Escribe: Carlos Alonso Bedoya
Su
llegada fue muy pertinente, justo cuando se armaba la transferencia dirigida
por Salomón Lerner y Marisol Espinoza. Claro que Guzmán no estaba cortado por
la misma tijera de quienes habían participado en la campaña electoral. Se
trataba más bien de un experto de la oportunidad. De alguien que sabe estar en
el momento y lugar preciso.
No por
nada, también se acercó al gobierno de García, específicamente a la actual
candidata a vicepresidenta de PPK, Mercedes Aráoz, a quien Guzmán le pidió un
viceministerio. Si bien Aráoz, entonces titular de Produce, vio con simpatía al
joven economista, no le dio tanto como para ponerlo de segundo al mando. Solo
le ofreció el cargo de asesor. Guzmán no aceptó porque desde esa ubicación no
podía llegar a García.
En
fin, luego de su paso por la transferencia de Humala, lo reclutó Kurt Burneo en
Produce. Total todos los economistas cercanos al Presidente confiaban en las
referencias de Dani. Así Guzmán logró lo que tanto quería: una ubicación
visible para el Presidente y su esposa.
Pero
la cosa no quedó allí. Sus ganas de estar cada vez más cerca del que detenta el
poder, lo llevaron –una vez caído el gabinete Lerner– a acercarse más a la
pareja presidencial, al tiempo que el grupo que le dio la bienvenida ya estaba
de salida.
La
oportunidad se le volvió a presentar a finales del 2012, cuando ya se había
ganado la confianza de Nadine. Fue nombrado nada menos que Secretario General
de la PCM, un cargo directamente controlado por ella.
Guzmán
reemplazó a María Elena Juscamaita, quien fue llevada a trabajar a la oficina
presidencial con Ollanta (la botaron para arriba). Total, fue el mismo
Presidente quien la había jalado por una recomendación de los policías que la
conocían del Ministerio del Interior.
Juscamaita
respondía más a Ollanta que a Nadine, de allí su salida. En cambio Guzmán entró
directamente como operador de la primera dama en un puesto clave en una época
en que ella ya tenía el poder para poner y sacar ministros y viceministros.
Hay
testimonios de funcionarios que indican que Julio Guzmán como secretario de la
PCM los llamaba directamente tomando el nombre de Heredia para dar más
contundencia a sus órdenes. Nunca chistó por nada en su paso por el gobierno.
Salió de la PCM solo por un encontrón que tuvo con el premier Juan Jiménez,
quien usó su peso frente a Nadine.
Sin
duda, Guzmán es el típico oportunista que busca estar cerca de los que mandan.
No busca cambiar nada que no sea su ubicación en el poder. En esta elección es
un outsider de la continuidad.
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