Lucha de clases en Francia y lucha
entre elites en EE.UU.
07/01/2019
§ Una nueva etapa de la
lucha de clases
1.1 La movilización horizontal de los
“Chalecos Amarillos” en Francia
Una movilización de masas totalmente
nueva acaba de surgir en Francia estos últimos meses: la movilización llamada
de los “chalecos amarillos” por el nombre y color de la prenda de alta
visibilidad (esa que todo automovilista está obligado a llevar en su vehículo y
ponérsela, para su seguridad, en caso de necesidad). La llevan, en señal de
adhesión, cientos de miles de franceses que manifiestan su rechazo a la
decisión del Presidente Emmanuel Macron. Una movilización nueva por su origen,
su extensión y sus formas de rebelión popular. Todo empezó a pequeña escala, a
finales de octubre, por una simple demanda ciudadana, sin etiqueta alguna de
partido o sindicato, sin líderes ni organizaciones, difundida a través de las
redes sociales. Reclamaba la anulación del aumento de la tasa sobre el
carburante recientemente decidida por el Gobierno. Unos días más tarde, casi un
millón de personas la habían firmado al tiempo que comenzaba un llamamiento a
“bloquear el país” Vea Rémy Herrera, La movilización de los «Chalecos Amarillos», nueva etapa de
luchas en Francia, Red Roja, 22 de noviembre de 2018).
Emmanuel Macron, hoy presidente de
Francia, es presentado a menudo como un Rothschild Boy y ciertamente
lo es, pero además Emmanuel Macron le debe su campaña electoral
principalmente a la OTAN y las grandes corporaciones financieras
globalistas. Cuando estalla en Francia la crisis de los “Chalecos amarillos”,
rápidamente se hace evidente que el problema es realmente profundo y que
no podrá resolverse sin cuestionar la globalización financiera, cosa que
el presidente Macron no puede hacer.
Los estratos sociales que forman la
base de los chalecos amarillos son, hasta ahora, los “franceses invisibles”,
los que trabajan, con frecuencia, al borde de la miseria, o los jubilados,
cuyas condiciones de vida son cada vez más desastrosas. Estos “franceses
invisibles” también son en su mayoría trabajadores precarios resultado del
proceso de exclusión. La combinación del aislamiento de su actividad productiva
y del aislamiento geográfico al concentrarse en lugares periféricos produjo que
estas personas sean prácticamente “invisibles” pero también las saco de la vida
política y asociativa. El movimiento los puso en contacto con otras personas.
Las famosas ocupaciones de las “rotondas” han sido lugares por excelencia de
reunión y construcción de una identidad política colectiva. También han
experimentado la fuerza del movimiento, una fuerza que ha doblegado a un
gobierno que se había mostrado hasta ahora intratable, ya sea en las “reformas”
del Código de Trabajo o en la transformación de Ferrocarriles del Estado.
Las victorias obtenidas, aunque sean
insuficientes, son sustanciales en comparación con lo que han logrado la lucha
contra de la ley laboral o de los trabajadores ferroviarios. Estas victorias
también han socavado la capacidad de Emmanuel Macron y su gobierno para abordar
las pensiones y el seguro de desempleo. Los chalecos amarillos son los primeros,
y por el momento los únicos, que han descarrilado el programa neoliberal en
Francia. Sus victorias, incluso parciales, tienen un poder de aceleración sobre
otras reivindicaciones.
El movimiento ha vuelto a poner la
cuestión social, y dentro de ella la cuestión de los salarios está en el centro
del debate. Pero la lucha por el poder de compra, contra la pobreza (en que
viven millones de franceses) se había visto eclipsada, incluso reemplazada por
cuestiones como el tema de género, lucha de transexuales,
trans-géneros, “matrimonio entre personas del mismo sexo” y otras luchas de
identidades. La cuestión socio-económica había sido marginada en el debate
político por los partidos social-demócratas que han apuntado al
neoliberalismo-progresista-de-tercera-vía en general y la globalización en
particular. Este fenómeno no es un fenómeno exclusivo de Francia, por lo tanto,
es una gran hazaña que los chalecos amarillos hayan logrado poner de nuevo en
el centro de la vida política (francesa en este caso) la cuestión
socio-económica. La fuerte presencia de mujeres –que hicieron los primeros
videos de los chalecos amarillos- como su decisiva actividad en las rotondas,
también es un indicio de la profundidad de la cuestión social más allá del tema
de género y de su urgencia actual. Vea, J. Sapir Las primeras lecciones
de los chalecos amarillos: El movimiento ha puesto la cuestión social en el
centro del debate; admin_kritica, 22 diciembre, 2018.
