20/06/2018
La actual crisis mundial del capital y del capitalismo
plantea redefinir la geopolítica mundial, redefine la forma del Estado y por lo
tanto del capital dominante. El cuadro geopolítico hoy es complejo con muchas
contradicciones y alianzas posibles. El futuro del mundo dependerá en buena
medida de la correlación de fuerzas que entre las diferentes fracciones del
capital y a la vez de las luchas sociales que sin duda emergerán en esta
batalla que hasta nos puede poner en peligro de guerra a escala mundial.
I. Los imperios financieros y la geopolítica
§
La fracción financiera estadounidense conservadora
Si la política de los globalistas
apunta al desmantelamiento de la soberanía nacional, hay un fuerte bloque
conservador dentro de los EUA que se opone a ello. Estas fracciones
conservadoras buscan perpetuar el viejo imperialismo del país central y para
ello promueven la estrategia de un unipolarismo unilateral, sustentado por el
brazo fuerte del Pentágono y el complejo industrial y militar. Las empresas
proveedoras de este complejo son Lockheed, Boeing,
General Dynamics y Northrop, entre otros. Este bloque de poder cuenta con la
fracción financiera liderada por de J.P. MorganChase (la primera banca
comercial de los EUA), y el Bank of America (la segunda). Luego está Goldman
Sachs (uno de los mayores grupos de banca de inversión y valores del mundo).
Este capital financiero depende de la sobrevivencia del dólar, moneda
internacional de referencia, defendida por su complejo industrial y militar. Su
proyecto es ir por otro siglo americano y conservar su mundo unipolar junto con
otros bloques continentales de poder subordinados como la UE y bajo su
hegemonía.
A este capital financiero pertenecen
las grandes empresas multinacionales del imperio Rockefeller. El vínculo del
complejo industrial y militar con JP Morgan Chase (de la dinastía Rockefeller)
ha sido muy directo. Así como los globalistas (con la dinastía Rothschild)
manejan a la OTAN como su brazo armado, los Rockefeller trabajan con el
Pentágono. El J.P. Morgan Chase controla además la ESSO y Hulliburton. El
imperio petrolero de los Rockefeller se expresa además a través de empresas
petroleras como Exxon Mobil, Chevron Texaco, BP Amoco y Marathon Oil,
últimamente muy orientados a la autosuficiencia energética mediante la
extracción de gas de esquisto en EUA y sus países vecinos del NAFTA. Los
Rockefeller controlan asimismo la constructora de aviones Boeing, las
aerolíneas United Airlines, Delta y Northwest Airlines y grandes empresas
farmacéuticas. En términos políticos la dinastía ha sido mejor representada por
los republicanos.
Estas fuerzas conservadoras al vincular
sus inversiones mucho más al territorio nacional o continental (NAFTA)
defienden a toda costa la soberanía nacional frente a las políticas de acabar
con toda soberanía nacional del capital financiero globalizado y bajo ninguna
condición perder el poder estadounidense como potencia hegemónica. Durante la
era de la globalización la realidad de este capital financiero conservador ha
sido la pérdida de competitividad económica y política frente a los
globalistas. Este proyecto político está a la defensiva y se aferra más el
concepto de Estado-nación-Estado-región hegemónica con sus controles
geográficos. Su proyecto es detener el avance de la fracción del capital
financiero global, que pretende acabar con la soberanía de EUA mismo.
Esta gran fracción conservadora del
capital financiero y unipolar se ha desarrollado mediante y debe su poderío a
crecientes inversiones en el complejo industrial militar. Sus gastos no solo se
dan en el desarrollo tecnológico de la industria militar, sino cada vez más en
la instalación y mantenimiento de numerosas y costosas bases militares en el
mundo entero. Después de la caída del Muro de Berlín dicho gasto militar se
realiza, sobre todo, a partir de una deuda creciente en dólares. Lo hacen
mediante la emisión de bonos del Tesoro, es decir, a partir de determinada
forma de capital ficticio. Mientras logren colocar sus bonos del Tesoro en el
exterior, logran transferir este ´capital ficticio´ a manos de terceros países.
A partir de principios de los años
setenta los países importadores de petróleo estaban obligados comprar petróleo
en dólares. Mientras las naciones del mundo compren petróleo y su precio se
mantiene alto, la demanda de dólares se mantiene alta. Se comprende a partir de
ello que el capital financiero Estado continental y unipolar ha tratado de
mantener el control sobre el petrodólar y de ser ´necesario´ a punto de guerra.
Estas guerras se han dado sobre todo en Medio Oriente donde se concentre la
compra/venta de petróleo en dólares.
Hoy en día el petrodólar sufre la
competencia de la alianza entre Rusia (mayor productor de energía fósil) y
China (mayor consumidor de dicha energía) y estos países compran y venden tanto
gas como petróleo fuera del ámbito del dólar. A este plan también se integró
Irán que dejó de vender petróleo en dólares. Si bien los medios hablan de la
amenaza nuclear de Irán el país fue sancionado por vender petróleo por fuera
del ámbito del dólar. En 2018 hay de nuevo sanciones norteamericanas contra
este país para provocar un alza en el precio de dólar y mantener así alto el
precio del petróleo y con ello del dólar. Debido a la potencia económica y
militar que es Irán, no se repitió el caso de Irak con Sadam Hussein o de
Libia. Es un hecho que las sanciones actuales tuvieron un efecto contrario a lo
esperado, ya que desde entonces Irán vendió más petróleo hacia el Este de Asia
en yuanes chinos y menos a Occidente en dólares. Con Rusia, China e Irán cada
vez más naciones de Eurasia e incluso en África dejan de negociar el petróleo y
gas en dólares.
Con la reciente introducción y
aceptación rápida del petro-yuan-oro la ´fe´ en el petrodólar se vino hacia
abajo. Los países con gran superávit comercial con EUA que poseen grandes
cantidades de bonos del Tesoro de EUA (China sobre todo) tienen un gran poder
sobre una eventual manipulación del precio del dólar al relanzar ventas menos o
más masivas de los bonos del Tesoro. China ya no solo exige la compra y venta
de petróleo en petro-yuanes, sino también para el comercio en materias primas y
sobre todo los metales.
André Gunder Frank sostenía con certeza
que al desestabilizar uno de los dos pilares del poder hegemónico de EUA (el
dólar como moneda de referencia internacional) se acaba también el otro pilar:
el sostén militar ya que depende de la capacidad de endeudamiento de EUA (Vea
Uncle Sam without clothes, www.archivochile.cl,
13.01.2005). Cuando los bonos del Tesoro dejen de tener demanda se viene hacia
abajo la capacidad de financiar el complejo industrial y militar y queda más de
manifiesto su carácter improductivo y estéril, o sea ficticio. Por ende no va
poder mantener el gran gasto militar y sobre todo el gasto de mantenimiento de
tantas bases militares en el exterior. En síntesis está en juego su gran poder económico,
político y militar que le permitía dominar el mundo de manera unilateral y
unipolar.
