En la
colección Ripensare il mondo
(Repensar el mundo) de la editorial Hermatena se ha publicado en febrero del
2015 la traducción del libro del PRATEC Cultura
Andina Agrocéntrica, publicada en 1991 con el título COSMOVISIONI: Occidente e mondo andino. Han estado a cargo de la
cuidadosa traducción y edición Aldo Zanchetta y Maria Adele Cozzi. La
introducción que sigue ha sido escrita por el prestigioso peruanista Antonio
Melis.
DE LOS ANDES, UNA ALTERNATIVA
A LA RAZÓN PRAGMÁTICA
Antonio
Melis[1]
En los
últimos decenios se ha afirmado con creciente vigor un campo de estudios interdisciplinarios
que gira en torno a la categoría de mundo
andino. Con esta terminología se ha querido subrayar la presencia de
algunos rasgos peculiares de las organizaciones sociales que se han
desarrollado en el curso de milenios en una vasta zona hoy ocupada por países
como el Perú, Ecuador y Bolivia – diferente de otros estados sudamericanos – en
respuesta a los retos de un ambiente particular, signado sobre todo por el
predominio del factor altitudinal.
Entre
las organizaciones que han emprendido la investigación sobre estos temas en las
últimas décadas, ha correspondido un papel particularmente relevante al PRATEC
(Proyecto Andino de Tecnologías Campesinas). Algunos resultados de este trabajo
riguroso y apasionado se han recogido en este volumen, que desde el título
original[2]
llama la atención a la especificidad de ese mundo mediante el término
“agro-céntrico”. Subrayando este rasgo, se quiere destacar la originalidad de
un contexto físico y cultural y de la relación que con él establecen los
pueblos que se han asentado en ese territorio, contra cualquier pretensión
universal que quiere encasillarla en un modelo único de desarrollo.
Entre
los principales artífices de estas investigaciones encontramos a Eduardo Grillo
Fernández, presente aquí con tres ensayos. El primero de ellos parte de una
clara contraposición entre las formas de la religiosidad andina y las
concepciones religiosas europeas. En el mundo andino predomina una concepción de
lo sagrado de tipo panteísta e inmanente. En su interior, es fundamental el
principio del diálogo y de la reciprocidad. Todas las actividades pastoriles y
agrícolas están caracterizadas por la ritualidad. La chacra, el campo cultivado, no se opone a la naturaleza, se adapta
a ella. Es un mundo que no excluye los contrastes, pero posee los instrumentos
para superarlos, mediante la ritualización del conflicto.
En otro
ensayo del mismo autor se aborda el tema del lenguaje, refiriendo otra vez la
contradicción entre la cultura andina y la occidental moderna. En el mundo
andino predomina la disposición al diálogo, que se expresa con la palabra, los
gestos, los sonidos. Nos encontramos en un contexto en el que la oralidad
prevalece sobre la escritura y el tiempo cíclico sobre el tiempo lineal. De
acuerdo con el autor, la incomprensión de estos rasgos específicos ha sido la
causa del fracaso de los partidos políticos que han buscado trasplantar
mecánicamente los esquemas europeos a esta realidad.
El otro
artículo de Eduardo Grillo Fernández se detiene sobre todo en los aspectos
políticos de la organización andina. Trata aquí un aspecto crucial, causa hoy secular
de una profunda incomprensión debido a una visión tradicional. La idea de
democracia nutrida en el contexto europeo y norteamericano no coincide con la
praxis de los pueblos americanos originarios. Más allá del caso andino, es un
problema que ha emergido con fuerza también por la revuelta zapatista en
Chiapas, México en 1994. Se ha evidenciado que en las asambleas indígenas no
funcionaba el criterio de la mayoría, sino la búsqueda permanente de la
unanimidad.