El resurgimiento de la cuestión social
también ha tomado la forma de una insurrección, pues la violencia acompañó
muchas de las manifestaciones. Hemos visto los llamados “rompedores” (pequeños
grupos extremistas) cuya importancia ha sido aumentada por los grandes medios,
pero también hemos presenciado a través de los medios más personales (twitter,
Gmail, etc.) que la violencia ha sido una expresión vital de la enorme ira
acumulada por estos “franceses invisibles”. Una vez más, hemos tenido la
demostración que un movimiento social fuerte puede obtener importantes avances
y que la violencia, cuando es legítima socialmente [en tanto respuesta a la
violencia legal institucional que violenta/rompe/desestima/anula los acuerdos y
pactos de inclusión económica-social-política-cultural preexistentes], de
ninguna manera, debilita ni divide al movimiento.
Hoy está claro que el movimiento tendrá
un impacto duradero en la sociedad francesa y más allá de sus fronteras. Esta
evidencia es aceptada incluso por la mayoría de los editorialistas en la prensa
oficial. Hoy no hay organizaciones (partidos o sindicatos con estructuras
verticales) capaz de orientar o dirigir la actividad de los chalecos amarillos.
El movimiento de los chalecos amarillos, a través de la experiencia de las
rotondas, ha regresado a las formas de organizaciones horizontales y
locales, su histórico punto de partida socio-político.
1.2 La desmovilización con el
verticalismo ‘reformista´
Lo anterior contrasta con el
verticalismo ´reformista’ de los sindicatos y partidos políticos. El 6 de
diciembre, nos plantea Rémy Herrera como ejemplo, mientras el gobierno
anunciaba una moratoria, seguida de la anulación del alza de la tasa sobre los
combustibles, los principales sindicatos de trabajadores fueron llamados en
auxilio “para salvar la República” por un Presidente, Macron, totalmente
perdido, e incomprensiblemente mudo. ¿Qué hicieron los dirigentes sindicales,
incluidos los de la CGT? ¡En un comunicado conjunto, saludaron los “gestos” del
gobierno en la línea del “diálogo social”! Condenaron las formas violentas de
las reivindicaciones de los chalecos amarillos y ¡ni una palabra sobre la
violencia policial! Y en cuanto a los que habían llamado a la huelga del
transporte a partir del domingo 9 (CGT y FO), ¡anularon el preaviso de huelga y
abandonaron las decisiones de bloqueo! ¿Razón? El primer ministro, Edouard
Philippe, habría ya “satisfecho exonerando de cargas sociales el pago de las
horas extra”.
En el mismo momento en que la
maquinaria de guerra social del poder estaba siendo frenada por la movilización
masiva del pueblo, con cerca de un 80% de franceses apoyando la revuelta de los
chalecos amarillos y cuando era más necesaria que nunca la huelga general de
los trabajadores para amplificar y sobre todo organizar el movimiento, ¡los
líderes sindicales frenan las luchas! Inmediatamente, federaciones de la CGT,
en primera fila la de química, indignadas, hicieron, sin embargo, un
llamamiento a sus bases a movilizarse rápidamente, lo que hizo que sus responsables
confederales reculasen difundiendo por la tarde un nuevo comunicado que
pretendía hacer olvidar, al mismo tiempo que su distanciamiento de los chalecos
amarillos, su confusión total y su abdicación reformista. ¿Qué reformas se
pueden esperar de un régimen ya sin aliento, en medio de un capitalismo en
crisis sistémica, a no ser la prosecución de la destrucción de las conquistas
sociales y las mentiras de un gobierno desacreditado? (Vea Rémy
Herrera Chalecos amarillos, "acto IV" el orden reina en
Macronia; Red Roja, 9 de diciembre
de 2018.
No solo los sindicatos de izquierda se
mantienen a distancia de esta rebelión popular, sino también las direcciones de
los partidos políticos. Parece, afirma Rémy Herrera, que no comprenden que se
está abriendo, con la revuelta de los “chalecos amarillos”, la segunda etapa de
las luchas del pueblo francés contra la tiranía neoliberal y por la justicia
social! ¿No se dan cuenta de que se trata de la continuación, con modos
innovadores, combativos, vivos y a una escala extraordinariamente amplia, del
mismo proceso de generalización de las movilizaciones que lanzaron esta primavera
a miles de camaradas afiliados, a las huelgas y a las manifestaciones? ¿No ven
que los “chalecos amarillos”, a su manera pero no sin valentía, ante riesgos y
peligros, se decidieron a ocupar ese enorme vacío dejado desde hace ya
decenios, por la izquierda institucionalizada (tanto sindicatos como partidos
políticos), de la defensa de los intereses de clase de todos los trabajadores y
del internacionalismo para con los pueblos del mundo? ¿No saben que es la lucha
de clases la que hace la historia? (Vea Rémy Herrera, obra citada, 22 de
noviembre de 2018).