§
La fracción financiera anglo-americano globalizada
Hay empresas transnacionales ubicadas
en la nueva economía (computación, comunicación, etc.) que no están vinculadas
para invertir dentro de su Estado-nación como suelen estar particularmente
amarradas las industrias vinculadas con el complejo industrial y militar. Tales
empresas más bien funcionan mejor sin compromiso alguno con fronteras
nacionales ni sienten compromiso con sus ciudadanos (W. Dierckxsens, Los
límites de un capitalismo sin ciudadanía, DEI, 1998). Entre estas
empresas encontramos los principales medios de comunicación como CNN, BBC,
Deutsche Welle, Reuters News, Associated Press, ABC, CBS, NBC, CNBC, y otros
canales de televisión y diarios en todo el mundo. No es extraño entonces que
dichas inversiones globalizadas y entrelazadas controlan el llamado ´Cuarto
Poder´. Son los promotores y defensores de la globalización. En el ámbito de la
producción encontramos también las empresas como Apple, Microsoft, Google, Face
Book, Amazon.com, Netflix, Uber, etc. Este capital está integrado con bancos de
inversión que tienen más movilidad allende de las fronteras que la banca
comercial.
Mencionamos aquí bancos como City Group
(el mayor banco de inversiones en el mundo), con sede en Nueva York, HSBC (el
segundo banco de inversiones más grande) con sede en Londres, Lloyd’s (el
principal mercado de seguros y reaseguramientos, con sede en Londres) y Barclays
(el cuarto mayor banco de inversiones en el mundo) con sede igualmente en
Londres. Es preciso saber que la dinastía Rothschild controla el Banco de los
Bancos Centrales ubicado en Basilea, Suiza y con ello logra integrar una red
financiera globalizada. Al no tener control sobre el Pentágono este capital
financiero ha podido controlar a la CIA Agencia Central de Inteligencia (CIA)
así como la OTAN como una especie de brazo armado.
Esta, una nueva forma de capital, puede
y necesita negar al estado-nación en general e incluso del país central (EUA)
como modo de organizar y producir un Estado del poder-valor sin vínculo
territorial. Es un Estado-Red Global de Cities Financieras con su centro en
Wall Street y la City de Londres, pero presentes también con afiliaciones en
Hong Kong, Bombay, Frankfurt, Paris, Buenos Aires, Sao Paolo, etc.
El aumento del crédito a tasas cero de
interés para la banca financiera, otorgada por la Reserva Federal, el Banco
Central Europeo, el Banco de Inglaterra, etc., permite al capital financiero
global invertir directamente a través de sus empresas transnacionales ubicadas
en países emergentes y primero que nada en China. Mientras este capital se
vincule con inversiones productivas (hasta 2008) se transforma en capital real
global. Este proceso de financiar con endeudamiento el ´outsourcing´ crea
capital ficticio de tipo 1 a fin de transformarlo en capital productivo
globalizado.
§
Nuevas Formaciones Sociales Emergentes
China, Rusia, India, Brasil y Suráfrica
(BRICS) nacen como países “emergentes” por ser territorio de deslocalización de
los capitales financieros globales. Este proceso se pone en marcha
particularmente a partir del año 1995. Los BRICS expresan en su primer momento
una relación estratégica subordinada a los intereses financieros globalistas.
Luego, cuando su peso en la economía real a nivel mundial comienza a destacarse
es China, al no ser aceptada como verdadero socio en el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el país que busca agresivamente su propio espacio
geopolítico. Ha de estar claro que China no es cualquier país emergente como
veremos más adelante. Originalmente, el FMI había propuesto en 2010 anunciar la
inclusión del Yuan y una vez más en 2014. Bajo presión de los globalistas, se
pospuso en varias ocasiones la inclusión del Yuan en la canasta de monedas de
reserva internacional del FMI. La aceptación del Yuan finalmente se dio el 30
de setiembre de 2016. Fue el primer paso en firme para que el Yuan sea
considerado como una moneda de reserva internacional.
China y BRICS podemos caracterizar como
proyecto estratégico no-financiero, como opción estratégica desde los países
dependientes-subdesarrollados-periféricos-no alineados. En nuestra opinión el
proyecto aprovechó la guerra económica y política entre globalistas y
continentalistas en EUA mismo. Este conflicto dio espacio al FMI para alinearse
con un proyecto propio en confrontación con los capitales financieros
unipolares (globalista y continentalista). El mundo dependiente-“emergente” se
manifestaba ya como nuevo centro de producción y consumo de riqueza social. Se
manifestaba ya como el lugar donde impera el trabajo productivo y el capital
real que contrasta con las dos formas de capitales financieros unipolares y
esencialmente ficticios.
La presencia de Rusia y el acuerdo
militar con China y otros países de Asia, otorga mayor fuerza geopolítica
disuasiva al proyecto BRICS-Ampliado frente a los proyectos unipolares. La
propuesta cuenta con un Banco de Desarrollo y Fomento como con un Fondo de
Compensación entre los instrumentos más importantes. Cuenta con un Banco
Asiático de Inversiones en Infraestructura con su plan económico-estratégico de
la Nueva Ruta comercial-industrial de la Seda (NRS). El proyecto de la Ruta de
la Seda es una especie de keynesianismo/desarrollismo productivo a escala
mundial. China y Rusia agregan, a su nueva arquitectura económico-financiera y
político estratégica, la nueva arquitectura económica comercial y productiva.
§
La Unión Europea, Estado-Continente
La Unión Europea (UE) constituye en
este entorno un bloque regional de poder de país-central (Estado-Continente),
conformado hoy por 27 países. Al finalizar la Guerra Fría el capital europeo no
tenía mayor necesidad de migrar hacia otros países en busca de mano de obra
barata o mercados para sus productos. Los grandes capitales financieros
alemanes, Deutsche Bank en primer lugar, junto con los de Francia (Crédit
Agricole, BNP Paris), se despegan de su base nacional y se transforman en
capitales financieros de la UE, para hegemonizar este bloque continental.
La misma integración de Europa del Este
y la del Sur a la UE no requerían que el capital europeo migrara por el mundo a
como lo hizo sobre todo aquel capital financiero unipolar norteamericano con el
proyecto de crear un Estado global por encima de EUA y el mundo entero, sin
respetar soberanía o ciudadanía alguna. Tampoco hacía tanta falta la
inmigración de fuerza de trabajo barata desde países fuera de la UE ya que los
ciudadanos de los mismos países del Sur y sobre todo del Este (a menudo bien
calificados), tenían libertad de movilización hacia el Norte de la UE. Ni
hiciera tanta falta que el capital financiero continental buscara nuevos
mercados más allá de la UE ya que sus empresas grandes concentradas en el Norte
lograron ´conquistar´ los mercados del Este y del Sur a costa de las empresas
de menor talla en el Sur, afectando el empleo en esos últimos países. La
integración de la UE permitió al capital alemán en primer lugar mantenerse
vinculado a la economía real con una tasa de ganancia relativamente favorable.
