desInformémonos
08-01-2014
En este ensayo, el autor expone
-desde un análisis colectivo- la importancia del postulado zapatista del
“Mandar obedeciendo” para una verdadera práctica transformadora.
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Al
SubMarcos con quien continuamos aprendiendo
que
la utopía se lucha y conquista cotidianamente
caminando
con una dirección colectiva
que
florece también en la responsabilidad individual.
Nada sé del destino de las letras con las que he
intentado el asedio a vuestra gracia.
¿Acaso
cegado habéis vuestro corazón para sombras no ver, ni mis ansias?
Siempre quise saber cuánta luna llevaba usted en los
pechos, cuánto mar mamaba en sus entrañas, cuántas vidas parían sus
labios, y cuántos sueños se escondían en sus caderas. Siempre quise saberle
y conocerle, y llevar en mis manos el puente de su historia. Siempre
quise querer y quererle y por eso de lejos marché para tenerle.
[…]
Con la muerte será
igual, porque creciendo somos más
que el
amor y sus rencores.
Me voy. A venir aspiro.
Sea.
Sombra, el guerrero. [1]
Toda
lectura de la palabra presupone una lectura anterior del mundo, y toda lectura
de la palabra implica volver sobre la lectura del mundo, de tal manera
que leer el mundo y leer la palabra se constituyen en un
movimiento en donde no hay ruptura, en donde uno va y viene. Y leer el
mundo junto con leer la palabra en el fondo significa reescribir el
mundo.[2]
En
este trabajo intentaremos compartir el proceso de construcción colectiva de
conocimientos surgidos en el proyecto “La lectura de la realidad en el aula.
Pensar la práctica para transformarla”.[3] Hemos aprendido a caminar
preguntando para construir una praxis anclada en la práctica concreta del salón
de clases, donde la teoría –los conceptos– permiten pensarla para
transformarla, sin quedarnos ni en un proceso abstracto de pensar sólo las
ideas ni en un activismo sin teoría. Es muy fácil caer en una cierta praxis
teórica que tienen poca o nula conexión con la práctica y donde incluso se
puede apreciar ciertos síntomas de alzhéimer de la realidad. Pero también es
fácil lo contrario: negar la importancia de la teoría.
La
columna vertebral de este texto está constituida por el estudio de la
racionalidad emocional en su relación con la racionalidad racional,
problemática que surgió de la necesidad de entender la estructura emocional y
su manejo sociopolítico dentro de la práctica educativa.
Para
el estudio de la racionalidad racional, Paulo Freire es un referente principal
con conceptos tales como: educación bancaria y educación liberadora, la
relación entre autoridad y libertad, la sombra introyectada del opresor, pensar
la práctica, sueños y utopías, y pronunciamiento. Y, para el estudio de la
racionalidad inconsciente, realicé una investigación durante nueve años,
estudiando la obra social de Sigmund Freud y construyendo conceptos como:
percepción, mediación, conducta psicopática, ataque al pensamiento, filicidio,
fratricidio, Eros y Tánatos.[4]
Este
estudio me llevó a la comprensión del erotismo del ser humano, constituido
entre Eros y Tánatos, donde la fuerza de Eros la he visto consolidar, en
especial, en la lucha de resistencia y organización de las comunidades
zapatistas. Hace veinte años, el primero de enero de 1994, apareció el Ejército
Zapatista de Liberación Nacional (ezln), primero como respuesta a la violencia
filicida del Estado, en su permanente deseo de ignorarlos, abandonarlos y
matarlos, desconociendo su cultura y formas de organización. Los primeros actos
de las zapatistas fueron en contra del poder del gobierno, buscaban derrocarlo
por las armas, o sea, era parricida. Pero la emergencia de la sociedad civil hizo
que el rumbo cambiara.
El
movimiento zapatista entró al aula porque pensaba y pensábamos y continuamos
afirmando, que la mejor forma de entender la praxis freiriana está en el
seguimiento de la lucha y organización de las comunidades zapatistas.
¿Por
qué el ser humano es una mercancía en la globalización?: La racionalidad
racional, técnica e instrumental.
En
el mundo de la globalización se impone un pensamiento único, una tramposa
percepción de la realidad bajo un modelo educativo basado fundamentalmente en
la transmisión de conocimientos diseñados en coherencia con la concepción del
ser humano reducido a capital humano. El estudiante es concebido como un sujeto
individual –casi siempre un objeto– que debe memorizar contenidos
programáticos, desarrollar hábitos y habilidades de competitividad y, por lo
tanto, adiestrase para eliminar a su competencia, adaptarse y ser eficiente y
eficaz para optimizar las supuesta ventajas de una educación mercantil.
Y,
como mercancía, el estudiante concebido como capital humano, debe ser evaluado
–de la misma forma que los docentes– según esta lógica reductiva, donde los
diseños y procesos de evaluación refuerzan (utilizando la terminología
conductista) y/o persiguen la retroalimentación o realimentación de estudiantes
y docentes dentro de un modelo establecido.
El
proyecto de “Lectura de la realidad” nos llevó a la construcción de la
Metodología para el Rescate de lo Cotidiano y la Teoría (mrcyt), en la que se
propone una concepción distinta del acto educativo, entendiéndolo como un acto
de conocimientos y un acto político para pensar la práctica educativa y
sociopolítica: el sujeto educativo no es un ser virtual, ni una mercancía
vendible que se “educa” para salir a competir en el “mercado del desempleo”
inherente a sistema capitalista.
