La crisis que ha generado el coronavirus ofrece una oportunidad en oro a
Martín Vizcarra, Presidente de la República del Perú, Como reza el dicho: no
hay mal que por bien no venga.
Este bicho maligno, el coronavirus, le ofrece en bandeja de oro la
posibilidad de mejorar sustancialmente el área del sector salud en cuanto a su
infraestructura física, cantidad de personal, presupuesto para gastos
corrientes y de capital que permitan equiparlos adecuadamente.
Veamos los hechos en cifras. Mientras que en Austria existen 7.6 camas
de hospitalización por mil habitantes, el Perú solo tiene 1.5 camas de
hospitalización por cada mil habitantes. Es decir, para un buen servicio de
salud, al Perú le faltan 189 mil camas de hospital. Si tomamos como unidad de
medida al Hospital Rebagliati, al Perú le estarían faltando 118.2 hospitales
del tamaño de Rebagliati para estar a la altura de Austria. Una tarea de
construcción civil que, aparte de mejorar el sistema de salud, daría empleo a
miles y miles de peruanos actualmente sin trabajo
Existe igualmente una deficiencia en médicos. Mónaco tiene 7.17 médicos
por cada mil habitantes, mientras que el Perú tiene solamente 1.1 médicos por
mil habitantes. Es decir, tenemos una carencia del orden de 188 mil médicos. Es
indispensable refundar el sistema de formación médica.
En el caso del Perú, los que laboran para el Estado alcanzan solamente
el 8% de la PEA ocupada (población económicamente activa ocupada), mientras que
en Noruega alcanza el 29.3%. Es decir, tenemos más que triplicar el personal al
servicio de la comunidad. Nos estarían faltando contratar 3.4 millones de
nuevos servidores si queremos estar a la altura de Noruega en el servicio
civil.
Según el Dr. Laurence Molinier, la relación de personal de servicio no
medical por cada médico, en los establecimientos hospitalarios del Estado, es
de 8.6. Es decir, si nos están faltando 188 mil médicos, nos estarían faltando
alrededor de 1.6 millones de personas no medical. Esto, sin contar los 2
millones de personal auxiliar que faltan al servicio de los médicos en plaza.
Son tiempos de grandes retos. No son tiempos de ambigüedades ni de ir
por las ramas, ni querer avanzar a paso lento. Este reto debemos aceptarlo así
como nuestros antepasados supieron aceptar el reto de su tiempo, y realizaron
maravillosas obras que sorprenden al mundo entero.
Pero, desgraciadamente, bien lo sabemos, Martín Vizcarra no está a la
altura de ni siquiera de modernizar y hacer avanzar al país en términos del
actual modelo socio-económico capitalista. Su gobierno prefiere atender el día
a día, sin tomar medidas en profundidad y de largo alcance.
Pasado la pandemia del coronavirus, los que queden sobrevivientes,
seguirán viviendo en un país del Tercer o Cuarto Mundo, sin contar con un
servicio salud adecuado a los tiempos modernos. Y seguiremos haciendo colas
desde el día anterior para sacar un ticket que nos permitirá ver a un médico
después de dos o tres meses, en el mejor de los casos.
Lima,
24 de marzo del 2020
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