¿Quién es más burro?
Grimaldo Antonio Rengifo B.
A Angela Ramos
(1896/1988),
periodista.
El año 1997 el gobierno del ingeniero Alberto
Fujimori y su asesor Vladimiro Montesino, consecuentes con su política de terrorismo de Estado,
inauguraron el penal de Challapalca con
la finalidad de exterminar a los subversivos que capturaron vivos. Solamente
una mentalidad teratogénica concibe traer el infierno a Challapalca.
Hoy día, Fujimori,
el privilegiado delincuente, ha solicitado amnistía, salir de su exclusiva suite; sin embargo, en la balanza que ostenta la alegoría a la
Justicia, pesa su engendro: Challapalca.
Challapalca es
incompatible en un Estado de Derecho. Los derechos humanos son inherentes a las
personas; solamente son conculcados por un régimen autocrático y de crueldad
extrema. En tal sentido, Challapalca debe ser clausurado definitivamente.
Aunque con la
clausura de Challapalca todos salimos ganando; no es suficiente. Construir más cárceles no previne el
delito. Estas se vuelven a hacinar. La
prevención del delito empieza con la vigencia del principio: igualdad ante la ley.
De quién engendró
Challapalca, diremos -parafraseando a Hannah Arendt- que sin su gobierno podríamos no haber conocido nunca la naturaleza
verdaderamente radical del mal.
(Página 27, “Los orígenes del totalitarismo” Alianza editorial, Madrid
2006).
Condiciones climáticas
Challapalca, el
establecimiento penitenciario de castigo,
se encuentra ubicado sobre la Cordillera de los Andes, en la provincia del
Collao, distrito de Capazo, región Puno, lugar cuya altitud alcanza los 4,200 m . s. n. m. El
caserío más cercano es Callapuma a una hora y treinta minutos por vía
terrestre, constituido por un reducido número de viviendas precarias. La ciudad
de Puno esta a cinco horas de recorrido tortuoso en camioneta. Challapalca está
en medio de una zona inhóspita,
fuera de todo contexto socialmente capaz de auxiliar las demandas de la instalación
penitenciaria.
Capazo
es el distrito al cual pertenece Challapalca
En la prisión, las
condiciones climatológicas son
extremadamente severas; la temperatura
tiene un promedio de 8ºó 9º C durante el
día y, en la noche, descendiendo a
18C bajo cero. Un permanente viento
helado agudiza y empeora los efectos de la altura, situación que se agrava
a partir del mes de junio, pues, comienza la época de helada cuando por la noche la temperatura desciende hasta 25º C bajo cero.
La única vegetación que crece es el ichu, pasto natural que alimenta a las
alpacas. Un reo fugitivo solo
encontrará pocos y dispersos pastores de puna de habla aimara.
¿Qué es Challapalca?
Challapalca es
un depósito insalubre de inculpados y sentenciados; que a corto plazos serán
cadáveres. Por eso, cuando la depresión aún no los atrapa, apuestan
al motín o a la fuga con la remota esperanza de sobrevivir. No es exagerada esa afirmación. Puesto que la agresión geográfica es muy
grave para reos mal alimentados y provenientes de la costa y la selva; el
soroche o Mal de Monge como se le llama científicamente, se torna
crónico. Aunado a un severo régimen penitenciario (una visita al mes y dos
horas de salida al patio) y a un diseño arquitectónico no adecuado a las
condiciones climáticas del lugar.
Challapalca, es un abominable establecimiento
penitenciario de castigo.
En primer plano, el ichu, pasto natural que
alimenta a las alpacas.
En el torreón de vigilancia, los amotinados y un
cartel con letras rojas:
no más abusos, cierre de Challapalca..
El
difícil acceso al Penal limita el derecho a la visita de familiares, el derecho
a la defensa por abogados y el apoyo emocional de algún agente religioso. Los reos están en extremo aislamiento, a
merced del personal del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
El
personal del INPE destacado a Challapalca contra su voluntad y por sus condiciones
de vida, están frustrados y se desquitan
maltratando a los internos. Y hostilizando a las escazas visitas que tienen
dinero y se aventuran a viajar. Las protestas de los internos y las quejas y
denuncias de los familiares son frecuentes.
Si
oficialmente se inhabilitara Challapalca, aparte de los delincuentes
trasladados a otros penales, son beneficiados los mismos trabajadores del
Instituto Nacional Penitenciario. Dichos
trabajadores, aunque solo permanecían tres meses y con mayor remuneración que
en otro lugar, nadie quería ir a Challapalca. Ocurre que a veces se
prorroga la permanencia del servidor sin que éste pueda oponerse a tal medida.
Tanto celadores como presos están expuestos a factores de riesgo para contraer
enfermedades físicas y/o mentales.
