Que
el encono personal
no
nos nuble el pensamiento
y
no vele nuestras mejores ideas
ni
a uno ni a otro, querido amigo
Gustavo
Pérez Hinojosa
25
de Marzo de 2008
Como todo tiene su comienzo
y tiene su final, después de cuatro años de perseverante preparación llega a su
culminación la Gran Conmemoración del Aniversario 80 de
la Creación Heroica de José Carlos Mariátegui. También ahora, como
para la Gran Conmemoración de su Centenario, la Familia
Mariátegui tiene rol destacado en esta gran labor, así como personalidades de
la intelectualidad peruana y del exterior, y organizaciones, grupos sociales y
foros que activan en torno a la teoría y práctica del Socialismo Peruano. Así,
esta Gran Conmemoración dejará también su huella histórica.
En toda gran actividad se
concentra lo positivo y lo negativo. Y más aún si se trata del destino de un
pueblo y de su objetivo central. El sistema dominante siempre está preparado y
siempre trata de provocar disensiones en el campo adversario, para poder
manejar libremente su propia crisis. Esto ha quedado claro en este largo
intercambio, donde aparecen y desaparecen figurines y figurones de toda
especie. Es la primera lección que debemos aprender qué se esconde tras sus
interferencias.
Visto así el panorama, es
hasta natural que en este proceso hayan surgido incomprensiones acerca del
proceso de la Gran Conmemoración. Y que hayan surgido temas
aparentemente afines obnubilando el motivo central. Por supuesto, los pleitos
de sabidurías han estado a la orden del día, lo que acrecienta las
contradicciones internas. Todo es fiel reflejo de nuestra idiosincrasia en lo
negativo.
Pero seguir obstinadamente
el objetivo es también característica positiva de quienes siguen el camino
elegido, sin perder tiempo en provocaciones. Es la segunda lección que debemos
aprender.
El Documento
Central es el más importante de cuantos haya producido este proceso.
Se ha avanzado de menos a más, lo que constituye la tercera lección para
aprender. Con sus tres temas: Posición ante el Socialismo Internacional, ante
el Socialismo Peruano, ante las Tareas del Socialismo Peruano, sienta una nueva
base para indicar un nuevo proceso. Cierra una etapa y abre otra.
En este proceso unos se han
alejado, otros se han acercado. Es resultado natural, pues la criba, la
selección siempre es así, y nuestra experiencia histórica así lo certifica.
Pero se ha logrado lo fundamental, saber quiénes son ahora afines y quiénes son
dispares.
Los que han callado, los
ausentes en este proceso, han perdido una gran oportunidad. Los que han estado
en contra sin aportar su propio proyecto no han podido dejar la corriente del
“¡de qué se trata para oponerme!” No son sino parte de la mediocre oposición
protestataria. Así, esta cosecha es la cuarta lección que debemos aprender.
Pero la Gran
Conmemoración no ha podido tener proyección internacional, no ha
podido tener proyección nacional, no ha podido tener proyección capitalina,
aunque esto no desmerece el inmenso esfuerzo de sus activistas presenciales.
Muy a su pesar, una abrumadora mayoría aún está ausente del proceso, aunque más
por responsabilidad propia que por ajena. Pero, los que ahora quedan ¿acaso no
expresan que “de la chispa surge la flama”? Es la quinta lección de esta gran
labor.
José Ingenieros escribió
acerca de Los Forjadores, Lázaro Ludovico Zámenhof escribió acerca
de El Camino. Ambos son temas que vienen como anillo al dedo para
esta Gran Conmemoración. El repasarlos ahora de seguro reforzará
nuestra convicción de “Seguir por el Camino de Mariátegui para el
Resurgimiento del Perú” Entonces, en esta nueva etapa sigamos por nuestro
Camino Propio porque “Hay hermanos, muchísimo qué hacer”
Ramón
García Rodríguez
7
de octubre de 2008
LOS FORJADORES DE IDEALES
EL CLIMA DEL GENIO
La desigualdad es la fuerza
y la esencia de toda selección. No hay dos lirios iguales, ni dos águilas, ni
dos orugas, ni dos hombres, todo lo que vive es incesantemente desigual. En
cada primavera florecen unos árboles antes que otros, como si fueran preferidos
por la Naturaleza que sonríe al sol fecundamente; en ciertas etapas de la
historia humana, cuando se plasma un pueblo, se crea un estilo, o se formula
una doctrina, algunos hombres excepcionales anticipan su visión a la de todos,
la concretan en un ideal y la expresan de tal manera que perdura en los siglos.