La consecuencia ha sido que el capital fijo en los países de la UE (y no solo
en Alemania) no se ha envejecido a partir de los años setenta, contrario a lo
que pasó en EE.UU y Japón. (Ver, Bernd Görzig, Depreciation in EU member
states, http://www.euklems.net;
abril de 2007, pp21).
A partir de la Crisis Griega, Alemania
y Francia no solo lograron centralizar poder en Grecia sino en toda la Unión Europea
como Estado-UE. Para ampliar luego su mercado, la UE y primero que nada
Alemania, buscan su integración económica con Eurasia y China, a fin de
integrarse a las Nuevas Rutas de Seda, apuntándose con ello al mundo
multipolar, muy a disgusto de los globalistas en la City de Londres y de Nueva
York. Alemania, Francia y Rusia procuran hoy desbloquear los conflictos creados
por los globalistas, que con su brazo armado la OTAN y fuerzas rebeldes
locales, han creado en Ucrania y luego en Siria. Estos bloqueos existen todavía
porque las fuerzas globalistas han buscado impedir el desarrollo de las Rutas
de la Seda así como la integración de la UE a las mismas. Con Gran Bretaña
fuera de la Unión Europea a partir del Brexit y Trump en la Casa Blanca, los
intereses para sostener militarmente a la UE han disminuido notoriamente y con
ello el poder de la OTAN. Francia y Alemania están liderando la iniciativa de
fortalecer la capacidad europea de dirigir sus propias operaciones de
seguridad. Los planes para una cooperación a nivel europeo a nivel militar y en
materia de defensa mutua son más concretos que nunca. Esto significaría una
derrota para los globalistas que dominan aun actualmente la OTAN. Lo anterior
sumado al proteccionismo de Trump significaría también el aislamiento cada vez
más seguro de EUA. En otras palabras el triunfo del multipolarismo sobre el
unipolarismo está a la vista.
II La Geopolítica: ¿hacia un Mundo Multipolar de Monedas?
§
La guerra de monedas con el control sobre las criptomonedas
La batalla geopolítica entre las
principales fracciones de capital a nivel mundial adquiere una nueva dimensión
especial con la introducción de las cripto-monedas. Con la llegada de la
cripto-monedas como Bitcoin, el sistema monetario se ha ampliado de manera notoria
y esto tiene su expresión en la guerra de monedas. Toda forma de dinero es una
construcción social y con ello también expresión de intereses
económico-sociales y de poder. Lo que hace que las cripto-monedas sean
potencialmente tan diferentes como moneda es el hecho de que están permitiendo
que sus usuarios expresen su independencia del sistema monetario actual
dominado por el dólar, el sistema SWIFT, etc.
La criptomoneda permite imponer una
nueva construcción social, una nueva mediación en las relaciones sociales de
producción de poder, al permitir liberarse de los poderes económicos, políticos
y sociales anteriores a éste. Pero esto no podrá desarrollarse sin una gran
batalla con y entre los diferentes poderes existentes, entre los que ascienden
ganando posiciones de poder y los que declinan cediendo posiciones de poder
económico, político y estratégico.
Lo anterior ya se expresa hoy ya en
América Latina con la introducción de la primera criptomoneda nacional en
Venezuela (el Petro) que se introduce para evadir las sanciones económicas
impuestas al país por EUA al haber negociado la venta de petróleo por fuera del
ámbito del dólar. A raíz de ello Washington cerró las posibilidades de crédito
buscando asfixiar la economía de modo financiero. La compra de bonos
venezolanos por China y la reestructuración de la deuda del país con Rusia
fueron pasos paliativos. Hay visos de mayor alivio con la introducción de la
cripto-moneda Petro frente a la soga que Washington le colocó al cuello a
Venezuela. Desde el 20 de febrero de 2018 se vende el Petro en Venezuela
anclado en petróleo.
En el plano mayor observamos que las
fuerzas globalistas hacen su entrada a las cripto-monedas al emitir contratos a
futuro de bitcoin a partir del 17 de diciembre de 2017 cuando el Chicago
Mercantile Exchange (CME), el mercado de contratos a futuro
más grande del mundo, ha puesto en marcha el comercio de futuros en bitcoins. Con
ello se abrió el camino para manipular los precios de las cripto-monedas. Las
empresas anotadas en Wall Street compran y venden en Chicago contratos a futuro
(derivados) en bitcoins y con ello este ´activo digital´ hace
su entrada en el gran mundo de las finanzas. Bancos y
comerciantes institucionales (como fondos de pensiones, entre otros) pueden
comprar y vender contratos a futuro en bitcoins, pero solo unos pocos entre
ellos podrán tener cripto-monedas en stock y comercializar con bitcoins reales.
Lo anterior, aluden, se hace por motivos regulatorios, o dicho de otra forma
para mantener el poder sobre dicho mercado.
La élite financiera unipolar y global,
y sus CEO´s en los directorios de los bancos centrales y el Banco de los bancos
centrales en Basilea (BIS), controlado por la familia Rothschild, lanzaron en
setiembre de 2017 el proyecto de imponer una cripto-moneda global. El
proyecto se denomina 'Utility Settlement Coin' (USC) que fue impulsado por
entidades financieras como Barclays, HSBC, Santander, Credit Suisse,
Deutsche Bank, entre otros. El objetivo del proyecto es preparar el camino para
que los bancos centrales tengan cripto-divisas en el futuro, facilitando a las
entidades mundiales realizar una amplia variedad de transacciones entre sí
mediante la utilización de activos garantizados en una cadena de
bloques. Con ello el capital financiero globalizado inauguraría una fase
decisiva de la guerra de (las cripto)-monedas. Las cripto-monedas de los bancos
centrales se transformarían simplemente en una extensión del sistema mundial
actual basado en la deuda, pero ya no centrado en el dólar. Las cripto-monedas
en manos de los bancos centrales se transformarían en tal caso en una extensión
del sistema mundial actual basado en la deuda, pero no más a partir del dólar.
Quién maneja el poder sobre tal cripto-moneda, se vuelve dominante, en otras
palabras un tema específicamente de geopolítica del poder.
China comenzó la cruzada contra la
aparición de cripto-monedas en el mes de setiembre de 2017. El Banco Central de
China decidió emitir su propia moneda digital de manera pública y soberana. Se
buscaba garantizar un sistema seguro de registración y transferencia contra la evasión
tributaria y el lavado de dinero. China ya había realizado fines de
2016 su primer ensayo. El dinero digital chino tiene un carácter geopolítico
como medio de intercambio en la nueva Ruta de la Seda ya que reemplazaría al
dólar y más importante aún, cortaría a la vez el paso a los globalistas en su
plan de introducir su moneda a nivel global. Los globalistas están además en
confrontación con los intereses continentalistas norteamericanos que buscan
introducir el Fed-coin. Es de esperar que China no atacará frontalmente al
dólar como afirman los medios globalistas. Con ello pretenden ocultar la
violencia y agresión que ellos mismos desarrollan en la guerra de monedas. La
amenaza para el dólar, en otras palabras, proviene de las fuerzas globalistas
por más que los grandes conglomerados de comunicación (globalistas) lo
presentaran de manera invertida.
§
¿Hacia un Mundo Multipolar de Monedas?
