Ser antisistema debe de ser malísimo. Cada vez que alguien saca los pies
del plato es motejado de antisistema por la autoridad competente. El último en
tachar de “antisistema” a quienes le llevan la contraria ha sido el
popularísimo Gurb, o Broghs, o Wert, como no podía ser menos. Los estudiantes
que van a la huelga lo son; supongo que los padres que mañana, 8 de octubre, no
manden a los chavales al instituto también serán esa cosa tan horrible.
Pues el caso es que hay demasiados malos ejemplos en la literatura y el arte, repletos de personajes antisistema y, por ende, nada recomendables.
Don Quijote no se conducía en absoluto por los cauces reglamentarios; incluso utilizaba la violencia. En la ilustración se ve perfectamente cómo Don Alonso Quijano interviene brutalmente en unas relaciones laborales al uso. Del mismo modo, obstruyó la acción de la justicia liberando a unos galeotes, o atentó contra la propiedad privada arremetiendo contra rebaños de ovejas y contra la industria de la molinería de viento. ¿Es que los odres de vino reventados por el hidalgo no eran un bien ajeno? ¡Ah del penalista Gallardón!
En la pintura nacional, Don Francisco de Goya y Lucientes no parece que se plegara así como así a los cauces establecidos, seguro que era un antisistema. No hay más que ver la maldad con que caricaturiza a la realeza en “La Familia de Carlos IV”. Y para qué hablar del resto de su obra, ácidamente crítica con lo establecido.
Y no sólo en España hay sujetos tan perniciosos como Cervantes y Goya. A ver si el Príncipe Hamlet no andaba maquinando contra el Rey; incluso contra su propia madre, reina a su vez. Otro antisistema.
Pero es que hasta hay libros supuestamente infantiles protagonizados por evidentes transgresores. Desde el rebelde Guillermo Brown, hasta la anarquista Pipi Calzaslargas, pasando por Tom Sawyer con su cómplice Huckleberry Finn, hasta casos extremos, como la malévola Alicia, que incluso vulnera las leyes de la física y de la naturaleza. ¡Un despropósito!
Opino que nuestras autoridades educativas y culturales, con el Ministro de ambas ramas a la cabeza (este Slurp o Frghs, o como se llame) deberían entrar valientemente en la persecución de tan malos ejemplos. Tal vez organizando una pira al estilo del ama y el cura de Don Quijote. Esto está de antisistemas que no hay quien lo aguante.
Pues el caso es que hay demasiados malos ejemplos en la literatura y el arte, repletos de personajes antisistema y, por ende, nada recomendables.
Don Quijote no se conducía en absoluto por los cauces reglamentarios; incluso utilizaba la violencia. En la ilustración se ve perfectamente cómo Don Alonso Quijano interviene brutalmente en unas relaciones laborales al uso. Del mismo modo, obstruyó la acción de la justicia liberando a unos galeotes, o atentó contra la propiedad privada arremetiendo contra rebaños de ovejas y contra la industria de la molinería de viento. ¿Es que los odres de vino reventados por el hidalgo no eran un bien ajeno? ¡Ah del penalista Gallardón!
En la pintura nacional, Don Francisco de Goya y Lucientes no parece que se plegara así como así a los cauces establecidos, seguro que era un antisistema. No hay más que ver la maldad con que caricaturiza a la realeza en “La Familia de Carlos IV”. Y para qué hablar del resto de su obra, ácidamente crítica con lo establecido.
Y no sólo en España hay sujetos tan perniciosos como Cervantes y Goya. A ver si el Príncipe Hamlet no andaba maquinando contra el Rey; incluso contra su propia madre, reina a su vez. Otro antisistema.
Pero es que hasta hay libros supuestamente infantiles protagonizados por evidentes transgresores. Desde el rebelde Guillermo Brown, hasta la anarquista Pipi Calzaslargas, pasando por Tom Sawyer con su cómplice Huckleberry Finn, hasta casos extremos, como la malévola Alicia, que incluso vulnera las leyes de la física y de la naturaleza. ¡Un despropósito!
Opino que nuestras autoridades educativas y culturales, con el Ministro de ambas ramas a la cabeza (este Slurp o Frghs, o como se llame) deberían entrar valientemente en la persecución de tan malos ejemplos. Tal vez organizando una pira al estilo del ama y el cura de Don Quijote. Esto está de antisistemas que no hay quien lo aguante.
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