1.3 Por el Referendum de Iniciativa
Ciudadana ante el descrédito de la democracia representativa
Todo el mundo en Francia ha notado la
importancia cardinal que tiene para los Chalecos Amarillos el Referéndum de
Iniciativa Ciudadana (RIC). Esto dice mucho sobre la situación de la sociedad
actual. El descrédito que hoy golpea la democracia representativa es profundo.
El RIC plantea una oposición frontal contra esta “clase política” que se
comporta cada vez más como una casta. Por tanto, cada nuevo ataque contra el
RIC solo puede reforzar la voluntad de la gente por fórmulas de democracia
directa que trate temas que NO estén limitados de antemano por las élites. La
realización del Referéndum de Iniciativa Ciudadana delimitará el grado de
oposición que hará la “clase política” al movimiento de los chalecos
amarillos. Dado el apoyo que sigue disfrutando este movimiento en la
opinión pública, la reacción de las élites parece propensa a ser una lucha sin
perspectiva. La única incertidumbre radica en el tiempo que tomará el
movimiento para cristalizar los cambios que ya ha producido (Vea Jaques
Sapir, Las primeras lecciones de los chalecos amarillos, Rebellion,
24 de diciembre de 2018).
Al lanzarse a las calles, “los
franceses son el primer pueblo del mundo occidental que se decide a
correr riesgos físicos para oponerse a la globalización financiera”, afirma
Thierry Meyssan dejando claro que otros países seguirán. Las protestas de los
chalecos amarillos (gilets jaunes) en Francia abarcan una amplia gama de
reivindicaciones (sobre impuestos, ingresos, ´libre comercio´, beneficios,
inmigraciones, etc.). Mostrar su descontento bajo la bandera de los partidos
políticos, las reivindicaciones de un cambio político rápidamente fueron
tildados por los grandes medios como ultra derecha o ultra izquierda. A la hora
de un capitalismo salvaje y de una ideología dominante que atiza los odios y
enfrenta a unos y otros para intentar salvar a las élites, el pueblo que
soporta y sufre también está hecho por desgracia de esas mismas
contradicciones; pero es precisamente el papel de los progresismos populares
militantes y lúcidos estar a su lado en las luchas para advertir a los y las
que se desvían del camino de la solidaridad y de la fraternidad, afirma
Herrera.
Las protestas son el reflejo del
creciente descontento de la gente común cuyo estándar de vida está en claro
retroceso y quienes se sienten completamente desconectados de sus políticos
electos. El movimiento ya apareció en Bélgica mostrando que (la lucha contra el
neoliberalismo atroz) no es un asunto exclusivamente nacional de Francia, sino
que podrá aparecer en cualquier momento en otros países. Fréderic Lordon (¿Porque
los franceses se manifiestan con violencia?) afirma: “si un pueblo se
enfurece es porque lo empujaron al límite”. Después de 30 años de
neoliberalismo y 18 meses de guerra social macroniana, grupos sociales enteros
que sufren la exclusión metódica han sido empujados al límite.
1.4 Una posible lectura del atentado
terrorista en Estrasburgo
Después de un mes en el que el
conflicto monopolizaba la información en directo, dichas imágenes
desaparecieron borradas del “mapa de la comunicación” y ahora otro “hecho”
ocupaba ese espacio: la caza al terrorista de Estrasburgo. El portavoz del
Gobierno francés, Benjamin Griveaux, ha pedido a los "chalecos
amarillos" que suspendan las manifestaciones previstas para el sábado
siguiente, el quinto consecutivo, ante la situación excepcional que vive el
país tras el atentado de Estrasburgo. Por ello no es extraño que muchos de los
“chalecos amarillos” apuntaran de inmediato a la ´teoría del complot´ y de
la OTAN como “socio”, por su relación estrecha con grupos mercenarios
paramilitares. Ya observada desde hace mucho tiempo en diferentes países de
Europa y Medio Oriente, se puede esperar cualquier cosa.
¿Quién sino Macron ha desatado toda esa
violencia? Él declaró la guerra social contra su pueblo, contando con la acción
policial y la compañía de los medios de comunicación pro-globalistas. Los
grandes medios, “La Voz del pueblo” contra el Pueblo, ya han declarado la
guerra simbólica al propio pueblo. Los ofendidos han estado mucho tiempo sin
decir una palabra, han soportado las agresiones económicas, el desprecio de las
elites, la manipulación de las elecciones, las mentiras de los medios de
comunicación de las élites y, ahora, la brutalidad represiva policial de Macron
y su régimen.