Está claro que el dólar está a punto de
dar un importante paso hacia atrás. En 1944/45 el Dólar-Oro se impuso luego de
ser EUA uno de los ganadores la segunda guerra mundial. Lograron imponerlo
desplazando a la Libra Esterlina de ese lugar de moneda de referencia mundial.
A principios de los años setenta se produce la crisis del Dólar-Oro que venía desde
1967. En 1971 el dólar dejó de estar anclado en el oro. Se introduce a partir
de entonces el petrodólar con un acuerdo realizado por el ex secretario de
Estado de EUA Henry Kissinger y la Casa de los Saud en Arabia Saudita. El
Petrodólar fue la moneda que vino a expresar los intereses de las corporaciones
multinacionales norteamericanas ya expandidas en ese entonces a Europa y Japón.
Eran estas corporaciones multinacionales norteamericanas las que dominaban la
producción, el comercio internacional y el consumo mundial de energía basada en
el petróleo. Por ello pudieron pactar e imponer la nueva moneda de referencia
mundial, el petrodólar, como herramienta de extorsión al obligar a todos los
países a cambiar producto y trabajo real por una moneda sin respaldo, creada a
puras promesas de pago, o sea, a pura deuda.
Hoy existen cada vez más países que
cuestionan el dominio del dólar al verlo como un obstáculo para su soberanía y
su buen desenvolvimiento dentro de la economía global. Este cuestionamiento muestra
su actual crisis de hegemonía. En el pasado reciente países relativamente
pequeños como Irak y Libia fueron invadidos al pretender negociar el petróleo
por fuera del ámbito del dólar, y hoy existe hasta una amenaza de invasión
sobre Venezuela porque también ha establecido el derecho a negociar su petróleo
por fuera del ámbito del dólar. Es preciso saber que en esta misma coyuntura
los países multipolares como China con Rusia e Irán, el eje con mayor
crecimiento económico en los años recientes, lanzaron el Petro-Yuan-Oro como su
moneda alterna de referencia mundial. En octubre de 2016 el Yuan fue reconocido
como moneda internacional por el FMI. Con ello, por primera vez desde 1944, se
podrá hablar con propiedad de un próximo desplazamiento del dólar como moneda
dominante, pues ya ha perdido la hegemonía.
El Petro-Yuan-Oro es un esquema de moneda mundial que no
solo se respalda en la materia prima más importante, el Petróleo, sino también
está anclado en el oro, algo que EUA ya no puede hacer a estas alturas. La
ventaja china no solo radica en ser el esquema integral de las economías más
dinámicas, sino en que además los principales productores y compradores de oro.
China y Rusia han conformado unas gigantescas reservas para respaldar al Yuan
en esta movida. El 26 de marzo de 2018 China tomó la decisión de lanzar en la
Bolsa Internacional de Energía el esquema de cambio Petro-yuan-oro y en mayo el
Metal-yuan-oro. Este hecho que cambiará el sistema monetario internacional de
fondo. Los chinos ofrecen cambiar los Yuanes recibidos en oro, no solo contra
entrega de petróleo sino también al comprar metales. La Bolsa de Valores de
Hong Kong emitirá también contratos a futuro en yuanes en materia de
petróleo y metales derivados que serán convertibles en oro. Los exportadores de
petróleo incluso podrán retirar dichos certificados de oro fuera de China, es
decir, el ´petro-yuan’ estará disponible para pagarse hasta en los llamados
“Bullion Banks”i en
Londres.
La fijación de los precios del petróleo
en yuanes –junto con el plan de la Bolsa de Valores de Hong Kong para
vender contratos de oro físico valuados en yuanes– creó un sistema por medio
del cual el país podrá eludir el sistema bancario estadounidense y no solo el
sistema global de pagos interbancarios basada en dólares (Swift) sino incluso
todo el sistema de Bretton Woods. Es más no solo el petróleo, el gas y los
metales entren en esta nueva situación mundial, sino mañana incluso otras
materias primas, se puede esperar que China se deshaga de manera más acelerada
de los bonos del tesoro a cambio de dólares cambiando a su vez estos dólares
por yuanes.
Para evitar lo que le sucedió al dólar
a principios de los años setenta, cuando tuvieron que abandonar el patrón oro,
es de esperar que China introducirá paso a paso el yuan como moneda de cambio
(materia prima por materia prima) para mantener el volumen de oro suficiente
como respaldo. La estrategia de China-Multipolar además no es atacar
frontalmente al sistema del petro-dólar, sino que el Yuan ocupe un espacio
suficiente para poder operar con la soberanía del caso, es decir, construyendo
un Mundo Multipolar de Monedas sin sumisión. Hay acuerdos entre el Banco
Central de China (PBoC) y el Banco Central de la Unión Europea (BCE) para
permitir intercambios directos entre el yuan y el euro. Han firmado estos
acuerdos para hacer posible que, finalmente, ambas monedas se fortalezcan
mutuamente de manera autónoma y fomentando la interpenetración de
los sistemas financieros de ambas regiones. Lo anterior es una clara señal que
la Unión Europea mantiene la puerta abierta para integrarse al Mundo
Multipolar.
No solo China tiene grandes proyectos
para dejar afuera al dólar en su quehacer económico. El 20 de setiembre de
2017, el presidente ruso Vladimir Putin dio instrucciones para que a finales de
ese año el dólar dejara de ser la moneda de pago en todos los puertos del país.
El 14 de febrero de 2018 Arkady Dvorkovich, Primer Ministro Suplente anunció
que las instituciones financieras rusas están preparadas para funcionar sin
acceso a la red global de pagos interbancarios basada en dólares (The Society
for Worldwide Interbank Financial Telecommunication o SWIFT). Es un mecanismo
por excelencia para bloquear pagos bancarios internacionales afectando países o
personas considerados ´non gratas´ por EUA. De esta manera Rusia procura evitar
la aplicabilidad de las sanciones impuestas a la su economía.
III ¿Habrá (otras) nuevas Formas Sociales Emergentes?
§
China ¿primera y última Gran Formación Social Emergente?
El claro éxito de la economía china,
ilustrado en particular por una tasa de crecimiento muy rápida del producto
interno bruto (PIB) – de hecho, el más alto del mundo en promedio en las
últimas tres décadas –, sino también por el papel de líder que hoy tiende
a ocupar en los países del Sur, a menudo se comenta en los grandes medios y la
literatura académica. Una de las ideas erróneas más frecuentes con respecto a
China es que ha “emergido” recientemente.
El concepto de “emergencia” – por
cierto, al igual que el de “BRICS”, forjado en los think tanks de las altas
finanzas estadounidenses – de hecho sugiere que un “despegue” fue factible
en el marco de la globalización actual, a pesar de las disfunciones del sistema
mundial capitalista y tan visiblemente desfavorable para los países del Sur en
general. Sin embargo, aceptando esta idea que la economía china habría
“emergido” o “despegado”, justo después – y solo después – de la
desaparición de Mao, se adhiere de manera implícita en una de las variantes del
siguiente argumento. La economía china se habría comenzado a desarrollar
solamente gracias a su “reorientación” y “apertura” al sistema mundial
capitalista.
