El
Cronicón
28-03-2016
No hay alternativa de superar la profunda crisis
civilizatoria dentro del brutal esquema de ajuste que impone el capitalismo,
sostiene el economista español, sociólogo y docente universitario Xabier
Arrizabalo Montero, quien estuvo en Bogotá y en Quito cumpliendo compromisos
académicos.
En la capital colombiana este profesor de economía
aplicada de la Universidad Complutense de Madrid dio una conferencia en la sede
del partido Polo Democrático Alternativo, sustentada en su libro Capitalismo y
economía mundial. Bases teóricas y análisis empírico para la comprensión de los
problemas económicos del siglo XXI, editado en 2014.
Igualmente, en la capital del Ecuador, Arrizabalo
Montero disertó sobre el convulso contexto actual de la economía mundial,
caracterizado por la persistencia de la crisis, en el Instituto de Altos
Estudios Nacionales (IAEN), la universidad de posgrados del Estado.
El imperialismo, los límites del capitalismo y la
crisis civilizatoria como encrucijada histórica fueron los tópicos analizados
en sus charlas en estos países suramericanos por este analista económico.
En su opinión, “lo que constatamos es la
universalización de las políticas de ajuste que tratan de ser la respuesta a la
crisis pero que al final no hacen sino contribuir a que la economía desemboque
en una crisis aún más aguda”.
Para profundizar en estos temas, dialogamos
ampliamente con Arrizabalo Montero, aprovechando su paso por Bogotá.
Para los neoliberales la que está equivocada es la
realidad y no su interpretación
- En el capítulo 8 de tu libro analizas el
ajuste y crisis de la década de los 70 y afirmas que es el periodo de vuelta a
la normalidad del imperialismo. Es decir, a partir de la crisis petrolera del
70 el capitalismo inaugura a sangre y fuego con Pinochet, lo que se llama el
modelo neoliberal. Y si se mira históricamente lo que ha sido el capitalismo se
puede afirmar que hasta esta etapa tan importante no solamente a partir de la
plusvalía sino de la explotación tan profunda que este sistema conlleva per se,
¿podríamos colegir que el capitalismo es el crimen perfecto?
- Muy buena pregunta, no es fácil de resumir. A mí
me parece que es interesante lo que señalas respecto del punto de inflexión de
los 70 que va mucho más allá de la crisis petrolera, o que sea un mito o un
detonante porque realmente hay eventos de fondo previos incluso en particular
el año 71, la ruptura de convertibilidad de dólar/oro, esa idea de oro
internacional se quiebra y se hace añicos. Desde mi punto de vista, la clave es
que hablamos de crisis de los 80, hablamos de crisis hoy y entre medias qué
ocurre, entre medias podemos hacer una trampa muy querida de los economistas
neoclásicos que es no mirar la realidad, si la realidad y la interpretación
difieren, dicen ellos, que la que está equivocada es la realidad y no su
interpretación. Como por supuesto queremos ser serios y mirar la realidad, qué
constatamos. Lo que constatamos es la universalización de las políticas de
ajuste que tratan de ser la respuesta a la crisis pero que al final no hacen
sino contribuir a que la economía desemboque en una crisis aún más aguda. Si
ves la definición misma, yo diría la huida hacia adelante y la no salida. No hay
alternativa dentro de este esquema de ajuste. Estamos asistiendo hoy a un
escenario brutal como la experiencia de Europa, que es muy interesante. Es muy
interesante porque esa Europa, la referente de desarrollo democrático,
económico y social a escala mundial, en ella vemos hoy cómo los elementos
básicos de ese desarrollo que le han hecho historialmente adquirir cierto
estatus de referente, hoy están siendo cuestionados frontalmente, están
cuestionados sin duda en Grecia, Portugal, Irlanda, España, Italia, pero
también en Francia y Alemania incluso. De modo que efectivamente yo creo que lo
que inaugura y además has puesto un punto de inflexión que no es cualquiera, es
la experiencia de Chile. Yo hice mi tesis doctoral sobre la economía chilena
durante la dictadura. Y creo que ahí sin falsa modestia hubo un elemento de
cierto olfato en la medida de que lo que inauguran es un escenario de
antecedente que va a tratar de aplicarse universalmente desde entonces. El tema
es fascinante desde luego. Dolorosamente fascinante si queremos decirlo así.