Por ello no es extraño que días después
del atentado en Estrasburgo, los "chalecos amarillos" volvieran
a tomar las calles el sábado 15 de diciembre, en un contexto de tensión, a
pesar de las supuestas concesiones y llamados a la ´calma´ del presidente francés, Emmanuel
Macron. Hubo corridas y la policía lanzó gases lacrimógenos. Hubo al menos
136 detenidos entre los 33.500 manifestantes, de acuerdo al periódico Le
Parisien. El poder es odiado porque sistemáticamente se ha hecho
odioso. Hoy está pagando una factura que viene desde muy lejos. Y cuando el
poder sólo puede aferrarse a la represión e produciendo el mismo actos de
terrorismo para desviar la atención, confundir y desarticular al pueblo
movilizado, no solo ya no es un poder legítimo de gobierno sino que es un poder
que instrumenta el gobierno para intereses que no son ni nacionales ni
regionales ni populares, por lo tanto no merece otra cosa que caer.
§ La batalla por un
nuevo sistema monetario mundial en EE.UU.
2.1 Globalistas versus anti-globalistas
en el Estado Profundo
Si en Francia el Pueblo se levanta
contra las élites en el poder, al interior de los Estados Unidos las élites
están más enfrentadas entre sí como en ninguna otra nación de Occidente, ya que
globalistas y anti-globalistas se enfrentan entre sí como en ninguna otra
nación. El Estado profundo se encuentra decididamente enfrentado y
profundamente dividido a su interior y, a partir de ello, divide también la
lucha popular en el centro del imperio. En una escala menor observamos lo mismo
en Gran Bretaña con el BrExit, lo cual veremos cómo será este desenlace a
principios de 2019.
En los Estados Unidos el globalismo ha
tenido viento en popa con los Clinton y los Obama. Ningún crimen cometido por
los demócratas suele ser denunciado por los grandes medios o investigado y
procesado ya que sus políticas reafirman el proceso de globalización
neoliberal. Sin embargo, los republicanos son condenados como criminales
simplemente por involucrarse en políticas conservadoras y pro-estadounidenses.
Los demócratas del estado profundo globalista han criminalizado la política e
intentan por todos medios buscar el ´impeachment´ del presidente Donald Trump.
Esa situación, sin embargo, podría
revertirse o tener un giro. Si bien los grandes medios globalistas hablan del
´impeachment´ del Presidente Trump por el supuesto involucramiento de Rusia en
las elecciones norteamericanas, la realidad es que el presidente Trump tiene
todas las cartas en este momento, sentado en montañas de la evidencia
actualmente clasificada que revela un patrón de criminalidad profunda y
deliberada con traición entre los agentes estatales profundos como Andrew
McCabe, Peter Strzok, James Comey, John Brennan e incluso Hillary Clinton y
Barack Obama. En el momento adecuado que no está muy lejano, es probable que el
presidente Trump desclasifique y libere un tsunami de documentos, que por ahora
son ´secretos´, que revelan la verdad sobre el fraude de la Ley de Vigilancia
de la Inteligencia Extranjera (FISA), el abuso de poder del gobierno de Obama,
la corrupción traicionera de Hillary y la venta de influencia del gobierno, la
traición dentro del Ministerio de Justicia (DOJ) y la Agencia Federal de
Investigación e Inteligencia (FBI), entre otras.
Para poner en acción lo anterior,
cuando los criminales globalistas del estado profundo de alguna manera procuran
evitar el arresto, Trump tiene otra carta más que jugar como recurso posible:
Activar a todos los ex oficiales federales y ex militares, todos los cuales han
jurado "proteger y defender a los Estados Unidos de América contra todos
los enemigos, extranjeros y nacionales". Ese juramento es un juramento de
por vida; que no caduca solo porque se jubila o deja el servicio federal. En
otras palabras, este paso será necesario para restaurar la ley y el orden en
una nación donde la ilegalidad y la tiranía son la regla y, donde los
delincuentes y traidores siguen a cargo de casi todo.
El siguiente paso sería la activación
de la lucha social ciudadana para defender la República que es una carta
totalmente legal, justificada en virtud de la Constitución de los Estados
Unidos. Derrotar a los globalistas requiere que los ciudadanos unan fuerzas
suficientes alrededor del Presidente Trump, para poder enfrentar a los
demócratas globalistas y particularmente al capital financiero detrás de ellos,
que tienen sus propios métodos que podrían contemplar hasta el asesinato del
propio presidente. A lo que el capital financiero globalista apunta en este
momento es provocar una gran recesión o incluso una depresión con las
características que tuvo la de los años treinta del siglo pasado, poniendo de
chivo-expiatorio a la administración Trump y su guerra comercial con China.
