Shirley Ampuero, Mariela Pinza
ALAI AMLATINA,
31/03/2016.- El 23 de marzo se conmemoraron 137 años de la pérdida al acceso
marítimo de Bolivia. La caída de los 144 defensores el Puente Topáter, en la
Batalle de Calama, marcó esta fecha. En La Paz se llevaron a cabo una serie de
actos cívicos donde participaron autoridades, funcionarios públicos, colegios;
entre banderas tricolor y trajes oscuros el sentimiento de reivindicación
marítima se convirtió en una sola voz al grito de ¡Mar para Bolivia! En este
acto de conmemoración, el Presidente Evo Morales hizo un recuento de los
avances hasta ahora logrados en la Corte Internacional de Justicia, las
aspiraciones del país, y mencionó que existen otros temas pendientes, por
ejemplo el uso de las aguas del Río Silala.
El litigio por el
Silala
El conflicto
con Chile en torno a las aguas del Río Silala resurge a partir del anuncio de
Evo Morales de que Bolivia está estudiando “alternativas jurídicas” para
demandar, frente a organismos internacionales, el uso “ilegal” de estas aguas
por parte de Chile. Se trata de un conflicto derivado de la concesión de una
vertiente del Rio Silala a la empresa chilena Bolivian Antofagasta Railway, en
1908. El gobierno boliviano aduce que durante décadas, empresas chilenas han
desviado el cauce natural de esas aguas con destino a Chile[1] [2], y que ello
afecta los intereses de la nación, ya que éste no es un río de aguas
internacionales.
Existe un
ítem sobre la soberanía boliviana sobre estas aguas en la “Agenda de los 13
puntos” acordada en el año 2007 entre Morales y la presidenta de Chile,
Michelle Bachelet. El objetivo de esta agenda era fortalecer la relación
bilateral intentando reconstruir la confianza mutua[3]. Entre los
puntos a tratar se encontraban: seguridad y defensa; libre tránsito;
complementación económica; tema marítimo y en su punto siete: “Silalá y
Recursos hídricos” donde se acordaba una III Reunión del Grupo de Trabajo sobre
el tema para antes de finales de ese año en La Paz[4]. Esta agenda
quedó sin efecto cuando Bolivia, en 2013, demandó a Chile frente a la Corte
Internacional de Justicia de la Haya por el conflicto derivado del reclamo
marítimo, aunque es importante resaltar que las relaciones diplomáticas entre
ambos países están interrumpidas desde el año 1978 por el mismo motivo.
Para Evo
Morales, acudir nuevamente a la Haya ante esta diferencia significa resolver el
conflicto pacíficamente para delimitar la soberanía del país andino: “Como
Chile no quiere resolver (un acuerdo) sobre las aguas del Silala en el
departamento de Potosí, hemos decidido, como un país pacifista, que vamos a
acudir a (la Corte Internacional de Justicia en) La Haya para que Chile respete
nuestra agua del Silala del departamento de Potosí”.[5] Por su
parte el gobierno Chileno, por intermedio de Heraldo Muñoz, Ministro de
Relaciones Exteriores, insistió públicamente que el Río Silala -desde el
“Tratado de Paz y Amistad[6]” de 1904- es
considerado un río internacional, aunque existe documentación que prueba que en
1908 Chile solicitó un permiso a Prefectura de Potosí para poseer una concesión
de las aguas del Silala para mantenimiento de las locomotoras[7].
El conflicto
marítimo
El canciller
chileno ha afirmado la postura de su país respecto de la solución del conflicto
en torno al Silala y la salida al mar: “Chile no acepta amenazas ni diálogo con
condiciones, y quiero recordar que Chile también puede iniciar acciones
judiciales contra Bolivia en las instancias internacionales”. Lo que en estos
momentos se está discutiendo por el lado chileno es si quedarse o retirarse del
Pacto de Bogotá[8], que fue firmado
por veintiún naciones americanas en el año 1948, y es el que habilita con
jurisdicción a la Corte Internacional de Justicia (ICJ) para resolver las
controversias entre los países miembros. Este punto es importante porque en el
mes de Septiembre del año pasado, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de
La Haya sí se declaró competente para tratar la histórica demanda de Bolivia
contra Chile por obtener acceso al océano Pacífico.
