Universidad Popular en el año 1923. El resumen de sus exposiciones
está publicado en el libro Historia de la Crisis
Mundial. Vuelvo a recomendar su lectura y estudio)
LA
POSICIÓN DE STALIN RESPECTO A LA NUEVA ÉPOCA HISTÓRICA
A
mediados del año 2007 el comentarista Eduardo Ibarra comenzó a
divulgar en forma amplia una ordenada relación de comentarios acerca
del desarrollo de la teoría del proletariado mundial, y acerca de la
lucha de tendencias en el desarrollo del movimiento socialista
peruano. En los primeros documentos de Ibarra, divulgados en ese
tiempo, destacaron los comentarios de dos ideas centrales, las cuales
captaron mi atención. Según mi punto de vista, una de esas ideas
era acertada, y la otra idea estaba equivocada. A
comienzos del 2008 yo tenía la intención de presentar mis
observaciones críticas, pero el ambiente para el intercambio de
ideas, de un momento a otro se enturbio, por la seguidilla de
acusaciones e insultos que proliferaron en esos meses.
¿Quién
ganó con esos insultos e interrupción del intercambio y debate?
Indudablemente que la gran ganadora fue la clase dominante.
De manera similar, si ahora “caemos en el juego”, de los que se
están dedicando a insultar para provocarnos y enturbiar el
desarrollo del Tercer Seminario sobre Socialismo Peruano, la
ganadora será la misma clase dominante, y el provocador
también será el mismo provocador de fines del año 2007. Pero esto
ya es anécdota, volvamos al tema que concita nuestra atención.
1.-
Eduardo Ibarra, en los documentos que él divulgó el año 2007,
desde el comienzo resaltó uno de los fundamentos de la concepción
materialista de la historia, al reivindicar que “el ser
social determina la conciencia social”. A partir de ese
acertado concepto, Ibarra elaboró sus conclusiones sobre el
desarrollo de la teoría del proletariado. Hasta ahí estábamos de
acuerdo con él, pero solamente hasta ahí.
2.-
El segundo concepto que Ibarra desarrolló en ese entonces, fue
que al terminar el siglo XIX y comenzar el siglo XX la humanidad
había ingresado a una nueva época histórica, a “la época del
imperialismo”. Sin presentar mayor fundamentación ni análisis
económico ni político que sustentara su tesis, Ibarra se
reducía a citar una supuesta afirmación de José Stalin. Ese era
todo el sustento, que le servía de apoyo, para sostener sus
conclusiones sobre la denominación de la teoría del proletariado.
(Según Ibarra, en los últimos siglos la humanidad había atravesado
por dos épocas: por la época preimperialista y por la época
imperialista; y según él, a cada una de esas dos épocas
históricas, correspondían dos épocas en el desarrollo de la teoría
del proletariado, el marxismo para la primera época, y
el marxismo-leninismo para la segunda época).
A
fines del año 2009, en uno de los tantos conversatorios en los
cuales he participado a nivel de barrios y municipios en Lima,
se me presentó la oportunidad de exponer “acerca de la
situación mundial”, en uno de los barrios del municipio de San
Juan de Lurigancho. Yo inicié mi exposición fijando mi posición
sobre la época histórica, y se suscitó un debate con algunos de
los asistentes, los cuales defendían la errónea tesis de que
“vivimos en la época del imperialismo”. Cuando les dije que
Stalin no había hecho tal afirmación, ellos insistieron en su
errónea conclusión. Como ninguno de los asistentes teníamos a la
mano el folleto de José Stalin Los Fundamentos del
Leninismo (abril de 1924), el debate de esa fecha quedó
trunco. Lo que ahora paso a exponer, de manera muy breve, es
continuación de ese anterior debate de ideas, lo cual es otra
demostración más, que el presente Seminario no es “un punto de
partida”, como piensa y pregona el caudillaje personalista, sino
continuación de trabajos anteriores.
Después
del evento del año 2009, he revisado más de 20 veces el mencionado
folleto de Stalin, y en ninguna parte he encontrado que Stalin
afirmara que “vivimos en la época del imperialismo”.
Incluso he cotejado dos ediciones del folleto, una soviética y
otra de procedencia china.