La
globalización logró crear un mundo virtual, totalmente separado de la realidad
real y expuesto a todo tipo de alucinaciones, o sea, de esas fantasías que
aparecen al no tener una adecuada percepción de la realidad, una información
correcta sobre lo que acontece en la realidad real. Cuando no se tienen
referentes empíricos para observar y analizar la realidad virtual, conectándola
con la realidad concreta, emocional y/o social, se la percibe con las imágenes
y fantasías que se producen sin aparente conexión, lo que puede convertirse en
una percepción psicótica. El desempleo, por ejemplo, en los sistemas
macroeconómicos no existe sino como cifra, un valor abstracto que obedece a
leyes de crecimiento económico.
Esto
no quiere decir que el espacio virtual, por ejemplo en los movimientos
sociales, no haya y pueda ser un instrumento importante como ha sucedido desde
el ¡Ya basta! de las comunidades zapatistas y su gran
convocatoria nacional e internacional desde 1994 a la fecha. El espacio
virtual, en especial de los celulares, fue de gran importancia en la
movilización dentro de los levantamientos populares de África del Norte y el
movimiento de Indignados desde España a gran parte del mundo occidental hasta
Estados Unidos, Ocupa. [5]
Con
los indignados de la tierra hemos de enfrentar la nueva política del azúcar y
el garrote, de la corrupción y la represión macroeconómica que emplea el
capitalismo corporativo, con sus aliados y subordinados. Frente a sus intentos
de intimidación y corrupción universal blandiremos la moral de lucha y el
coraje de los pueblos. Lo haremos, conscientes de que somos cada vez más, y de
que serán cada vez más quienes en el mundo entero luchen por lo que en 1994
sólo parecía ser una rebelión indígena postmoderna y que en realidad es el
principio de una revolución humana considerablemente mejor preparada para
lograr la libertad, la justicia y la democracia a que todos aspiramos.
En
este contexto, las reformas educativas en particular y la imposición de todo
tipo de privatizaciones, bajo esta lógica racionalista y técnica, van aún más
lejos, porque produciendo cortes con la realidad rompen, dividen (schizein en
griego) y son esquizofrénicas. Separadas del mundo real, tales reformas buscan
desconectar a docentes y estudiantes de la opresión social, llevarlos hacia las
leyes virtuales con dobles mensajes y verdades a medias, con el apoyo perverso
de los medios de comunicación de paga. Obviamente el doble mensaje es
trasmitido y se utiliza para anestesiar a la sociedad, inmovilizarla. Esconde,
por ejemplo, que en lo referente a la evaluación las preguntas pertinentes son:
¿quién decide qué?, ¿cómo?, ¿a favor de que y de quién? Y por lo tanto, como
diría Freire, ¿en contra de qué y de quién?
Uno
de los resultados de ese proceso es impedir la comprensión y significado de las
leyes que rigen la globalización capitalista en su derivación educativa. Al
presentar la urgencia de calidad y evaluación de forma aislada, escondiendo las
verdaderas necesidades e intenciones de capitalismo financiero, bajo un mandato
vertical y autoritario, la exclusión de los estudiantes y docentes en
particular –y de la mayor parte de la sociedad– es necesaria. O sea, que no hay
progreso sino se llega a producir una “buena mercancía” competitiva que sólo la
privatización es capaz de impulsar y llevar a cabo. La exclusión, entonces, es
necesaria, ya lo demostró Darwin en la selección natural de las especies que
perversamente se quiere aplicar a la selección social.
¿Cuál
es la importancia estudiar la percepción, la mediación, el ataque al
pensamiento y la conducta psicopática?
Actualmente
se planifican campañas encaminadas a controlar la percepción de la realidad: LO
VISIBLE= LO REAL = LO VERDADERO,[6] ecuación que utilizan los medios de
difusión mercantiles buscando atacarla, deformarla, trampearla: lo azul no es
azul sino rojo de acuerdo a sus intereses. Se diseñan imágenes, discursos y se
inducen alucinaciones y asociaciones donde se ataca la forma como se percibe la
realidad con verdades a medias, dobles mensajes que inciden en el psiquismo,
cortes psicóticos de discursos que en el fondo favorecen al poder del Dinero.
Para
la construcción de la subjetividad es esencial entender este proceso de
percepción de la realidad. Se cree que percibir la realidad se consigue tan
sólo con abrir los ojos, ver programas de televisión por
ejemplo, pero no es así. Al percibir una realidad lo primero que hacemos es
colocar alucinaciones, fantasías y fantasmas que hacen parte de nuestro
desarrollo emocional, o sea, investimos el objeto-la imagen temporal y
espacialmente.
Es
necesario saber que, por ejemplo, el recién nacido es un ser indefenso que
siente que la realidad puede destruirlo: existe en él la angustia de muerte y
es la madre, real o sustituta, quien le enseña a leer la realidad, a corregir
esa percepción tanática. Sin embargo, de ello se aprovechan los medios de
comunicación para manejar el miedo, paralizar la acción humana. Y, claro, en
ese proceso interviene también nuestra concepción ideológica, o sea, que
investimos, colocamos en la percepción de la realidad: la concepción que
tenemos –que nos han impuesto– de nosotras mismas, de la familia, la escuela,
la religión, la política.
El
mundo de la globalización –del espectáculo como mediación– está organizado por
los dueños del dinero y obviamente su interés es que se perciba la realidad de
acuerdo a su ideología y, por ello, trampean la realidad, manifestando una
conducta psicopática.[7]
De
ahí la importancia y urgente necesidad de observar y estudiar la falsa
percepción impuesta con la “mediación” de los medios de difusión mercantiles,
que esconde una conducta psicopática y conlleva un ataque al pensamiento del
ser humano, individual y socialmente: al anestesiarlo y paralizarlo buscando
aislarlo de las luchas sociales, impedirle organizarse y salir en defensa de la
vida, de la justicia social, del hermano. Perversión que va más lejos aún pues
no solamente es aislar sino presentar a quienes organizan su resistencia y
protestan contra esa concepción mercantil del mundo en general y, de la
educación en particular, como grupúsculos que no entienden las ventajas de la
globalización: el modelo capitalista no es el que no funciona, son tanto los
países y su fuerza de trabajo quienes no tiene la capacidad de entender el
mundo actual.