Bolivia
tiene varios intereses en conseguir una salida soberana al mar pero, el más
fundamental es evitar las restricciones en el libre tránsito que incluyen: a)
puertos privatizados; b) las cargas bolivianas no cuentan con autonomía ya que
deben ser constantemente revisadas y restringidas según criterios chilenos; c)
monopolio de servicio portuario (Chile privatizó sus puertos en Antofagasta y
Arica a las mismas empresas, limitando la capacidad de elección entre otras
empresas con precios más accesibles); d) cobro por almacenaje de cargas
peligrosas; e) cobro de impuestos a todos los servicios aplicados a la carga
boliviana en tránsito, siendo que Chile concede a otros países exenciones
impositivas y; f) incremento de costos por la habilitación de sitios
extra-portuarios, esto es, los depósitos portuarios para mercancía boliviana se
encuentran alejados de los puertos y, por tanto, se incrementa el gasto de
transporte. En efecto, la exportación boliviana es más costosa que la
exportación chilena o peruana en más de un 50%[9]. No está demás
agregar que Jeffrey Sachs estimó que un país enclaustrado pierde 0.7% de
crecimiento económico anual[10]. Asimismo, el
ex Presidente de la Cámara de Comercio de Bolivia afirmó, en 2003, que el
PIB per cápita tras un acuerdo con Chile lograría
ascender a 9.500 dólares de los 2.232 actuales, es decir, una diferencia de 7.300
dólares[11] .
La relación
entre ambos países es de una tensa calma, que queda expresada cuando comparten
espacios políticos como sucedió en el último encuentro de CELAC, en enero de
este año, cuando el presidente Evo Morales responsabilizó a Chile de
obstaculizar la designación de Bolivia a la presidencia pro tempore de la
Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) para el año 2017. Sin
embargo, ante la falta de diálogo bilateral, Bolivia, una vez más, decide
resolver los conflictos marítimos con el país vecino en un espacio pertinente,
de forma pacífica enmarcado en el plano internacional. En caso de que esta
segunda demanda boliviana ante la CIJ prospere, Chile ya confirmó que
contrademandará al país andino.
- Shirley Ampuero y Mariela Pinza/CELAG
[1] http://www.latercera.com/noticia/politica/2016/03/674-673807-9-las-seis-razones-de-bolivia-para-evaluar-una-nueva-demanda-contra-chile.shtml
[4]
Agenda completa disponible en: http://www.minrel.gob.cl/minrel/site/artic/20080716/pags/20080716180444.html
[5] http://www.paginasiete.bo/nacional/2016/3/27/bolivia-demandara-chile-haya-aguas-silala-91187.html
[6]
Tratado completo disponible en: http://www.historia.uchile.cl/CDA/fh_article/0,1389,SCID%253D15707%2526ISID%253D563%2526PRT%253D15699%2526JNID%253D12,00.html
[7] http://www.paginasiete.bo/nacional/2016/3/27/bolivia-demandara-chile-haya-aguas-silala-91187.html
[8] En
su artículo primero establece: Las Altas Partes Contratantes, reafirmando
solemnemente sus compromisos contraídos por anteriores convenciones y
declaraciones internacionales así como por la Carta de las Naciones Unidas,
convienen en abstenerse de la amenaza, del uso de la fuerza o de cualquier otro
medio de coacción para el arreglo de sus controversias y en recurrir en todo
tiempo a procedimientos pacíficos. Disponible en: http://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/a-42.html
[9]
Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia. 2014.
Libro del Mar. Segunda Edición. Editorial Dirección Estratégica de
Reivindicación Marítima. 57-59.
[10]
Ibid. 58
[11]
Bolpress “Cada boliviano perdería al menos 7.300 dólares al año por la
mediterraneidad. URL:http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2013040908 y
El Deber URL: http://www.eldeber.com.bo/bolivia/chile-publica-video-bolivianos-frontera.html
URL de este artículo: http://www.alainet.org/es/articulo/176436
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