- Tú señalas que no hay salida porque esta es
una crisis civilizatoria generada por un modelo exacerbado como el capitalismo.
¿Si hoy decimos Europa es neoliberalismo o no es, porque en tu libro veo que
haces un análisis de los ajustes fondomonetaristas, estamos bien enfocados,
habida cuenta que este continente está entregado a la troika (Comisión Europea,
Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional)?
- Exacto…
- Y el hecho de que en tu país, España, no se pueda
formar gobierno es una consecuencia directa de las presiones de Ibex 35
(principal índice bursátil de referencia de la bolsa española) y de la troika.
La pregunta concreta entonces es: ¿hay horizonte?
- La pregunta es brillante porque realmente lo que
constatamos hoy es la imposibilidad de contener la situación, la Comisión
Europea sigue el dictado del FMI en la troika. La troika como un organismo
tripartito: Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario
Internacional. Pero digámoslo con claridad, el Banco Central Europeo ya estaba
aquí, la Comisión Europea ya estaba aquí. En general la troika es el caballo de
Troya dentro del cual el Fondo Monetario Internacional, vale decir el capital
financiero estadounidense, quiere tomar las riendas directamente de la política
económica de Europa de una forma análoga a la que vosotros en América Latina
habéis conocido bien desde los años 80, con esas políticas de ajuste, con ese
Fondo Monetario Internacional dirigiendo de manera muy directa la política económica:
privatizaciones, desregulación, aperturas indiscriminadas, etc. Yo creo que es
muy significativo lo siguiente: ¿puede haber ajuste sin euro? Claro que puede
haberlo pero lo que no puede haber es euro sin ajuste, porque el euro es un
mecanismo económico del ajuste y efectivamente lo que expresa la crisis
española es brutal desde el punto de vista de la Comisión Europea porque el
capital tiene un programa que hay que ejecutarse ya, por ejemplo 9 mil millones
de euros de recorte del gasto público social. Pero qué ocurre, que no consiguen
encontrar la forma para aplicarlo y en este momento la situación es
verdaderamente explosiva ya que se ponen en marcha varios juegos simultáneos,
varias partidas de póker, varias partidas malas de póker digámoslo así, pero
con un denominador común: el mandato electoral que se expresó el 20 de
diciembre es inequívoco con aritmética parlamentaria para derogar todas y cada
una de las contrarreformas del Partido Popular que es un partido adherido
directamente a la dictadura. En España no ha habido ningún elemento de
saneamiento. La dictadura murió en la cama y el gobierno del Partido Popular es
una continuidad, en ese contexto el hecho es que hay aritmética parlamentaria
porque aparte hay cálculos modificateros que piensan más en una eventualidad de
repetición de las elecciones haciendo unos cálculos que posiblemente sean
disparatados. Esta situación nos está enseñando a vivir en una realidad
explosividad que resulta de un deterioro de las condiciones sociales que toma
cuerpo en España de una forma brutal. Está habiendo regiones, (nuestras
comunidades autónomas) donde los colegios se abren en los periodos vacacionales
como única forma de asegurar una ingesta alimentaria diaria a los niños. Es un
indicador brutal en una economía, la española, que con todas sus limitaciones
hace poco trinaba por un plan de G7. En España los salarios del año 78, en el
marco todavía de la transición democrática con todo el poder del franquismo
perfectamente mantenido, representaban el 67% del producto, dos terceras
partes, hoy representan apenas el 50% y es un problema que viene de lejos. Las
crisis en realidad expresan esa huida hacia adelante, no salida de la que
estamos hablando; y en ese contexto la situación social y política
efectivamente está muy abierta, más abierta que nunca.
- Así como tu señalas, hablando políticamente,
de que hay esta banda criminal denominada Partido Popular que es herencia
directa del franquismo y que ha sumido a España en una crisis social,
beneficiando en forma directa a los sectores financieros, sin embargo no nos
podemos olvidar de la responsabilidad directa del Partido Socialista Obrero
Español, que de “socialista” no tiene nada, y del gobierno de José Luis
Rodríguez Zapatero cuya herencia básicamente fue dejar a Mariano Rajoy. ¿No es
en tu concepto el PSOE corresponsable de esta crítica realidad social que vive
tu país?