2.1 La manipulación globalista (la
Fed) para un crac bursátil en 2019
a. La manipulación a de las tasas de
interés
Lo que las élites globalistas en
concreto apuntan a provocar en este momento es un crack bursátil como el de
1929 y el de 2008. Consideran que ha llegado el momento de lo que llaman: imponer
un nuevo sistema monetario global (´global economic reset´). Este reajuste en
esencia implica, provocar con la crisis bursátil una gran recesión económica o
incluso una depresión que pondría a la economía estadounidense en bancarrota y
el dólar en caída libre, situación que sería explotada por los globalistas para
centralizar el poder del sistema económico, aún más todavía, con la
introducción de un ´sistema monetario unipolar´ a partir de una moneda única.
Sistema gobernado por las élites del capital financiero globalizado a través de
instituciones como el Banco de Basilea (el banco central de todos los bancos
centrales) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Para provocar la crisis bursátil, el 19
de diciembre la Reserva Federal (conducida por los globalistas como una banca
privada) aumentó las tasas de interés por octava vez desde finales de 2015 y
por cuarta vez en 2018, llegando a 2.5%, a pesar de las advertencias del
presidente Trump hacia la Fed de no hacerlo.
Un detalle que llama la atención es que
el aumento que anunció la Fed fue por decisión unánime de la Comisión. Con ello
la Fed mostró definitivamente tener una agenda muy contraria a los intereses
del actual gobierno de Trump y más importante aún contra los intereses del
pueblo norteamericano cuyas deudas (de tarjeta de crédito, de las hipotecas, de
los estudios, etc.) se tornarán impagables (tal como sucedió ya en 2008).
b. La simultánea contracción monetaria
por la Fed
El proceso de Contracción Monetaria
(Quantitative Tightening o ‘QT’) que ejecuta la Fed se aceleró en octubre de
2018, reduciendo 50 mil millones de dólares por mes en vez de 30 mil millones
hasta esa fecha. De esta forma se reduce la disponibilidad de dinero, de
liquidez y de crédito en el mercado, lo que tiene el mismo efecto que un
aumento en las tasas de interés, como ya señalamos en nuestro artículo de
diciembre de 2018 (Colapso global y después ¿qué? Mirando hacia el
2019, Wim Dierckxsens, Walter Formento, 17/12/2018. https://www.alainet.org/es/articulo/197180).
Con ello el servicio a la deuda de 70 millones de millones de dólares, es decir
el 370% del PIB de EE.UU., (sumando la deuda del gobierno federal de los
gobiernos estatales y locales así como las de las corporaciones y los hogares),
se hace cada día más oneroso y pesado para sobrellevar.
El premeditado aumento en las tasas de
interés está dirigido directamente a fomentar una crisis bursátil y las
bancarrotas. El aumento de 2% de interés representa la necesidad de incrementar
en un 7.4% el PIB de EE.UU. para poder cumplir exclusivamente con las
obligaciones de pago extra de intereses. El gasto total por concepto de pago de
intereses en EE.UU. alcanza la suma de 1.5 mil millones de dólares por día, una
cantidad más elevada que los gastos conjuntos de demás países del G7 por
concepto de intereses. Nos preguntamos ¿Cuánto tiempo más pasará antes que el
presidente Trump intervenga de alguna manera en la Fed? Entendemos que Trump
puede nombrar otro gobernador a la cabeza de la Fed pero no puede sacar a
Powell como gobernador. No esta claro si el presidente Trump podrá acabar con
la Fed mediante una orden ejecutiva. De igual manera los globalistas quieren
acabar con la Fed una vez que el dólar se transforme en moneda nacional, de
manera que importa mucho quién tome la iniciativa (Vea, Trump vs the
globalist´s Terrorist Federal Reserve; www.silverdoctors.com,
26 de diciembre de 2018).
2.2 ¿Un solo Sistema Monetario mundial
en 2018?
La revista globalista The Economist
anunció en 1988, la llegada de un solo Sistema Monetario mundial que se
introduciría en 2018 y ello requeriría la declinación de la economía
estadounidense y su moneda (el dólar). No es una coincidencia que estemos
observando el comienzo de un crac financiero en el último cuatrimestre de 2018.
(Vea, Brandon Smith, The Psychological Warfare Behind Economic Collapse). Tampoco
es una coincidencia que los globalistas anuncien en 2018 que su intención era
adaptar el nuevo sistema monetario a la existencia de crypto-monedas. Solo
están esperando que la crisis económica sea mundial y suficientemente
impactante para que la sociedad acepte a gritos el nuevo sistema (orden)
monetario global.
