Punto
Final
14-03-2016
Secretario general de la
Confederación de Sindicatos Bancarios y vocero de la Coordinadora Nacional No +
AFPs -que ha cobrado fuerza a consecuencia del profundo y sistemático deterioro
que muestran las pensiones-, Luis Mesina Marín conversó con Punto Final :
“El deterioro se agravó desde 2008 a consecuencia de la debacle financiera
mundial, la crisis s ubprime y la quiebra de Leh-man Brothers, que
significó una pérdida de casi 40 mil millones de dólares a valor actual. Un
tercio del ahorro previsional de los chilenos se esfumó. Y salvo algunas
declaraciones de parlamentarios, ni el gobierno ni la CUT se conmovieron por
esta grave situación, a diferencia de lo ocurrido en Argentina donde la
presidenta Cristina Fernández, en una audaz decisión, por decreto supremo
eliminó las AFJP y devolvió esos recursos, que eran propiedad de los
trabajadores, a las antiguas cajas de previsión. El monto total que
administraban era cercano a 28 mil millones de dólares”, dice Mesina.
¿El gobierno de Chile no hizo nada?
“No solo no hizo nada. Tras las crisis de 2008 y
2011, surgieron nuevas voces -desde distintos sectores- contrarias al sistema
de AFPs. Logramos confluir, especialmente en 2013, con el proceso electoral.
Todos los candidatos incorporaron en sus programas el tema previsional. Desde
entonces las AFPs han ganado solo en desprestigio. La Coordinadora se fue
construyendo con sindicatos del sector privado y público. En mayo de 2014, en
Valdivia, participaron en un encuentro nacional más de 400 delegados. Nuestro
norte es terminar con este sistema espurio de ahorro forzoso. Los chilenos
estamos muy condicionados por el modelo económico y político neoliberal, por la
corrupción sistemática, y además tenemos mala memoria. Esto tiene que ver con
la falta de medios de información, por la brutal concentración mediática”.
MONOPOLIO Y PENSIONES DE HAMBRE
¿El negocio de las AFPs está ahora más concentrado?
“Sí, y en manos de transnacionales. AFP Cuprum es
del grupo financiero estadounidense Principal; Provida, de Metlife, también
estadounidense; Plan Vital, de BTG Pactual, una AFP brasileña cuyo presidente
fue procesado y está preso acusado de sobornar a directivos de Petrobras;
Capital, está ligada al grupo colombiano Sura; Habitat, es de la estadounidense
Citigroup… Y está la AFP Modelo, la excepción, que es pequeña y pertenece a una
sociedad de inversiones. Es decir, hay una concentración muy grande. Hace 25
años había más de veinte AFPs. Esto demuestra que el mercado existe, lo que no
existe es el libre mercado. Aquí existe oligopolio y monopolio.
Aquí el sistema de AFPs no fue construido como un
sistema previsional. Como lo ha reconocido la Comisión Bravo, es un sistema
auxiliar del mercado de capitales. Ha dispuesto de una cantidad gigantesca de
ahorro interno para financiar a los grupos económicos a un costo casi igual a
cero. Este sistema es único en el mundo. No hay negocio más rentable. Quizás
superado solo por el narcotráfico, el tráfico de armas y la trata de personas…
Están pagando menos de 400 mil pensiones y somos nueve millones los afiliados.
Más del 65% de las pensiones son con cargo al erario nacional, o sea
financiadas por el Estado”.
Después de jubilar a muchos pronto se le acaban los
fondos…
“Hay pensiones inferiores a 85 mil pesos. Muchos
trabajadores están alrededor o por debajo de esa cifra. Son personas que
cotizaron más de veinte años. No basta con la pensión básica, tienen que
recibir una pensión asistencial. Si una AFP quiebra, el Estado responde… Es un
sistema maquiavélico, perverso. En ningún otro país han podido hacer lo mismo”.
¿Por qué los gobiernos post dictadura no cambiaron
este sistema?
“Economistas de Cieplan hacían muchas críticas,
pero cuando llegaron al manejo de las finanzas públicas se dieron cuenta que
disponían de un ahorro que les permitía ordenar las cuentas fiscales y mostrar
a Chile con una tasa de ahorro gigantesca. Entonces, perdieron el interés en
cambiar el sistema, lo cual además implicaba enfrentar a los grandes grupos
económicos. Los recursos de los trabajadores permitieron la gran inversión
privada y desarrollar el mercado de capitales. El sistema se funda en la
ignorancia y alienación de los trabajadores, absortos en resolver los problemas
del diario vivir. Para un trabajador de menos de 40 años la pensión o la
previsión no son asuntos de preocupación. Pero una vez que descubran la verdad,
se puede producir un estallido social. Ya han empezado a tomar conciencia.