Heraldos, la humanidad los escucha; profetas, los cree; capitanes, los sigue;
santos, los imita. Llenan una era o señalan una ruta, sembrando algún germen
fecundo de nuevas verdades, poniendo su firma en destinos de razas, creando
armonías, forjando bellezas.
La genialidad es una
coincidencia. Surge como chispa luminosa en el punto donde se encuentran las
más excelentes aptitudes de un hombre y la necesidad social de aplicarlas al
desempeño de una misión trascendental. El hombre extraordinario sólo asciende a
la genialidad si encuentra clima propicio, la semilla mejor necesita de la
tierra más fecunda. La función reclama el órgano: el genio hace actual lo que
en su clima es potencial.
Ningún filósofo, estadista,
sabio o poeta alcanza la genialidad mientras en su medio se siente exótico o
inoportuno; necesita condiciones favorables de tiempo y de lugar para que su
aptitud se convierta en función y marque una época en la historia. El ambiente
constituye el “clima” del genio y la oportunidad marca su “hora”. Sin ellos,
ningún cerebro excepcional puede elevarse a la genialidad; pero el uno y la
otra no bastan para crearla.
Nacen muchos ingenios
excelentes en cada siglo. Uno entre cien, encuentra tal clima y tal hora que
los destina fatalmente a la culminación; es como si la buena semilla cayera en
terreno fértil y en vísperas de lluvias. Ése es el secreto de su gloria;
coincidir con la oportunidad que necesita de él. Se entreabre y crece, sintetizando
un ideal implícito en el porvenir inminente o remoto: presintiéndolo,
imponiéndolo.
La obra de genio no es
fruto exclusivo de la inspiración individual, ni puede mirarse como un feliz
accidente que tuerce el curso de la historia; convergen a ello las aptitudes
personales y circunstancias infinitas. Cuando una raza, un arte, una ciencia o
un credo preparan su advenimiento o pasan por una renovación fundamental, el
hombre extraordinario aparece, personificando nuevas orientaciones de los
pueblos o de las ideas. Las anuncia como artista o profeta, las desentraña como
inventor o filósofo, las emprende como conquistador o estadista. Sus obras le
sobreviven y permiten reconocer su huella, a través del tiempo. Es rectilíneo e
incontrastable: vuela y vuela, superior a todos los obstáculos, hasta alcanzar
la genialidad. Llegando a deshora ese hombre viviría inquieto, luctuante,
desorientado, sería siempre intrínsecamente un genio, podría llegar al talento
si se acomodara a alguna de sus vocaciones adventicias, pero no sería un genio,
mientras no le correspondiera ese nombre por la obra realizada.
No podría serlo desde que
le falta la oportunidad en su ambiente. Otorgar ese título a cuantos descuellan
por determinada aptitud, significa mirar como idénticos a todos los que se
elevan sobre la medianía; es tan inexacto como llamar idiotas a todos los
hombres inferiores. El genio y el idiota son los términos extremos de la escala
infinita. Por haberlo olvidado mueven a risa las estadísticas y las
conclusiones de algunos antropólogos. Reservemos el título a pocos elegidos.
Son animadores de una época, transfundiéndose algunas veces en su generación y
con más frecuencia en las sucesivas, herederas legítimas de sus ideas o de su
impulso.
La adulación prodiga a
manos llenas el rango de genio a los poderosos; imbéciles hay que se lo otorgan
a sí mismos. Hay, sin embargo, una medida para apreciar la genialidad si es
legítima, se reconoce por su obra, honda en su raigambre y vasta en su
floración.
Si poeta, canta un ideal; si
sabio, lo define; si santo, lo enseña; si héroe, lo ejecuta.
Pueden adivinarse en un
hombre joven las más conspicuas aptitudes para alcanzar la genialidad; pero es
difícil pronosticar si las circunstancias convergerán a que ellas se conviertan
en obras. Y mientras no las vemos, toda apreciación es caprichosa. Por eso, y
porque ciertas obras geniales no se realizan en minutos, sino en años, un
hombre de genio puede pasar desconocido en su tiempo y ser consagrado por la
posteridad. Los contemporáneos no suelen marcar el paso a compás del genio,
pero si éste ha cumplido su destino, una nueva generación estará habilitada
para comprenderlo.