Por
ello, un excelente ejemplo para estudiar la percepción impuesta por la
globalización lo encontramos en la película “Los juegos del hambre”.[8] El
objetivo es criminalizar cualquier protesta social, dejando las puertas
abiertas a la represión y crueldad del Poder Económico: la violencia contra
quienes luchan, se organizan y no se dejan es un mal necesario porque “el
Dinero trabaja en beneficio de las mayorías”.
Pero
esa falsa percepción ataca también la memoria social e individual: se busca
desaparecer, ignorar y tergiversar. En la película mencionada, por ejemplo, la
rebelión contra el poder filicida se convierte en sentimiento de culpa, “obliga
al Poder” a recordarle al hijo rebelde su ofensa parricida, sacrificando
anualmente hermanas que compiten hasta matarse entre ellas: sólo quedará un
ganador. En la historia de la humanidad, el filicidio se justifica por el
parricidio.
La
concepción epistemológica, ideológica, teórica, política y organizativa que
subyace en la lógica capitalista es totalmente distinta, por ejemplo, en las
comunidades como las zapatistas donde la subjetividad se construye
colectivamente y el pensamiento, ligado al quehacer cotidiano, se hace
solidario, digna rabia: el ser humano tiene cuerpo y corazón, unido al corazón
de la tierra que se expresa en una nosotridad: un pensar y actuar conjuntamente
fuera de la competencia mercantilista que alienta la superioridad de unos sobre
otros y exige la eliminación del otro/a.[9]
¿Cuál
es el mundo a leer y transformar?
En
este contexto, para analizar y posibilitar la construcción de la subjetividad,
tomamos como referente un postulado freiriano:
La lectura del mundo es anterior a la lectura de la palabra, y ésta la
continuación de la lectura mundo:
leer y escribir el mundo es pronunciarlo, hacerlo nuestro para transformarlo,
transformándonos a nosotros/as mismos/as. De ahí la relación que debe existir
entre el texto escolar y el contexto sociopolítico.
Dentro
de la praxis liberadora de Paulo Freire es necesario conocer y desarrollar la
capacidad concientizadora que tiene el ser humano para construir su
subjetividad, inserta en la sociedad, aprendiendo a leer su mundo: el de la
explotación, de las relaciones de opresión no sólo económicas sino emocionales
–la neurosis social generada por ellas– y de la miseria impuesta por la
perversión del modelo capitalista, hoy en la era de la mundialización
neoliberal. Pero, ese mundo es también de luchas, resistencias y organización;
de la Digna Rabia de las comunidades zapatistas basadas en
el respeto al diferente; de sueños y utopías; de deseos y
seducción; de ese Eros y Tánatos tan mal conocido y reprimido desde la familia
con el apoyo de la escuela, la religión, el aparato represivo; los medios de
desinformación y control del pensamiento.
Ahora
bien, es necesario conocer que en la organización de las sociedades, como
resultado de la evolución cultural, el
derecho y las leyes surgen para reprimir, ordenar y regular su funcionamiento. La convivencia humana sólo es posible cuando los
seres humanos se organizan para impedir que grupos aislados impongan su fuerza
bruta. Este es un paso decisivo en la evolución de las sociedades, como lo
analiza Freud tanto en El malestar de la cultura como en su diálogo
con Einstein en ¿El porqué de la guerra? [10]
El
Poder se impone con la violencia y se representa en el derecho que siempre es
una abstracción, y como tal su interpretación depende de quienes sean
designados o se auto designen para gobernar, como es el caso actualmente de
quienes gobiernan el mundo globalizado: los dueños de los bancos, del mercado
financiero, de las trasnacionales, los políticos, los beneficiarios de los
paraísos fiscales, de los medios de información de paga, etcétera. El derecho y
sus leyes se impone por la fuerza, real o simbólica. Hoy se habla de la fuerza
represiva del Estado, del monopolio de la violencia por quienes gobiernan: de
la hegemonía de la violencia que, por ejemplo, ejercen los Estados Unidos.
Pero
el derecho surge también como principio ético para controlar e impedir el
retorno a la animalidad del ser humano, a la Horda Original, donde imperaba un
sólo poder absoluto. La ética es anterior al derecho y se constituye en los
diques que se imponen para permitir el avance de las sociedades. Incesto,
parricidio, filicidio y fratricidio conforman la racionalidad inconsciente: los
deseos que desde la pulsión de muerte, Tanatos, necesitan constantemente
expresarse e imponerse para consolidar de nuevo un Poder Absoluto. De ahí que
el otro poder celestial, como diría Freud, debe imponerse, o sea, Eros, como
pulsión de vida, pero no como opuesto a Tanatos, sino en su dialéctica donde
caminaran siempre juntos entre la trasgresión y la norma.[11]
Con
el movimiento de las prohibiciones, el hombre se separaba del animal. Intentaba
huir del juego excesivo de la muerte y de la reproducción (esto es, de la
violencia), en cuyo poder el animal está sin reservas. Ahora bien, con el
movimiento segundo de la transgresión el hombre se acercó al animal. Vio en el
animal lo que escapa a la regla de la prohibición, lo que permanece abierto a
la violencia (esto es, al exceso), que rige el mundo de la muerte y de la
reproducción.