Lo
que más se acerca a esa expresión, y se presta al uso incorrecto de
las palabras de Stalin, es el siguiente párrafo, que trascribo in
extenso:
“El
leninismo es el marxismo de la época
del imperialismo y de la revolución
proletaria. O más exactamente: el leninismo es la teoría y la
táctica de la revolución proletaria en general, la teoría y la
táctica de la dictadura del
proletariado en particular. Marx y
Engels actuaron en el período prerrevolucionario (nos referimos a la
revolución proletaria), cuando aún no había un imperialismo
desarrollado, en un período de preparación de los proletarios para
la revolución, en el período que la revolución en que la
revolución proletaria no era aún directa y prácticamente
inevitable. En cambio, Lenin, discípulo de Marx y de Engels, actuó
en el período en que se despliega la revolución proletaria, cuando
la revolución proletaria ha triunfado ya en un país, ha destruido
la democracia burguesa y ha inaugurado la
era de la democracia proletaria, la era
de los Soviets.”(Stalin, Los Fundamentos del Leninismo, pag. 03)
(los subrayados son míos)
Si
revisamos con atención todo el párrafo, y no solamente la
primera línea, podemos comprobar que Stalin, por un lado, en
la primera línea escribió “época del imperialismo y la
revolución proletaria”; y por otro lado, en las últimas líneas
escribió “ha inaugurado la era de la democracia proletaria,
la era de los Soviets”.
Toda
persona sensata, puede distinguir y sabe muy bien que “el
imperialismo” y “la democracia proletaria” son dos realidades
históricas diferentes y contrarias, que no se pueden confundir la
una con la otra, y mucho menos se puede pretender reducir “la
democracia proletaria” como si fuera sinónimo de “imperialismo”.
Que se considere que “el imperialismo es la antesala del
socialismo” lo cual nos parece correcto, no quiere decir que “el
imperialismo y el socialismo sean lo mismo”.
Si
este primer párrafo, del folleto de Stalin, se puede prestar a la
manipulación, tergiversación y al uso incorrecto, por parte
de quienes niegan que actualmente vivimos en la época del
socialismo, los remitimos a otras dos expresiones del mismo autor,
escritas en el mismo folleto:
En
la pag. 46 Stalin afirmó: “(…) Por eso, en la dictadura del
proletariado, en el paso del capitalismo al comunismo, no hay que
ver un período efímero, que revista la forma de una serie de actos
y decretos “revolucionarios”, sino toda una época histórica,
cuajada de guerras civiles y de choques exteriores, de una labor
tenaz de organización y de edificación económica, de ofensiva y
retiradas, de victorias y derrotas. Esta época histórica no
solo es necesaria para sentar las premisas económicas u culturales
del triunfo completo del socialismo, sino también para dar al
proletariado la posibilidad, primero, de educarse y templarse,
constituyendo una fuerza capaz de gobernar el país, y, segundo, de
reeducarse y transformar a las capas pequeñoburguesas con vistas a
asegurar la organización de la producción socialista.”
Y
en la pag. 55, Stalin precisó, con mayor claridad, la
definición de la nueva época:
“Lenin
tiene razón cuando dice que, con la aparición del Poder Soviético,
“la época del parlamentarismo democrático-burgués ha terminado y
se abre un nuevo capítulo de la historia universal: la
época de la dictadura proletaria”.
Espero
que la lectura completa del mencionado folleto, ahora no
se preste a la manipulación. Queda claro que para Stalin (y también
para Lenin) el nuevo capítulo de la historia universal, la nueva
época histórica era la época de la
dictadura del proletariado, es
decir la época del socialismo.
Ahora,
entre nosotros, no se trata simplemente de intentar resolver el
debate apelando a “lo que dijo tal o cual maestro del
proletariado”. Si realmente queremos avanzar, tenemos que superar y
erradicar de nuestro medio ese viejo estilo de “debate”
superficial. Para nosotros lo importante es captar la esencia de los
procesos económicos, sociales y políticos, y describirlos tal como
se desarrollan frente a nosotros. Recordemos y reivindiquemos las
enseñanzas de Marx y Engels en el Manifiesto de 1848:
“Las
tesis teóricas de los comunistas
no se basan en modo alguno en ideas y principios inventados o
descubiertos por tal o cual reformador del mundo.
No
son sino la expresión de conjunto de las condiciones reales de una
lucha de clases existente, de un
movimiento histórico que se está desarrollando ante nuestros ojos.
