martes, 8 de octubre de 2024

ORGANIZACIÓN Y PLANEACIÓN (9): MAX WEBER, ECONOMÍA Y SOCIEDAD, 1921

 


9. Partidos


18. Llamamos partidos a las formas de "socialización" que descansando en un reclutamiento (formalmente) libre, tienen como fin proporcionar poder a sus dirigentes dentro de una asociación y otorgar por ese medio a sus miembros activos determinadas probabilidades ideales o materiales (la realización de fines objetivos o el logro de ventajas personales o ambas cosas). Pueden ser formas de "socialización" efímeras o de cierta duración, y aparecer como asociaciones de toda clase y forma: séquitos carismáticos, servidumbres tradicionales y adeptos racionales (racionales con arreglo a fines, racionales con arreglo a valores, "según una concepción del mundo"). El acento de su orientación puede inclinarse más hacia intereses personales o más hacia fines objetivos. Prácticamente pueden dirigirse, oficialmente o de hecho, de un modo exclusivo al logro del poder para el jefe y la ocupación de los puestos administrativos en beneficio de sus propios cuadros (partido de patronazgo). O pueden estar dirigidos predominantemente y de modo consciente por intereses de estamentos o clases (partidos, estamentales y clasistas), por fines objetivos concretos o por principios abstractos (partidos ideológicos = concepciones del mundo). La conquista de los puestos administrativos en favor de sus miembros  suele ser por lo menos un fin accesorio y los "programas" no es raro que sólo sean medio de reclutamiento para los que están fuera.


   Lógicamente los partidos sólo son posibles dentro de una asociación, la dirección de la cual pretenden conquistar o influir; sin embargo, son posibles las uniones de partidos de varias asociaciones y no raras.


   Los partidos pueden emplear toda clase de medios para el logro del poder. Allí donde el gobierno depende de una elección (formalmente) libre y las leyes se hacen por votación, son fundamentalmente organizaciones para el reclutamiento de votos electorales; y puesto que se trata de votaciones dentro de una dirección predeterminada son así partidos legales. Estos significan siempre prácticamente, por consecuencia de su fundamento teóricamente voluntario (reclutamiento libre), que la actividad de la política es una actividad de "interesados" (en esto no nos referimos al concepto de interesados "económicos"; se trata de interesados políticos, o sea, ideológicamente o en el poder orientados como tales). Es decir; que el partido está en manos de: 


a) los dirigentes y de un estado mayor -al lado de los cuales

b) aparecen los miembros activos, la mayor parte de los cuales sólo como aclamantes y en ciertas circunstancias  como instancias de control, de amonestación, de discusión o de reorganización en caso de transformaciones rápidas del partido, mientras que

c) las masas no activamente asociadas (de electores y votantes) sólo son objeto de solicitación en épocas de elección o votación ("simpatizantes"); y la opinión de los mismos sólo interesa como medio de orientación para el trabajo de reclutamiento del cuadro dirigente en los casos de lucha efectiva por el poder. 

Regularmente permanecen ocultos

d) los mecenas del partido.


   Otros tipos de partidos distintos de los organizados como asociación legal-formal, pueden ser, sobre todo:


a) Partidos carismáticos: disensiones sobre la cualidad carismática de los que rigen: sobre el jefe carismático "verdadero". (Forma: cisma)

b) Partidos tradicionalistas: disensiones respecto al modo de ejercicio del poder tradicional en la esfera de la gracia y arbitrio libre del señor. (Forma: obstrucción, o revueltas abiertas contra "innovaciones")

c) Partidos doctrinales: por lo regular, aunque no inevitablemente, idénticos a los de la letra a: disensiones sobre contenidos de doctrina o de concepción del mundo. (Forma: herejía, que también puede presentarse en partidos racionales -socialismo)

d) Partidos de mera apropiación: disensiones con el que manda y su cuadro administrativo sobre la manera de apropiación de los cuadros administrativos; con frecuencia idénticos (aunque naturalmente no de un modo necesario) a los tratados en la letra b)


   Según su organización los partidos pueden pertenecer a los mismos tipos que las demás asociaciones; o sea, estar orientados de un modo carismático-plebiscitario (fe en el caudillo) o tradicional (apego al prestigio social del señor o del vecino prominente) o racional (adhesión al dirigente y a su cuadro administrativo nombrado "con arreglo a la ley"); y esto tanto por lo que se refiere a la obediencia del partidario como a la del cuadro administrativo mismo.


   El detalle de todo esto pertenece a la sociología del Estado.


  Económicamente, el financiamiento del partido es una cuestión central para determinar la dirección material de la conducta del partido y cómo se reparte su influencia; es decir, si proviene de contribuciones pequeñas de las masas, de un mecenazgo ideológico, de compra (directa o indirecta) interesada o de imposiciones sobre las probabilidades proporcionadas por el partido o sobre los enemigos sometidos -toda esta problemática en sus particularidades pertenece a la sociología del Estado.


