lunes, 14 de enero de 2019

UNIRNOS, PARA CONTINUAR LUCHANDO POR EL DERECHO AL TRABAJO DIGNO



(12 de enero de 2019)
Por Miguel Aragón

En los comienzos de este año 2019, la conmemoración del centenario de “la victoriosa lucha por la  jornada  de  8 horas”, está coincidiendo con una nueva ofensiva  de la clase dominante contra los trabajadores en Perú.  

Para conocer y entender el  desarrolló la lucha por la jornada de las 8 horas (en el año 1919), y para conocer y entender las necesidades de la lucha de los trabajadores en el presente (en el año 2019), tenemos que partir por conocer las condiciones objetivas, el “ambiente histórico”, en el cual se desarrolló la lucha del pasado,  y también tenemos que conocer las condiciones reales  en las cuales se está desarrollando la lucha del presente. Encontraremos que, así como hay diferencias, también hay coincidencias.  

La primera coincidencia entre estos dos hechos históricos, es que en el año 1919 en  Perú se estaba desarrollando un ciclo largo de “crecimiento capitalista” (ciclo que  se prolongó desde 1895 hasta 1929); y ahora en el año 2019,   en Perú nuevamente se está  desarrollando otro ciclo largo de “crecimiento capitalista” (ciclo que comenzó el año 1993 y se está prolongando por más de 25 años, hasta el  presente).

La segunda coincidencia entre estos dos hechos históricos, es que en 1919 los partidos políticos de ese tiempo atravesaban una grave crisis (revisar los artículos de varios autores publicados en la revista  “Nuestra Época” en el año 1918); y actualmente, los partidos políticos del presente también están atravesando una grave crisis. Hoy como ayer,  podemos afirmar que “los partidos no son eternos”.

Para precisar correctamente la táctica más adecuada de la lucha de los trabajadores en este año 2019, táctica que corresponda  a las necesidades  del presente, tenemos que partir del conocimiento de  las  condiciones objetivas reales.

Una cosa es luchar en condiciones de “crecimiento capitalista” (como está ocurriendo ahora); y otra cosa muy diferente es  luchar en condiciones de “crisis general” (como necesariamente ocurrirá en el  futuro).

De igual manera, una cosa es luchar por “la distribución de lo producido”; y otra cosa muy diferente será luchar por “la dirección de la producción”.

Si no conocemos, y no entendemos, estas dos primeras diferencias, estaremos condenados al fracaso, o  “hablar por hablar” como hacen los charlatanes. 

Partiendo de las condiciones objetivas y subjetivad del presente, considero que la principal reivindicación inmediata de los trabajadores, continúa  siendo la lucha por  EL DERECHO AL TRABAJO DIGNO.

El martes 15 de enero, movilicémonos en rechazo a la contra reforma laboral que pretende imponer  la clase dominante, y continuemos luchando en defensa de los derechos de los trabajadores.     

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