Escribe:
Milcíades Ruiz
Estos días
se viene discutiendo en los círculos de la derecha legislativa y sectores
afines, la Reforma Electoral. Mientras estos avanzan en acondicionar el sistema
electoral a sus conveniencias no hay en la bancada del Frente Amplio ni en los
sectores afines, una plataforma alternativa al respecto, que por lo menos
responda a las aspiraciones populares. Aunque podría ser por desinformación
mediática, lo cierto es que no sabemos si ello es por negligencia, ineptitud o
sencillamente porque no les interesa el tema, allanándose a lo que decida la
derecha sin dar la pelea.
Sin embargo,
creo que debería ser punto de agenda en los debates de la izquierda y por eso
me atrevo a dar una opinión que quizá motive otras que pudieran ser de mayor
validez que nos ayuden a construir una plataforma enriquecida con el aporte de
quienes comparten nuestros ideales. Una reforma del régimen electoral puede ser
de forma pero no de fondo. Se puede hacer solo un maquillaje del régimen
vigente para darle una apariencia santa o, podría ser una reforma radical que
transforme la estructura política actual.
Si
consideramos que todo proceso arroja un resultado o producto, el proceso
electoral arroja un resultado con las características que están a la vista en
los órganos de gobierno. El producto obtenido tiene fallas repudiables en su
mayor parte. Así como el fraude de fabricación es muy común en una serie de
productos que se comercializan con publicidad fraudulenta, también, el proceso
electoral adolece de estos fraudes desde el recojo de firmas de respaldo hasta
el conteo final de votos, incluida la publicidad engañosa. Pero en este caso,
el pillaje es legítimo.
Pero la
construcción de un régimen electoral responde a una concepción ideológica sobre
cómo debería ser administrado el Estado. En nuestro país, ha imperado la opción
de que el Estado debe ser administrado por los representantes de la sociedad. A
esta modalidad se le ha denominado “Democracia representativa”. Pero el asunto
es que desde que nació la República Peruana han sido los aristócratas
colonialistas y sus descendientes, ya como conservadores o liberales, quienes
han establecido un régimen electoral a su conveniencia.
La historia
registra la existencia de extranjeros en el Poder Legislativo que estaban como
“representantes” de departamentos que ni siquiera conocían. En 1825, había 91 diputados, de los cuales 78 eran
nacidos en el Perú y todos económicamente pudientes, conforme a las normas
eleccionarias. 28 diputados eran abogados aristócratas y 26 sacerdotes del alto
clero. Los descendientes del Tahuantinsuyo estaban impedidos. Así surgió la
democracia republicana con gobernantes que suplantaban la representación
política y así se ha mantenido cerca ya de dos siglos.
Los
partidos políticos continúan suplantando la representación de los sectores
socioeconómicos y no están dispuestos a cambiar esta modalidad al ser
inconveniente para sus intereses. Entonces tenemos un poder legislativo en el
que no está representado el sector agrario por ejemplo, aunque sea mayoritario,
como tampoco están los otros sectores sociales. Ya ni siquiera se necesita
tener partido político ni doctrina, pues la membresía se alquila o se compra
como cualquier mercancía. Así tenemos, gobernantes sin ninguna representación
que capturan el poder político para servir a intereses oscuros y no, a la
comunidad nacional.
Como
sabemos, una campaña electoral es como un juego sucio donde todo vale para
fabricar imagen de candidatos que utilizan frases y posturas falsas. Se explota
neurológicamente las necesidades y anhelos de la población para ganar adeptos
con engaños. Se derrocha dinero en toda forma de publicidad y tiene mayor
opción quien disponga de mayores recursos aunque provengan de la inmoralidad.
El dinero sucio decide.
