Publicado por Daniel Eskibel en May 9,
2017
La confianza en los partidos políticos en América
Latina es absolutamente minoritaria. Observa los datos aportados por el Latinobarómetro:
- Confianza en partidos políticos en 2000: 20 %
- Confianza en partidos políticos en 2015: 20 %
Es contundente: el 80 % de los ciudadanos de
América Latina no confía en los partidos políticos. Y sostiene su desconfianza
a lo largo de los años, más allá de la diversidad de hechos políticos,
económicos y culturales que acontecen.
En ese escenario tienes que desarrollar tu
comunicación política, lo cual constituye un enorme desafío.
¿Cómo comunicarte políticamente
con quienes desconfían de los partidos políticos?
El tema es muy vasto, por supuesto. Pero para
comenzar te sugiero el siguiente marco mental
para comunicarte con esa multitud de ciudadanos desconfiados de los
partidos políticos:
1. Recuérdalos. Los partidos
políticos tienden a olvidarlos. Pero existen. Y son muchos. Hasta deciden
elecciones, también. Entonces tienes que tenerlos en cuenta. Nunca pierdas de
vista a este segmento de la población.
2. Estúdialos. Investiga sus características
demográficas, sociales, psicológicas y políticas. Tu comunicación con este
segmento social depende enteramente de que los conozcas en profundidad.
3. Compréndelos. Aún si no estás de acuerdo con
ellos, de todos modos respeta su enojo, su malestar, su desencanto, su falta de
esperanza. Tienen sus buenas razones para sentirse así.
4. Descubre su problema más
acuciante. Investiga
cual es el principal problema que sufren y que la política no ha ayudado a
resolver. Allí estará una de las bases principales de tu conexión con ellos.
5. Incluye ese problema en tu
comunicación. Descríbelo.
Transfórmalo
en una narrativa, en un relato. Demuéstralo con ejemplos claros y
concretos. Muéstralo en toda su crudeza y su dramatismo.
6. Ofrece soluciones para ese
problema.
Soluciones reales, posibles de realizar y simples de entender. Y explica por
qué eso que planteas resuelve el problema. Y cómo se verán las cosas luego de
esa solución.
7. Reposiciona a la antipolítica. Invierte buena parte de tu
paciencia en explicar una y otra vez hacia qué lugar negativo conduce la
antipolítica.
8. Construye confianza. Es simple pero no fácil: sé
coherente. Tu
vida, tus acciones y tus emociones deben respaldar tu palabra. La
integridad es especialmente valorada por este segmento social, pero no se
inventa ni se finge. Solo se vive.
9. Trabaja para el largo plazo. No hay magia ni recetas
infalibles. El cortoplacismo es nada más que cortedad de miras. Mira el largo
plazo. Y actúa en consecuencia.
Estrategia de comunicación
política
Como habrás percibido hasta aquí, me refiero a la
globalidad de la comunicación política más que a la comunicación
electoral.
Largo plazo, visión de conjunto, mirada al mismo
tiempo amplia y profunda. De eso se trata, ya sea para una organización
política o para un gobierno.
Y un elemento central que todo lo ordena:
estrategia.
La política es en gran medida un juego de estrategia en el que la comunicación política constituye uno de los capítulos más relevantes.
El desencanto, la desafección, la apatía
política…son datos duros de la realidad. Será tu estrategia la que te permita
abrirte paso a través de ese campo minado.
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