Coletazos del
reality show
BIENVENIDOS AL SHOW DE TRUMP
17 Nov 2016
La
mayoría de los observadores han recibido con miedo y horror la llegada al poder
del “verdadero Donald Trump”. Más allá de su provocador discurso en contra de
las elites y de una campaña centrada en despertar un sentimiento nacional con
la consigna “Make America Great Again”, ¿qué significarán sus políticas para el
99 %? Con el fin de desligar la verdad de la ficción en su programa hemos
entrevistado a John Catalinotto, director del periódico Workers World
y agudo observador de la política estadounidense.
Donald
Trump será el próximo presidente de Estados Unidos, ¿cómo le definiría?
Los europeos
podrían pensar que Donald Trump es una combinación de las peores
características de Silvio Berlusconi y Marine Le Pen. Es una persona rica,
egoísta y arrogante. Se va a responsabilizar de un ejecutivo que gestiona el
mayor presupuesto estatal y la maquinaria militar más destructiva del mundo.
Muchos otros políticos capitalistas, tanto republicanos como demócratas,
incluida Hillary Clinton, también apoyan una política reaccionaria y a
favor de la guerra, que es peligrosa para el mundo. La diferencia es que Donald
Trump da abiertamente voz y una plataforma a la retórica antimusulmana,
antiinmigrantes, racista y misógina, por lo que su victoria fomenta la
movilización de los segmentos más intolerantes de la sociedad estadounidense.
En
comparación con las políticas del gobierno Obama, ¿qué podría cambiar para la
clase trabajadora, las personas afroamericanas, latinas e inmigrantes?
En Estados
Unidos la clase trabajadora está constituida por muchas personas de origen
indígena, afroamericano, latino, del este y oeste de Asia y de las islas del
Pacífico, incluidos muchos inmigrantes. Los trabajadores son tanto hombres como
mujeres, son LGBTQ, personas con trabajo y en paro. Una gran mayoría de los
trabajadores son hombres de origen europeo.
En mi opinión,
Trump en la Casa Blanca y los republicanos controlando ambas cámaras del
Congreso significará un ataque abierto a todos los trabajadores, a sus
sindicatos, a sus beneficios sociales. Algo similar a lo que ocurrió en
Argentina cuando Macri sustituyó a Cristina Kirchner. Algo similar a lo que
ocurrió en los estados de Wisconsin y Carolina del Norte cuando los
republicanos del “Tea Party” llegaron a ser gobernadores. No es que Clinton o
siquiera Obama promovieran los derechos de los trabajadores, pero no
emprendieron un ataque abierto a esos derechos.
Obama deportó a
entre uno y dos millones de trabajadores indocumentados. Trump afirma que será
aún más activo en la expulsión de inmigrantes indocumentados y su elección ha
provocado miedo entre la comunidad inmigrante. Trump ha defendido abiertamente
las tácticas policiales agresivas, con lo que es de esperar que la elección de
Trump haga aún más arrogantes y agresivos a los policías en las comunidades
negras. Trump denigra a las personas musulmanes y los peores racistas atacan a
los musulmanes.
Pero esta
elección tiene otra cara. Políticos sofisticados como Obama e incluso Clinton
ocultan la completa decadencia del imperialismo estadounidense. La elección de
Trump saca a la luz la podredumbre. Ya está reclutando su “equipo” de gobierno
entre las cloacas de la política y los medios estadounidenses. No solo ha
provocado un enorme temor sino también rabia. Decenas de miles de personas han
salido a las calles, muchas de las cuales nunca se habían manifestado antes en
su vida. Ahora saben que no pueden seguir siendo neutrales. Se han visto
obligadas a tomar postura. Algunas de ellas se sienten personalmente atacadas
bajo la presidencia de Trump. Otras se sienten solidarias con grupos de
personas que son el blanco directo de los ataques y se unirán a organizaciones
que las defienden. Sea cual sea la motivación inicial, una vez que se ponen en
marcha sus vidas pueden cambiar. Nuestra tarea como personas revolucionarias es
dar una dirección a este cambio.
¿Cómo
fue la cobertura de la campaña de Trump que hicieron los medios de comunicación
dominantes? ¿Acaso Trump es el árbol que impide ver el bosque?