- El PSOE tiene una responsabilidad directa y para
mí hay un punto de inflexión en relación con el periodo reciente, que es
crucial y que es mayo de 2010. En esa fecha ya con la crisis en curso y con un
efecto social demoledor, con un alto desempleo, etc., Zapatero viaja a Bruselas
y le recibe una delegación que está integrada no solo por la Comisión Europea
sino también por el Fondo Monetario Internacional que dicho de manera llana lo
que le plantea es: tienes que aplicar exactamente el programa contrario a aquel
por el que te votaron. Resumidamente se trata exactamente de eso. ¿Zapatero
tenía alternativas? Por su puesto que las tenía, Zapatero tenía alternativas no
siendo un dirigente revolucionario, sin duda, habría bastado simplemente que
siendo demócrata a la vuelta de Bruselas, y le voy a poner un poco de
escenificación teatral para visualizarlo, habría bastado que al llegar al
aeropuerto de Madrid convocara una rueda de prensa y hubiera dicho: señores, me
quieren imponer que aplique exactamente lo contrario que aquello que lo que
votasteis y yo que no voy a encabezar una rebelión simplemente llamo a las
urnas. Habría sido una posición honesta, que además hubiera abierto un
escenario.
- Esa experiencia de la imposición de la troika
a Zapatero es una demostración de que hoy la democracia está secuestrada por el
capital financiero…
- Sin duda, no solamente decía para ilustrar que sí
había alternativa, es que no es verdad que no haya alternativa.
- ¿Y el caso de Alexis Tsipras en Grecia?
- Sí, absolutamente, es que quería empezar por
Zapatero y acabar por Tsipras para señalar un hecho que tiene una importancia
histórica y simbólica como tal y es que el Fondo Monetario Internacional que no
se presenta de forma directa a las elecciones el 5 de julio de 2015 en Grecia,
mueve sus fichas de la única forma que sabe hacerlo: cuestionando la
democracia, haciendo un chantaje que toma la forma particular del corralito. El
corralito no es una opción cualquiera, es una amenaza a la población
trabajadora en el sentido de que si votan romper con las políticas de ajuste
están amenazando sus ahorros. No es una cuestión cualquiera. Y en ese contexto,
valerosamente la clase trabajadora en Grecia vota en contra del Fondo Monetario
Internacional en una proporción que es ni más ni menos que del 62%, que incluso
con voto de abstención en realidad representa casi las dos terceras partes, es
un voto muy valioso. En el caso griego lo que hace el gobierno es dar un giro
de 180 grados y empezar a caminar en dirección opuesta. Había salida, claro que
la había. Aunque era idílica había un escenario de panacea porque la única
conclusión lógica era la de respetar el mandato expresado el 5 de julio en las
urnas. Cuál era un mensaje de ruptura con la Unión Europea que abría ciertas
expectativas de salida. Hay un documento muy valioso de un economista diputado
de Syriza que luego se fue con Unidad Popular, Costas Lapavitsas, quien se
remanga, se mete de lleno en el charco y plantea, bueno, qué pasaría el día
después. Y no es retórico, él habla de que antes que nada tiene que asegurarse
el suministro de medicamentos, de alimentos, de energía, no es un juego y sin
embargo señala la palanca que se le abriría a un gobierno democrático griego:
romper con el corsé del euro movilizando simplemente el gasto público en ayuda
al proceso de producción cuando en Grecia hoy un 25% de la capacidad instalada
está ociosa y no se va a movilizar porque al capital privado no le conviene por
cuanto vive de la actividad puramente financiera y particularmente
especulativa. Pero tampoco el gobierno puede hacerlo en ese corsé férreo que es
el euro que prohíbe taxativamente cualquier mecanismo de solución.
- Y cómo analizas el hecho de que Tsipras
convoca un referéndum, lo gana y se asusta…
- Claro, en realidad eso tiene que ver también con
una cierta idealización que pensaba, no en mi caso pero sí de otros, que Syriza
era una especie de panacea. Cuando observamos bien a Syriza qué constatamos.