2.3 ¿A quién responsabilizar por el
colapso económico?
Los globalistas tienen claro que para
que el ´público´ acepte la centralización del poder económico a escala global
tienen que tomar ciertas medidas para crear el ´clima social´ adecuado. Para
poder crear el clima adecuado el sistema monetario actual con el dólar como
moneda de referencia internacional tendría que colapsar. El colapso tendría que
poder imputarse, o adjudicarse, en segundo lugar a actores que no son la élite
globalista y su ideología sobre el globalismo.
Para ello los oponentes filosóficos del
globalismo tendrían que ser demonizados (los conservadores nacionalistas
acusados de fascistas por ejemplo) y los activistas que defienden un sistema
monetario multipolar tendrían que ser ´eliminados´, de manera que los
globalistas puedan construir su nuevo orden mundial sin oposición. La población
ha de llegar al punto de sumisión psicológica para aceptar desesperadamente el
nuevo orden económico y para lograrlo se requiere, en cuarto lugar, que la
crisis afecte de manera muy dura a grandes masas de población. Pero para evitar
una rebelión de los pueblos, la propuesta del nuevo orden debe poder
introducirse sin mayores resistencias ni atrasos.
Nosotros estimamos que los globalistas
no están ni estarán en condiciones de garantizar los cuatro prerrequisitos que
ya hemos señalado, en parte en artículos anteriores, cuando nos referimos al
proyecto que lidera China en torno a la implementación de un sistema monetario
multipolar.
a.
Las grandes corporaciones globalistas manipulan el
precio de las acciones
En cuanto al primer punto podemos
señalar que la bolsa de valores de Nueva York está cayéndose en el último
cuatrimestre del año y no habrá una recuperación rápida ni fácil al haber
finalizado ya la política de las grandes corporaciones de (re)comprar sus
propias acciones a crédito, como fue el caso cuando podían obtener crédito con
la Fed a tasas de interés 0%, que en términos reales estaban negativas. Las
acciones individuales de las grandes corporaciones han provocado la baja de la
bolsa de valores (Standard&Poors) en Nueva York y con ello imponen el tono
para el mundo entero. Cuando acciones de las principales corporaciones en términos
de su capitalización en el mercado bursátil son globalistas tales como Facebook
(FB), Amazon (AMZN), Netflix (NFLX) y Alphabet (Nasdaq:Goog) bajaron el precio
de sus acciones en noviembre de 2018, anticiparon y provocaron la baja general
del mercado de acciones Standard&Poors (S&P) lo que se observa en
diciembre de ese año.
Amazon, por ejemplo, alcanzó su punto
más bajo el 20 de noviembre, así como Netflix, Facebook, Amazon y Microsoft que
son 4 de las diez principales corporaciones de S&P. Las mismas
corporaciones que compraron agresivamente sus propias acciones a precios cada
vez más altos anticiparon la venta más o menos masiva de las mismas a precios
en baja una vez que ya sabían que las tasas de interés no dejaran de subir y
con ello el costo de crédito para seguir la re-compra de sus acciones, creando
el clima para que inversores de menor peso lo siguieron con cierto atraso y a
precios ya menos favorables. Mientras los grandes medios hacen foco sobre todo
en las alzas en las tasas de interés, el retiro de liquidez en el mercado (la
contracción monetaria) es otra forma de aumentar el precio del crédito y un
factor decisivo en las bancarrotas a esperar en 2019.
b.
Fracasará echar la culpa a la guerra comercial con
China
Los grandes medios de comunicación no
hacen foco en la intencionalidad de la Fed, en coordinación con el capital
financiero globalista, de desestabilizar la economía estadounidense creando con
ello una recesión internacional o incluso una depresión. Más bien hacen foco en
la guerra comercial como el factor decisivo de un crack bursátil y relacionan
con la consecuente gran recesión a nivel mundial. En otras palabras, los
grandes medios fortalecen la mirada donde la ´responsabilidad´ de la tormenta
económica que se está construyendo, se encuentra en la batalla entre
civilizaciones (Trump vs Xi Jimping, EEUU vs China) y no en la estrategia de
las élites globalistas. Estas últimas, esperan poder aparecer como los
salvadores de la humanidad en la crisis financiera que ellas mismas alimentan
desde la Fed y de sus transnacionales.