Sobre la
diversidad de concepciones del saber que divide a los dos mundos en
confrontación resulta esclarecedor el ensayo de Grimaldo Rengifo Vásquez. El
autor subraya que en el mundo andino no existe separación entre la comunidad
humana y la naturaleza. De esto resulta una utilización del saber que no se
propone ejercer dominio en la relación con la naturaleza. Es un saber que no
apunta a la afirmación del humano sobre los otros seres. En su otra
contribución del libro, el autor precisa que el modo diverso de relación con la
naturaleza se puede resumir en el concepto de prueba, es decir, en una experimentación permanente de los
cultivos, sin perder de vista el criterio de armonía con el contexto natural.
Así, la semilla es tratada como una persona. Se considera que no siempre la
planta se adapta al terreno elegido por el humano y de esta manera contribuye a
la continua verificación de los resultados. Esta innovación permanente es
necesaria para la continuidad de la vida, y es inútil subrayar que esta
caracterización contrasta con los estereotipos de un mundo que no cambia. El
ensayo se refiere a la práctica, tratada también en otros ensayos del libro,
del ayni, es decir, la ayuda mutua,
que se destaca como un instrumento fundamental de la cohesión ética de la
sociedad andina.
El modo
diferente de leer el mundo, desde la organización agraria, es también el foco
del estudio de François Greslou. Se reitera la profunda interrelación entre los
seres humanos, naturales y divinos. Si por un lado se subraya el carácter
agrocéntrico, por el otro se afirma la flexibilidad de la misma estructura
agraria. El ensayo retoma también la organización socio-política de ese mundo,
que se funda no en el individuo, sino en los núcleos familiares reunidos en
comunidad. De aquí la resistencia obstinada contra cualquier tentativa de
reducir esta estructura a las formas europeas. Con este propósito, quiero
recordar que entre las razones del fracaso del proyecto de reforma propuesto
entre el fin de la década de los sesenta y el inicio de los setentas del
gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado con la absurda iniciativa de
sobreponer al ayllu, la comunidad
andina, cooperativas de tipo europeo administradas por burócratas extraños a
ese contexto. La fuerza de la ancestral organización indígena es testimoniada
también por la persistencia de la autoridad tradicional, en una relación complementaria
con lo que representa a la sociedad moderna y al Estado.
Sobre la
necesidad de utilizar una visión “endógena” de la cultura andina insiste
también la contribución de Victor Antonio Rodríguez Suy Suy. Precisamente la
continuidad de los aspectos de fondo de la cultura andina a lo largo de
milenios es una confirmación de su organicidad, de su capacidad de responder de
manera armónica a las exigencias del ambiente.
La
diversidad andina se observa también en las concepciones de la actividad
artística como recuerda aquí Enrique Moya Bendezú. No existe en ese mundo
ninguna idea del arte por el arte, y la potencialidad artística se considera
presente en todos los humanos. Este aspecto es particularmente relevante,
porque puede ser extensiva a todas las expresiones artísticas americanas
originarias. Muchos de los malentendidos de su valor de parte de la cultura hegemónica
son heredadas del desconocimiento de su especificidad, ligada sobre todo a la
dimensión comunitaria. Por otro lado, no es ocioso recordar que cuando nos
referimos a la concepción europea del arte estamos en realidad refiriéndonos a
una idea que se ha afirmado a partir del romanticismo, pero que a su vez es
lejana de la que habíamos caracterizado en los siglos precedentes.
En el
sistema compacto del mundo andino los astros juegan también un papel
importante. Lo ilustra en su contribución Julio Valladolid Rivera, subrayando
la sustantiva continuidad del saber astronómico andino a través de milenios.
Una vez más emerge el fundamento animista de esas concepciones.
En esta
breve presentación se destacan algunos puntos particularmente sugerentes de esta
línea de investigación. La lectura de estos ensayos contribuirá con seguridad a
cuestionar las certezas eurocéntricas y el pensamiento único que trata de
imponerse mediante el proceso de la globalización. A la luz de estos ejemplos,
no se trata sólo de afirmar que otro mundo es posible, sino de constatar que ya
existe y puede representar un punto de referencia a considerar en la búsqueda
de un desarrollo alternativo, respecto a aquello que está demostrando día a día
su fracaso.
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