Aquí hay tres realidades fundamentales
ocultas y al mismo tiempo. La primera de ellas, por más masiva que sea, es la
profundidad milenaria de la historia de China. El peso de China podría alcanzar
hasta un tercio del PIB mundial a principios del siglo XIX. La segunda realidad
dejada de lado es sobre el crecimiento del PIB de China. Este ya comenzó regularmente
a exceder la marca del 10% en la década de 1980 cuando la mayoría de las
estructuras e instituciones del socialismo todavía estaban en su lugar. El
tercer hecho es la alta velocidad de la tasa de crecimiento del PIB chino antes
de la muerte de Mao. Es cierto que el crecimiento económico se aceleró desde la
década de 1980. Sin embargo ya había una tasa de crecimiento de 8,2% entre 1963
y 1978. Entre 1970 y 1979 la tasa de crecimiento económico de China fue del
6,8%, o sea, más del doble de la de los Estados Unidos durante el mismo
período (al 3,2%). Durante el período largo de 1952 a 2015 la tasa anual media
de crecimiento del PIB chino fue de 8.3%; 6.3% entre 1952 y 1978 y 9.9% entre
1979 y 2015.
Al analizar varias series temporales
originales de stocks de capital físico para China durante el largo período
(1952-2015), observamos altas tasas de crecimiento. Las tasas de crecimiento
promedias del stock de capital que llamamos “productivo” (incluyendo todos los
equipos, maquinaria, herramientas, edificios industriales e instalaciones, pero
no edificios residenciales y el valor de sus tierras) fueron 9.7% para el
período 1952-1978 y 10.9% para el período 1979-2015. Si seleccionamos un stock
de capital que además de los inventarios, también contempla los edificios
residenciales construidos y sus tierras (componentes no directamente
productivos), la tasa de crecimiento anual medio de este stock de capital fue
de 9.1% entre 1952 y 1978 y 10,9% entre 1979 y 2015. La ´emergencia´ china
resulta entonces de fechas bien anteriores al período del neoliberalismo.
Tomando en cuenta series temporales
largas (1949-2015) de indicadores de niveles de recursos educativos de la
población china, las tasas anuales de crecimiento medio del stock total de
recursos educativos chinos en ambos períodos fueron extremadamente parecidos:
4.19% durante el período 1949-1978 y 4.22% en el período 1979-2015. Al
considerar el stock educativo “productivo” (al realizar los cálculos a partir
de la fuerza de trabajo), las tasas medias anuales de crecimiento de este stock
de recursos educativos fueron 5.07% entre 1949 y 1978 y 3.55% entre 1979 y
2015, es decir, un crecimiento más marcado en el primer antes de las llamadas
reformas de 1978.
Durante el período 1949-2015, los
(flujos de) gastos de investigación y desarrollo (I+D) muestran tasas anuales
medias de crecimiento superiores al 14%. El crecimiento promedio de estos
gastos en I+D fue mucho mayor en el período 1949-1978 que en el siguiente de
1979 a 2015). En otras palabras, el nivel de desarrollo científico y
tecnológico de China no es de estas fechas recientes y hoy en día no tiene nada
que envidiar a los países capitalistas industrializados más avanzados. Lo que
estamos queriendo decir es que la estrategia de desarrollo de la revolución ha
establecido las condiciones para el éxito actual de la economía china, que este
mismo éxito es una continuidad del pasado y, más importante aún, dicha
emergencia no es transferible a otras naciones como la India por ejemplo que no
cuenta con ese período previo. No es entonces que al sufrir China ´la
enfermedad japonesa´ que se puede volver a aplicar el outsourcing hacia otras
naciones o continentes. Con ello queda más claro también el límite del proceso
de globalización.
Hemos de agregar que hoy en día, la
propiedad de la tierra sigue siendo estatal o colectiva en China –incluso si se
trata de formas a menudo degradadas que se encuentran, a veces, incluso bajo un
control privado efectivo sobre unas tierras. El acceso a la tierra para el
campesinado hasta ahora, es tal vez la contribución más valiosa del patrimonio
revolucionario maoísta ya que ha evitado el desalojamiento masivo de los
campesinos de sus tierras (la acumulación originaria) hacia las ciudades
grandes, fenómeno que se observa en todos los países periféricos.
§
China, ¿último bastión del capital productivo?
Basado en la construcción de nuevas
series estadísticas del stock de capital fijo productivo y los activos fijos de
las empresas y sobre la base de un campo de sectores de industrias
rigorosamente definidos, Herrera y Long han calculado diferentes indicadores
que permiten inferir una tasa de ganancia a nivel micro y macro para la economía
de China entre 1952 y 2014 (Rémy Herrera y Zhiming Long, Capital
accumulation, profit rates and cycles in China from 1952 to 2014,
Journal-of-innovation-economics, 2017). Los resultados obtenidos por ambos
métodos (Micro y macro) son relativamente originales y muestran una clara
tendencia a la baja de la tasa de ganancia en el largo plazo. En el corto plazo
se muestran altibajos de coyuntura. Se atribuye este fenómeno al
incremento en la composición orgánica del capital que como tendencia empuja la
tasa de ganancia hacia abajo.
Como ya vimos, el desarrollo
tecnológico en China no es de fecha muy reciente a como nos lo presentan los
grandes medios. En el año 2013 no menos de 629.612 patentes fueron publicados
en China, 200 mil más de lo que EEUU publicó en el mismo año. Una publicación
de ´World Intellectual Property Indicators´ del año 2014 reportó
que el 32% de los 2,57 millones de patentes registrados mundialmente
correspondían a China. El país lo considera como su estrategia clave para ser
un gran jugador mundial en los sectores de innovación tecnológica, al igual que
Japón en los años setenta y ochenta del siglo pasado. Esta carrera de
renovación tecnológica conlleva a una rotación cada vez más grande del capital
fijo. Al mismo tiempo esta rotación implica una alza permanente en los costos
de Innovación y Desarrollo para la producción manufacturera del país, cada vez
más difíciles de transferir al producto final. En resumidas cuentas, en China
la tasa de ganancia del capital productivo muestra claras tendencias a la baja.
A esto le agregamos un costo ascendiente en la mano de obra al demandar una fuerza
de trabajo cada vez más calificada. El resultado final es el abandono relativo
del capital de la esfera productiva y por ende una tasa de crecimiento
económico a la baja.
a.
¿Es posible un nuevo ciclo de crecimiento económico?