En
los análisis antropológicos de Georges Bataille y del psicoanálisis
antropológico de Geza Rohem, el ser humano avanza en su humanización entre la
transgresión y la norma, entre la agresión y el sentimiento de culpa. En la
Horda Original, una vez cometido el parricidio para defenderse del poder absoluto
del Padre e instaurado el sentimiento de culpabilidad, esa trasgresión, el
asesinato del padre, conduce a la imposición de leyes (Totémicas): no al
incesto ni la exogamia. Podemos decir que detrás, y dando significado a la ley,
se construye lo que conocemos como ética, o sea, que ella aparece y se impone
para controlar los instintos primitivos de fuerza bruta y control absoluto: no
al incesto y no al parricidio principalmente. A lo que podemos añadir no al
filicidio, no al fratricidio.
En
nuestra lectura de la realidad en el aula, los análisis de Roger Dadoun y
Fernando Martínez Salazar nos permiten conocer, observar y estudiar que la
energía fundamental que mueve a los seres humanos, a nivel individual y social,
se puede sintetizar en tres pulsiones que se entrelazan mutualmente: Eros,
Tanatos y Apoderamiento o Poder. Para nuestro análisis del poder absoluto del
Padre, que llamaremos del Jefe, ésta última es esencial ya que es en ella, y a
ella, donde las otras dos adquieren forma, se orientan y controlan.[12] Estas
fuerzas son constitutivas del ser humano, hacen parte y conforman la esencia
del cuerpo humano desde donde la construcción de la subjetividad se sujeta, da
forma y sentido: o sea, que son el motor que mueve dialécticamente el desarrollo
del cuerpo en su estructura emocional y sociopolítica de la sociedad.
Estas
fuerzas siempre van juntas, son dialécticas y/o dualistas: se hacen camino
desde Eros hacia la vida, creciendo, compartiéndose, complementándose. Pero,
son energías que también pueden hacer camino regresando hacia la muerte, lo
primitivo, la fuerza bruta. O sea, que la energía libidinal de Eros puede
imponerse a Tánatos o puede ser jalada desde Tánatos hacia la transgresión, el
regreso a lo primitivo. Y, en esa lucha cotidiana, aparece con toda su fuerza
la pulsión de Poder para imponer su dominio y control.
¿Por
qué es esencial la mediación de la madre?
El
ser humano construye su vida emocional aprendiendo a separarse de la madre, una
vez dejado el seno materno. Aquí es importante señalar que no es sólo la figura
del padre la que da las bases emocionales del ser humano, sino que la figura de
la madre es esencial. Posiblemente en el desarrollo cultural y sociopolítico de
las sociedades la figura del Padre ha estado más cercana al Poder de Tánatos, a
la imposición de la “Norma”, las leyes, que impone con la violencia y el
sentimiento de culpa. Pero la figura de la madre está más cercana a Eros, al
crecimiento de la vida, que ella misma vivencia desde su cuerpo. De ahí que
para el ser humano en su crecer, la presencia permanente de la madre, como
mediadora, es esencial, es ella quien enseña que puede hacerse dueño de sí
mismo y conquistar su mundo externo e interno. El bebé realiza esta conquista
entre sentimientos de abandono y presencia, entre amor y agresión, sufrimiento
y consuelo. Y, para superar ese abandono en el ser humano aparece y se va
constituyendo, dando forma a la pulsión de Poder. Podemos decir que la niña
necesita y busca su autonomía aprendiendo a separarse de la madre. Y para ello,
se realiza emocionalmente un proceso que lleva al ser humano a sentir y saber
que no es él quien depende de la madre, sino que es ella quien puede depender
de él y la puede controlar, manejando sus ausencias y sus desplazamientos.
Dadoun
plantea que la pulsión de Poder se constituye como siendo la Pulsión misma,
alrededor de la cual se agarra la pulsión sexual y la pulsión de muerte,
sosteniendo el imperio del ser humano, como primera y última manifestación de
vida. Para este autor, la política ofrece a la pulsión de apoderamiento su
terreno principal de acción ya que ella es, principalmente, expresión y
ejercicio de la pulsión de poder y de la pulsión para el poder.
Aquí encuentra una línea directa y brutal, el camino permanente para consolidarse
e imponer su imperio, arrastrar y dominar o soltar, siendo lo cotidiano de todo
poder.[13]
En
la política la pulsión de muerte se expresa vivamente y con voz inteligible: un
político puede ser caracterizado por el campo de acción que entrega, activa o
pasivamente, a la pulsión de muerte.
Pero
en el cuerpo del ser humano existe y se expresa permanentemente la fuerza de
Eros, que es el que convocamos para el análisis y construcción de la
subjetividad, sabiendo que debe aparecer, imponerse en contra del Poder único
del Jefe, de la fuerza bruta de la Horda Originaria que podemos identificar
como la Horda-Moderna de la globalización. El cuerpo humano como templo de su
subjetividad erótica debe encontrar sus caminos: de lucha que convierte la
esperanza en organización y no se queda en la pura espera, o sea, la lucha como
digna rabia, fuerza colectiva de creatividad, encuentro, imaginación, respeto y
crecimiento junto al otro/a, los otros/as. Esa fuerza de complemento, de
energía libidinosa hacia la vida que ya no debemos dejar que se pervierta:
fuerza de Eros individual y colectivo.[14]
Ni
un gesto como respuesta.
Sombra imagina dudas que, en el corazón
de ella, toca a él disipar.
Un mar de viento y lluvia ha iluminado la noche que
camino. Firme en el timón, espero el faro de vuestras letras para salvarme y
salvaros.
Vamos marinera mía. Venga a andar el deseo con el
capitán tomándole la mano. Venga, vamos, deje usted pendientes las
angustias y las penas que se le hacen mar en la mirada. Venga con el
capitán, marinera clara. Venga y volvamos al nosotros.