Encontramos muchas contradicciones. Si se perdía el referendo se hubiera tenido
la justificación para hacer lo que finalmente se hizo. Pero el escenario inexplicable
es que se ganó y paradójicamente se va a aplicar un tercer memorándum que es
más gravoso que aquel que había sido sometido a referéndum. Es un plan de
ajuste que está provocando de nuevo protestas; los recortes en las pensiones
son simplemente salvajes; y sin embargo insisto, es aquello por lo que se votó
en contra. Esto tiene que ver con algo muy importante y es que a menudo miramos
la propia realidad de las organizaciones y de los partidos desde un punto de
vista un poco superficial. Desde cómo se presentan los fenómenos sin entrar a
analizar elementos de fondo. Y es que incluso en el propio programa de Syriza
nunca se planteó realmente ningún escenario, no digo de ruptura, sino uno
frente a las exigencias de la troika europea como finalmente ocurrió que echa
por tierra las reivindicaciones populares. Porque al final Syriza lo que hace
es retractarse, o mejor digámoslo así, se autoretractó.
- Pero Podemos, la formación que lidera Pablo
Iglesias en España, tampoco es de ruptura. Podemos es una propuesta
socialdemócrata que apunta a negociar con la troika. ¿Su postura está
sustentada a entenderse con Bruselas?
- De Podemos cuestionaría incluso su condición
socialdemócrata por una premisa: la socialdemocracia tiene una responsabilidad
histórica, es cierto, el seguir defendiendo la idea de un reformismo cuando su
contenido ni siquiera son reformas, sino puras contrarreformas. Pero ojo, la
socialdemocracia no deja de ser una corriente que viene del movimiento obrero
traído de lo que se quiera, Podemos ni siquiera eso. En el argumento electoral
de Podemos está prohibido hablar de clases, está prohibido hablar de
trabajadores, nos hablan de los de abajo, nos hablan de la casta y esta
formación tiene dos grandes ejes programáticos: la regeneración democrática
frente a la corrupción y el combate contra los recortes sociales. Y aquí es muy
importante la experiencia, creo yo, de Lula en Brasil. En las elecciones del 89
el programa presidencial de Lula partía de un no reconocimiento a la deuda,
cuando tres periodos después por fin gana las elecciones, viaja unas cuantas
veces a Washington y ya no habla de la deuda. Bueno, Podemos hace ese trayecto,
lo ha recorrido en unos pocos meses, no sé si con viajes a Washington o no, si
sé que el dirigente responsable de economía, Nacho Álvarez, amigo personal, yo
le dirigí su tesis doctoral, sí se reúne constantemente con algunos banqueros,
con representantes del FMI, etc., ¿para qué? Para darles garantías de que no
quieren romper ni un solo plato. El problema cuál es. El problema es que en el
contexto en el que estamos no hay espacios de una renegociación de la deuda que
abra un escenario, y no lo digo por ninguna pretensión nacionalista, todo lo
contrario, mi pretensión es intentar ojalá aproximar a esa gran mayoría social
que está viendo como aspectos elementales de sus condiciones de vida están
cuestionadas. Al final Podemos, no nos engañemos, devalúa más el contenido
social de su programa y más esa regeneración democrática que sin contenido
social se parece mucho a quítate tú que me pongo yo, a señores del capital
nosotros vamos a llevar sus negocios de una forma decente sin meterles la mano.
- ¿Lo que hay en Europa son partidos como
Podemos o como Syriza que únicamente están buscando llegar al poder simplemente
para administrar la crisis?
- Sí, con una pretensión de algo que a mí me parece
que se acerca a la cuadratura del círculo, que es una pretensión de que puede
haber una gestión progresiva de la crisis según qué marcos. Y esta cuestión de
los marcos importa en la actual trayectoria que tenemos desde el año 93 del
euro, del Banco Central Europeo que es verdaderamente implacable. Es decir, la
experiencia francesa, por ejemplo, con la de un gobierno de izquierda que
privatiza Air France, la compañía de bandera con toda una tradición, quién la
inicia, la inicia un ministro de Transportes, Luc Panissod que era un dirigente
del Partido Comunista francés y no es una cuestión por mi parte de ajuste de
cuentas, no me interesa esa discusión, simplemente constatar que en el marco
del corsé del Banco Central Europeo, de la troika, el margen para aplicar las
políticas es un margen muy limitado.