Si se
analiza el material periodístico que ha quedado de la última campaña electoral
se podrá comprobar que estaba previsto lo que sucedió al final. Cada vez que
aparecía una amenaza a lo previsto, la prensa se encargaba de traerlo abajo en
contubernio con la autoridad electoral. Se hizo esto cuando Acuña apareció como
segundo en las encuestas, y lo propio se hizo con Guzmán que de pronto apareció
segundo. Y lo mismo habría sucedido con cualquiera otra opción que apareciera
segundo, porque ese puesto estaba reservado como que en verdad se cumplió hasta
el final.
A
esto se le llama juego democrático y el sistema de gobierno constituye la
“democracia”. Respetar este juego sucio es ser un demócrata y entonces el
extranjero Fujimori y su compinche Montesinos son para la derecha unos reos demócratas que deberían ser
indultados. Pero si nos atenemos al concepto original de la palabra democracia
como gobierno del pueblo lo que tenemos en el país está muy lejos de ser una
democracia. Pero entonces: ¿Qué concepto tiene la izquierda sobre la
democracia? ¿Es el mismo que maneja la derecha?
El
congresista del FA, Ing. Richard Arce, de las filas de “Nuevo Perú”, fue el
único de su bancada que votó junto con los fujimoristas a favor de la “moción
de solidaridad con Venezuela” promovida por la derecha para combatir al
gobierno de Maduro. Está de acuerdo con la intervención de la OEA como lo
propugna el Secretario General Luis Almagro, argumentando que lo hacía por
principio, pues se considera un demócrata.
Consecuente
con su idiosincrasia, votó conjuntamente con otros congresistas de “Nuevo Perú”
y con los fujimoristas, a favor de declarar “Héroes de la democracia” a los
comandos Chavín de Huántar, enviados por la dictadura fujimontesinista a
debelar la acción armada del MRTA. Esto nos hace ver pues que, si estos
congresistas manejan el mismo concepto de democracia que la derecha, entonces
no se podría esperar de ellos una lucha por el cambio, pues gracias a este
régimen electoral hoy gozan de prebendas económicas y políticas.
Sin embargo,
creo que la izquierda debería postular un cambio estructural del viejo sistema
de democracia representativa lo que significa una nueva democracia en la que no
se permita la usurpación de representatividad por suplantación. La participación
en el proceso electoral no debería ser exclusiva de los partidos políticos sino
también permitir el acceso a las instituciones representativas de los sectores
socioeconómicos tales como los gremios y colegios profesionales que hay en cada
sector.
Para
que los congresistas sean auténticamente representantes de los diversos
sectores socioeconómicos, el sistema eleccionario político, debería ser
mediante elección directa por sectores
socioeconómicos. La cuota por cada sector debería ser de manera proporcional a
su masa electoral y así lograr una democracia equitativa. Las elecciones
sectoriales darían un nuevo giro a la vieja democracia y en el Parlamento
estarían los que más saben de la problemática de cada sector.
Esta
sola reforma dejaría fuera de juego a una serie de oportunistas y testaferros
de los opresores que ahora están en el poder por el dinero sucio o por malas
prácticas políticas de las cúpulas de la partidocracia. Este cambio deja muy
poca opción a los que han hecho de la política un medio de vida y a los
corruptos de la cleptocracia política. Pero a su vez otorgaría el derecho de
participación en el gobierno nacional a sectores marginados
consuetudinariamente como es el sector militar y policial.
El
desarrollo de esta propuesta excede los límites de este mensaje pero los
fundamentos lo pueden ver en el libro: “Trazos para una República Equitativa”.
Pero es obvio que una reforma de esta naturaleza cambiaría muchos aspectos del
sistema político actual y significaría una reestructuración de la vieja
república a la que parasitan los grupos de poder. Pero por lo menos es un
planteamiento. Lo peor es no decir nada y dejar las cosas como están.
La
izquierda tiene la responsabilidad de desarrollar alternativas de cambio,
innovando planteamientos y demostrar que tiene capacidad de gobierno. El pueblo
debería ver en nosotros una posición distinta que haga la diferencia con los
planteamientos de la derecha. Si estamos del lado del pueblo, hay que
demostrarlo.
Mayo
2017
Otra información en https://republicaequitativa.wordpress.com/
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