09-12-2014
1. Hace
unos días algunos periódicos del país nos recordaron que los últimos meses de
este año (2014) son el centenario de la “Toma de la ciudad de México por las
tropas de Francisco Villa y Emiliano Zapata”. Recordé la narración de José
Vasconcelos en su libro Ulises Criollo (La Tormenta) y revisé algunas obras más
–como a Womack, Córdova, Gilly, Katz, Krauze- que tratan el tema. Luego me he
re-preguntado: ¿Esa toma de noviembre-diciembre de 1914 –encabezando Villa y
Zapata la Convención de Aguascalientes- fue el momento más popular, más alto,
de la revolución armada? ¿Al abandonar la ciudad por esas fuerzas campesinas y
luego comenzar su derrota militar puede decirse que la revolución tomó definitivamente
su carácter burgués?
2. Ninguna revolución o movimiento social puede
definirse por la ideología, por los deseos o el color de los uniformes de sus
dirigentes, sino por las medidas que ponen en práctica. Puede que un gobernante
se autocalifique de “socialista”, pero las medidas que ponga en práctica sean
burguesas porque la clase empresarial domina la situación o, por el contrario,
un gobierno que no se autocalifica pero por la fuerte presión de las masas
trabajadoras en las calles y las fábricas, se ve obligado a poner medidas
sociales en beneficio de la colectividad y los trabajadores. La derrota de los
ejércitos de Villa y Zapata, así como el posterior asesinato de los dos líderes
populares, permitió que la corriente burguesa de Carranza y Obregón se hicieran
del poder.
3. De la Revolución Mexicana 1910-17 se han escrito
seguramente más de un millón de artículos más ensayos, folletos y libros;
también se han impartido millones de conferencias; quizá es de los dos o tres temas de los que más se han tratado en México. ¿Por qué tanto? Porque hay mil y
una interpretaciones de los investigadores, especialistas, escritores sobre el
tema y desde diferentes ideologías. Han estado presente los que han estado a
favor de la revolución y en contra; los defensores de una u otra corriente o
caudillo; los que han seguido defendiendo la revolución como el gran
acontecimiento que cambió para bien el país y los que la consideran como una
trasformación en beneficio de la burguesía y las clases dominantes.
4. Es decir, no basta con gritar triunfalmente que
la “revolución mexicana sigue adelante”, como escuché hasta el copete durante
un sexenio (1970-76) al presidente Echeverría Álvarez, o decir en voz alta, de
manera simplona, que “la revolución mexicana fue traicionada”. Echeverría con
su “nacionalismo revolucionario” hacia propaganda a su gobierno diciendo que
“la revolución seguía viva arriba y adelante” y los partidarios de la
“revolución traicionada” daban a entender que la revolución iba bien pero fue desvirtuada
y desviada. Habría que preguntar primero si los trabajadores en algún momento
dirigieron la revolución hacia un objetivo claro y si los dirigentes –más
políticos experimentados- alguna vez no lucharon por sus propios intereses.
5. Por todo lo que se sabe, producto de
investigaciones sin fin, sólo se puede llegar mayores precisiones acerca del
tema, a partir de seminarios y estudios serios. Se ha escrito por ejemplo que
la llamada revolución sólo fue un simple acomodo capitalista porque este sistema
era predominante muchas décadas antes; contraria a esta tesis se ha dicho que
la revolución mexicana fue burguesa porque instaló definitivamente el
capitalismo para sustituir un sistema semifeudal que dominaba en la mayor parte
de la república; no han faltado quienes asientan que era una revolución social
profunda que fue traicionada o interrumpida; otros han planteado que fue un
revolución modelo en el mundo que antecedió a otras.
6. Se ha dicho que la Revolución fue traicionada
por el mismo Madero en 1911 al firmar los Tratados de Ciudad Juárez; luego que
éste traicionó a sus seguidores Orozco, Zapata y otros; luego de Carranza
traicionó la Convención de Aguascalientes; luego persiguió a Zapata y a Villa,
así como se les nulificó la participación de su gente en el Congreso
Constituyente. Sin duda es muy rico el estudio de las revoluciones, en
particular de la francesa, la rusa y la mexicana, pero todos los estudios y
opiniones están determinados por la ideología. Sin embargo, no hay otra salida
y es necesario continuar por el mismo camino porque cada lectura nos enriquece
más en ideas y pensamientos. ¿Hasta qué grado los asesores de Zapata y Villa
ayudaron?
7. Desde hace décadas he sido de los
caracterizadores de la revolución mexicana como burguesa por las medidas que
puso en práctica a partir de los años veinte y por los resultados que arrojó al
construir una sociedad plenamente capitalista. Si bien puede demostrarse que el
capitalismo en el mundo comienza a desarrollarse hace 500 años, que en América
fue introducido desde la época colonial y que en el Porfiriato Mexicano
(1876-1911) el capitalismo dominaba en varias regiones, puede demostrarse que
la revolución mexicana rompió muchas trabas semifeudales y dio el poder
definitivo a la clase social burguesa. Pienso que la toma de la ciudad de
México en noviembre-diciembre de 1914, sólo es una interesante anécdota
histórica sin posibilidades populares.
Blog del
autor:
http://pedroecheverriav.wordpress.com
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