SOLIDARIDAD COMUNITARIA
Estimado Edgar:
Recibe mis saludos cordiales. Te agradezco el enlace
con los comentarios del médico Juan Celis de Iquitos sobre la atención a los
pacientes con SARS- Cov-2.
Estoy de acuerdo en un 90 por ciento con los
conceptos fundamentales que expone. Hay algunas afirmaciones que son
susceptibles de corrección, pero que en general no disminuyen la validez de su
punto de vista.
Actualmente
no hay tratamiento causal – nosotros le llamamos tratamiento etiológico –
contra el SARS-Cov-2.
Ante
un paciente infectado con SARS-Cov-2 lo único que hoy puede hacer la ciencia
médica es aliviar los síntomas, manejar la dificultad respiratoria (moderada a
severa), amortiguar la tormenta de citoquinas (respuesta inflamatoria exagerada,
sobre todo a nivel pulmonar), y tratar la coagulación intravascular diseminada
y/o la falla orgánica múltiple desde los inicios de su posible presentación.
No
hay ninguna evidencia científica sólida de que la ivermectina,
hidroxi-cloroquina, azitromicina, ibuprofeno, o compuestos químicos inorgánicos
como el bicarbonato de sodio, el hipoclorito de sodio o el dióxido de cloro,
hayan “tratado” o “mejorado” al paciente con Covid-19. Por el contrario, estos productos
químicos son potencialmente perjudiciales por su efecto directo, según la dosis
que se ingiera o predisposición natural del enfermo, o porque, como lo menciona
el médico Juan Celis, se lo administra en una etapa en que pueden favorecer la
diseminación del virus, y demorar la atención médica oportuna y apropiada.
El
beber infusiones de productos naturales como el eucalipto, el limón, el kión,
etc. tampoco “curan” al paciente, pero pueden aliviarlo en los casos leves
porque permiten mantener al paciente hidratado.
Los
estudios y las observaciones con algunos antivirales aún son iniciales e
incompletos, pero desde el punto de vista teórico podrían funcionar. Los muy pocos
ensayos con Remdesivir sugieren alguna posibilidad, aunque hasta la fecha la
calidad de la evidencia científica es baja o muy baja.
Las
apreciaciones del médico Juan Celis sobre las etapas de la enfermedad, sobre el
uso de paracetamol (como fármaco único y suficiente) en la primera fase del
proceso, la utilidad del pulso-oxímetro para monitorear al paciente, el posible
empleo de anticoagulantes cuando el enfermo empeora (saturación menor a 94) y
dexametasona si se comprueba la instalación de neumonía más que leve, las
medidas a tomar en la comunidad para atender a la familia con miembros
infectados, así como la explicación de las falacias que circulan en las redes,
me parecen pertinentes, fundamentadas y necesarias.
Opino
que explicaciones como ésta deben ser ampliamente difundidas en las redes. Hay
que decir y volver a decir no a la polifarmacia y la automedicación.
Desde
hace unos días he recibido algunos correos tuyos solicitando mi opinión acerca
de algunos tratamientos que les han indicado a familiares y amigos. Pues este
enlace que me has enviado hoy me facilita esa tarea, pues este colega de
Iquitos explica puntos de vista con los que casi concuerdo totalmente.
He
visto el documento de Acciones del Comité y los dos que le acompañan. He hecho
algunas sugerencias al primero, que he resaltado en amarillo. Respecto al
Organigrama y la Ficha creo que no tendría nada que agregar. Espero que, de
menos a más, pueda hacerse realidad la red de apoyo comunitario que has
propuesto.
Un
abrazo.
Raúl.
17AGO2020
Otro
si:
Si
el MINSA recomienda ivermectina, hidroxi-cloroquina y azitromicina es porque,
debido a indicios que pertenecen más al campo de la anécdota que de la ciencia,
especulan compasivamente de que podrían mejorar al paciente. Ellos mantienen
así la expectativa de que los enfermos no sigan llegando en oleadas imparables
a los hospitales desbordados e insolventes. Si en las redes sociales circulan profusamente
otras propuestas, no olvidar que cuando se está ante una amenaza desconocida y
percibida como fatal e inexorable (por ejemplo, en las fases terminales del
cáncer) el mecanismo de defensa personal y cultural de los humanos anhela y
busca soluciones mágicas o milagrosas.
De
tal manera que el tratamiento y atención del paciente infectado con el
SARS-COV-2 con síntomas leves a muy moderados, que no requieren
hospitalización, consiste en: paracetamol para controlar la fiebre y el dolor,
hidratación adecuada, alimentación saludable, reposo o actividad moderada,
control de la temperatura, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria 4 o más
veces al día. Si el paciente refiere fatiga o dificultad leve para respirar se
puede medir – si es posible – la saturación de oxígeno.
No
olvidar que las co-morbilidades incrementan significativamente el riesgo del
agravamiento y muerte del paciente. Tener especial cuidado con pacientes de más
de 60 años, de hipertensos, obesos, diabéticos, de personas con enfermedades
pulmonares crónicas como fibrosis, tuberculosis, o debilitadas
inmunológicamente como pacientes con cáncer o VIH.
Debe evitarse la automedicación. Trate de mantenerse
comunicado con su médico, o centro de salud, u hospital de referencia para
pacientes Covid-19. Si la dificultad respiratoria aumenta o su saturación de
oxígeno baja a 90 o menos, haga evaluar al paciente por el equipo médico para
determinar si requiere vigilancia en hospital.
Conferencias de orientación médica del Dr. Juan Carlos Celis,
médico Infectólogo del hospital de Iquitos. Siga o copie los enlaces:
https://web.facebook.com/infonoticiasperu/videos/303791714013501
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