Después del G20 en Argentina, quedó
claro que Trump quería negociar con China en vez de profundizar una guerra
comercial. Para Michael Snyder, el Estado Profundo Demócrata (es decir las
fuerzas globalistas en este caso) veían con malos ojos que el presidente Donald
Trump llegara a un acuerdo comercial con China. Justo después de llegar a un
acuerdo de suspender las nuevas tarifas por 90 días uno de los más prestigiosos
ejecutivos de Huawei, Sra. Meng Wanzhou, fue secuestrada cuando cambió de avión
en Canadá en su viaje a México, justo mientras Trump estaba en una comida con
la contraparte china y no tenían ni idea de la situación. Fue una maniobra del
Estado Profundo globalista para contrariar a los chinos, forzarlos a asumir una
posición enfrentada con Canadá/EEUU por este tema específico, para poder
imponer así el clima de un paradigma falso de conflicto Este vs Oeste, que
sería el responsable del colapso económico que están provocando los mismos
globalistas (Brandon Smith The arrest of Chinese CFO of Huawei
Technologies, Meng Wanzhou creates a false East/West paradigm
to be entrenched in the American mindset)
En el preciso momento del arresto de
Meng, la Reserva Federal (Fed) decidió acentuar la contracción monetaria aún
más todavía retirando 50 mil millones de dólares al mes en vez de 30 mil
millones, suprimiendo así la liquidez en el mercado, aumentando el precio para
obtener créditos para cancelar las deudas entabladas por las empresas y el
público en general. El objetivo es provocar bancarrotas en serio y caos
económico. Pero los globalistas subestimaron a los chinos que se dieron
cuenta de la jugada y aplicaron la misma política de ´secuestro´ de
representantes de corporaciones globalistas norteamericanas. De modo que
estimamos que los globalistas no está ´pudiendo´ lograr su objetivo de
manipular la opinión pública en EE.UU. como se proponían.
§ El probable fracaso
del proyecto globalista en el año 2019
La retirada de las fuerzas militares de
Estados Unidos presentes en Siria y Afganistán son manifestaciones
del cambio radical del nuevo orden mundial, muy diferente a aquel pensado por
los globalistas. La guerra de las fuerzas globalistas (OTAN con sus
mercenarios) contra Siria debería concluir en los próximos meses, por la
falta de mercenarios.
No cabe duda de que los vencedores de
esta guerra son Siria, Rusia e Irán. Habría que considerar al
presidente Trump como uno de los ganadores de la guerra y sería lógico que
su actitud permita a su país hacer recaer el pago obligatorio de las
compensaciones de guerra sobre las transnacionales globalistas
que invirtieron en ella mucho más que recursos financieros. No sería
extraño que lo anterior implique un golpe muy fuerte a los grandes medios y sus
corporaciones que fueron parte diariamente legitimando y construyendo una
lectura global de los conflictos en Medio Oriente y más allá. Aquí encontrará
Trump el apoyo de Rusia y China y podrá construir nuevas relaciones de
colaboración entre los tres países. La desarticulación de las alianzas
alrededor de las fuerzas globalistas de Estados Unidos que implica esta
decisión podría dar lugar al pronto desmantelamiento de la OTAN, un
eventual ahorro gigantesco en recursos financieros y retiro de tropas (Vea,
Thierry Meyssan, Estados Unidos se niega a trabajar para la finanza
transnacional, Red Voltaire, 25 de diciembre de 2018).
Para Donald Trump ha llegado el momento
de que los ejércitos de Estados Unidos dejen de luchar –a costa del
contribuyente estadounidense– sólo por hacer valer los intereses del capital
financiero globalizado. No es improbable que el ahorro en los gastos de
defensa que implica la retirada de tropas se destine a su proyecto de construir
el muro en la frontera con México, partida que no quieren aprobar los
demócratas para el nuevo presupuesto. Otra promesa de su campaña que se
cumplirá. Una retirada considerable del apoyo financiero y logístico a la OTAN
implicaría desarmar militarmente a las fuerzas globalistas y un gran ahorro
para ser invertido dentro del país que podría ser letal para las fuerzas e
intereses enfrentadas a los intereses que respaldan al presidente Trump.
Nuestro objetivo para el 2019, debería
ser: enfocarse en quién va crear el nuevo orden una vez que el viejo orden
monetario basado en el dólar como moneda internacional de reserva haya
colapsado. Esto significa cómo bloquear que las instituciones como el IMF o el
Bank of International Settlements (BIS), el Banco de los bancos centrales de
Basilea, sean las fuerzas económicas dominantes en el mundo. Para lograrlo es importante
el proyecto multipolar de la Nueva Ruta de Seda y las instituciones creadas en
torno a ella.
Debemos saber para ello que, el
gobierno federal de Estados Unidos se ha presentado bancarrota más de una vez,
y siempre siendo parte de una crisis estructural mundial y el caso más reciente
sucedió cuando Nixon fue presidente y planteo que ya no se entregaría oro por
dólares, el dólar ya no sería respaldado por el oro. Ese momento estuvo en
relación al exorbitante gasto de defensa como resultado de la guerra en
Vietnam, que descontroló las finanzas del país. Que vino a sumarse al
exorbitante gasto del gobierno de EE.UU. para cancelar las deudas de balanza
comercial que creaban sus propias corporaciones multinacionales que producían
en Europa y en el Asia-pacifico para exportar y ser consumidas en el mercado
interior norteamericano.