   1. Ex definitione sólo existen partidos dentro de asociaciones (política u otras) y en la lucha por su dominación; dentro de los partidos pueden darse de nuevo subpartidos y existen con mucha frecuencia (como formas de "socialización" de carácter efímero; de modo típico, en toda campaña de designación de candidatos para la presidencia en los partidos norteamericanos; como formas duraderas, por ejemplo, los llamados "jóvenes liberales" en la política alemana). Como ejemplo de uniones de partidos entre asociaciones puede citarse, de una parte, los güelfos y gibelinos (carácter estamental) en la Italia del siglo XIII y, por otra, los socialistas modernos (carácter clasista).


   2. La característica del reclutamiento (¡formalmente!) libre, del fundamento (formalmente, desde el punto de vista de las normas de la asociación) voluntarista del partido se considera aquí como lo esencial y significa en todo caso una diferencia sociológicamente decisiva frente a toda clase de formas de "socialización" prescritas y reguladas por parte de las ordenaciones de una asociación. Aun allí donde la ordenación de la asociación estatal se da por enterada de la existencia de los partidos -como en los Estados Unidos y en el sistema proporcional alemán- o incluso emprende la regulación de su constitución, permanece, sin embargo, inalterado el factor voluntarista. Cuando un partido se convierte en una forma de "sociedad" cerrada, articulada en los cuadros administrativos por virtud de las ordenaciones de una asociación -como ocurrió, por ejemplo, con la parte "güelfa" en los estatutos florentinos del siglo XIV- entonces ya no existe propiamente un "partido", sino una asociación que constituye parte integrante de la asociación política.


   3. Los partidos en una asociación de dominación genuinamente carismática son necesariamente sectas cismáticas, su lucha es una lucha de creencias y como tal no puede resolverse de un modo definitivo. Lo mismo puede darse en una asociación rigurosamente patriarcal. Estas dos especies de partidos, cuando se dan en forma pura, nada tienen normalmente que ver con los partidos en su sentido moderno. Los grupos de pretendientes a feudos y cargos que se reúnen en torno a un pretendiente al trono se enfrentan típicamente en las asociaciones estamentales y carismático-hereditarias usuales. Séquitos personales predominan también en las asociaciones de administración honoraria (ciudades-estados aristocráticas) , pero asimismo en muchas democracias. Los partidos sólo alcanzan su tipo moderno en el Estado legal con su constitución representativa. La exposición continúa con más detalles en la sociología del Estado.


   4. Pueden tomarse como ejemplos clásicos de puros partidos de patronazgo en el Estado moderno a los dos grandes partidos norteamericanos en estas últimas generaciones. Ejemplos de partidos con fines objetivos o con una "concepción del mundo" se nos ofrecen en los antiguos conservadores, los antiguos liberales y la antigua democracia burguesa, posteriormente en la "socialdemocracia" -en todos ellos con una fuerte dosis de intereses de clase- y en el partido del centro (en Alemania), éste último desde que logró casi todas sus pretensiones, se fue transformando muy marcadamente en un puro partido de patronazgo. En todos ellos, incluso en los puros partidos de clase, suele ser decisivo en la conducta de los jefes y de su estado mayor su propio interés (ideal material) en el poder, en la distribución de los cargos y en su propio acomodo, mientras que la consideración de los intereses del electorado sólo tiene lugar en la medida en que sea inevitable so pena de poner en peligro las probabilidades electorales. Esto último es uno de los motivos que explican la animosidad contra los partidos.


   5. Sobre las formas de organización de los partidos se tratará separadamente. A todas es común lo siguiente: un núcleo de personas tiene en sus manos la dirección activa, o sea la formulación de las consignas y la elección de los candidatos; a éstos se unen "correligionarios" con un papel esencialmente más pasivo y por último el resto de los miembros  de la asociación sólo juega un papel de objeto, quedándole únicamente la elección entre los varios candidatos y programas que ante ellos presenta el partido. Esta situación de hecho es inevitable en los partidos a consecuencia de su carácter voluntarista y muestra lo que aquí hemos llamado actividad de "interesados" (entendiéndose por tales, como ya se ha dicho, los interesados "políticos", no los "materiales"). Esto da pie al segundo cargo contra el sistema de los partidos en cuanto tal, y constituye la afinidad "formal" de la profesión política (dentro de un partido) con la profesión de capitalista, que descansa igualmente en un reclutamiento formalmente libre del trabajo.


   6. El mecenazgo como base financiera no es en modo alguno exclusivamente propio de los partidos "burgueses". Paul Singer, por ejemplo, era un mecenas de gran estilo (por lo menos de carácter humanitario) del partido socialista (y hasta donde se puede saber, un mecenas de la intención más pura). Toda su posición en la presidencia del partido se debía a ello. La revolución rusa (Kerenski) fue financiada (a través de los partidos) por grandes mecenas moscovitas. Otros partidos alemanes (de la "derecha"), por la industria pesada; y el centro, ocasionalmente, por multimillonarios católicos.


