Jorge
Antonio Salinas Cerreño
Hoy en día, existe un reto para enfrentar el mundo, las
personas y las organizaciones tienen disponibles gran cantidad de información y
de conocimientos. El gran problema es ¿Cómo utilizar esta información y
conocimientos para tomar decisiones? Muchos adoptan procesos para tomar estas
decisiones basados esencialmente en su propio criterio formado por su
experiencia personal, es decir, en forma totalmente empírica; otros tantos
adoptan metodologías dadas por expertos profesionales en base a modelos
teóricos, procesamiento de información e
inclusive simulaciones, recreando escenarios, donde se evalúa el impacto de la
decisión y sus posibles consecuencias. Seguramente la mayor parte de los
ejecutivos adoptan formas intermedias para la toma de decisiones combinando
ambos aspectos.
Evidentemente, las decisiones estratégicas están marcadas
por:
- · La velocidad en que se requieren que se tomen,
- · El nivel de riesgo asumido y
- · La disponibilidad de recursos para procesar información y conocimientos.
Ante estas circunstancias, podemos plantearnos una nueva
pregunta: ¿Es cada vez más difícil tomar decisiones en un mundo tan complejo? Para
poder absolver esta interrogante primero tendríamos que definir ¿Qué es
complejidad? A nuestro entender, lo complejo es lo intrincado, lo difícil, es
aquella situación que esta enmarañada de una serie de factores y elementos que
están interactuando entre sí, es lo que requiere gran cantidad de esfuerzo y
concentración para entender sus mecanismos de funcionamiento y hasta donde sea
posible controlar o manejar sus componentes (o por los menos los más
importantes). Lo opuesto a lo complejo
es lo sencillo, lo fácil, lo controlable sin mayor esfuerzo.
Entonces cabría preguntarse sobre la existencia de la
complejidad, ¿realmente existe lo complejo? ¿Es el ser humano el que crea la complejidad?
Podemos señalar que consideramos que sí existe la complejidad. En realidad todo
es complejo y todo es cambiante. El ser humano es quién muchas veces delimita
las variables a intervenir y efectúa razonamientos simplificados para plantear
soluciones aparentes a fin de resolver los problemas que se le presentan en su
camino. Entonces ¿el mundo es cada vez más complejo?, consideramos que no lo
es, simplemente es diferente. Existen otros elementos que aparecen y algunos
que van desapareciendo, es como la vida, que de alguna manera se regenera. Por
ejemplo, en el cálculo matemático, inicialmente solo usábamos nuestra mente, en
otro tiempo se recurría a elementos simples de apoyo como varillas de cálculo, ábacos,
Quipus, reglas de cálculo, etc.; luego se crean las calculadoras y computadoras,
He ahí la paradoja de la complejidad de las matemáticas. ¡No por tener herramientas más
sofisticadas y potentes el cálculo va a ser más simple o complejo¡
En el mundo de hoy, tenemos la posibilidad de manejar más
variables y, por tanto, elevar nuestras
potencialidades; asimismo, podemos efectuar procesos en menor tiempo cada vez
más simples y cómodos. Todo gracias a la tecnología. Lamentablemente como
consecuencia de esa dinámica, somos cada vez más agresivos con el uso de los recursos naturales, al punto
de poner en riesgo el equilibrio biológico y la existencia de algunas especies.
Para acercarnos a una teoría de la complejidad tendríamos
que auxiliarnos de algunos elementos:
- ü En primer lugar tendríamos que definir el campo de actuación (ver FIGURA 1), allí podríamos utilizar el enfoque estructuralista o el enfoque de sistemas, aquí definimos el todo, las partes, si el sistema es abierto o cerrado y cuáles son sus límites.
- ü En segundo lugar pasaríamos al análisis del campo, la descripción de sus elementos, sus potencialidades y sus grados de interacción entre ellos y su influencia en el sistema.
- ü Luego pasaríamos a establecer las interacciones y potencialidades con los agentes externos o del entorno inmediato.
- ü Luego planeamos como controlar e influir en el sistema orientándolo hacia donde queremos que vaya.
FIGURA 1: Campo sistémico complejo donde los
elementos efectúan interacciones.
Fuente. Elaboración propia
Por lo menos para intentar realizar una gestión en
condiciones de complejidad debemos tener en cuenta, los elementos señalados
anteriormente, entendiendo que la complejidad aumenta si se dan los siguientes
supuestos:
- · Si la cantidad de elementos es mayor entonces el sistema es más complejo.
- · Si las interacciones entre los elementos tienen mayor magnitud e impacto entonces el sistema es más complejo
- · Si la incertidumbre y el caos o entropía del sistema aumenta, la complejidad aumenta.
Podemos concluir
señalando lo siguiente: trabajar en complejidad paradójicamente no es complejo,
sino que solo es diferente, la clave está en saber utilizar los métodos y
herramientas conceptuales e intelectuales que nos permitan ver la realidad y
prospectar el futuro.
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