- Tras este contexto que me has dado respecto de
la realidad socioeconómica europea, y hablando desde el punto de vista global,
¿tú crees que la periferia en este momento, América Latina en concreto y en
forma puntual, va a seguir cumpliendo su infortunado rol histórico de productor
de materias primas y de plataforma para la acumulación por desposesión por
parte de las grandes transnacionales norteamericanas y europeas? ¿Será que se
repite la historia y que estos pueblos, estas periferias, no tiene otro
horizonte dentro del capitalismo?
- Claro que en el marco del capitalismo el plan que
está asignado es ese. Pero fíjate que antes hablábamos de España que desde el
pasado mes de enero está planteado un plan de corte de gasto público social de
9 mil millones de euros y van pasando los meses y el propio capital presiona en
sentido de que haya una gran coalición política para intentar aplicar su
política y como bien decíamos no se consigue. Entonces, claro que ese es el
plan que está reservado para América Latina, lo que ocurre es que Estados
Unidos, la potencia hegemónica única, sigue desarrollando el 42% de todo el
gasto militar mundial pero a la vez es un gigante con pies de barro. Y es un
gigante con pies de barro incluso en su propio patio trasero tradicional. Ahora
bien, los acontecimientos de la trayectoria histórica de América Latina de los
últimos 40 años arrancan con la crisis de los 70 que toma la forma de la deuda
externa como hilo conductor, coartada para las políticas de ajusta que provoca
una deuda social y yo le añado siempre puntos suspensivos. Puntos suspensivos
que denotan el caldo de cultivo para la exclusividad social que nos permite
entender cómo desde hace 15 años el mapa geopolítico de América Latina es mucho
más variado que el que hubo en los años 80 y 90, mucho más uniformizado. Es
verdad que Colombia con Panamá, con México, con Perú, con Chile, encarnarían un
elemento mucho más directo de disciplinamiento a las políticas del Fondo
Monetario que otros países con términos intermedios. Pero en ese contexto, yo
creo que el mandato del imperialismo es claro y la capacidad de aplicarlo es
mucho más limitado. Esto es muy interesante, hace apenas 20 años queríamos
pensar en escenarios donde la situación estuviera abierta, pues seguramente
habíamos recurrido a un comodín, que se habría hablado de Palestina, de Oriente
Medio, la situación estaba muy explosiva. Hoy lo vemos en América Latina, hemos
ido comentando la realidad en Europa, lo vemos incluso en otras situaciones, en
Estados Unidos en su territorio. De repente irrumpen, no deposito ninguna
ilusión, ninguna remisión ni en Bernie Sanders ni en cualquiera, pero si denota
la incapacidad, fíjate la propia discusión dentro del Partido Republicano que
al principio pensábamos, hace un año y medio que el llamado nuevamente iba a
ser otro Bush que entroncaba con la tradición familiar, lo que representa Texas
y vimos que no. Hay un tipo millonario, mercenario, provocador, que parece que
va decantándose. No quiero elucubrar qué va a ocurrir, todo es publicidad en
poco tiempo, precisamente porque uno de los elementos característicos, y es con
lo que yo quiero responder a tu pregunta, de la situación actual es la enorme
aceleración de los tiempos históricos, una aceleración brutal, una aceleración
que yo no niego, produce vértigo. Entonces es cierto que los planes del
imperialismo para América Latina es más de lo mismo, eso es evidente, y le podrán
cambiar el nombre y lo traducirán y no sé cuánto, pero al final sigue siendo lo
que tu muy bien señalas, sin embargo la capacidad de disciplinar esas políticas
cada vez es más limitada. Es verdad que con vaivenes. Está lo de Venezuela hoy,
luego lo de Bolivia, lo de Argentina, la propia situación de Brasil, sin duda.
