COSTO SOCIOPOLÍTICO DE LOS
“ERRORES” DE LA IZQUIERDA POLÍTICA
18/11/2016
Opinión
El pasado año, el actual Presidente de la República, Jimmy Morales,
entonces, candidato político outsider, ante la
pregunta de la presa sobre los crecientes conflictos sociales en el país,
respondió con la fábula del “gato y el ratón”. En ese momento, casi nadie le
prestó atención al entonces cómico candidato.
La ciudadanía indignada (luego de destituir y celebrar el
encarcelamiento de su ex gobernante corrupto, Otto Pérez Molina) fue a las
urnas y terminó eligiendo como su Presidente nada menos que a Jimmy Morales,
candidato del partido Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación) organizado
por militares activos y retirados más recalcitrantes del país.
En la corriente de la izquierda política, URNG y WINAQ presentaron su
candidatura en coalición, y lograron mantener a sus ya conocidos únicos
diputados (su entonces candidato derrotado a la presidencia, inmediatamente fue
contratado como asesor principal del Presidente del Congreso de la República).
Uno de los aún denominados comandantes de uno de los grupos guerrilleros
del pasado siglo, Pablo Monsanto, logró aglutinar electoralmente a algunas
organizaciones indígenas y sectores de la sociedad civil emergentes. Así
apareció el “nuevo” partido denominado Convergencia por la Revolución
Democrática (CDR) que en las urnas logró catalizar la bronca política de un
sector indígena y de la clase media urbana indignada, y logró colocar 3
diputados en el Congreso Nacional, denominándolos Bancada de la Dignidad, bajo
la promesa de ser “trigo limpio” en la mazmorra de la corrupción.
Moraleja
del gato y el ratón
En días pasados, como en un zarpazo felino estratégico el Presidente de
la República logró capturar a la mayoría de los “ratones” del Congreso de la
República y los “obligó” políticamente a votar por la única planilla oficial
para la directiva del Órgano Legislativo. ¡Capturo incluso a los tres diputados
de la Dignidad, y al único y reelecto diputado de la URNG. El de WINAQ apareció
ausente en el tablero de votos.
Con qué “bocado” fue que cayeron los tres diputados outsider de la nueva
izquierda digna. No lo dicen. El secretario general de la URNG confiesa que fue
a cambio de “promesa de proyectos de desarrollo” que la población exige a su
Diputado Walter Félix.
Ante esta captura política, las y los electores de la Banca Dignidad
protestaron en las redes sociales. Incluso, la dirección nacional del partido
de Convergencia pidió la renuncia de los tres diputados. Éstos se negaron a
renunciar. URNG, guardó silencio.
Consecuencias
sociopolíticas de los “errores” de la izquierda política para Guatemala
Control
total del Estado por ex militares y empresarios anti movimientos sociales. El partido FCN-Nación, cuyo candidato cómico endilgó al electorado con
la consigna de “ni corrupto, ni ladrón”, con la captura de la dirección del
Órgano Legislativo, ahora, tiene el control de los tres órganos del Estado
(Ejecutivo, Legislativo y Judicial).
Esto tendrá severas consecuencias, no sólo para la “supuesta
independencia y equilibrio de poderes” en la semántica de la teoría de la
democracia, sino para las dinámicas de defensa y resistencias que los pueblos
indígenas y campesinos emprenden en y desde sus territorios ante la invasión de
empresas extractivas.
Hasta hace unos días atrás, el sector de militares y empresarios
conservadores en función de gobierno sólo contaban con el control del aparato
del Ejecutivo. FCN-Nación, apenas tenía un poco más de una decena de diputados.
En los últimos meses, este partido fue cooptando a diputados tránsfugas
de los tradicionales partidos políticos repudiados por actos de corrupción, y
ahora, se constituye en la primera fuerza política en el Legislativo. Y estos
partidos tradicionales continúan ejerciendo el control casi total sobre los
actores del aparato judicial del país.
¿Cuál es la suerte de defensores/as indígenas y comunitarias
criminalizadas y perseguidas en este contexto de hegemonía política neoliberal?
¿Qué futuro tienen las luchas de resistencia desde los territorios en esta ya
desigual guerra abierta no declarada?
Afianzamiento
del desgano/hundimiento político en los sectores sociales excluidos. La autoafirmación social creciente de: “ni de izquierda, ni de
derecha”, sumada a la apatía generalizada, es una de las enfermedades
colectivas que carcome a la ciudadanía urbana del país. Peor es, en el área
rural.
Construir fuerza social sostenible y conciencia política acumulada es un
desafío incluso casi superior al mito de Sísifo en la Guatemala actual. El
desgano político es grande.
La gente que votó por los cinco diputados de la izquierda política lo
hicieron abrigando esperanzas de trasladar su voluntad política hacia genuinas
políticas públicas de transformación.
Ahora, ¿cómo seguir motivando a los históricamente derrotados, en un
contexto político de sistemáticas equivocaciones (traiciones) de sus
promisorios representantes de izquierda? ¿Cómo convencer a los desganados que
los errores son a cambio de nada?
Garrotazo
a la demandan de la democracia participativa desde los sectores sociales. Con leguajes diferentes, núcleos organizados de las grandes mayorías
excluidas y saqueadas del país, sueñan con transitar de la corrupta y
excluyente democracia representativa hacia una democracia participativa. Lo
dicen en sus propuestas de transformaciones estructurales al sistema político
vigente.
Si bien en la legislación nacional no está contemplada la figura de la
revocatoria de mandato, los movimientos indígenas campesinos sueñan con
incorporar dicha figura en la nueva Constitución Política Plurinacional.
Pero, este cambio implica ante todo la predisposición de las y los
representantes sociales y políticos electos por estos sectores. Creo que ése
era el sentido performativo que el partido de Convergencia quiso dar a su
solicitud de renuncia a sus tres diputados que los “traicionó”.
La desobediencia de éstos, más allá de los cálculos políticos, es una
puñalada letal al proceso de la transición hacia la democracia participativa
impulsada desde lo cotidiano y desde abajo.
Estas son algunas de las consecuencias a mediano y largo plazo del
“desliz” político persistente en la izquierda política de Guatemala. Una
izquierda ampliamente adjetiva de neoliberal por prestarse políticamente a los
intereses neoliberales con tal de mantener las migajas o privilegios que le provee
su presencia en los intersticios sumergidos del Estado.
Uno de los activistas de las redes sociales resumía su desgano en los
siguientes términos: “de la derecha lo sabíamos, de la izquierda
sospechábamos”.
Un costo sociopolítico que los representantes electos de izquierda no
supieron medir. Más aún, algunos de ellos trataron de tontos a sus electores
con su explicación de: “fue un error político sin beneficio a cambio”,
intentando justifica su voto a favor del afianzamiento del violento sistema neoliberal
que nos saquea en los territorios.
Del mismo autor
-Depredar defensores de derechos para
perpetuar la condición de colonialidad de los pueblos 06/11/2016
de: Alai-AmLatina
<alai-amlatina@alai.info>
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fecha: 18 de noviembre
de 2016, 17:11
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21 de noviembre 2016
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