Escribe: Milciades Ruiz
La propuesta del desarrollo compartido equitativamente para el
caso peruano, es una alternativa que, se sustenta en la ideología y la
experiencia histórica de las sociedades andinas prehispánicas. Pero, en
concordancia con las aspiraciones de la sociedad actual, frente a las
condiciones imperantes de la realidad en el proceso histórico en curso. En esta
perspectiva, planteo los siguientes puntos para el debate en los grupos
políticos al inicio del 2024.
1. En el
proceso histórico de la humanidad, hemos llegado a una situación en la que la
sociedad mundial y nacional, se rige por el poder del dinero. El sistema
imperante genera intrínsecamente, desigualdad social e injusticias, en todos
los aspectos de la vida humana. Siendo un resultado inmanente del sistema, sus
efectos no desaparecerán mientras subsista.
2. Nuestros
ancestros prehispánicos, todavía no conocían el dinero como forma de
intercambio, ni la propiedad privada, ni el lucro para acumular riqueza. Su
sistema económico giraba en torno al bien común. Todo mejoramiento era en
beneficio comunitario. Fue la conquista hispánica la que introdujo el sistema
individualista, en la economía de la sociedad y la impuso contra la voluntad de
nuestros ancestros andinos.
3. Pese a las
imposiciones de la dominación colonial y republicana, aún persiste el deseo de
recuperación del sistema ancestral. Los peruanos ancestrales, añoran su pasado
histórico por sus bondades sociales. Actualmente, el sufrimiento social es
inmenso solo por el hecho de ser de raza autóctona, ser de la sierra, ser de
procedencia indígena. No tener dinero para alimentarse, educarse, curarse,
vestirse, es una debilidad de los más pobres.
4. Pero
mientras no estemos en condiciones de cambiar el régimen injusto imperante, el
desarrollo compartido equitativamente es una alternativa viable. Este busca
reducir las desigualdades sociales hasta donde sea posible y avanzar en logros
de equidad. Si lo que define la condición social es el dinero, se trata
entonces de compartir el dinero social, de manera equitativa.
5. La fórmula
para diseñar un sistema intermedio es la equidad, siguiendo un plan maestro y
una estrategia apropiada. Lo esencial es democratizar la economía y la
institucionalidad nacional, incorporando a la modernidad a los sectores
rezagados por el sistema vigente. Un reordenamiento justiciero de la sociedad,
sin exclusivismo de élites o castas civiles ni militares, en el que el empleo
remunerado sea un derecho humano.
6. El pleno
empleo genera de por sí, demanda comercial que moviliza toda la economía
haciéndola crecer en beneficio compartido equitativamente. Esto se puede hacer
si, se lucha para acceder al poder de gobierno nacional. Pero para ello, se
precisa enarbolar las banderas del desarrollo compartido, sobre la base de
objetivos y metas factibles de alcanzar.
7. Desde el
poder se puede distribuir equitativamente la riqueza acumulada en el fisco,
preservando la sostenibilidad del crecimiento nacional. Distribuir equitativa y
compensatoriamente los proyectos de inversión pública, los subsidios estatales,
el presupuesto fiscal, eliminando todos los privilegios del centralismo y la
segregación de ámbitos.
8. Desde el
estado se puede normar el desarrollo compartido en las inversiones privadas
dando acceso al accionariado a una cuota popular y otras medidas efectivas de
distribución directa e, inmediata de todo canon. Participación en el propio
negocio de inversión o, como empresas conexas propias de las localidades en que
operan las transnacionales de hidrocarburos, minería, turismo, agro
exportación, etc. Acabar con la mendicidad de los distritos que tiene que
suplicar al MEF, las partidas presupuestales, condicionadas a esquemas
burocráticas inoperativas.
9. Una lógica
política siguiendo la experiencia china, es reservar los negocios estratégicos
para el estado, creando empresas estatales de alta rentabilidad, que serían
empresas de todos los peruanos y no del gobierno de turno. Las utilidades son
reinvertidas, pero siguen tributando en mayor proporción a las arcas del estado
a medida que se van expandiendo como empresas transnacionales. Otra forma es,
estimular la formación de empresas populares como la Huawei, el mayor
fabricante mundial de equipos de telecomunicaciones, que es propiedad de sus
121.000 trabajadores. Todo esto redunda en un desarrollo compartido
10. Pero
también, desde fuera del poder de gobierno se puede luchar contra la
discriminación presupuestal, para lograr proyectos de inversión local, reproductiva
y no de gastos solamente. Luchar por el establecimiento de peaje por riquezas
que salen de cada distrito, valle o, cuenca, en forma de productos primarios, y
procesados. El peaje por la salida de madera de la selva para reinvertir en
forestación es una forma de desarrollo compartido. Las cuotas de becas para
estudiantes de pueblos indígenas en universidades particulares, cuotas de
puestos de venta en mercados para los productores, también van en la misma
dirección del desarrollo compartido, pero hay muchas otras banderas.
11. Un programa
de desarrollo compartido puede enarbolarse como un pliego de reclamos ya sea
por ramas de producción o por distrito y valle a tratar con el gobierno
anualmente refrendando los acuerdos mediante resolución legal. El sindicato de
construcción civil, lo hace todos los años incrementando los beneficios
sociales en trato directo con el gremio empresarial CAPECO cuyos acuerdos son
publicados como resolución ministerial, de cumplimiento obligatorio. Lo mismo
se puede conseguir planteando el pliego de reclamos para la negociación
colectiva de un distrito, provincia y región, de un gremio popular y, Frente de
defensa. Solo es cuestión de proponerse y preparase para la lucha sin dejarse
mecer por las mesas de diálogo.
12. Es
importante, no permitir el uso demagógico del desarrollo compartido, ofreciendo
lo que no es factible. Los traficantes políticos no tienen escrúpulos para
lograr ser elegidos, aunque después no cumpla. La negociación colectiva es un
derecho civil y un trámite serio de compromisos adquiridos. Mucho cuidado con
los agitadores que manipulan la lucha popular desvirtuando sus justos reclamos.
Para lograr triunfos, se precisa de tácticas y estrategias realistas y
apropiadas, descartando todo aventurerismo irracional.
Todo lo mencionado es tan solo una sugerencia de buena fe, que
es compatible con cualquier variante ideológica. Todo depende del modelo a
diseñar para que sea una plataforma profunda, intermedia o moderada, según el
porcentaje de medidas efectivas. En todo caso, puede servir de insumo a tener
en cuenta para los planes políticos del 2024. S. E. u O.
Enero 16-2023
Mayor información en https://wordpress.com/view/
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