En vida, muchos hombres de
genio son ignorados, proscritos, desestimados o escarnecidos. En la lucha por
el éxito pueden triunfar los mediocres, pues se adaptan mejor a las modas
ideológicas reinantes, para la gloria sólo cuentan las obras inspiradas por un
ideal y consolidadas por el tiempo que es donde triunfan los genios. Su
victoria no depende del homenaje transitorio que pueden otorgarle o negarle los
demás, sino de su propia capacidad para cumplir su misión. Duran a pesar de
todo, aunque Sócrates beba cicuta, Cristo muera en la cruz o Bruno agonice en
la hoguera; fueron los órganos vitales de funciones necesarias en la historia
de los pueblos o de las doctrinas. Y el genio se conoce por la remota eficacia
de su esfuerzo o de su ejemplo, más que por frágiles sanciones de los
contemporáneos.
La magnitud de la obra
genial se calcula por la vastedad de su horizonte y la extensión de sus
aplicaciones. En ello se ha querido fundar cierta jerarquía de los diversos
órdenes del genio, considerados como perfeccionamientos extraordinarios del
intelecto y de la voluntad.
Ninguna clasificación es
justa. Variando el clima y la hora puede ocurrir la aparición de uno u otro
orden de genialidad de acuerdo con la función social que la suscita, y siendo
la más oportuna, es siempre la más fecunda. Conviene renunciar a toda
estratificación jerárquica de los genios, afirmando su diferencia y admirándolos
por igual: más allá de cierto nivel todas las cumbres son excelsas. Nadie, si
no fueran ellos mismos, podría creerse habilitado para decretarles rangos y
desniveles. Ellos se despreocupan de estas pequeñeces; el problema es insoluble
por definición.
Ni jerarquía ni especies:
la genialidad no se clasifica. El hombre que la alcanza es el abanderado de un
ideal. Siempre es definitivo: es un hito en la evolución de su pueblo o de su
arte. Las historias adocenadas suelen ser crónicas de capitanes y conquistadores,
las otras formas de genialidad entran en ellas como simples accidentes. Y no es
justo. Homero, Miguel Ángel, Cervantes y Goethe vivieron en sus siglos más
altos que los emperadores; por cada uno de ellos se mide la grandeza de su
tiempo. Marcan fechas memorables, personificando aspiraciones inmanentes de su
clima intelectual. El golpe de ala es tan necesario para sentir o pensar un
credo como para predicarlo o ejecutarlo: todo ideal es una síntesis. Las
grandes transmutaciones históricas nacen como videncias líricas de los genios
artísticos, se transfunden en la doctrina de los pensadores y se realizan por
el esfuerzo de los estadistas; la genialidad deviene función en los pueblos y
florece en circunstancias irremovibles, fatalmente.
La exégesis del genio sería
enigmática si se limitara a estudiar la biología de los hombres geniales. Ésta
sólo revela algunos resortes de su aptitud y no siempre evidentes. Algunos
pesquisan sus antepasados, remontando si pueden en los siglos por muchas
generaciones, hasta apelmazar un puñado de locos y degenerados, como si en la
conjunción de los siete pecados capitales pudiera estallar la chispa que
enciende el ideal de una época. Eso es convertir en doctrina una superchería,
dar visos de ciencia a falaces sofismas.
Ni, por esto, veremos en
ellos simples productos del medio, olvidando sus singulares atributos. Ni lo
uno ni lo otro. Si tal hombre nace en tal clima y llega en tal hora oportuna,
su aptitud preexistente, apropiada a entrambos, se desenvuelve hasta la genialidad.
El genio es una fuerza que
actúa en función del medio. (Págs 195-199)
Nota: Éste es el inicio del CAPÍTULO VIII con que
termina EL HOMBRE MEDIOCRE, de José Ingenieros. Es una guía para
quien desee analizar la biografía de José Carlos Mariátegui y comprender
su Creación Heroica. Se presenta como parte de una Trilogía
Conmemorativa: El Forjador, El Camino, (La Vojo en Esperanto) en homenaje
al Iniciador del Socialismo Peruano.
Ragarro
07.10.08
EL CAMINO
Tras densa tiniebla deslumbra el objetivo,
al que con coraje nos encaminamos
Similar a estrella en nocturno cielo,
la dirección nos señala.
Y no nos atemorizan nocturnos fantasmas,
ni golpes del destino, ni mofas humanas,
porque claro, recto y muy definido
él es el camino elegido
Sembramos, sembramos, jamás nos cansamos,
en tiempos venideros pensando.
Cien semillas perdemos, mil semillas perdemos
Sembramos, sembramos, constantes.
“¡Oh cesad!” burlando los hombres reprochan
“¡No cesen, no cesen”! en el corazón nos resuena.
