Hace año y medio, la administración Erdogan
se veía sacudida por dos grandes escándalos. El actual
presidente turco logró salir de aquella situación destituyendo a
350 policías y magistrados. Pero Estados Unidos y Rusia han
decidido deshacerse de este personaje, ya convertido en dictador. En
ese contexto, el mítico fiscal de Manhattan acaba de ordenar
la detención del hombre de negocios que organizó una gigantesca
malversación de fondos por cuenta del AKP.
Red
Voltaire | Damasco (Siria) | 1ro de abril de 2016
En junio
de 2015, como si nada hubiera sucedido, el ministro turco de Economía,
Nihat Zeybekci, y el viceprimer ministro, Numan Kurtulmus, entregan
un premio al hombre de negocios turco-irano-azerí Reza Zarrab, acusado de
haber blanqueado 2 800 millones de dólares por cuenta del AKP,
partido en el poder.
El 17 de diciembre de 2013, aprovechando un viaje
del entonces primer ministro Recep Tayyip Erdogan a Pakistán,
la justicia turca arrestaba 91 sospechosos, 26 de los cuales fueron
enviados a los tribunales. Según los magistrados, aquellos individuos habían creado
una organización criminal para burlar el embargo estadounidense contra
Irán y blanquear fondos malversados en detrimento de la República
Islámica.
Entre los sospechosos había un hombre de negocios
turco-irano-azerí, los hijos de los ministros turcos de Economía,
de Medio Ambiente y del Interior, el ex negociador para
la adhesión de Turquía a la Unión Europea, así como
el director del principal banco público del país y un magnate de la
actividad inmobiliaria.
Entre marzo de 2012 y junio de 2013, los
sospechosos habían transferido, directamente o a través de los Emiratos
Árabes Unidos, 13 000 millones de dólares en oro. A cambio,
habían vendido hidrocarburos iraníes en el mercado internacional.
Y de paso, habían malversado 2 800 millones de dólares
en comisiones que al parecer habían compartido con altos funcionarios
iraníes y con dirigentes del AKP.
El escándalo fue tomado muy en serio del lado
iraní. El 30 de diciembre de 2013, fue detenido uno de los
hombres de negocios más poderosos de Irán, Babak Zanjani. Sometido a juicio,
el 6 de marzo de 2016, Zanjani fue condenado a muerte por robo,
corrupción, fraude, contrabando y atentado contra la seguridad del Estado.
Otros dos iraníes, Camelia Jamshidy y Hossein Najafzadeh, están
prófugos.
Días después de aquel primer escándalo, el 26 de
diciembre, estalló otro: el juez Muammer Akkas sacaba a la luz los
encuentros secretos del entonces primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, y dos
de sus hijos, Bilal y Burak, con el tesorero de al-Qaeda, Yaseen Al-Qadi,
cuyo nombre aparece en la lista de personas buscadas por la ONU.
Las fuerzas del orden debían haber arrestado a los acusados, pero
la policía de Estambul se negó a ejecutar las órdenes de arresto y el
magistrado fue destituido.
En respuesta a las investigaciones, Recep Tayyip Erdogan
denunció una operación orquestada por su ex aliado, el islamista
Fethullah Gulen, residente en Estados Unidos, y respaldada
o posiblemente teledirigida por el embajador estadounidense y
ex responsable de la inteligencia en el Departamento de Estado, Francis
Ricciardone Jr. El señor Erdogan incluso acusó a Fethullah Gulen
y la CIA de haber creado una estructura paralela dentro del Estado turco.
También destituyó a 350 policías y magistrados que habían participado en
la creación del AKP y que representaban la corriente favorable a Gulen en el
seno de ese partido.
Los acontecimientos se sucedían muy rápidamente en
aquel momento. Apareció un video donde podía verse a Alí Erdogan, sobrino
y guardaespaldas del primer ministro, dando instrucciones a varios policías
para que maltrataran a opositores que habían sido detenidos. Luego apareció una
grabación de audio donde se oía al primer ministro Erdogan avisando a
su hijo Bilal para que escondiera 30 millones de dólares que tenía en
su domicilio porque la policía iba a registrar el lugar. El comisario
de policía de Ankara, a cargo de los casos de corrupción, Hakan Yuksekdag,
fue encontrado muerto y sus colegas afirmaron, muy rápidamente, que
se trataba de un suicidio, etc.
Pero ahora vuelven los dolores de cabeza para el
hoy presidente Erdogan. El 21 de marzo de 2016, el hombre de
negocios turco-irano-azerí Reza Zarrab (en turco Riza Sarraf)
fue detenido en Miami y encarcelado por orden del implacable
fiscal de Manhattan, Preet Bharara, quien sirvió de modelo para la serie
de televisión Billions.
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