Un importante think
tank alemán analiza en público futuros escenarios de la eurocrisis
La Vanguardia
23-03-2013
Por primera vez un importante think
tank alemán analiza en público futuros escenarios de la eurocrisis. Un
final feliz es considerado poco probable. La hipótesis desintegradora se
contempla. El peligro de que adopte formas violentas “debe ser tomado en
serio”. La creación de una Kerneuropa, una Europa matriz con
Alemania en el centro y un euro restringido a las economías más sólidas del
norte, es vista no como algo deseado, pero sí como una hipótesis realista y la
segunda mejor salida de la crisis.
En el escenario de la desintegración,
el estudio “Escenarios de futuro para la eurozona”, divulgado por la Fundación
Friedrich Ebert (FES), fundada en 1925 y asociada a la socialdemocracia,
contempla dos subvariantes. Una sería la yugoslava con separaciones violentas.
Aunque sea un escenario negro, “debe ser tomado en serio”. “Puede ocurrir
aunque nadie lo desee, como sucedió con el estallido de la primera guerra
mundial”. Otra variante sería del tipo de la disolución de la URSS, cuando los
gobernantes reconocen que los costos de cargar con la periferia son mayores que
deshacerse de ella.
Una tercera variante disolvente sería
el llamado “síndrome Mezzogiorno”, a partir de una diferenciación regional y no
nacional. En ese caso, en el que se cita expresamente a “Cataluña y la Italia
del norte”, “no son los estados los que rompen con la unión monetaria, sino las
regiones prósperas las que rompen con los estados para intentar incluirse en
una zona de integración central”, dice.
La eurozona se enfrenta actualmente a
una encrucijada que contiene, “el mayor desafío de su historia, señala el
estudio. Las medidas adoptadas se demuestran inadecuadas y exacerban la crisis.
“En contraste con su percepción en Alemania la administración de la crisis de
la canciller Merkel está desprestigiada”, considera.
El estudio se basa en debates entre
expertos que fueron organizados en 2012 en 15 capitales europeas; Berlín,
Lisboa, Helsinki, Bratislava, Zagreb, Bruselas, Varsovia, Barcelona, Atenas,
Londres, París, Liubliana, Madrid, Roma y Tallin. “Común a todos esos países es
la conciencia e incluso el miedo a la fortaleza de Alemania, una demanda de
solidaridad pan-europea, y la sensación en los países más pequeños de ser meras
piezas en la gestión de la crisis”. El horizonte del estudio es la Europa del
año 2020.
El primer escenario es el de continuar languideciendo: en 2020 la
mayoría de los países del sur continúan necesitando rescates y el BCE sigue
comprando sus bonos. La unión económica y monetaria continua incompleta y
Europa pierde posiciones globales ante EE.UU y China. Las elecciones alemanas
de 2013 no cambian nada esencial y se mantienen las resistencias nacionales a
una más estrecha coordinación presupuestaria. En el sur de Europa se extiende
la inestabilidad, sin llegarse a cambios de régimen. Variante de este escenario
sería una “situación japonesa”: un largo periodo de estagnación, deflación y
alto endeudamiento.
El segundo escenario es la desintegración: en 2020 los países
están divididos en diferentes bloques, algunos han regresado a su moneda
anterior y en otros movimientos populistas antieuropeístas han llegado al
poder. La consolidación fiscal es imposible en varios países por estar sumidos
en la recesión. Aumenta la hostilidad entre países y entre el norte y el sur de
Europa. La unión monetaria se ha dividido en una zona alrededor de Alemania y
otra alrededor del Reino Unido. La desintegración de la Unión Europea parece
inevitable y apunta hacia una recesión global.
El tercer escenario es la construcción de una matriz europea más
pequeña, más estable y exclusiva con Alemania en el centro: La Unión Europea
aún existe en 2020 pero es una Europa de dos velocidades reducida a amplia zona
de libre comercio hostil a toda integración política. En ese contexto, la Kerneuropa de
matriz alemana establece su unión fiscal y avanza hacia la unión política.
Mientras aumentan las desigualdades entre ella y la periferia, esta pequeña y
selectiva Europa se defiende mejor en el mercado global.
El cuarto escenario es el de la reparación y culminación exitosa
del edificio europeo: con excepciones para los países particularmente afectados
por la crisis, la unión fiscal se ha completado en la eurozona. Los problemas
han desembocado en la decisión de Francia y Alemania de dar un nuevo salto
adelante. La mayor integración comienza con un grupo de vanguardia decidido a
ella, lo que dibuja cierta Europa de dos velocidades. Se revisa el pacto de
estabilidad y crecimiento pero se mantiene la cultura de presupuestos saneados.
El presidente de la Comisión Europea se elige por sufragio directo. Una agencia
europea de deuda emite, en última instancia, bonos de deuda pública comunes. La
Unión Europa prosigue su integración. Este cuarto escenario es caracterizado
por el estudio como, “el más deseable y el más difícil de alcanzar”.
Artículo publicado en la edición
impresa del diario La Vanguardia el 21/3/2013.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165655
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