11-03-2013
La misma noche de su último triunfo
electoral, el 8 de octubre, el presidente Hugo Chávez anunció desde el balcón
del pueblo el inicio de un nuevo ciclo en la construcción del socialismo
venezolano, con un llamado a la crítica y la autocrítica, a multiplicar la eficiencia,
terminar con el burocratismo –una nomenclatura que acata pero no cumple- y,
sobre todo fortalecer el poder comunal.
Doce días después, el 20 de octubre, en
el primer consejo de ministros de este nuevo ciclo, Chávez dejó sus
instrucciones –El golpe de timón, lo llamó- para el período 2013-2019, donde
insiste en la necesidad de un poder popular que desarticule la trama de
opresión polpitica, la explotación del trabajo y dominación cultural. “ La
autocrítica es para rectificar, no para seguirla haciendo en el vacío, o
lanzándola como al vacío. Es para actuar ya, señores ministros, señoras
ministras”, señaló, instándolos a dar un golpe de timón.
Antes de iniciar el nuevo ciclo, Chávez
señaló la necesidad del debate de fondo para afrontar una lógica de la llamada
institucionalización de la revolución y sus efectos de derechización y
burocratización: “Alguien debe organizar un gran foro sobre la vía al
Socialismo. Allí se discutirá, por ejemplo: ¿Se puede ir al Socialismo en
conchupancia con el capitalismo? ¿Se puede separar la relación económica de la
formación de la conciencia del Deber Social, fundamento del socialismo? ¿Se
pueden construir nuevos empresarios capitalistas sin conciencia capitalista,
como proponen algunos? La ausencia de discusión nos lleva al fracaso”.
Chávez era consciente que en las bases
–que exigían participación y debate- había malestar por un reforzamiento de
sectores, prácticas e ideologías funcionales al capital en importantes voceros
políticos (ministros, diputados, gobernadores, candidatos a alcaldes, cuadros
de dirección partidista), orientados a sacarle el cuerpo a la teoría y práctica
del socialismo, situación que era comentada por analistas y voceros en medios
de comunicación (generalmente bolivarianos).
Chávez habló de configurar una nueva
socialidad desde la cotidianidad, con nuevos modos de planificar y producir la
vida material, basada en la solidaridad, pulverizar el viejo estado burgués,
inventar nuevas formas de gestión pública, e insistió en la irreversibilidad de
la transición socialista. Ya el Che Guevara había denunciado los vanos intentos
de “construir el socialismo con las armas melladas del capitalismo: propiedad
privada, mercado, dinero, mercancías, competitividad”.
Transición al socialismo
“A veces podemos caer en la ilusión de
que por llamar, yo soy enemigo de que le pongamos a todo “socialista”, estadio
socialista, avenida socialista, ¡qué avenida socialista, chico!; ya eso es
sospechoso. Por allá alguien le quería poner a una avenida “socialista”, panadería
socialista, Miraflores socialista. Eso es sospechoso, porque uno puede pensar
que con eso, el que lo hace cree que ya, listo, ya cumplí, ya le puse
socialista, listo; le cambié el nombre, ya está listo.”, dijo a sus ministros.
Chávez contextualizó la lucha contra el
viejo modelo que se niega a morir; “No nos llamemos a engaño: la formación
socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y
rentista. Ciertamente, el socialismo apenas ha comenzado a implantar su propio
dinamismo interno entre nosotros. Éste es un programa precisamente para
afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una radical supresión de la
lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el
ritmo de avance hacia el socialismo”.
Insistió en la radicalización de la
democracia y de impedir la reproducción de la burocracia tanto en el partido, gobierno, instancias
gremiales y sindicales, parlamento, movimiento social; (el Plan de la Patria ), “es un programa de
transición al socialismo y de
radicalización de la democracia participativa y protagónica. Partimos del
principio de que acelerar la transición pasa necesariamente por, valga la
redundancia, acelerar el proceso de restitución del poder al pueblo. El vivo,
efectivo y pleno ejercicio del poder popular protagónico es insustituible
condición de posibilidad para el socialismo bolivariano del siglo XXI… ”
El Presidente destacó ante sus
ministros una frase del teórico István Mészáros; “El patrón de medición de los
logros socialistas es: hasta qué grado las medidas y políticas adoptadas
contribuyen activamente a la constitución y consolidación bien arraigada de un
modo sustancialmente democrático, de control social y autogestión general”.
Repitió asimismo que la “máxima
felicidad posible”, pasa por discutir el consumo alienado y las necesidades
artificiales, superación del “tener” por el “ser”.