Volvamos
al ansia que, de día toma mi mano y de noche mi paso, para escribiros
[…]
Este tiempo no me permite nada, marina
esperanza, ni un suspiro siquiera, bailo bailando la danza de la vida en el
filo de la muerte, corre a la inversa el reloj de la vida, acechan la
traición y la desventura.
No hay mañana, noche marinera, tengo el rostro,
el nombre y el pasado amordazados, el
futuro me fue negado, vivo el presente como viven los auténticos
guerreros: en un suspiro y de prestado.
Todo pido, agua marina, el alma entera.
Sin su cuerpo junto al mío vuelven
mis huesos y mis carnes a la
única
compañía que acepta sin condición: la tierra”.
Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Viene usted?
Sea. Tome mi mano, cierre los ojos y sonría.
Lo verá usted: no hay placer más
grande que caer hacia arriba…
Sombra, el guerrero.
Existe
una dialéctica inseparable entre la construcción de la subjetividad y la
organización de la sociedad y su cultura: nos construimos en la relación
dialéctica con el mundo pero es necesario saber que nuestra subjetividad
depende, en primer lugar, de las determinaciones sociales impuestas como
normas, leyes a nivel familiar, escolar, cultural y sociopolítico.
En
el desarrollo cultural e histórico, los opresores han logrado consolidar el
poder del “Jefe”, el Gran Jefe dueño del Gran Capital, del Dinero con sus
bancos, sistema financiero, trasnacionales, etcétera, que a su vez imponen en
cada país su “mandato” hecho globalización donde quienes gobiernan sólo
obedecen esos “mandatos”, claro con diferencias esenciales entre los países
centrales dueños del dinero y los países periféricos. La pulsión de Poder,
hecha “mandato”, es de opresión, explotación, despojo, represión y olvido
dentro de una concepción del mundo dualista e impuesta de forma vertical,
autoritaria y filicida, con el consenso tramposo de las elecciones que
defienden una supuesta democracia, bajo el único “mandato” del bienestar del
capital, nunca de las sociedades, en ese engaño dualista y perverso.
De
ahí que, por ejemplo, la propuesta y construcción actual del Mandar Obedeciendo
ejercido por comunidades como las zapatistas, donde la construcción de la ley
es indispensable en el avance de la sociedad y donde ya no es el “Jefe” que manda
mandando, sino es una Dirección Colectiva que se construye en mandar
obedeciendo y aprendiendo a gobernar con el mandato de la comunidad.
¿Cómo
construir la racionalidad emocional?
Con
la descripción de la horda paternal dominada por el macho con un poder
ilimitado y el parricidio consumado por la banda de hermanos, un tercer
elemento interviene para dar la fisionomía completa a la tesis freudiana de la
horda original: el sentimiento de culpabilidad. Los hijos aman y admiran
al padre de la misma manera que lo odian y tienen celos de él; la consumación
de sus deseos de muerte desencadena una angustia profunda que los lleva a
castigarse a sí mismos, reproduciendo la prohibición característica del
totemismo […].[15]
El
avance de la cultura, del derecho como justicia y represión, surgió para
controlar a aquellas minorías que, sin aceptar norma alguna, buscaban imponer
su fuerza bruta y primitiva, la crueldad filicida del Padre, del
“Jefe”.[16] Pero, en la actualidad, es una minoría, compuesta por los “dueños”
del mundo de globalización capitalista quien trasgrede e impone a la mayor
parte de la sociedad sus normas, su fuerza bruta, su Horda Primitiva-Moderna:
la ley del más fuerte, la del dinero como expresión anal de un
mal desarrollo emocional que, en su paso de la etapa oral a la fálica, como
expresión y construcción de su sexualidad individual y social, se fija, estanca
en esa etapa anal de guardar el dinero como control de su excremento para sí
mismo.
O
sea, el avance cultural de las sociedades globalizadas va de regreso,
posiblemente en regresión hacia la Horda Originaria –Tótem y Tabú– donde
la pulsión de poder del Padre, del “Jefe”, se imponía única beneficiaria desde
donde controlaba también todos los placeres de vida y muerte, de Eros y
Tánatos, imponiendo cruelmente su filicidio para mantener impunemente su poder
sin dejar otra opción que el enfrentamiento y la muerte del Padre, del “Jefe”,
el parricidio como respuesta a esa crueldad absoluta, dualista.
Por
ello, es esencial aprender a leer el mundo, a observar, conocer, analizar y
construir la vida emocional, dialécticamente unida al desarrollo y la
organización tanto de la estructura social como escolar y sociopolítica del ser
humano, si bien es el estudiante, la estudiante, el ser humano, quien tiene
asumir la autonomía de su cuerpo, y construir su subjetividad inserta en lo
social, cultural, familiar, educativo, en la política. El ser humano no está
dado o determinado, pero tiene que emerger como sujeto capaz de construir su
subjetividad sabiendo ser creativo para zafarse de las garras perversas del
Poder del Gran Hermano.
Ese
Gran Hermano, con la cara oculta del poder filicida, se hizo uno siendo
fratricida. Ese Hermano que manifiesta la Sombra Introyectada del opresor. Esa
misma sombra que nos llena de la culpa indebida, del sentimiento de
culpabilidad por desear la muerte del padre, de ese “Jefe” que no está
dispuesto a ceder nada de su necesidad de control absoluto: de su Horda
Original-Moderna genialmente representada en la película “Los juegos del
Hambre”.
La
sombra del opresor es introyectada en el ser humano con la violencia filicida,
ataca el inconsciente y silencia la palabra como praxis transformadora. Se
convierte en deseo de muerte y la deshumanización se entrelaza con deseos de
eliminación parricida, fratricida, suicida. Y, esa sombra, se expresa como
sentimiento de culpa.