En 2014, China oficialmente reportó una
tasa de crecimiento de algo más de 7%, la más baja en 24 años. Esta cifra, en
la opinión de Kurt Cobb, es
claramente sobreestimada. Cuando se observa la tasa de crecimiento en el
consumo de electricidad, que solo creció en un 3.8%, la tasa real resulta ser
probablemente más baja. Según Bloomberg, el PIB de China, expresado en dólares,
subió de un 4.25% durante el cuarto cuatrimestre de 2015 (Vea, China’s Other
Growth Figure Is Flashing a Warning, 2 de marzo de 2016). El
consumo de energía (electricidad) pareciera ser un instrumento más confiable
para medir la evolución del crecimiento económico del país. Históricamente, la
evolución en el consumo de energía (electricidad) y el crecimiento económico
han sido muy paralelos en China, pues, para un crecimiento en el PIB del 1% se
solía requerir un aumento de 1.09% en el consumo de electricidad. A partir de
este procedimiento una tasa de crecimiento de 3.5% resulta una cifra más
probable. En el año 2015 el consumo de electricidad de febrero bajó 6.3%
respecto del mes anterior y en marzo mostró otro descenso de 2.2%. En otras
palabras, el crecimiento económico de China tiende a la baja.
Fuente: Steve Angelo, Why
U.S. GDP hasn´t really increased since 2000, www.srsroccoreport.com, 28 de febrero de 2018.
La tendencia a la baja en el consumo de
energía (petróleo en este caso) se observa a nivel mundial. La reducción del
crecimiento en el uso de energía es señal de estancamiento en el crecimiento
económico a nivel mundial como puede verse en el gráfico 1. De ser así parece
que las posibilidades de realizar una plusvalía relativa están agotándose no
solo a nivel global sino también en la Nueva Formación Social Emergente de
China, es decir las perspectivas de una nueva reconexión con la economía real
parecen agotándose a nivel de la economía globalizada.
Debido a la tendencia a la baja de la
tasa de ganancia a nivel más global y la creciente imposibilidad de
reconectarse con el ámbito productivo, el capital da la fuga hacia el ámbito
financiero, realizando ganancias prescindiendo del factor trabajo. En el
gráfico 2 observamos una correlación estrecha entre el crecimiento de la deuda
norteamericana y la tasa de crecimiento económico.
Gráfico 2 Crecimiento del PIB de EUA y el la Deuda Pública
2000-2018
La realidad es que la deuda pública no
se destina a la creación de riqueza nueva. Parece una situación mágica de
realizar ganancias (ficticias) sin crear riqueza alguna. Es un hecho que en EUA
desde fines de los años noventa no se observa un crecimiento en el consumo de
energía aunque las ´cuentas nacionales´ registren tasas de crecimiento
económico como se observa en el gráfico 3.
Gráfico 3 Crecimiento del PIB de EUA y
consumo total de energía 1960-2018
El crecimiento económico registrado por
las cuentas nacionales en EUA a partir de mediados de los noventa sin
crecimiento en la demanda de energía registrado en el gráfico 3 en nuestra
opinión es un crecimiento ficticio. La explicación es que el crecimiento del
endeudamiento a tasas de interés casi cero permitió al capital financiero
obtener crédito sin costo para adquirir sus propias acciones en la bolsa de
valores alzando así la cotización de las mismas obteniendo altos beneficios que
también son ficticios y especulativos, como hace ver el gráfico 4.
Gráfico 4 Crecimiento del PIB de EUA
sin la emisión de deuda pública 1971 a 2018
El gráfico 4 hace ver que crecimiento
real de EUA actualmente es negativo al superar la deuda del Banco Central (la
Fed) al Producto Interno Bruto del país; 21 vs 19 billones de dólares. Esta
situación lo caracteriza Bill Holter como el momento de saturación de la deuda
e implicaría un muy elevado riesgo de colapso (Bill Holter, One
Of Two Things Is About To Happen Now That We’ve Reached ‘Debt Saturation’, www.silverdoctors.com, 3 de mayo de 2018). Al
observar una tendencia a la baja de la tasa de ganancia en el ámbito
productivo, no solo las economías más avanzadas sino también en la Nueva
Formación Social emergente parece que el mundo está ante la imposibilidad de
volver a reconectarse con el ámbito productivo, lo que significa no solo una
crisis de la globalización sino una crisis sistémica.
b.
¿Es posible la reconexión del capital con la economía real?
Ante la baja en la inversión en la
economía real el endeudamiento ha sido la receta para fomentar la demanda
interna china a un ritmo sin precedentes. Entre noviembre de 2014 y octubre del
año 2015, el banco central chino rebajó seis veces los tipos de interés, además
de reducir en otras cinco ocasiones los coeficientes de caja -las reservas que
los bancos están obligados a no prestar. De esta manera los bancos chinos
prestaron en el mes de enero de 2016 un 70,2 % más de lo que hicieron en enero
de 2015. China se ha vuelto, en otras palabras, otro adicto a la deuda. El
Banco Popular de China aplica hoy en día ya la misma política de comprar sus
propios bonos para emitir dinero sin respaldo. Es un hecho que el endeudamiento
de China lleva ya varios años aumentando a un ritmo ascendente. Uno tras otro
gran banco central en el mundo se ha visto forzado a imprimir dinero sin
respaldo, aumentando el crédito a tasas de interés cero o negativas y China no
es la excepción.
Dadas las limitaciones de generar altos
rendimientos económicos en la economía real el capital comienza a buscar áreas
de inversión alternativas que no requieren tanto al factor trabajo y con ello
suelen ser de carácter especulativo. En China se dieron por ejemplo inversiones
a gran escala en proyectos de edificación urbana sin garantía alguna de su
ocupación. Al quedar vacíos (hasta barrios enteros de edificios), estas
inversiones no encadenan con la economía real. Hay crecientes inversiones sin
encadenamiento posterior con la economía real, lo que presiona la tasa de
crecimiento económico de China hacia abajo. La burbuja inmobiliaria mejor se
observa primero a partir del creciente número de edificios y grandes torres
vacías sin terminar. Como consecuencia los precios de los inmuebles en China
han caído en 66 de las 70 ciudades más grandes de acuerdo con la Oficina de
Estadisticas Nacionales del país. En el solo año 2014 los precios de inmuebles
cayeron en un 7.6%.
En un momento en que su crecimiento
económico ha comenzado a disminuir y que varias burbujas podrían estallar,
China ha elegido, en contraste con un mayor desarrollo del capital ficticio
puramente financiero (globalistas) o militar (continentalistas), un
keynesianismo productivo a escala mundial. La ganancia con un desarrollo del
complejo industrial y militar podría estar garantizada por el Estado pero sin
capacidad de transferir el gasto improductivo a terceras naciones ya que el
Yuan no es una moneda internacional de referencia con una posición monopólica a
como ha sido el caso del dólar. No es extraño entonces que el gasto militar de
China en 2015 es tres veces más pequeño que el gasto militar de EUA siendo las
dos economías más o menos igualmente grandes.
Lo que la Nueva Forma Social de
Emergencia bajo liderazgo de China busca ante todo es un keynesianismo
productivo a escala mundial y primero que nada a nivel de Eurasia. Con la
creación del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructuras (BAII) China ha puesto
en marcha un proyecto a escala global. Habiéndose convertido en la fábrica del
planeta sin un mayor mercado interno para el consumo, su determinación de
construir una nueva Ruta de la Seda parece más afín a un New
Deal a escala global. Lo que procura China de esta forma es
consolidar al menos Eurasia como una sola economía. Los europeos se apresuraron
a aceptar la invitación de China de participar en el BAII (con Londres en
primer lugar, seguido inmediatamente por París, Roma y Berlín) y hasta Israel
se apuntó. EEUU (Wall Street) y Japón son los grandes ausentes del BAII.