En su momento el estado profundo
declaro su incapacidad de pago de sus deudas a gobiernos extranjeros,
cancelando sus obligaciones en dólares con un valor bien por debajo del precio
del oro, desconociendo lo pactado para el pago de las deudas con sus
acreedores. Con una bancarrota del actual sistema monetario internacional se
dará paso a la re-nacionalización del Dólar, es decir a la transición del
estatus del dólar como moneda internacional de reserva al estatus de una moneda
nacional. Esto implicará una devaluación ´sensible´ de esta moneda. Las
inmensas deudas serán canceladas en estos dólares devaluados y/o renegociadas.
Trump probablemente procurará instaurar el patrón oro lo que significaría un
golpe mortal para el capital financiero globalizado. Claro que Estados Unidos
no tiene reservas de Oro suficientes para realizar esta movida. Pero China ya
ofreció parte de sus enormes reservas en oro, en forma de leasing, a EE.UU.
para que pueda avanzar en esta línea de acción.
Estados Unidos ya perdió su
primer lugar mundial en el plano económico, puesto que ahora ocupa China.
Y también ha perdido el primer lugar como potencia militar
ya que ahora se encuentra detrás de Rusia. No será fácil que los
globalistas bajo estas condiciones se salgan con la suya ante esas fuerzas
multipolares entrelazadas.
Hemos ya analizado en nuestro último
libro (El Capital en su Declive) que no habría recuperación económica posible
bajo la relación social capitalista. Esto significa que a partir de la crisis
económica observaremos economías y producción local/nacional lo más
autosuficientes posibles, definiendo como comunidad sus necesidades colectivas
con ayuda y seguridad mutuas lo que significa que habrá una organización local
horizontal luchando por otro sistema económico. Esta forma de organizarse a
nivel más local con identidad nacional será la nueva forma de producción
posible a nivel ´macro´. Los “Chalecos Amarillos” los observaremos por todas
partes como anuncio de que un nuevo modo de producción estará surgiendo basado
en la prolongación de la vida de todo lo que se produce y en la definición de
las necesidades desde la comunidad. Un posible adiós al capitalismo en 2019.
Otra bibliografía consultada
Wim Dierkxsens, Andrés Piqueras, Walter
Formento, Remy Herrera, Paulo Nakatani: El Capital en su Declive. Libro, Ed
DEI, 2018.
Wim Dierkxsens y Walter Formento, La
Crisis Mundial. Libro, Ed Fabro, 2018.
Thierry Meyssan, Occidente
devora a sus hijos, Red Voltaire, 4 de diciembre de 2018
Michael Snyder, Deep State
Destroyed Chances Of Trade Deal With China, Stocks Tank As A Result, The
Economic Colapse Blog, 10 de diciembre de 2018
Michael Snyder, Is The Fed
Actually TRYING To Cause A Stock Market Crash? The Economic Collapse Blog,
21 de diciembre de 2018
Brandon Smith, The Trade War
Distraction: Huawei And Linchpin Theory, www.silverdoctors.com,
15 de diciembre de 2018
Zero Hedge, US Spends $1.5
Billion Every Day Just To Make The Interest Payments On The National
Debt, www.silverdoctors.com, 29 de noviembre
de 2018
John Rubino, Corporate Share
Buybacks Looking Dumber By The Day, MarketWatch, 21 de noviembre de
2018
Nomi Prins, Jerome Powell Is Between A
Rock And A Hard Place, Daily Reckoning, 11 de diciembre de 2018
Eric Basmajian, The S&P 500
Pushed The Federal Reserve Too Far - Now It's Too Late, www.silverdoctors.com 13
de diciembre de 2018
Tho Bishop, Trump Is The Rare,
Honest Politician About The US National Debt, Mises Wire, 7 de
diciembre de 2018
Mike Adams, PREPÁRESE PARA QUE
TRUMP HAGA UN LLAMADO A LOS CIUDADANOS ESTADOUNIDENSES PARA QUE DEFIENDAN LA
REPÚBLICA CONTRA EL ILEGAL ESTADO PROFUNDO, www.silverdoctors.com,
10 de diciembre de 2018
John Melloy, Trump could fire
Powell as Fed Chair, not as a Fed governor, AgoCNBC.com, 17 de
diciembre de 2018
https://www.alainet.org/es/articulo/197402
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