Hay diferentes
corrientes entre lo que yo llamaría los medios de comunicación corporativos.
Existen los medios de la clase dirigente: Wall Street Journal, New York Times,
Washington Post, Los Angeles Times, las noticias de la radio y la televisión, y
CNN y MSNBC. Hay enorme corriente de medios de extrema derecha: Fox News, los
periódicos y debates por radio de Murdoch.
Al principio de
la campaña de Trump tuvo gran cantidad de publicidad gratis en ambas corrientes
de los medios corporativos, en parte debido a la posición de Trump como
excéntrica celebridad millonaria. Su cobertura mediática reportó beneficios a
los medios. Además, inyectó una buena dosis de ideología reaccionaria a la
campaña. Creó una alternativa “populista” reaccionaria a la campaña de Bernie
Sanders.
Esta cobertura
mediática catapultó a Trump hasta convertirlo en candidato republicano. En un
momento dado los medios de la clase dominante trataron de deshacer su creación.
The New York Times y Washington Post le atacaron en docenas de artículos cada
día. Era demasiado tarde. Los medios de derecha apoyaron a Trump durante toda
la campaña.
Por lo que se
refiere al futuro inmediato, lo que es seguro es que Trump es incapaz de
“devolver puestos de trabajo a Estados Unidos” renegociando o rompiendo
acuerdos comerciales. Los puestos de trabajo industriales han desaparecido
menos a causa de la globalización que a causa del inexorable avance tecnológico
de la industria capitalista. La crisis económica empeorará. El capitalismo está
en un callejón sin salida. La izquierda tiene que encontrar una manera de
defender a los sectores más oprimidos de la clase trabajadora; es más aún, es
de estos sectores de donde saldrá el liderazgo y ellos unirán a toda la
clase trabajadora primero en contra de las políticas reaccionarias de Trump y
después en contra de todo el podrido sistema capitalista.
¿Qué
podemos esperar de su política exterior?
De hecho, la
decadencia del imperialismo estadounidense empuja a su gobierno a emprender
guerras aventuradas con independencia de quién sea el presidente. Obama hizo
campaña a favor de acabar con las guerras, pero ha intervenido en al menos
siete países con fuerzas militares y en muchos más por medio de la subversión.
Hillary Clinton es una belicista pro-Pentágono. Trump es más imprevisible, un
elemento peligroso aun cuando afirma estar dispuesto a negociar con Rusia.
También afirma que quiere romper los acuerdos con Irán y Cuba, e imponer
aranceles a China. Tenemos que estar preparados para oponernos a nuevas
guerras.
Entonces,
¿cree usted que simplemente seguirá en el mismo rumbo?
Tanto Trump como
Clinton, tanto la clase dirigente republicana como la demócrata e incluso el
sector de Bernie Sanders sirven a los intereses del imperialismo
estadounidense. El imperialismo no es una política de un grupo de políticos,
sino que es un sistema económico que significa la dominación del capital
financiero. La incapacidad actual de este sistema de generar beneficios por
medios relativamente pacíficos significa que esté quien esté al mando del
imperialismo estadounidense soporta enormes presiones que le encaminan a la
guerra.
Cualquier
persona conocedora de lo que ha ocurrido en la última década sabe que Hillary
Clinton apoyó todas las guerras: contra Afganistán, Iraq, Libia, Siria, la
subversión contra Venezuela y otros gobiernos nacionalistas progresistas en
América Latina. Si se observa atentamente se sabe que aunque Obama llegó al
poder con la idea de poner fin a las intervenciones estadounidenses en
Afganistán e Iraq, el Pentágono le presionó para que primero aumentara la
cantidad de tropas destinadas en Afganistán y que ahora Estados Unidos ha
empezado a enviar otra vez tropas a Iraq. En Siria un acuerdo temporal entre
Estados Unidos y Rusia fue saboteado casi inmediatamente por un ataque militar
que contaba con el apoyo de elementos del aparato de Estado estadounidense y
sin duda del Pentágono.