   Las finanzas de los partidos constituyen para la investigación, por razones, comprensibles, el capítulo menos claro de su historia y, sin embargo, uno de los más importantes. Parece probable que en algunos casos "se compra" lo que se llama una "máquina" (caucus: sobre el concepto luego). Por lo demás, hay que elegir que entre los candidatos carguen con la parte leonina de los gastos electorales (sistema inglés) -resultado: plutocracia de los candidatos- o el empleo de la machine -resultado: dependencia de los candidatos de la burocracia del partido. Con una u otra forma ha ocurrido así desde que los partidos existieron como organizaciones duraderas, tanto en la Italia del siglo XIV como en la Alemania actual. Estas cosas no debieran ocultarse con frases. El financiamiento de un partido tiene ciertamente límites en su poder: en definitiva sólo puede hacer aparecer  como medio de enganche a lo que ya tiene "mercado". Pero como ocurre actualmente con la empresa capitalista en relación con el conjunto, el poder de la oferta (especialmente de los partidos "radicales" de derecha o izquierda, da lo mismo) ha aumentado considerablemente por la sugestión de los medios de reclamo. P. 228


  4. Los partidos y su organización


   En relación con su estructura interna, todos los partidos van pasando, en el curso de los últimos decenios, paralelamente a la racionalización creciente de la técnica electoral, a la organización burocrática. Los grados de desarrollo que los diversos partidos hayan alcanzado en dicho proceso son distintos, pero la dirección del proceso, por lo menos en los Estados populosos, unívoca. El "caucus" de J. Chamberlain en Inglaterra, el desarrollo de la que en modo significativo se llama "máquina" en Estados Unidos y el aumento progresivo de la importancia del funcionamiento partidista en todas partes, también en Alemania -y de modo más rápido en la socialdemocracia y, en forma muy natural, precisamente en el partido democrático-, son todos ellos con el mismo título etapas de dicho proceso. En el partido del centro, realiza el servicio de la burocracia, en forma declarada o encubierta, el aparato eclesiástico, la "capellanocracia", y por el partido conservador de Prusia, a partir del ministerio Puttkamer, el aparato del Consejo territorial y de la Dirección burocrática. El poder de dichos partidos descansa ante todo en la calidad de la organización de esas burocracias. Y al propio tiempo, en la enemistad recíproca de dichos aparatos de partido, mucho más que en diferencias de programa, se fundan las dificultades, entre otras cosas, para la fusión de los partidos.  P. 1076


   Sacerdotes, maestros, profesores, abogados, médicos, farmacéuticos, campesinos acaudalados y fabricantes -en Inglaterra toda aquella capa que se cuenta entre los gentlemen- formaron de momento asociaciones ocasionales y, a lo sumo, clubes políticos; en tiempos agitados hacía su aparición la pequeña burguesía y aun, ocasionalmente, el proletariado cuando surgían jefes, los cuales, sin embargo, no procedían de su seno. En esta fase no existen todavía partidos organizados interlocalmente como asociaciones permanentes. La cohesión la crean únicamente los parlamentarios; deciden acerca de la presentación de cantidades los honoratiores. Los programas resultan, en parte, de las campañas de propaganda de los candidatos y, en parte, de los congresos de los honoratiores o de los acuerdos de los partidos parlamentarios. Al lado de los cargos y a título honorífico, estaba, como labor ocasional, la dirección de los clubes o bien, allí donde éstos faltaban (como en la mayoría de los casos), la empresa totalmente informal de la política por parte de los pocos que en tiempos normales estaban interesados en la política. Sólo el periodista es político profesional, sólo el periódico es empresa política permanente y, al lado de éstos, sólo la sesión parlamentaria. Sin duda, los parlamentarios y los jefes de las fracciones parlamentarias saben a cuáles prominentes locales deben dirigirse cuando una acción política parece deseable, pero sólo en las ciudades mayores subsisten asociaciones permanentes de los partidos a base de cuotas moderadas de los miembros, con reuniones y asambleas públicas periódicas para oir los informes de los diputados. La vida sólo se agita en el período electoral. P. 1082


      Max Weber, Economía y Sociedad, 1921

      Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 2004, 1245 págs., 15 x 22.5 cms


      Max Weber (1864-1920), sociólogo alemán, próximo al neokantismo y al positivismo. Según Weber, la esencia de todo fenómeno económico-social se halla determinado no sólo por los aspectos objetivos del fenómeno, sino ante todo por el punto de vista del investigador, por el valor cultural que se atribuye al proceso en cuestión. Weber intenta sustituir las abstracciones científicas por una arbitraria construcción mental, por un "tipo ideal". Por su contenido, las teorías de Weber estaban dirigidas contra la teoría marxista sobre las formaciones económico-sociales. (Nueva Enciclopedia Larousse).


 Recopilador: Ragarro. 28.02.08

 

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