HAY, HERMANOS, MUCHÍSIMO QUÉ HACER
Las oposiciones en las actuales
elecciones, siguiendo la tradicional distinción de derecha – izquierda, es que
ambas ponen en debate como en sus propuestas contrapuestas, el modelo económico
neoliberal. Para la izquierda, la derecha es el continuismo del modelo
neoliberal-fujimontesinismo. Para la derecha, la izquierda es el peligro de la
vuelta del Estado empresario, como el caso venezolano. Ambas oposiciones se dan
dentro del sistema dominante.
La primera impresión que se
tiene dentro de estas oposiciones toleradas, es que un sistema dominante
aguanta todo tipo de ataques mientras no se toque los fundamentos de sus
raíces.
¿Es posible hablar de modelos
económicos como si se tratara de modelos accesorios? ¿Que basta cambiarse para
sentirse nuevo? Nada más falso si comenzamos por el principio y terminamos por
principio.
Históricamente el
desarrollo de la humanidad se ha dado a través de los modos de producción. El
mundo moderno de hoy, solo conoce dos modos de producción: el modo de
producción capitalista y el modo de producción socialista. Aquí carece de valor
las oposiciones toleradas, parlamentarias, de derecha o de izquierda. Son dos
posiciones definidas.
El modo de producción de hoy, en
quiebra material y espiritual, es el sistema capitalista, que ha dejado de
coincidir con el progreso porque no es más creador de fuerzas productivas, más
bien se ha convertido en un freno para el desarrollo de las nuevas fuerzas
productivas. La economía peruana gira en torno de ese capitalismo, solo como
una economía de capitalismo marginal, es decir, como depósito de materias
primas, mercado para su manufactura y mercado para las inversiones de sus
capitales en beneficio propio. El capital extranjero no tiene ningún interés en
desarrollar la industria nacional. Aquí está la razón del por qué a pocos años
de cumplir 200 años de vida republicana, el Perú sigue siendo un país DESINDUSTRIALIZADO,
DESAGRARIZADO, de INFORMALIDAD LABORAL. Hoy más que nunca se debe hundir la
mirada en esta realidad profunda que claramente nos dice que LA ECONOMÍA PERUANA
ES UNA ECONOMÍA COLONIAL, malgrado su supuesta independencia
política. Es esta la fuerza del ESTADO que tenemos enfrente en cada una
de las elecciones van, elecciones vienen, con los candidatos a granel y la
democracia vigilada, reglamentada. A este terreno hay que conducir el debate,
la polémica. El determinismo económico está listo, solo le falta su
complemento, el volitismo político.
Si el debate toma una nueva
dirección, tirando al tacho la dirección de los lugares comunes aún campantes,
de seguro encontraremos la integración de la idea común y un rumbo solidario en
el Cambio Social. Por eso, la Preparación de la Organización es
la tarea urgente de hoy.
Héctor Félix Damián
20.04.16
COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
21 de abril de 2016
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