04/04/2018
Dos elementos concadenados asoman ahora en el
escenario peruano. Los acontecimientos derivados de la crisis de marzo, que
generó la caída de PPK; y los trabajos previos a la VIII Cumbre de las
Américas, que se celebrará en Lima en los próximos días.
Nadie quedó realmente contento con el desenlace de
la reciente crisis. Unos, muestran ira, o frustración. Y otros, una alegría
engañosa que solo sirve para disimular disgustos. Pero, realmente, nadie podría
considerarse satisfecho porque se ha arribado a un acuerdo precario e inconsistente,
una suerte de “Tente en Pie”, que le servirá a Martin Vizcarra -el nuevo Jefe
de Estado- para irradiar un casi vacío e incoloro “mensaje de esperanza”.
La composición del Gabinete Ministerial, conocida
el lunes, y las reacciones que ante él han registrado los partidos políticos,
los poderes fácticos y las instituciones formales; no han alumbrado salidas a
los apremiantes problemas del país; sino más bien expresado ambigüedades, que
se habrá de ir despejando poco a poco.
Es bueno, sin embargo, señalar la caída de los
anuncios tremendistas que auguraban maleficios mayores. En redes sociales, pero
también en “la Prensa Grande” asomaron “primicias” que daban cuenta de la
supuesta composición del primer Gabinete post PPK. Así, se dijo que Vizcarra escogería
como Primer Ministro a Jorge del Castillo o Antero Flores Araoz. Y se añadió
que los ministros principales serían Elmer Cuba, en economía: Gonzales Posada,
en la Cancillería y Mercedes Cabanillas, en Educación. Todo eso –se aseguraba-
confirmaría en toda la línea “la capitulación deshonrosa” de Vizcarra ante la
Mafia Apro-Fujimorista; y la necesidad de pasar, con todo, a la más dura
oposición política exigiendo al fin inmediato de la gestión instalada hace
pocos días.
Ninguna de esas espectaculares “previsiones”, se
concretó. O habían sido inventadas por los especuladores de turno; o eran
simplemente trascendidos falsos que resultaron desmentidos por la vida. Pero
igual, sus impulsores no reconocieron que habían mentido, o se habían
equivocado. Simplemente buscaron otras “nuevas” para enlodar igual al equipo de
César Villanueva a quien, además, buscaron comprometer con Odebrecht porque
saben que ahí está el “Talón de Aquiles de todos los políticos de “arriba”. Y
claro, para ellos, Villanueva también lo es por su sola condición de
Congresista; cuando no, por haber sido antes Presidente del Gobierno Regional
de San Martin.
Hay claros síntomas de que las cosas siguen andando
mal. La presencia de un titular de Defensa que juró lealtad a Fujimori en el Pentagonita
en el Gabinete Villanueva; y la designación como ministro de Justicia de
Salvador Heresi contertulio de la Mafia en el Callao; constituyen elementos
denigrantes que bien pueden descalificar cualquier esfuerzo sincero de
renovación política. No obstante, la derecha a su modo sigue presionando con la
voracidad que el país conoce. No le basta el kilo de carne Quiere la vaca
entera.
Por lo pronto, le echó el ojo al titular de Trabajo
Cristian Sánchez un profesional egresado de la Universidad Católica, porque en
un conflicto laboral les dio la razón a los trabajadores. Pecado inexcusable,
sin duda. Y también a la nueva ministra de Inclusión Social, Liliana La Rosa, a
la que acusa de “haber sido”, integrante de un colectivo de Izquierda, el
“Frente Amplio”. Delito mayor. De paso, apunta contra el titular de Trabajo
porque, al parecer, no es un comerciante de la educación -como Idel Vexler-
sino un profesional del área que, en su momento, trabajó cerca del ex ministro
Saavedra. ¡Tiene que pagar por eso!
Mientras la mafia deslizaba estas perlas, en el
Congreso de la República blindaba con impudor a Yesenia Ponce y se aprestaba a
salvar también a Moisés Mamani. Y eso, para que a nadie le quepa la menor duda
de lo que quiere la monarquía de Keiko y sus acólitos.
El nuevo Gabinete, por cierto, no promete mucho,
casi nada. Pero deberá tener en sus manos la conducción del gobierno en las
próximas semanas. Y el primer reto que deberá afrontar será la VIII Cumbre de
las Américas y la inusitada visita del amo del Imperio, el señor Donald Trump.
Contrariamente a la histórica línea de la
Cancillería -la doctrina Porras- el nuevo titular del portafolio se regirá por
lo hecho por PPK y su antecesora, la impresentable “diplomática” Cayetana
Aljovín. Lo anunció al asumir la Cartera en la Casa de Torre Tagle. Allí, hizo
honor al ilustre Marqués que en los albores de la República traicionó a la
Patria y se puso a la sombra de la Corona Española; y en esa línea, se sumó al
dictado de Washington ratificando el írrito “veto” al Presidente de la
Venezuela Bolivariana. ¿Una vergüenza? Más que eso, una desvergüenza.
Pero como las cosas no se quedan en pequeño, tanto
el Poder Ejecutivo como el Congreso dieron luz verde, con entusiasmo ejemplar,
al pedido de la Casa Blanca. Gracias a ese acto de servilismo tragicómico, 114
efectivos militares y 454 de la Fuerza Aérea yanqui serán admitidos como
“personal de seguridad” del Donald de esta historia. El estará apenas dos días
en el país, pero los suyos se quedarán 18 días ¿Qué harán? ¿Visitarán acaso los
burdeles del Callao?, ¿O tal vez prepararan “misiones” especiales para la
denominada “lucha contra subversiva” que incluye por cierto desde incursiones
en el VRAEM hasta prácticas en las inmediaciones de la triple frontera colombo
brasileña venezolana?
Esta dictak imperial que cumple alevosamente
Popolizio pone en peligro, otra vez, la VIII Cumbre, que asomaba casi normal.
Por lo menos seis mandatarios de la región Uruguay, Bolivia, Venezuela,
Nicaragua, Cuba y El Salvador no aceptarán exclusión alguna en tal evento. Por
lo demás, la Cumbre de los Pueblos dirá su palabra en dos eventos centrales: el
jueves 12 en la Marcha Antiimperialista contra la política de Trump, y el
sábado 14 en la Ciudad Universitaria de San Marcos den la Jornada Solidaria con
las luchas de los pueblos de América Latina. ¡Hablarán los pueblos!
Gustavo Espinoza M.
Colectivo de Dirección de Nuestra Bandera
No hay comentarios:
Publicar un comentario