Trump nunca ha
estado involucrado en las decisiones de la política exterior estadounidense,
por lo que no hay antecedentes. Lo que dijo durante la campaña electoral está
dirigido a lo que él creía que contribuiría a ser elegido. Puede que tenga poca
o ninguna relación con lo que realmente haga una vez en el poder. En ocasiones
lo que afirma al principio de una frase se contradice con lo que dice al final
de la misma. Afirmó que Estados Unidos reconocería Jerusalén como capital de
Israel, que rompería los acuerdos con Irán y Cuba. También afirmó que tendría
una política más abierta de negociaciones con Rusia. Tengo mis dudas de que
algún gobierno serio confíe en sus palabras de paz. Aquí, en nuestro pequeño
movimiento procomunista, no tenemos confianza alguna en que vaya a llevar a
cabo una política menos agresiva. Tenemos que construir aquí un movimiento que
pueda luchar tanto contra el imperialismo estadounidense en el exterior como
contra sus reaccionarias políticas en el interior.
¿Y
cómo emergería este movimiento?
En el movimiento
antiimperialista europeo existe cierta confusión acerca del papel de Trump. Se
puede entender el Schadenfreude [regodeo malicioso] por la derrota de Clinton.
Todos saben lo agresiva que es Clinton. Quizá han dado por perdida a la clase
trabajadora estadounidense. Pero en Estados Unidos tenemos que desarrollar un
movimiento en contra de las guerras estadounidenses. Únicamente podemos hacerlo
si los sectores más oprimidos de la clase trabajadora no solo se unen a esta
lucha sino que la lideran. Quienes en el extranjero se alegran de la victoria
de Trump se distancian de los inmigrantes, de la población negra, de las
mujeres activistas, de las personas LGBTQ, de los musulmanes, de todas aquellas
personas que temen una presidencia de Trump o, mejor, están rabiosos con un
presidente que “no es su presidente”.
Lo único
positivo que puede venir de estos vergonzosos 18 meses de campaña burguesa es
que miles de personas se han manifestado día tras día contra el nuevo
presidente desde que resultara elegido. Puede que algunos estén a favor Hillary
Clinton por razones equivocadas, pero la mayoría de las personas que están en
la calle está en contra de Trump y de todo lo que significa. No están en la
calle porque dice que va a negociar con Rusia. Quienes aquí quieren luchar
contra las guerras imperialistas tienen que estar en las calles con estas
personas. Están asustadas, están enfadadas, están experimentando un cambio,
están reconsiderando sus ideas. Tenemos que estar con ellas para tratar de
ganarlas para que luchen no solo contra el racismo, el sexismo y la xenofobia
de Trump, sino contra todas las guerras imperialistas.
John
Catalinotto ha militado
activamente en contra de las políticas imperialistas desde la Crisis de los
Misiles en octubre de 1962. Desde 1982 es director de Workers World, el último
periódico procomunista que todavía se publica semanalmente en papel en Estados
Unidos. Fue coorganizador del Tribunal de Crímenes de Guerra en Yugoslavia
celebrado en Nueva York en junio de 2000 y del Tribunal de Crímenes de Guerra
en Iraq celebrado en Nueva York en 2004, ambos junto con el International
Action Center, una organización estadounidense fundada por el activista de los
derechos humanos Ramsey Clark. Ha publicado y colaborado en dos libros, Metal
of Dishonor about depleted uranium y Hidden Agenda: the
U.S.-NATO Takeover of Yugoslavia.
Está escribiendo el libro, Turn the Guns Around:
Mutinies, Soldier Revolts and Revolutions.
Alex
Anfruns es
conferenciante, periodista y redactor jefe del medio independiente
Investig’Action de Bruselas. En 2007 fue ayudante de dirección del documental Palestina, la
verdad asediada. Voces por la paz
(disponible con subtítulos en catalán, castellano, inglés y árabe). Entre 2009
y 2014 hizo varios viajes a Egipto y a los territorios palestinos ocupados.
Desde 2015 edita cada mes Journal de Notre Amérique.
Traducido del
inglés por Bea Morales para Rebelion.org
Fuente: Investig’Action
de: Investig'Action - Michel Collon
<no-reply@investigaction.eu>
responder a: no-reply@investigaction.eu
para: (…)
fecha: 17 de noviembre de 2016, 5:23
asunto: Bienvenidos al show de Trump
(17.11.16) Ref 101499
enviado por: investigaction.eu
firmado por: investigaction.eu
cifrado: Estándar (TLS) Más información
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PERÚ INTEGRAL
18 de
noviembre 2016
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