La abolición de las relaciones de propiedad existentes desde antes
no es una característica peculiar y exclusiva del comunismo”
(Ver Marx-Engels, Manifiesto
Comunista, capitulo II)
El
mal llamado “imperialismo”, no es otra cosa que el capitalismo
que en determinadas condiciones históricas (al comenzar el siglo XX)
ha adquirido las siguientes características: capitalismo
monopolista, capitalismo parasitario o rentista y capitalismo
agonizante. Este capitalismo monopolista, no
dejó de ser capitalismo, ni se ha convertido en algo diferente al
capitalismo, el capitalismo monopolista sigue siendo
capitalismo, pero en una fase diferente, en una fase
superior. Por eso considero que el llamado “imperialismo”
solamente es una fase del capitalismo, y no es una
nueva época histórica en el desarrollo de la humanidad.
Por
el contrario, el paso del capitalismo al inicio de la construcción
del socialismo si fue un cambio de época histórica. El
socialismo que se comenzó a construir a partir de 1917, hace
escasamente 90 años, significó el inicio de un nuevo orden
social, el inicio de una nueva sociedad, fue un cambio mucho más
trascendente que el simple paso del capitalismo de una fase a otra
fase también capitalista.
MARIATEGUI
SOBRE EL COMIENZO DE LA REVOLUCION SOCIAL
José
Carlos Mariátegui demostró mucho realismo y a la vez gran optimismo
en el desarrollo de las fuerzas nuevas, al analizar la nueva
situación mundial que se había creado a partir del triunfo de
la Revolución Rusa de 1917.
En
su primer conversatorio en la Universidad Popular afirmó:
“con la Revolución Rusa ha comenzado la revolución social”,
y más adelante anotó “presenciamos la disgregación, la agonía
de una sociedad caduca, senil, decrepita; y al mismo tiempo,
presenciamos la gestación, la formación, la elaboración
lenta e inquieta de la sociedad nueva”
Fundamentando
la necesidad del proletariado peruano de conocer la crisis mundial,
recomendó lo siguiente “En esta gran crisis contemporánea, el
proletariado no es un espectador. Se va a resolver en ella la suerte
del proletariado mundial. De ella va a surgir, según todas las
probabilidades y según todas las previsiones, la civilización
proletaria, la civilización socialista, destinada a
suceder a la declinante, a la decadente, a la moribunda civilización
capitalista, individualista y burguesa.” (Ver: JCM, libro Historia
de la Crisis Mundial, primer conversatorio La crisis mundial y
el proletariado peruano).
¿QUÉ
OCURRIÓ CON LA ÉPOCA DE LA DICTADURA DEL PROLETARIADO?
1.-
Defensiva Estratégica del Socialismo.-
Desde
los inicios de la nueva época histórica (año 1917), la burguesía
mundial movilizó todas sus fuerzas para aplastar a la naciente
sociedad socialista. Se iniciaba así la larga etapa de Defensiva
Estratégica del Socialismo. La necesidad de defenderse ante
la agresión de las fuerzas reaccionarias captó y absorbió gran
parte de las energías de la nueva sociedad proletaria. Al comienzo
las fuerzas reaccionarias lograron interrumpir temporalmente la
revolución alemana (1918) y la revolución húngara (1919), pero no
obstante que movilizó a los ejércitos de varios países, la
burguesía mundial fue derrotada por el naciente socialismo que se
estaba comenzando a construir en Rusia. Después de tres años de
lucha intensa, en el año 1920 el proletariado soviético logró
derrotar y expulsar a los ejércitos agresores. Esa fue una victoria
táctica, dentro de la larga etapa de Defensiva Estratégica iniciada
en 1917.
Pero
ese triunfo del año 1920 no fue la victoria final contra la
burguesía mundial. Veinte años después, en 1941 el pueblo
soviético afrontó una prueba mucho más difícil, la invasión del
ejército nazi-fascita alemán. En 1945, después de haber soportado
heroicamente la invasión de la parte occidental de su territorio,
la contraofensiva del pueblo soviético logró derrotar al poderoso
ejército alemán. Con esa Gran Victoria la revolución proletaria
recibió un enérgico impulso en varios países de Europa Oriental y
de Asia. Esa fue otra victoria táctica del proletariado.
Paralelamente
a la agresión directa contra la URSS, la burguesía mundial movilizó
al poderoso ejército imperial japonés para detener el avance de la
revolución en China y en otros países del sudeste de Asia,
agresión que también tenía el objetivo de cercar a la Unión
Soviética. En 1945 las fuerzas revolucionarias chinas derrotaron y
expulsaron al poderoso ejército japonés. Algo similar ocurrió en
Corea, Viet Nam, y otros países del sudeste asiático. Esa fue otra
victoria que se sumó a las anteriores victorias tácticas del
proletariado, que en términos generales seguía en condiciones de
defensiva estratégica de la naciente sociedad socialista.