Pero a la vez con esta situación de incontenibilidad de la explosividad social
que es el elemento más definitorio porque por decir si pensamos hoy, por
ejemplo en el año 45, la salida de la Segunda Guerra Mundial, constatamos que
el capital tenía que hacer concesiones para aliviar la explosividad, pero podía
hacerlas porque eran compatibles con las exigencias de la contabilidad. ¿Hoy no
debería el capital aliviar, aflojar la presión en Grecia? Sin duda porque se
arriesga a un estallido social incontenible y sin embargo cuál es el problema.
El problema es que no puede económicamente porque hacer ese alivio significa
que Grecia no pagara deuda al ritmo que la paga y no pagar deuda quiere decir
que alguien no la cobraría. Por ejemplo, el capital financiero alemán que es el
más expuesto y por tanto ahí podríamos decir, ¿y las cuentas? Si Grecia
representa el 2% del PIB de la Unión Europea, ¿no se podría hacer un acuerdo de
caballeros para aliviar eso? Y ahí aparece la clave política; si Grecia muestra
el ejemplo de que la movilización arranca conquistas, automáticamente en
España, en Portugal, en Irlanda pero en Alemania también ya tenemos el
referente, por eso la situación está tan abierta, es tan explosiva, es tan
dolorosa, pero también es tan fascinante.
- La crisis económica del 2007 prácticamente ha
seguido, no ha terminado. La crisis del 29 culminó con la Segunda Guerra
Mundial y con ella vino el plan Marshall para Europa y unas medidas keynesianas,
pero ahora no hay un Keynes. ¿No será que como no hay solución a una crisis
prolongada suscitada en 2007 y 2008, se pueda repetir la historia? La historia
se repite a veces como tragedia, ¿y no será que el mundo está abocado a una
nueva guerra mundial para poder salir del embrollo económico que ha generado el
capitalismo?
- La primera premisa es que hoy en la economía
mundial se llega incluso a hablar de una tercera recesión, seamos serios. Tres
recesiones en ocho años es una crisis profunda. Por tanto más bien hablemos de
crisis crónica, primer elemento. Segundo, recordáis el Plan Obama que tiene un
monto que equivale exactamente a una decima parte del rescate bancario. Sobre
la base de esas dos premisas, cuestionaría un poco o matizaría más ampliamente
la idea de guerra mundial pero no par a impugnar el contenido que tú dices sino
para apoyarlo, en qué sentido; en el sentido de que ya tenemos las guerras, las
tenemos, las tenemos en el corazón de Europa, la guerra de Ucrania es una
guerra en el corazón de Europa y en el Oriente Medio la situación es de guerra
abierta, cuando se habla de una forma dramática en Europa de cientos de miles
de refugiados en torno a los cuales se esta autorretratando la Unión Europea.
En Europa no se habla ni siquiera de la categoría que conocemos que es el
derecho de asilo y son refugiados que vienen directamente de la guerra que ha
sido dirigida, teledirigida para romper la nación Siria, no solo por los
intereses geoestratégicos, también para romper lo que tiene de referente el
Oriente Medio que en su momento fue la nación iraquí, sin idealizaciones.
Saddam Hussein no era ningún referente, pero había una nación iraquí con un
Estado, con un marco de relaciones laborales, con un sector público, con una
seguridad social limitada, no era la francesa pero había elementos de economía.
Lo mismo Siria, y todo eso se destruye y por tanto los alcances de tu pregunta
ni siquiera señala un escenario futuro sino que ya tenemos aquí esos elementos.
Lo que ocurre es que sin embargo y quizá paradójicamente a mí no me lleva a una
posición pesimista, tampoco optimista, sí una sensación impotente que tiene que
ver con una comprensión que es lo que trata de aportar este libro de los
procesos sociales que no es esquemática, que no es lineal, que no pretende una
perspectiva determinista, pretender que todo está establecido ni para bien ni
para mal sino para señalar que todas las espadas están en lo alto y que por
tanto tiene sentido que hablemos de esto y tiene sentido intentar intervenir,
intentar agrupar para abrir una salida en positivo, salida que solo puede ser
el resultado de que aquellos quienes vivimos de nuestro trabajo por oposición a
aquellos que también viven de nuestro trabajo, la explotación de la que antes
hablábamos, somos los que tenemos la capacidad de abrir una salida en positivo
y ese es el reto.
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