Dicen que mucho se habla de lo malo y muy poco de lo bueno, mucho de
tragedias y poco o nada de la solidaridad entre los seres humanos, que sufren
el confinamiento y la supresión de toda actividad humana.
Ante el Covid-19, y su difusión a nivel planetario, podemos constatar la
solidaridad de los hombres de buena voluntad, así como la ayuda que hay entre
algunos pocos pueblos y naciones que vienen compartiendo alimentos y
medicamentos con los que no tienen.
En estos últimos días, los pueblos de Apurímac, han puesto de nacimiento
su práctica ancestral que es la solidaridad. Las familias, en coordinación con
sus directivos comunales y autoridades municipales se han movilizado,
organizado para enviar varias toneladas de alimentos para sus hermanos
residentes en diferentes ciudades del interior del país en especial de Lima.
Las que han sido recepcionadaspor los directivos y/o comisiones de las asociaciones
representativas. Quienes hicieron entrega a los beneficiarios en forma personal.
Estas acciones se han realizado de manera transparente, y no como el
condicionado reparto de los bonos del gobierno, que no ha llegado a los pobres
y de extrema pobreza. Quienes no saben, cómo se ha seleccionado a los
beneficiarios, tampoco saben dónde ni cómo reclamar.
Estos hechos marcarán un hito en la labor de producción, administración
y gobierno de las comunidades y municipios. Donde el factor monetario no es lo
determinante, sino, la capacidad de producción, con las que se satisface las necesidades
básicas de la población.
Apurímac, es un departamento que produce muchos productos alimenticios
gracias a su clima ya que éste beneficia a los terrenos agrícolas sin riego. Lo
que nos permite señalar categóricamente, que la actividad económica fundamenta
de Apurímac esla agricultura y no la minería.
El confinamiento a la que estamos sometidos en Lima, viene transformado
a todos en seres encerrados, reclutados, dependientes, enfermos, sometidos a la
medicina, que sólo genera cuantiosas ganancias a la industria
químico-farmacéutica. Lo que ha obligado a muchos a retornar a sus pueblos de
origen. Quienes ven como alternativa de supervivencia a las comunidades
campesinas. Donde pueden realizar las actividades vitales, con libertad,
creatividad y en beneficio de todos los comuneros.
Esa es la nueva mentalidad con la que retornan principalmente los
cientos de jóvenes. Con el compromiso de explicar a los comuneros las ventajas
del cultivo en común, colectivo en cooperativas. Lo que les permitiría ampliar
su producción con capacidad de producir para el mercado.
Evidentemente, son conscientes de que sólo de un modo gradual y
prudente, y con el ejemplo práctico y acertado se puede influir sobre la
totalidad de los comuneros. Por lo tanto, este tema es materia de investigación
por parte de las asociaciones de apurimeños residentes en Lima. Si es que,
realmente se tiene claro el propósito de contribuir al progreso de nuestras
comunidades de origen.
Esperamos las propuestas de los directivos de las asociaciones de
apurimeños residentes en Lima, que son en promedio de
cien asociaciones, entre anexales, distritales, provinciales y regional.
Quienes podrán exponer sus puntos de vista en las teleconferencias que se
vienen realizando los lunes con los intelectuales y los sábados con los señores
alcaldes de los centros poblados, distritales y provinciales de Apurímac, vía
Zoom de FEDIRAL y contraseña FOROVES.
¡VIVA LA SOLIDARIDAD APURIMEÑA!
Lima, 1 de junio de 2020.
CONSEJO
DIRECTIVO
FEDIRAL-APURIMAC
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