Estudio y formación política
Chávez insiste en la necesidad de
estudio y formación política para la alta dirección del gobierno: “¿Cuántas
horas le dedicamos al estudio nosotros cada día, a la lectura, a la reflexión?
Es necesario que le dediquemos, yo diría que varias horas al día, por encima de
todos nuestros compromisos, porque estamos hablando de los elementos vitales de
este proyecto. A veces creemos que todo debe controlarse desde Caracas, no. Se
trata de crear un conjunto de sistemas paralelos coordinados y de ahí la
regionalización, los distritos motores. Pero no hemos creado ni uno todavía y
tenemos la ley, decretamos uno, pero lo decretamos y ya, y dentro de los
distritos motores las comunas”
Y dentro de la necesidad de una
revolución productiva, habló de instaurar nuevos modelos productivos
socialistas, “Las fábricas construidas con fines capitalistas llevan las marcas
indelebles de su “sistema operativo”, la división social jerárquica del trabajo
en conjunción con la cual fueron construidas. Un sistema productivo que quiere
activar la participación plena de los productores asociados, los trabajadores,
requiere de una multiplicidad de procesadores “paralelos”, coordinados de la
manera adecuada, así como de un correspondiente sistema operativo que sea
radicalmente diferente a la alternativa operada de manera central, trátese de
la economía dirigida capitalista o de sus bien conocidas variedades
poscapitalistas presentadas engañosamente como “planificación”.”
“¿Dónde está la comuna?"
Chávez, en tono de autocrítica, pone en
la mesa la posibilidad de perder el rumbo de un gobierno revolucionario, que
parece olvidarse de la propia legislación sobre el Poder Popular y el Sistema
Económico Comunal, los Consejos de Trabajadores, la Contraloría Social ,
sobre Empresas de Propiedad Social, Distritos Motores de Desarrollo,
Planificación Democrática.
“(…) La comuna, el poder popular, no es
desde Miraflores ni es desde la sede del ministerio tal o cual desde los que
vamos a solucionar los problemas. No creamos que porque vamos a inaugurar la
fábrica de Cemento Cerro Azul o la fábrica de fábricas en Guanare, o la fábrica
de computadoras, o la fábrica de satélites, o la fábrica ésta y aquella, o
porque nacionalizamos cementos, ya estamos listos, no; … Cuidado, si no nos
damos cuenta de esto, estamos liquidados y no sólo estamos liquidados, seríamos
nosotros los liquidadores de este proyecto. Nos cabe una gran responsabilidad
ante la historia a los que aquí estamos. Véanse las caras, véanse los ojos en
el espejo cada vez que vayan al baño o a donde haya un espejo. Yo de primero.”
“¿Acaso la comuna es sólo para el
Ministerio de las Comunas? (…) mucha gente cree que a ese ministerio es al que
le toca las comunas. Eso es un gravísimo error que estamos cometiendo.
Revisemos. Firmé un decreto creando algo así como ente superior de las comunas.
¿Dónde está? No ha funcionado”
“(…) Y allá en Ciudad Belén, seguimos
entregando las viviendas, pero las comunas no se ven por ningún lado, ni el
espíritu de la comuna, que es mucho más importante en este momento que la misma
comuna: la cultura comunal. ¿Me explico? ¿Será que yo seguiré clamando en el
desierto por cosas como éstas? Todos aquí tenemos que ver con esto, todos,
desde mi persona, la
Presidencia de la República ; aquí en torno a Miraflores debería
existir ya una comuna. Todos y todas tenemos que ver con eso; es parte del alma
de este proyecto”.
“(…) Creo que tenemos unos nuevos
códigos; creo que tenemos una nueva arquitectura legal, jurídica, empezando por
la Constitución ;
tenemos leyes de consejos comunales, leyes de comunas, economía comunal, las
leyes de los distritos motores de desarrollo; pero no le hacemos caso a ninguna
de esas leyes; nosotros, que somos los primeros responsables de su
cumplimiento. Yo espero ver respuestas a estas reflexiones y a esta autocrítica
pública que estoy haciendo.”
Y, dirigiéndose a Maduro, a quien 45
días después invistiera como su sucesor, dijo: “Nicolás, te encomiendo esto
como te encomendaría mi vida: las comunas, el estado social de derecho y de
justicia. Hay una Ley de Comunas, de economía comunal. Entonces, ¿cómo vamos a
estar nosotros haciendo…?”.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del
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