(11 de
abril de 2022)
Por Miguel
Ángel Aragón
Estimada Betty Llenque, actualmente no es necesario, ni es conveniente una "nueva constitución".
Toda
constitución es la imposición de la voluntad de la clase dominante, de la clase
que tiene el poder económico y el poder militar.
I
En todas las revoluciones del siglo XX, primero se ha cambiado el poder, y tiempo después la nueva clase en el poder ha cambiado, o impuesto la constitución nueva.
En ningún país del mundo "primero se cambió la constitución y después se cambió el poder". Eso es idealismo y políticamente es "oportunismo de derecha" disfrazado de izquierda.
La revolución rusa triunfó e impuso un nuevo poder en noviembre de 1917. Ocho meses después, la nueva clase en el poder aprobó la primera constitución en julio de 1918.
La revolución china triunfó e impuso un nuevo poder en octubre de 1949. Seis años después, la nueva clase en el poder aprobó la primera constitución el año 1955.
El caso cubano es mucho más significativo. La revolución cubana impuso un nuevo poder en enero de 1959. La primera constitución recién fue aprobada e impuesta por el nuevo poder diecisiete (17) años después, el año 1976.
Esas son tres lecciones que debemos aprender. Primero se cambia el poder y después se cambia la Constitución. Nunca ha ocurrido a la inversa.
II
En 200 años de vida republicana en el Perú se han aprobado DOCE Constituciones.
Ocho constituciones feudales durante el siglo XIX, y cuatro constituciones feudal burguesas durante el siglo XX ( y estas cuatro fueron precedidas de un golpe de estado ).
Las doce constituciones solo sirvieron para maquillar y afianzar a la clase dominante en el poder.
En estos momentos aprobar la Constitución N° 13, como proponen Cerrón, Bellido y Bermejo, solo serviría para lavarle la cara y consolidar a la actual clase dominante en el poder.
La
consigna de "Nueva Constitución" es un pretexto para no luchar por
las REFORMAS DEMOCRATICAS que el pueblo está demandando.
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