Nuestra
propuesta lejos de ser neutra es directiva, inscrita en un proceso de educación
emancipadora en favor y con –no para – las
desarrapadas del mundo, los oprimidos, los Nadies. O sea, que
proponemos un camino de concientización sabiendo siempre que como afirmó
Freire, “Nadie concientiza a nadie, que los seres humanos se concientizan
–educan- mediatizados por el mundo”, y que nuestro mundo es el de la
explotación, despojo y represión capitalista, pero también el de luchas,
resistencias y organización, el de la Digna Rabia propuesta en la
praxis zapatista.
¿Para
qué sirve la utopía?
Aquí
aparece otro concepto esencial para la construcción de la subjetividad: la
utopía, que es la fuerza que nos da vida y nos ayuda a caminar colocándola en
el horizonte de sueños inalcanzables pero siempre posibles. La utopía se
constituye en un deseo insaciable: como seres inacabados siempre necesitamos ir
más adelante y, por ello, con la utopía no podemos bajar los brazos porque
siempre estaremos en contra de la realidad social y emocional: en el sentido de
que siempre puede y debe ser mejor.
Pero
claro que la relación con un Jefe o Jefa autoritarios no es la misma que con
Jefes mediadores y amorosos, dispuestos a entender, conocer y enseñar ↔ aprendiendo la afectividad de sus hijas; como
tampoco lo es en la relación
con sus hermanos reales o fantaseados: si estas relaciones son de competencia
como agresión por el amor de los padres; de constante búsqueda de eliminar al
hermano llegando si es necesario al fratricidio real o simbólico.[17]
El
acto de justicia, decía Fernando Martínez, también es producto de una renuncia
pulsional a favor del otro y nace cuando se espera que sea correspondida de la
misma manera. Es una transacción que tiene la característica de mantener en
igualdad de circunstancias a dos o más seres humanos que tienen un mismo
derecho y una misma obligación […] Es una especie de arreglo que versaría así:
no te elimino, siempre y cuando tú no intentes eliminarme a mí. Por esta razón,
bien podríamos decir que la justicia no es sólo un acto de moralidad que nos
dignifica, sino que es, además y ante todo, un acto que nace de la necesidad
biológica de supervivencia. De ahí que cuando se comente una injusticia, se
siente como un atentado contra la propia vida.
En
las relaciones familiares, cuando existe mediación amorosa de la madre y del
padre, dispuestos siempre a demostrar su cariño, a impedir el deseo de eliminar
al hermano, es más fácil aceptar las diferencias, a controlar los deseos
eróticos de Tánatos, a mostrar que amor y odio no son dualistas sino que
existen en todo ser humano: podemos controlar deseos de eliminar al hermano,
pero siempre permanece el deseo mismo de hacerlo -que es lo que la
globalización estimula.
La
trampa dualista del parricidio -analizada por Freud en la Horda Original- está
en dar énfasis en su estudio al parricidio, sin mostrar y resaltar el filicidio
permanente del Padre que es el que provoca y luego maneja un sentimiento de
culpabilidad indebidamente inserto en la estructura emocional del ser humano
como sombra del opresor introyectada.
Pero
este proceso no es así porque el primer acto, tanto en la Horda Original como
en Edipo, es filicida. Entonces, la huella inconsciente está mal desplazada y
colocada en la culpa del hijo-hija que mata, real o simbólicamente, al padre.
Y, este, se hace menos culpable porque esa culpabilidad se desplaza en el
enfrentamiento fratricida. El “Jefe” sale indemne como se puede observar
claramente en la película “Los Juegos del Hambre”.
En
la actualidad el Gran Hermano, espejo del “Jefe” de la Horda Original, nos
desplaza una culpa indebida pues quien nos vigila es el Hermano, o sea, ya no
el dualismo filicidio-parricidio sino el fratricidio, hermano-hermano. Un
desplazamiento que deja impune el filicidio porque ahora el problema es con el
hermano y no con el “Jefe”.
Este
dualismo es perverso, es la trampa del poder, de la autoridad
autoritaria-filicida. Por ello, la propuesta de trabajar dialécticamente el
erotismo de Eros y el erotismo de Tánatos. La verdadera culpa estaría tal vez
en no defendernos de esta perversión, en quedarnos calladas, inmovilizadas. En
no salir en defensa de nuestro erotismo de Eros, nunca como dualismo, siempre
como postura de lucha dialéctica y por lo tanto creativa, sabiendo observar y
analizar la fuerza bruta del “Jefe”. Algo así como se narra en la Fábula del
león del Viejo Antonio:[18]
No
es viable responder en forma dualista y primitiva al filicidio del “Jefe”, es
necesaria la organización de la resistencia sabiendo observar lo que es y
significa actualmente, desde la racionalidad racional y la racionalidad
emocional, una regresión a la Horda Original. O sea, la parte primitiva del ser
humana es dualista entre filicidio-parricidio, del erotismo de Tanatos. Y la
organización de la Digna Rabia se rompe ese dualismo, buscando derrotar al
“Jefe”, al “León”, sumiéndolo en sus contradicciones y amarrarlo en su propio
gusto y goce filicida.
¿Cómo
caminan la utopía las/os zapatistas?
[….]