La Nueva Gran Formación Social
Emergente con China a la cabeza ya ha creado las condiciones para reinventar un
sistema multi-monetario internacional sin subordinaciones de las naciones
soberanas participantes a una sola hegemónica. Dispone de mercados financieros
verdaderamente mundiales, con bancos multi-polares como el Banco Asiático de
Inversiones en Infraestructura. Es un verdadero New Deal que
están ofreciendo que alcanza ser un acuerdo potencialmente global.
La Nueva Ruta de la Seda implica una
inmensa infraestructura de oleoductos, gasoductos, carreteras, ferrocarriles,
aeropuertos y puertos en busca de integrar Eurasia como una sola economía, a
través de fuertes inversiones en infraestructuras. El objetivo es conectar a
China con Rusia, Europa, África y hasta Oceanía y América Latina y fomentar la
economía real mundial con producción y comercio. La Nueva Ruta de la Seda
terrestre tiene como punto inicial el oeste del país y atravesándolo en su
conjunto. El centro de la ruta de la seda será la capital de XinJiang y no es
casual. Es la provincia musulmana de China situada en el noroeste del país,
justamente ahí donde el capital financiero anglo-americano globalizado pretendió
desestabilizar a China con los mercenarios de “ISIS- stan”.
En total armonía con la geopolítica de
MacKinder, China está adentrándose en la isla mundial en un intento de
rediseñar los fundamentos geopolíticos del poder mundial. Al establecer una
elaborada y costosísima red de líneas ferroviarias de alta velocidad para el
transporte de grandes volúmenes de mercancías y oleoductos y gasoductos a
través de la amplia extensión de Eurasia, la Nueva Formación Social Emergente
pretende materializar la visión de MacKinder para la actualidad. Las
autoridades de Beijing esperan trasladar el centro neurálgico del poder
geopolítico desde la periferia marítima al interior del continente, el heartland.
Está obvio que la integración de
Eurasia está por encima de las capacidades financieras de China por si sola,
con una deuda pública en rápido ascenso. China busca aliados para capitalizar y
desarrollar esas obras infraestructurales. Estos aliados ven en el proyecto de
la Nueva Ruta de la Seda la posibilidad de un keynesianismo productivo a nivel
euroasiático, dejando fuera justamente a EEUU y Japón que se oponían
recalcitrantemente a la integración de Eurasia. Para evitar que Europa mire
hacia el Este, la OTAN (globalista) se instalaba con cada vez más equipo y
efectivos en Europa del Este.
Es preciso anotar que en el mundo no
hay ninguna línea ferroviaria de alta velocidad que funcione con ganancia. En
España invirtió a gigantescas deudas mejorar su infraestructura y hoy los
beneficios de esta inversión a deudas no superan los costos de la deuda, asunto
de tomar en cuenta para ver la factibilidad del ´New Great Deal´. La pregunta
clave es ¿podrá impulsarse este keynesianismo productivo a nivel
transcontinental con una nueva tendencia de la tasa de ganancia en alza?
Creemos que el ´New Great Deal´ morirá probablemente en el intento al no lograr
elevar la tasa de ganancia. Lo anterior muestra que para tratar de salir de la crisis capitalista
aparentemente no hay otra alternativa que salir del capitalismo.
IV. La salida del capitalismo al no poder salir de la crisis
capitalista
§
El intento de salir de la crisis del capitalismo sin lograrlo
Con el gobierno de Trump no solo se
manifiesta claramente la crisis agónica, turbulenta y conflictiva del
capitalismo, sino se evidencia cada vez más la imposibilidad de salir de la
misma. Expresando un nacionalismo industrialista anti-oligarquía financiera,
Trump procura salir de la crisis norteamericana a costa de todo. Esto implica
en primer lugar una confrontación total con las fuerzas del esquema de poder
globalista (representadas en EUA por el Partido Demócrata). En forma secundaria
se enfrenta con el esquema continentalista (el establishment del Partido
Republicano y sobre todo el Tea Party). Con el partido Republicano como tal no
le queda de otra que acordar una coalición de gobierno para garantizar su
gobernabilidad. Esta confrontación interna en EUA obstaculiza la posibilidad de
exportar la crisis a otras naciones.
Lo anterior se observa en la posición
de Trump frente a los grandes tratados comerciales: su primera medida fue la
salida de El Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP)
y de El Acuerdo sobre el Comercio de Servicios (TISA),
en busca de desarmar el diseño geoestratégico globalista de su predecesor
Obama. Su confrontación con proyectos continentalistas se deriva de su salida
de El Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones El Acuerdo
sobre el Comercio de Servicios (TTIP por
sus siglas en inglés). Una mayor precaución la administración Trump tiene con
el tratado con México y Canadá (NAFTA)
que quiere renegociar e incluso con negociaciones por separado con México y
Canadá. Enviar al entierro el proyecto de NAFTA encontrará mucha resistencia al
interior del partido Republicano. El denominador común de todas estas políticas
es lograr la relocalización en territorio estadounidense de las grandes
transnacionales en su afán de Make America Great Again.
Las empresas estrella del globalismo en
comunicación y computación, muy a menudo con fuertes inversiones en China, son
atacadas a su vez por políticas e intervenciones verbales de Trump, quien ha
comenzado una guerra económica no tanto contra China como país sino en primer
lugar contra dichas empresas trasnacionales con fuertes inversiones fuera del
país con la finalidad que se relocalicen en EUA. En las últimas sesiones de
marzo, los números rojos en la Bolsa de Nueva York imponen su ley arrastrando
no solo a Facebook sino también a Twitter Netflix, Alphabet, Apple, Amazon y
Microsoft. Todas ellas han sufrido fuertes pérdidas en Bolsa.
Facebook, la red social que provocó el
seísmo en el sector tras conocerse la fuga de datos de 50 millones de usuarios,
ha sido la gran perdedora, al haber perdido desde entonces cerca del 20% de su
capitalización. Hay creciente temor a una mayor regulación tras el escándalo de
Cambridge Analytica, se han sumado otras noticias negativas, que han provocado
una tormenta perfecta. Donald Trump se propone cambiar el régimen fiscal de
Amazon y considera imponer un impuesto sobre las ventas locales a Amazon y
Netflix. Google (Alphabet) ha sufrido un duro revés en la batalla judicial que
mantenía por patentes con Oracle (www.cincodias.elpais.com 28
de marzo de 2018).
La crisis bursátil de los ´valores
estrella´ de la Bolsa es la manifestación reciente que ha hecho bajar las
esperanzas de un nuevo ciclo tecnológico, dirigido por el capital financiero
globalista. Con ello se manifiesta en primer lugar que el capitalismo actual no
está en mayores condiciones de generar un ciclo expansivo en el ámbito de la
producción. Las repentinas caídas de “valores estrella" en la bolsa de
Nueva York de todas estas empresas de punta del globalismo que operan sobre
todo con capital deslocalizado fuera de EUA y con sus inversiones concentradas
en China, en segundo lugar son una manifestación de la política anti globalista
de Trump, provocando que las empresas transnacionales regresen a EUA.