Las condiciones de (in)habitabilidad
del penal se aprecian en el video realizado y narrado por los propios internos
y entregado a un canal de Tv para su difusión. ( http://www.larepublica.pe/16-09-2012/video-revela-extremas-condiciones-de-vida-en-penal-de-challapalca ). En el video indicado, se muestra la
contaminación y escasez del agua y todas las condiciones físicas que afectan la
salud de los internos; derecho fundamental, protegido por el artículo 76° del
Código de Ejecución Penal, que
contempla la obligación de la
administración penitenciaria para la
prevención, promoción y recuperación de la salud. De la misma manera, la ubicación geográfica y las dificultades
de acceso al penal restringía el derecho de visita, previsto y regulado en el artículo 38° del mismo cuerpo de
normas, como elemento resocializador y de apoyo material para satisfacer las
necesidades de los internos.
Challapalca pone en evidencia la falsedad una política penitenciaria
que busca la readaptación, rehabilitación y reinserción del interno a la
sociedad, así como promover el binomio interno-familia. Además, la existencia y funcionamiento
del Penal de Challapalca, vulnera el
principio de humanidad de la pena; puesto que no solo se les priva de la
libertad, sino se les quiere exterminar.
Ni en el virreinato ni en
la época del caudillismo militar republicano la crueldad humana llegó a
tanto. La prisión de castigo estaba en
la isla de Taquile, en el lago Titicaca.
Taquile por su encanto paisajístico es uno de los actuales atractivos
turísticos de nuestro país.
El amotinamiento
El martes 13 de noviembre los presos aprovecharon la
oscuridad de la noche y la paralización preventiva de 48 horas del personal del
INPE en demanda de mejores condiciones laborales para urdir una treta;
demandaban a gritos atención médica para un supuesto herido. La treta les dio
resultado. Primero retuvieron a cinco agentes del Pabellón 1. Luego de golpearlos los
amenazaron con cortarles la yugular. Ante esta situación, nueve
agentes del personal de seguridad externo del pabellón se vio obligado a abrir los
cerrojos y candados y también fueron capturados.
Finalmente, se apoderaron de 15 ametralladoras modelo MGP, de uso penitenciario
y de las municiones.
Los 154 internos tomaron el control de todo el penal. Entre las personas retenidas por
los delincuentes se estuvieron el director del penal de Challapalca, Jorge
Fernández; el jefe de seguridad, Moisés Mercado; y la asistenta social, Sonia
Estrada.
Los amotinados calcinaron las instalaciones del penal
con el fin de reforzar su objetivo: el
traslado y la clausura del penal.
Los refuerzos policiales llegaron al día siguiente
procedente de Tacna y Puno. Cien policías y soldados del cuartel cercano acordonaron
el perímetro del Penal. Tuvieron que
convertirse en meros espectadores del motín, luego que los intimidaron
los delincuentes con una ráfaga de metralleta.
Puesto que así como es difícil escaparse de un amurallado penal, también
es difícil apoderarse de él desde el exterior; sobre todo, cuando los presos
están con metralletas y dispuestos a jugarse la vida. Además, los delincuentes tenían un botín: el
poder decidir la vida o la muerte de los
rehenes.
En esas condiciones de
emergencia, una comisión integrada por
representantes del Ministerio Público,
la Defensoría del Pueblo (Martha
Llerena), Policía Nacional y el INPE
calcularon la relación costo beneficio y
negociaron antes que el
conflicto se extendiera. Lograron un acuerdo y retomaron el control del
penal.
El
día jueves a
las 16.00 horas, los internos decidieron entregar la totalidad de armas que
tenían en su poder. Eso solo ocurrió cuando empezó el
traslado de los reos. En ese momento decidieron entregar las ametralladoras
MGP, escopetas, pistolas y municiones que sustrajeron de la armería del penal.
Jacinto Aucayari, alias “Cholo Jacinto",
especialista en secuestros, fue trasladado el jueves al penal de La Capilla en Juliaca con el primer grupo de 38
delincuentes. Al día siguiente, fue el turno del ranqueado delincuente José
Torres Saavedra, alias "El
Burro", con un grupo de 41 internos.
Por la voluntad política de
los sucesivos gobiernos, el Estado ha pagado las consecuencias, pues, se ha
deslegitimado al negociar con delincuentes.
Y las autoridades gubernamentales no puede burlarse del acuerdo, tiene
que respetarlo, pues, al “Burro” y al “Cholo Jacinto lo respalda una
organización criminal. En suma, El
presente gobierno se ha desprestigiado una vez más.
Los delincuentes
“Burro”, “el Cholo Jacinto” y sus secuaces han inhabilitado Challapalca. Es
decir, por salvar sus vidas y la de todos los reclusos, ejecutaron lo que los
informes de la Defensoría del Pueblo, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos de la
Organización de Estados Americanos y organizaciones no gubernamentales de
derechos humanos recomendaban:
inhabilitar o clausurar Challapalca. Así mismo, ejecutaron la resolución
del Tribunal Constitucional. Por eso se
amotinaron. ¡Díganme ustedes si no
tenían fundamento! La rebelión se
justificaba. Hasta en esos delincuentes
hay algo de humanidad.
¡Imagínense! Los
delincuentes han realizado lo que debieron hacer el Presidente de la república,
el Ministro de justicia o el jefe del INPE.
Ahora entendemos el origen del llamado “realismo mágico” del boom hispanoamericano en la literatura. Sin embargo, los literatos, en nuestro país,
no necesitan nada de magia; son, simplemente, hiperrealistas.