La perspectiva de la mayoría de los profesionales
jóvenes es golpear las puertas del Estado al final de su vida activa para
conseguir una pensión miserable. Es un negocio criminal que sólo pueden
concebir quienes desprecian a los trabajadores. En el gobierno de Ricardo Lagos
se crearon los multifondos y el Ahorro Previsional Voluntario (APV), que tiene
franquicias tributarias. Los altos ejecutivos se dieron cuenta que no tenía
sentido cotizar en las AFPs. Hoy los contratan con sueldos millonarios y les
depositan tres o más millones de pesos en APV, sin impuestos”.
REBELARSE Y DESOBEDECER
¿Cuál es la experiencia de esta Coordinadora contra
las AFPs?
“El 10 de diciembre de 2015 tuvimos una protesta
nacional en 25 ciudades, con distintos grados de participación. En Concepción
se movilizaron más de tres mil trabajadores. Ya se rompió por lo menos parte de
la invisibilidad a que estábamos sometidos. Hay que lidiar con los medios de
comunicación financiados por las AFPs. Habitat lanzó la propaganda ‘Mi hija
ahorra 80 mil mensuales’, pero la gente se burló en las redes sociales. Los
estudios de la Fundación Sol muestran que un 75% tiene ingresos bajo los 320
mil pesos mensuales, la mayoría ingresos de 200 mil o menos. ¿Quién puede
ahorrar 80 mil mensuales? Creo que los trabajadores están despertando.
Según investigaciones de la Comisión Bravo, las
AFPs tienen un descrédito tan grande como las Isapres, los políticos y el
gobierno. Muchos cotizan durante décadas sin conocer el sistema de AFPs. Su
desprestigio indica que la gente empezó a tomar conciencia. Nosotros hemos
difundido: ‘Pregunta cuál es tu fondo de ahorro’. Si tienes 20 millones, da
para 100 lucas de pensión, ni siquiera para la mínima. Con 40 millones tampoco,
con eso llegas a 200 mil, los hombres, porque para las mujeres es menos. Cuando
la gente se entera se indigna y comprueba la magnitud del robo que sufren sus
fondos”.
La Nueva Mayoría habló hace tiempo de crear una AFP
estatal...
“Ya ni siquiera se lo creen. Era una postura de
senadores de ‘izquierda’, como Alejandro Navarro y otros. Hablamos con ellos y
les dijimos: ¿Qué soluciona una AFP estatal si es como el BancoEstado, pero
peor porque estará obligada a generar rentabilidad especulando en el sistema
financiero?
La solución es volver al sistema de reparto, como
lo han planteado economistas serios, donde el sistema contributivo ayude al
pago de las pensiones. Es decir, que los trabajadores jóvenes cubren a los
viejos, porque se sustenta en un principio solidario intergeneracional;
solidario por ingreso, es decir, quienes ganan más contribuyen a financiar a
los que ganan menos; los sanos a los enfermos y los hombres a las mujeres,
porque es un sistema integral. Es el único sistema que ha enfrentado en mejor
forma las crisis económicas. Estados Unidos y Canadá tienen sistema de reparto,
toda Europa, Japón, Argentina, Uruguay, Brasil, etc. Los únicos que defienden
el actual sistema son sus dueños, los holdings que ganan mucho dinero,
los grandes empresarios del retail y la banca, que se financian a costo
cero, y los gobiernos, la Nueva Mayoría y la derecha, porque reciben aportes
cuantiosos de las AFPs. Cuando se destape la olla del financiamiento de las
AFPs a los políticos, será otro gran escándalo. Por eso no hay voluntad
política para cambiar el sistema. Como tampoco para impulsar una verdadera
reforma laboral. Nunca había visto un gobierno tan cobarde frente al
empresariado”.
¿Cuáles son los próximos pasos de la Coordinadora
No + AFPs?
“Tenemos un congreso en Santiago, a principios de
abril. Participarán más de 32 coordinadoras a nivel nacional. Vamos a discutir
nuevas formas de organización y de movilización. Sin movilización no hay
ninguna posibilidad de recuperar nuestro derecho a la seguridad social. Chile
tuvo una buena previsión y sistema de seguridad social. Había Cajas de
Previsión, Seguro Social y otras. Las mejores villas se construyeron con
recursos de los trabajadores. Y todavía hay quienes reciben buenas pensiones.
Un buen ejemplo lo proporciona Cenda: ‘Dos hermanas, profesoras, iniciaron su
vida laboral juntas. La que se jubiló con el sistema antiguo recibe un millón
cien mil pesos; la que jubiló por AFP, menos de 400 mil. Y tenían el mismo
nivel de ingresos’.
Hicimos nuestra propuesta a la Comisión Bravo.
Tuvimos reuniones con la subsecretaria del Trabajo. Escuchan, pero después no
pasa nada. ¿Cuál es el sentido de seguir dialogando con alguien que no atiende
razones? Es un diálogo de sordos. Por eso la política de la CUT es obsecuente,
mediocre y está descompuesta. Insiste en dialogar con empresarios y gobiernos
que quieren acabar con todos los derechos de los trabajadores. El único camino
es la movilización que permita sumar más voluntades y educar… Rebelarse frente
a este sistema: desobedecer”.
Publicado en “Punto Final”, edición Nº 846, 4
de marzo 2016.
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