“¡Con obstinación, adelante! Los nietos os
bendecirán
si ustedes con paciencia resisten hasta el final”
¡Sólo rectos, corajudos y sin torcernos
iremos al camino propuesto!
Hasta una gota pequeña, constante golpeando,
horada el monte granítico.
Esperanza, obstinación y paciencia
he ahí los signos, por cuya potencia
paso a paso, después de larga labor,
lograremos el objetivo con gloria.
Lazaro
Ludovico Zamenhof
(1859-1917)
LA VOJO
Tra densa mallumo briletas la celo,
Al Kiu Kurag’ ni iras
Simile al stelo en nokta c’ielo
Al ni la direkton g’l diras
Kaj nin ne timigas la noktaj fantomoj,
nek batoj de I’sorto, nek mokoj de I’homoj,
c’ar klara kaj rekta kaj tre difinita
g’l estas, la voj’ elektita.
Ni semas kaj semas, neniam lacig’as,
pri tempoj estontaj pensante.
Cent semoj perdig’as, mil semoj perdig’as
Ni semas kaj semas konstante.
“¡Ho, c’esul!” mokante la homoj admonas-
“Ne c’esu, ne c’esul” en kor’al ni sonas:
“Obstine antaúen! La nepoj vin vemos,
se vi pacience eltenos.”
Nur rekte, kurag’e kaj ne flankig’ante
Ni iru la vojon celitan!
Ec’ guto malgranda, konstante frapante,
Traboras la monton granitan
L’espero, l’obstino kaj la pacienco-
jen estas la signoj, per kies potenco
ni
pas’o post pas’o, post longa laboro,
Atingos la celon en gloro.
(Original en Esperanto)
Lazaro
Ludoviko Zamenhof
(1859-1917)
JOSÉ
CARLOS MARIÁTEGUI
Y SU
CREACIÓN
HEROICA
I Cronología Sumaria |
01 |
1894 |
14.06 |
Nace en Moquegua - Perú |
02 |
1902 |
8 a. |
Baldado de la pierna izquierda |
03 |
1909 |
15 a. |
Trabaja en imprenta. Primer artículo: Defensa de Pablo Iglesias |
04 |
1917 |
23 a. |
Maximalismo Peruano, definición del Socialismo Peruano |
05 |
1918 |
24 a. |
Nuestra Época, “revista de combate” |
06 |
1919 |
25 a. |
La Razón, “diario proletario” |
07 |
1919 |
25 a. |
Deportado a Europa |
08 |
1923 |
29 a. |
Regresa al Perú: “soy partidario ( ) del Frente Único Proletario” |
09 |
1924 |
30 a. |
Pierde la pierna derecha: en silla de ruedas de por vida |
10 |
1926 |
32 a. |
Amauta, revista “de doctrina, arte, literatura, polémica” |
11 |
1928 |
34 a. |
Creación Heroica en Teoría y Práctica |
12 |
1930 |
16.04 |
Fallece en Lima - Perú: Admonición Trascendental |
II Polémica Básica 1.- Contra el Anarquismo Sindicalista 2.- Contra el Indigenismo Restauracionista 3.- Contra el Nacionalismo Anti-internacionalista 4.- Contra el Internacionalismo Anti-nacionalista |
III Lucha Social |
1.- Reivindicativa: Derecho al Trabajo
Emancipado, a la Vida Digna, al Cambio Social |
2.- Electoral: Para agitación y Propaganda
Clasista |
3.-Insurgente: Armas-Programa-Doctrina |
IV Creación Heroica: I Teoría |
|
1.- Construcción Ideológica: |
Defensa del Marxismo |
2.- Construcción Teórica: |
7 Ensayos de
Interpretación de la Realidad Peruana |
3.- Construcción Política: |
Ideología y Política en el Perú |
4.-Construcción Orgánica: |
Invitación a la Vida Heroica |
V Creación
Heroica: II Práctica |
|
18.03.23 |
Frente Único Proletario:
Programa Mínimo, Reivindicativo |
07.10.28 |
Partido Socialista Peruano:
Programa Máximo, Prospectivo |
10.11.28 |
Labor, quincenario “de
información e ideas” |
01.05.29 |
CGTP Confederación General de
Trabajadores del Perú, Manifiesto |
Ramón
García Rodríguez
07.10.04
Nota.- Se vuelve a difundir 20 años después, cuatro lustros después,
considerando que aún conserva plena actualidad.
Dedicado especialmente a las Nuevas Oleadas de Activistas NOA
Ragarro
07.10.24
COLECTIVO
PERÚ INTEGRAL
07 de
octubre 2024
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