Que dejemos eso del colectivismo (que, además, rima con primitivismo): que
abandonemos esa obsesión por el cuidado de la naturaleza, el discurso de la
madre tierra, la autogestión, la autonomía, la rebeldía, la libertad […] Para
los grandes medios de paga, ellos son los modernos, nosotros los
arcaicos. Ellos son los civilizados, nosotros los bárbaros. Ellos
son los que trabajan, nosotros los haraganes. Ellos son la “gente bien”,
nosotros los parias. Ellos los sabios, nosotros los ignorantes. Ellos son
los limpios, nosotros los sucios. Ellos son los bonitos, nosotros los
feos. Ellos son los buenos, nosotros somos los malos. […] Por eso su
mundo se derrumba. Por eso el nuestro resurge, justo como esa lucecita
que no por pequeña es menor cuando a la sombra abriga.[19]
En
la revisión final de este escrito decidí dedicarlo al Sub Marcos, pues
comprendí la trascendencia de su presencia y de sus escritos para lograr una
mejor “lectura” y transformación de nuestra praxis en la Facultad de Filosofía
y Letras (ffyl).
Pero,
como lo hemos señalamos a lo largo del escrito, la evolución cultural, social y
educativa que nos ha impuesto el Tánatos del Jefe filicida que, en su
perversión, sabe cómo seguir estimulando e imponiendo el fratricidio y
parricidio. Por ello, entre otras cosas, el rechazo a cualquier tipo de
“líder”, de cualquier Jefe que recuerda nuestra memoria consciente e
inconsciente: fundamentalmente la vivencia de la Autoridad-Autoritaria, y su
rechazo es inminente. En las luchas de organización y resistencia no se quiere
aceptar ningún tipo de Jefe, en ocasiones ni de dirección colectiva.
Sin
embargo, la palabra-acción y presencia del vocero del ezln siempre es
bienvenida en nuestra lectura de la realidad: es necesaria para compartir y
entender mejor la construcción de nuestras pequeñas luchas, comprendiendo mejor
la zapatista. El Sub nos ha propuesto siempre una “lectura”
del mundo, con creatividad, claridad, autoridad, coherencia en la nosotridad de
la lucha de resistencia revolucionaria, en la esperanza que avanza en la
organización lejos de vanguardias revolucionaria alguna, de hegemonizar: en el
respeto a la diferencia pero lejos de quedarse en el activismo. Por el
contrario, en la necesidad de pensar la práctica revolucionaria como praxis
colectiva.
La
dirección colectiva tiene un referente de praxis esencial: La Sexta Declaración
de la Selva Lacandona.[20]
Creo
que no es posible esconder, ignorar y no reconocer la importancia del Sub
Marcos en esa praxis colectiva para entender mejor la lucha de su erotismo de
Eros desenmascarando el erotismo de Tánatos: la perversión del poder que
representa al Jefe Autoritario y Filicida, el del Poder del dios del Dinero:
esa maquinaria de guerra que marcha con las ruedas del capitalismo:
explotación, despojo, desprecio, olvido. El ser humano necesita otro tipo de
Jefe y de Jefa, Padre y Madre. Y el Sub Marcos ha sabido estar presente cuando
es necesario, aparecer y desaparecer, hablar y callar: estar dispuesto a vivir
y a morir si el camino de la lucha lo requiere: espero que sea la sociedad
rebelde quien decida si es necesaria su muerte simbólica, pero no su muerte
real en el deseo del Poder Filicida.
En
el espacio de nuestro proyecto de “La lectura de la realidad en el aula. Pensar
la práctica para transformarla”, la praxis colectiva del Sub Marcos nos ha
permitido leer mejor la realidad cultural, escolar, social, familiar, religiosa
y política: a estar atentos para impedir el Autoritarismo del Jefe. Aprendizaje
colectivo que el equipo de nuestro proyecto surgió gracias al ¡Ya
basta! y continúa su camino, guiado con su memoria histórica de
resistencia, organización, dolor, muerte y utopía zapatista. Así en la
celebración de 20 años de su lucha rebelde podemos seguir diciendo:
El
Sub Marcos es quien, desde la hora primera de la larga noche en que
los indígenas morían, recogió su dolor y su olvido. Él era y no era de esas
tierras, en su boca hablan los muertos y en su voz camina la palabra de la
dignidad indígena. “Es y no es en estas tierras: Votán Zapata, guardián y
corazón del pueblo. Votán Zapata, luz que de lejos vino y aquí nació de nuestra
tierra. Votán Zapata, tímido fuego que en nuestra muerte vivió 501 años. Votán
Zapata, nombre que cambia, hombre sin rostro, tierna luz que nos ampara. Vino
viniendo Votán Zapata. Estaba la muerte siempre con nosotros. Muriendo moría la
esperanza. Viniendo vino Votán Zapata. Nombre sin nombre […] Tomó nombre en
nuestro estar sin nombre, rostro tomó de los sin rostro, cielo en la montaña es
[…] Con este nombre son nombrados los sin nombre […]”. En fin, el Sub es
un ser humano cualquiera en este mundo: él es todas las minorías intoleradas,
oprimidas, resistiendo y diciendo “¡Ya basta!”. El Sub es
todo lo que incomodan al poder y a las buenas conciencias.[21] Pero el Sub es
fruto también de una experiencia colectiva, de una siempre Mandar
Obedeciendo.
Durante
estos veinte años también nos han mostrado que es posible –pese a los
pesimismos, pese a muchos teóricos políticos y las marañas de tantos
intelectuales que han negado salida alguna a esta catástrofe que
se llama capitalismo, en su fase neoliberal– la construcción, en la
práctica, de otras formas de vida; de otras formas de relaciones sociales y
económicas; de otra forma de hacer política, contraria a los totalitarismos, no
sólo de derecha, que intentan, a como dé lugar, imponer una unidad uniforme;
han mostrado otra forma de hacer política, cuya fortaleza está basada en la
diversidad de haceres y seres, de luchas, de resistencias. Han demostrado en
estos veinte años que es posible la construcción de nuevos pensamientos, que no
todo está dicho, y que se puede decir mucho más, más allá del pensamiento
occidental eurocentrista, que se puede decir más desde los colores,
olores, sabores de nuestras tierras, desde abajo, desde los excluidos de este
sistema que resistimos.[22]
Estuve
en la primera Escuelita, allá en San Cristóbal, a mitad de año. Lo que escuché
en las palabras y vi en la presencia física de los expositores y las
expositoras zapatistas, jóvenes todos que a la hora de la insurrección tienen
que haber sido niños, fue una tarea larga de organización humana, de cuadros
como se diría en el lenguaje de la izquierda, de hombres y mujeres que saben
explicar y organizar para fines comunes y con palabras comunes para todos.