El recurso a la guerra comercial
implica un reordenamiento de las cadenas de valor transnacionales que ha
definido la globalización. Estas cadenas ya no se integran sin conflictos
geopolíticos. Cuando se llegue a la reestructuración de la cadena de valor
chino-americana, la UE y más concretamente Alemania, bien podría llegar a ser
el ´afectado´ a quien se le podrían endosar entonces los costos de esta crisis.
La UE y Alemania en particular son conscientes de la tormenta que se avecina
sobre la zona euro y sin duda persistirán en realizar su propio juego mirando
más hacia el Oriente que nunca.
El proteccionismo actual de Trump
podría brindar oportunidades temporales a la economía real norteamericana ya
que disminuiría su déficit comercial entre China y Alemania por ejemplo. Las
respuestas de los bloques y países afectados no dejan de esperar y pronto
veremos un proteccionismo generalizado con una política más nacionalista y
netamente anti-globalista. Al generalizarse el proteccionismo y instaurarse
cada vez más barreras arancelarias, nos llevaría al crecimiento negativo del
comercio internacional y por ende al crecimiento económico global. Por saldo
habrá menores ganancias o incluso pérdidas, causando una crisis generalizada,
es decir, una recesión mundial. Con ello es de esperar un colapso bursátil en
el mundo entero y un colapso en toda clase de burbujas (inmuebles, automóviles,
tarjetas de crédito, etc.) y esto a nivel internacional.
Con una crisis global sin perspectiva
(capitalista) de salida, la revuelta popular será global. Esto hace posible que
se luche por tener una perspectiva de soberanía popular. Una soberanía popular
está en oposición a la soberanía nacionalista burguesa de las clases
dominantes. Podemos desde ya hablar que en China incluso en Rusia ya existe un
nacionalismo antiimperialista, por tanto, que nada tiene que ver con el
discurso demagógico de un nacionalismo local que aceptaría inscribir las
perspectivas del país implicado en la globalización local, que considera al
vecino más débil como su enemigo.
La lucha por una soberanía popular
concebida como un vehículo de liberación, hace retroceder primero que nada la
globalización unipolar contemporánea que suprime toda clase de soberanía
nacional a escala mundial. La soberanía popular también arremete contra la
construcción de bloques económicos y políticos como la Unión Europea. En la
lucha por la soberanía popular se da el objetivo de transferir un máximo de
poderes reales a las clases populares lo que sería realmente una democracia.
Estos pueden ser tomados hasta en los niveles locales, pudiendo entrar incluso
en conflicto con la necesidad de una estrategia a nivel del Estado.
El proteccionismo crea condiciones
objetivas para que un intento de salir de la crisis capitalista conlleve a la
posibilidad de una salida del capitalismo mismo. La imposibilidad de salir de
la crisis capitalista se encuentra en última instancias en la incapacidad de
acortar la vida media del capital fijo aún más de lo que ya se logró. En
semejante escenario, pues, no solo es posible alargar la vida media útil del
capital fijo, sino incluso estrictamente necesario ante las pérdidas obtenidas
a escala global. Retomar la inversión a la economía real conlleva
inevitablemente a un aumento en la vida media del capital fijo (maquinaria y
edificios) de todas las empresas y primero que nada en las grandes
corporaciones. Con un ciclo de reproducción del capital más largo, baja el
costo tecnológico a transferir al producto final y podrá sacar eventualmente a
las empresas de las pérdidas. Lo anterior es más factible al cerrar mis
fronteras, o sea con más proteccionismo, hecho que a su vez lleva el espiral
hacia abajo. Así como el proteccionismo de los gremios medievales fue
asfixiante y finalmente significó la muerte su economía y facilitó el ascenso
del capitalismo, asimismo el proteccionismo en la esta fase final del
capitalismo senil, la asfixiará y bien podrá inaugurar el camino hacia la
salida del capitalismo.
§
La salida del capitalismo al no poder salir de la crisis
capitalista
En medio de la Gran Depresión del Siglo
XXI, cualquier salida dentro de la racionalidad económica capitalista parece
agotarse. Es el momento preciso de toma de conciencia de que no hay expectativa
de un mayor bienestar económico y social dentro de este sistema que no para de
acortar la vida media de todos los productos. Alargar la vida media de todo lo
que producimos conllevará, en términos de valor, al crecimiento negativo de una
economía monetizada y justamente así y solo así es posible lograr un mayor
bienestar genuino. Lo mismo sucede al satisfacer prioritariamente necesidades
colectivas por encima de las individuales: habrá menos creación de riqueza en
términos de valor de cambio pero más riqueza en términos de satisfacción de
necesitados.
Es en medio de una crisis sistémica que
están dadas las condiciones para crear consciencia que las necesidades deberán
formularse más desde el Sujeto comunitario por encima de las necesidades
particulares e individuales. El uso duradero de los bienes y la priorización de
la satisfacción de necesidades colectivas se tornan una necesidad para que la
naturaleza pueda reproducirse otra vez a sí misma, acabando así con la lógica
de la valorización por la valorización misma. Al no dar más ventaja
competitiva, las innovaciones podrán ser declaradas patrimonio común de la
humanidad a lo que habrá acceso libre.
Al darle mayor vida media de los
productos en general y al sustituir el consumo individualizado por el consumo
más colectivo de bienes y servicios, se liberarán sobre todo recursos naturales
en el Norte, región en la que estos precisamente escasean. Hoy se destina el
80% de los recursos naturales, explotados año tras año principalmente en los
países del Sur, para el consumo individual del 20% de la población mundial
mayormente concentrada en el Norte. Si la vida media de los productos en el
Norte se multiplicara por dos, por ejemplo, se liberaría más del 40% de los
recursos naturales explotados en el planeta. Otro tanto sucedería si los
productos y servicios fuesen dos veces más colectivos, liberando otro tanto. El
mayor efecto positivo de una formula combinada habla por sí misma.
Así como en el Norte es preciso
generar una “economía de lo suficiente” eliminando la economía de lo superfluo
(hacia lo que los movimientos ecologistas apuntan), es preciso fomentar a la
par una “economía de lo necesario” y sobre todo en el Sur (hacia lo que los
movimientos sociales en el Sur más apunten). Estos dos tipos de economías, de lo suficiente y lo necesario en
combinación, mejoran la calidad de vida de las grandes mayorías y amplían
las fronteras ecológicas planetarias.
En lo político, se requiere la
instauración de una democracia participativa que implica una política de la
mayor descentralización posible en la producción y, sobre todo, una mayor
democratización en el proceso de toma de decisiones sobre qué, cómo, dónde y
para quién se produce. Si en tiempos del socialismo real semejante
planificación padecía de errores y hasta horrores operacionales, en la actual
era digital ya no parece una Utopía y en un futuro no lejano bien podrá ser
realidad.
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