Pero
esa tampoco fue la victoria definitiva contra la agresión del
capitalismo mundial, todavía faltaba y falta mucho camino por
recorrer. Las fuerzas de agresión y ocupación militares
francesas y norteamericanas ingresaron para ocupar algunos de los
territorios que desesperadamente venía abandonando el derrotado
ejército japonés. En 1949 triunfó la revolución del pueblo chino
contra la clase dominante china que tenía el apoyo directo del
capitalismo norteamericano. A los pocos años, los pueblos de
Corea del Norte y Vietnam del Norte también derrotaron y expulsaron
a los ejércitos norteamericano y francés. Pero todavía no
culminaba la defensiva estratégica del socialismo, la lucha por
sobrevivir era una lucha dura y prolongada.
En
1959 triunfó la revolución cubana en el continente americano, en
1962 el pueblo cubano derroto la agresión de la burguesía
norteamericana en Bahía de Cochinos, y el año 1975 las
fuerzas de ocupación norteamericanas instaladas en Vietnam del Sur
también fueron derrotadas, derrota de la cual hasta ahora no
se logran recuperar. Esa fue la última victoria táctica del
proletariado en el mundo dentro de la larga etapa de Defensiva
Estratégica.
2.-
Equilibrio Estratégico del Socialismo.-
Con
el triunfo de la revolución de Salvación Nacional en Viet Nam
del Sur, en el año 1975, concluyó la etapa de defensiva
estratégica, y se dio inicio a la Etapa de Equilibrio
Estratégico entre el Socialismo y el Capitalismo. Todo hace
prever que esta etapa será mucho más dura y prolongada que la
etapa anterior.
A
partir de 1975, en los 14 países que ya habían iniciado la
construcción del socialismo en Europa oriental, en el sudeste
asiático y en América, después de derrotada y expulsada la
agresión externa, se colocaron en primer plano los problemas
internos de la continuación de la construcción del
socialismo.
Desde
1950, con el triunfo de la revolución en China, el problema ya
no era como “construir el socialismo en un solo país”, sino como
construir el socialismo en varios países. El proletariado de
cada uno de los países en los cuales se había iniciado la
construcción del socialismo, ahora tenía que descubrir la forma
nacional de su propio socialismo, toda creación heroica es
creación de una clase, es creación de un pueblo. (En la
historia del socialismo mundial no existen “creaciones heroicas
individuales”, la historia no la hacen “los genios”).
Esa
fue la causa principal de las disputas que se dieron en las filas del
movimiento comunista internacional en la década de 1960, disputas
que se cubrieron con el velo de los mal llamados “debates
ideológicos” (denuncias de “revisionismo”), cuando en el fondo
las discrepancias eran por la búsqueda y la afirmación de su propio
camino en la construcción del socialismo. Debemos entender que “el
socialismo no puede ser calco y copia, sino creación heroica” del
proletariado de cada país, partiendo de sus propias
particularidades.
En
esta nueva etapa del proceso, surgieron, o mejor dicho afloraron a
primer plano, dos problemas congénitos que se había venido
arrastrando desde el comienzo mismo de la nueva época histórica.
El
primer problema era ¿cómo entender y como aplicar la
dictadura del proletariado? En la mayoría de países
socialistas se había caído en una desviación al asumir la forma de
estados burocrático-militares, con el Partido Comunista y el
Ejército Rojo como pilares fundamentales del nuevo estado. Por
el contrario, desde los mismos inicios de la nueva época,
muchos destacados socialistas del mundo, entre ellos José Carlos
Mariátegui, reivindicaron la concepción marxista del Estado Comuna,
del estado sin burocracia (básicamente sin partido), y sin ejército
profesional.
Mariátegui
en su Conversatorio 14 en la Universidad Popular, del 19 de octubre
de 1923, al disertar sobre Exposición y Crítica de las
Instituciones del Régimen Ruso afirmó “La
dictadura del proletariado, por ende, no es una dictadura
de partido sino una dictadura de clase, una dictadura de
la clase trabajadora” (Ver, JCM, libro Historia de la
Crisis Mundial).
Afirmación
que fue una contundente crítica a la desviación germinal como
se estaba construyendo el socialismo en la Unión Soviética, desde
los tiempos de Lenin y Stalin, desviación que más adelante
se volvió extrema en la URSS y en los otros países socialistas.
Estos pasaron de ser países de “Estado Socialista”, a ser
países de “Socialismo de Estado”, pero sin dejar de ser
socialistas.