“El Burro” y sus secuaces han
tenido la valentía de inhabilitar Challapalca; lo que no hicieron, por voluntad
política, los sucesivos gobiernos desde Fujimori
hasta el actual presidente..
(Foto: Sepres)
Si oficialmente se
inhabilitara Challapalca, aparte de los delincuentes trasladados a otros
penales, son beneficiados los mismos trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario.
Dichos trabajadores, aunque solo permanecen tres meses y con mayor remuneración
que en otro lugar, nadie quería ir a Challapalca. Ocurre que a veces se prorroga la permanencia del servidor sin que
éste pueda oponerse a tal medida. Tanto celadores como presos están expuestos a
factores de riesgo para contraer enfermedades físicas y/o mentales. (Un dato: En los penales del país, por cada
200 presos hay un solo agente penitenciario).
¿Quién es El
Burro?
José Luis Torres Saavedra fue uno de los capos de la banda
"Los Chiclayanos". Su apelativo, “El Burro”; se originó por su lealtad a un compañero de
oficio (“causa”) que cayó abatido por la policía en
1997 al realizar su primer asalto a
una tienda. José Luis Torres se apareció en el velorio y lo capturaron. A ese
episodio se debe su apelativo; no vaya a creerse que su apelativo, “Burro”,
se originó por ostentar un órgano sexual
desmesurado.
"El
Burro" El año 2006, en el asalto a una distribuidora,
asesinó a un policía. El 23 de abril de 2010
lo condenaron a 30 años de cárcel. Fugó dos veces, una mientras era trasladado
a Chiclayo y en otra del penal de Challapalca.
“El Burro” y “El
Cholo Jacinto” son ídolos en la población penitenciaria compuesto por gente
pobre, pues, han robado a los ricos. Son
aclamados cuando ingresan al penal. En
cambio, los violadores de niños son detestados y los hostilizan hasta cuándo
van al baño.
José Luis Torres Saavedra, alias 'El burro'.
Por preservar su salud fugó de Challapalca el19 de febrero del 2012
.Fue recapturado.
Anteriormente fugó cuando en Chiclayo cuando era trasladado al penal.
(Foto: USI)
“El Burro” pertenece a la elite de los delincuentes; lo
que se denomina “Taita”. No es un
cualquiera. Se ha rebelado contra el oprobio de la existencia de
Challapalca.
Su
última aparición pública fue en un programa periodístico al que le hizo llegar
un video donde se quejaba de las malas condiciones del penal de Challapalca y
pedía que se le cambie de prisión junto a todos sus compañeros.
¿Quién
es más burro?
Si bien, el control del
penal retornó al INPE, la reacción de la autoridad ante la opinión pública fue
notable por su insensatez. Tal es el
caso de César San Martín, presidente del Poder Judicial quien declaró: Sería una locura y
un absurdo pensar en cerrar un penal como Challapalca. Argumentó, el
déficit de cárceles en el país. Este argumento no es principista en la
defensa de los derechos humanos; es, simplemente, utilitario y arbitrario. ¿Qué afirmaría San Martín si pasara un día y
una noche en Challapalca, haciendo observación participante? Indudablemente,
recién exclamaría: ¡Qué se clausure!
En
cambio “El Burro” y sus secuaces se amotinaron no solo para que lo trasladen a él
y a sus secuaces; sino para que
clausuren el penal y trasladen a todos
los presos.
José Luis Pérez Guadalupe,
director del INPE, ante el requerimiento de una periodista de la Tv para que
opine del video que muestra las condiciones carcelarias en Challapalca, se
inhibe, “argumentando” que no puede opinar porque el video ha sido obtenido
clandestinamente. ¿Qué quería? Que el
video saliera por conducto regulara y que fuese entregado en mesa de partes
para que le estampara el nihil obstat y
de ésta manera el video obtenga la
autorización oficial. Indudablemente, que arguye la clandestinidad porque es un
burócrata del Estado y fiel cumplidor de la política del gobierno. Si no fuera así, tendría que renunciar o “lo
renuncian”.
(Pido disculpas a todos los
burros, especialmente a los piuranos, por haber utilizado la acepción
estereotipada de BURRO)
Epílogo
Finalmente, la existencia
de Challapalca no es lo peor de todo; sino la incapacidad de indignación de
nosotros lo peruanos ante tal engendro.
La cárcel peruana es un indicador de la barbarie en la que vivimos; lo
que es corroborado, por un postulado inscrito en el frontis del penal, tal como
usted puede apreciarlo. ¡Oh, ironía!
Es posible conocer el grado de
civilización de una sociedad
visitando sus cárceles.
Lima, 22 de noviembre del 2012
Fuentes de consultadas:
Video narrado
por “El Burro” y otros compañeros de prisión en Challapalca
INFORME
DEFENSORIAL N° 73
INFORME SOBRE
EL ESTABLECIMIENTO PENITENCIARIO
DE RÉGIMEN
CERRADO ESPECIAL DE CHALLAPALCA*
Defensoría del pueblo.
Lima, 07 de marzo de 2003
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