Eso
no se logra en un día o en un año. Requiere una larga paciencia, saber escuchar
y comprender y una cierta humildad en quienes la practican. Arrogancia y
soberbia son sus enemigos mortales, esas virtudes de quienes nunca han
organizado a nadie, ni en las malas ni en las buenas, pero han hablado y
escribido mucho acerca de sus propias hazañas y personas.[23]
Notas:
[1] Sombra el
guerrero en Subcomandante Insurgente Marcos, Antonio Ramírez y Efraín
Herrera, Noches de fuego y de desvelo. México, Colectivo Callejero,
Canto XI, 2007
[2] Paulo
Freire y Frei Betto. Essa escola chamada vida. Sao Paulo, 4ª edición. Editorial
Ática.
[4] Miguel
Escobar, “Epílogo. La marcha de la palabra hecha flor” en Hilda Varela y Miguel
Escobar, Globalización y utopía, op. cit; Miguel
Escobar, “Poder y filicidio” en Miguel Escobar. Pedagogía Erótica,
Paulo Freire y el ezln, México, Miguel Escobar Editor, 2012. El libro puede
consultarse en pdf: (http://www.lrealidad.filos.unam.mx/).
[5] Pablo
González Casanova, “El movimiento de los indignados empezó en la Lacandona”, en
Gloria Muñoz Ramírez (Compiladora). México, Ediciones Bola de Cristal, S.A. de
C.V., p.31, 2011.
[6] Subcomandante
Marcos, “Oximoron” (LA DERECHA INTELECTUAL Y EL FASCISMO LIBERAL), (http://palabra.ezln.org.mx/comunicados/2000/2000_04.htm).
[7] La
conducta psicopática se puede identificar por su actuar agresivo, su finalidad
es provocar un daño en el otro/a a nivel individual y social: quien la expresa
no tiene la capacidad de soportar la frustración que le produce el no
apoderarse lo que quisiera. Por ello, decide tomarlos por la fuerza y
apropiarse de lo que desea. Este comportamiento genera un daño social y/o
individual porque siempre existirá una víctima despojada o dañada con esa
conducta tanática.
[8] Los
juegos del hambre (The Hunger Games). USA, dirigida por Gary Rossy basada en la novela best-seller del mismo nombre de Suzanne
Collins. Está protagonizada por Jennifer
Lawrence (como Katniss Everdeen), Josh
Hutcherson, Elizabeth
Banks, Liam
Hemsworth y Woody
Harrelson. 2012. La segunda parte: Los
Juegos del Hambre: En llamas (Catching fire: The Hunger Games 2). USA,
dirigida por Francis
Lawrence. 2013.
[9] Fernanda
Navarro, “El otro prólogo” en Textos del Subcomandante Marcos, Relatos
del Viejo Antonio. México, Ediciones Rebeldía, 2011.
[10] Intercambio
epistolar entre Albert Einstein y Sigmund Freud ¿Por qué la
guerra? «Warum Krieg?» [1932] en (http://www.elortiba.org/freud36.html).
[11] Georges
Bataille. El erotismo. México, Tusquets Editores, 2003, p.88.
[12] Roger
Dadoun, La Psychanalyse Politique. París. PUF. 1995.
[13] Ibidem, pp.
111 y 112.
[14] Sombra el
guerrero…, Canto IX.
[15] Roger
Dadoun, Géza Róheim et l’essor de l’anthropologie psychanalytique.
Paris, Petite Bibliothèque Payot, 1972, p. 14.
[16] Roger
Dadoun y Miguel Escobar, “Crueldad y utopía”, Paris, 2013 :
[17] Fernando
Martínez S. “Freud, algunas de sus contribuciones a lo cultural y lo político”,
en Rompan Filas, núm. 43. México, 1999, pp. 26-33.
[18] Subcomandante
Marcos. “El león mata mirando” y “La historia del león y el espejo” en Miguel
Escobar G., “Carta a don Durito desde el salón de clases (primera carta)” y “La
conciencia rebelde” (Tercera carta a don Durito) en Miguel Escobar G. e Hilda
Varela, Globalización y utopía (Prólog de Paulo Freire),
México, ffyl-unam, 2001, pp. 89 a 113 y 132 a 146. Pero esas fabulas pueden
consultarse por internet: (http://ru.ffyl.unam.mx:8080/jspui/bitstream/10391/653/1/2001_Globalizacion_y_Utopia.pdf).
[20] La
Sexta, Sexta Declaración de la Selva Lacandona es esencial
para entender hoy el movimiento zapatista: (http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2005/11/13/sexta-declaracion-de-la-selva-lacandona/).
[21] EZLN. Documentos
y comunicados. México. Ediciones Era, 1994, pp.210-213.
[22] Red
Contra la Represión y por la Solidaridad (RvsR), “Saludo al vigésimo
aniversario del levantamiento zapatista”:http://enlacezapatista.ezln.org.mx/2013/12/31/rvsr-saludo-al-vigesimo-aniversario-del-levantamiento-zapatista/?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+EnlaceZapatista+%28Enlace+Zapatista%29
[23] Adolfo
Gilly, “En el veinte anivesario del ¡Ya basta!”, La Jornada, Martes 31 de
diciembre de 2013.
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