El
segundo gran problema, que había que resolver en los países
socialistas, en la nueva etapa de Equilibrio Estratégico, era ¿cómo
construir el socialismo en países atrasados?,
en los cuales el crecimiento capitalista había sido muy incipiente,
y el proletariado como clase social era un sector muy reducido de la
población. Cuestión fundamental, consecuencia del insuficiente
crecimiento capitalista que habían
heredado, y que puso en debate la función de la ley del valor,
la función del mercado, los diferentes tipos de propiedad, y
otras cuestiones más, propias de la etapa inicial
del naciente socialismo.
José
Carlos Mariátegui demostrando el profundo conocimiento que tenía de
las leyes de la construcción del socialismo y la gran visión de las
perspectivas futuras, partiendo del análisis de la experiencia rusa
y pensando en la construcción futura del socialismo peruano
afirmó lo siguiente “…la
función del socialismo
en el gobierno de la nación, según la hora y el compás histórico
a que tenga que ajustarse, será en gran parte la de
realizar el capitalismo,-
vale decir las posibilidades históricamente vitales todavía del
capitalismo-, en
el sentido que
convenga a los intereses del progreso social”
(Ver.
José Carlos Mariátegui,
Prólogo a Tempestad
en los Andes,
Junio de 1927)
Si
captamos lo esencial de esa tesis marxista de José Carlos
Mariátegui, podremos entender a cabalidad la necesidad de la NEP
en la URSS, y la necesidad de las políticas económicas de “reforma
y apertura” que actualmente se vienen aplicando en China, Viet
Nam y Cuba, como continuación de la construcción del socialismo,
como parte de la tarea de realizar el capitalismo sin dejar de
ser países socialistas.
Los
socialistas peruanos siguiendo el ejemplo de Mariátegui, tenemos la
obligación de aprender de las grandes experiencias de inicios de la
construcción del socialismo en otros países de Europa (Rusia), Asia
(China) y América (Cuba).
A
MANERA DE BREVE CONCLUSION.-
El
movimiento socialista peruano desde sus inicios (año 1918) ha
surgido y se ha desarrollado en la época histórica del
socialismo.
El
socialismo no ha fracasado en el mundo, simplemente ha tenido algunos
reveses temporales, siendo el más grave revés, la implosión
de la URSS en 1990.
La
actual etapa de Equilibrio Estratégico, que forma
parte de la actual época del socialismo, será una etapa muy dura y
prolongada, que posiblemente se prolongué por más de 100 años
de duración. En esta etapa, a su vez, se alternarán
varios periodos tácticos de flujos y reflujos, de
repliegues tácticos y ofensivas tácticas. Por ejemplo, la
implosión de la URSS en 1990 ha producido un reflujo, que ha
repercutido y sigue repercutiendo en el mundo entero.
El
desencadenamiento de la actual crisis económica capitalista, crisis
de superproducción relativa iniciada el año 2007, en los
países capitalistas más desarrollados, y la vertiginosa irrupción
de luchas de masas de grandes movimientos sociales en varios países
de África del Norte, Medio Oriente, Europa Occidental, América del
Sur e incluso en América del Norte, puede ser el síntoma
de un gran viraje táctico en la lucha por el cambio social.
Actualmente
los pueblos del Perú, América y el mundo entero estamos
atravesando un viraje táctico, pasando de un largo periodo de
repliegue táctico, iniciado en 1990, con la implosión de la
URSS y todas sus repercusiones en el mundo entero, a un periodo
de ofensiva táctica iniciado el año 2011, con las grandes
movilizaciones de masas en la mayoría de países del mundo, dentro
de la gran etapa de Equilibrio Estratégico.
En
la mayoría de países del mundo, la tarea del presente sigue siendo
el fortalecimiento del frente unido de los pueblos,
para luchar de manera conjunta contra el enemigo común. Las grandes
movilizaciones de masas que se están desarrollando actualmente en el
mundo, son movilizaciones de masas agrupadas en organizaciones
frente unitarias.
(*)
Moción presentada el 14 de octubre de 2011, como Materiales
para el Tercer Seminario sobre Socialismo Peruano. Ahora (1
de marzo de 2016), nuevamente la vuelvo a divulgar, con algunas
correcciones de estilo, y con la premeditada intención de crear
condiciones favorables para la conmemoración del próximo
Bicentenario de Carlos Marx.
(**)
Tercer reenvío, el 23 de junio de
2019, como contribución al debate en el movimiento Bicentenario y en
otros movimientos).
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