07/12/2016
En enero de
2016, Wal-Mart publicitó un plan para cerrar 269 de sus tiendas al por menor.
Como informó Jeff Bryant en AlterNet, el anuncio fue una noticia
significativa en pequeños pueblos y comunidades suburbanas directamente
afectadas por los cierres, pero por lo demás no obtuvo destacada atención de
los medios. "Las historias sobre comunidades locales devastadas por
decisiones de negocios adoptadas en sedes distantes se han convertido en un
elemento básico de esta era", escribió Bryant. Al mismo tiempo, Bryant
informó, que la Fundación de la Familia Walton (WFF) –casta de 7 familiares
propietaria de WalMart y de 150 mil millones de dólares– anunció un plan
estratégico de cinco años para gastar mil millones de dólares en apoyar y
ampliar las “escuelas charter” (escuela particular subvencionada) de trece
ciudades y estados de EEUU. Como reportó Education Week, WFF “eligió
doblar sus inversiones en escuelas". (Notablemente, este artículo da a
conocer que WFF "proporciona una subvención de soporte a Education Week
para la cobertura de la elección de escuelas [charter] y asuntos del
empoderamiento de padres").
Durante los
últimos veinte años, WFF ha destinado más de 1,3 mil millones de dólares a
educación K-12 [primaria y secundaria], de acuerdo con sus propios cálculos. La
WFF dice que una de cada cuatro escuelas autónomas (charter) de todo el país ha
recibido fondos de inicio WFF. (Para cobertura previa de Censored,
consulte la sección "Reforma a la Educación: un caballo de Troya para la
privatización", Censored story #13 in Censored
2013).
En su
artículo en AlterNet, Bryant describió cómo el compromiso de WFF con las
escuelas charter es un producto de la familia Walton que fue "totalmente
inculcado" en la filosofía educativa del economista neo-liberal Milton
Friedman y por el "mito del fracaso escolar" difundido por la
administración Reagan.
En 1980,
Ronald Reagan hizo campaña para abolir el ministerio de Educación. Uno de los
hitos de su presidencia fue el informe de 1983 "Una nación en peligro: El
imperativo de la reforma de la Educación", que advertía contra una
"creciente ola de mediocridad". Aunque desde entonces los críticos
han refutado muchas de las afirmaciones del informe y cuestionaron la validez
de su análisis estadístico, "Una nación en peligro" fue y sigue
siendo influyente. De hecho, John Walton leyó el informe el año en que se
publicó y lo compartió con miembros de su familia, lo que condujo a su padre,
Sam Walton, a anunciar: "Me gustaría ver una revolución total en la
educación".
En 1995,
Friedman argumentó que "nuestro sistema de educación primaria y secundaria
necesita ser reestructurado de forma radical" y que la reestructuración
podría tener éxito sólo por "la privatización de un segmento importante
del sistema". Como describió Bryant, "lo central de la ideología de
Friedman es que las escuelas deben ser considerados como un negocio" y sus
estudiantes entendidos como clientes. La filosofía de Friedman engrana con sensibilidades
comerciales de los Walton, al igual que la animosidad compartida hacia los
sindicatos. En esta óptica, las empresas y, por extensión las escuelas,
prosperan ofreciendo a sus clientes lo que quieren a precios más bajos de los
que pueden dar sus competidores; y los empleados –o maestros– siguen siendo
leales a causa del reparto de utilidades y otras opciones que les dan una
participación en el negocio, más que debido a salarios más altos.
En un
informe relacionado para Salon, extraído de su libro “Las escuelas en el
banquillo”, Nikhil Goyal documentó cómo el Programa de Crédito Fiscal de los
Nuevos Mercados, establecido en 2000 por el gobierno de Clinton, alentó a los
inversores privados a "poner dinero en proyectos de la comunidad, al igual
que en el desarrollo de nuevas escuelas charter en las comunidades de bajos
ingresos". Bajo el programa, tales empresas pueden hacer ganar a los
inversores una rebaja de impuestos federales del 39 por ciento por más de siete
años. Goyal, citado por el periodista Juan González, dijo: "El programa. .
. es tan lucrativo como el negocio de un prestamista que casi puede duplicar su
dinero en siete años".
Sam Walton,
el fundador de Wal-Mart, estableció la Fundación de la Familia Walton (WFF) en
1987 como un esfuerzo filantrópico. Las vastas ganancias de Walmart generan el
dinero de la fundación. La familia Walton se encuentra entre los más ricos del
mundo, con un valor neto combinado de aproximadamente 150 mil millones en enero
de 2016.
Aunque las
noticias corporativas atendieron al compromiso de la WFF de mil millones para
las escuelas charter, esta cobertura a menudo favoreció su expansión, como en
un informe de abril de 2016 de CNBC que puso de relieve cómo las
escuelas charter disminuirían la desigualdad educativa. Salón y Valerie
Strauss del Washington Post re-publicaron por separado el reporte de
Bryant en AlterNet, de marzo de 2016.
Fuentes:
Jeff Bryant, “How the Cutthroat Walmart Business Model is
Reshaping American Public Education,” AlterNet, March 13, 2016, http://www.alternet.org/education/how-cutthroat-walmart-business-model-reshaping-american-public-education?akid=14059.1078898.bMYE-X&rd=1&src=newsletter1052509&t=2.
Student
Researcher: Marc Wilhelm (Diablo Valley College)
Faculty
Evaluator: Mickey Huff (Diablo Valley College)
Traducción
de Ernesto Carmona / Mapocho Press
http://www.alainet.org/es/articulo/182201
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