Publicado: 3 feb 2015 10:10 GMT |
Última actualización: 3 feb 2015 10:10 GMT
Hank Hessler, geólogo del Parque Nacional de
Yellowstone (EE.UU.), anunció el pasado día 29 de enero que quedan dos semanas
para que se produzca la erupción de un supervolcán que puede arrasar el
territorio situado en un radio de 1.600 kilómetros.
Pese a la gravedad de la situación, la Casa
Blanca trata de esconder los datos de investigación sobre la
actividad sísmica en la zona. Según publicó el portal Intellihub, citando fuentes anónimas, Washington ordenó al Servicio
Geológico de EE.UU. que persiguiera cualquier filtración de
información sobre el volcán.
Sin embargo los geólogos afirman que hay
abundantes pruebas del peligro que se avecina de forma inminente. Los
especialistas indican que el gas helio-4 ha abierto brechas en la
superficie y está evaporándose, por lo que el nivel del suelo
del parque se ha elevado considerablemente. Además, en 2014 un total de 1.900 sismos sacudieron la zona.
Las
consecuencias de la posible erupción amenazan con la destrucción de
territorio contiguo al supervolcán. Se estima que el territorio situado en un
radio de 160 kilómetros respecto al epicentro de la explosión quedará completamente destruido y
otros 800 kilómetros serán devastados en un 90%. Además, a partir del
territorio destruido surgirá una zona muerta
que se extenderá a lo largo de 1.600 kilómetros.
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