Voces
Contra el Imperio
28-04-2015
Sucedió
lo que advertimos sucedería. Las fuerzas reaccionarias árabes liderizadas por
la cruel petromonarquía saudita, y apoyadas por Estados Unidos, han sido
derrotadas en Yemen, aunque algunos se resisten a aceptarlo y pretendan
continuar con esporádicos bombardeos a ese país. El pueblo yemenita, su
ejército regular (conformado en su mayoría por sunitas) y las milicias huthis
(chiíta) lograron propinar la mayor de las lecciones a los bien armados
agresores, pero también al mundo que les negó la solidaridad que merecían. La
resistencia yemenita ha demostrando así su valor y determinación por la defensa
de su patria.
Las informaciones sobre el fracaso de la agresión
saudita contra Yemen denominada "operación Tormenta Decisiva"
iniciada el 26 de marzo de 2015 se han convertido en tema viral de todos los
medios de la región y el mundo, y que está generando un desencadenamiento de
reacciones inesperada para el sádico reino saudí.
La agresión saudí no alcanzó ninguno de los
objetivos que se había planteado Estados Unidos y Arabia Saudita, puesto que
las milicias populares huthis continúan controlando la capital del país, Sanaa;
los huthis junto al ejército regular yemenita controlan la casi totalidad de
Yemen; y el traidor fugitivo ex presidente Mansur Hadi continúa protegido en la
capital de Arabia Saudita. La operación militar saudita se proponía defender
los intereses de Estados Unidos en la región, asegurando el control del
estratégico Estrecho Beb Al Mandeb (se traduce en "la puerta de las
lamentaciones"), lugar por donde transitan cerca de 4 millones de barriles
de petróleo al día [1] y las mercancías proveniente de Asia que tienen como
destino el mercado europeo.
Varios medios de la regi n divulgaron informaciones
que destacaban la preocupación de los servicios secretos saudíes por la
imposibilidad de una intervención terrestre de las fuerzas sauditas en Yemen,
cuya previsible derrota podría desmoronar la influencia del reino en toda la
región, e inclusive destruir a la propia monarquía.
El pasado 23 de abril, el príncipe saudita, Talal
bin Abdulaziz Al Saud, había reconocido ante una cadena de noticias alemana que
la intervención militar en Yemen terminó siendo un fracaso para la monarquía.
Para el príncipe Al Saud, la agresión militar que ha provocado la muerte de
miles de civiles inocentes (se contabiliza entre ellos más de 150 niños y
decenas de mujeres) no logró el objetivo de debilitar a las milicias huthis.
Además, Talal bin Abdulaziz Al Saud reveló que en los ataques aéreos contra el
pueblo yemení los aviones eran piloteados por estadounidenses, franceses,
paquistaníes, egipcios e indios, a quienes calificó de "mercenarios"
que cobran hasta 7 mil 500 dólares por un vuelo para bombardear a Yemen.
También reconoció que: "Después de que algunos de nuestros aliados nos
dejaron solos y se negaron a participar en los bombardeos en Yemen, nuestros
soldados perdieron ánimo para seguir en esta guerra e incluso algunos huyeron
de los servicios militares", precisó el príncipe saudita [2].
Todos los conflictos inducidos por el imperialismo
estadounidense en la región con la finalidad de mantener su hegemonía han
terminado en fracasos. La absurda y belicosa política de Estados Unidos hacia
el Medio Oriente ha creado fuerzas centrífugas que, lejos de alcanzar sus
propositos políticos y militares en la región, le procura más pérdidas de
espacios importantes.
Al tiempo que las fuerzas mercenarias-terroristas
de Al-Qaeda y ISIL-DAESH apoyadas por los servicios secretos de Estados Unidos
y las petro-monarquías están siendo barridas por los ejércitos regulares y las
milicias de resistencia en Siria, Libano, Irak y Yemen, los pueblos árabes
despiertan y muchos de sus líderes comienzan a buscar en Rusia, Irán y China la
estabilidad y seguridad que le niega Estados Unidos.
Fuentes:
[1] En 2013 fueron unos 3,8 millones de barriles
diarios de crudo y productos refinados (según un informe de la Administración
de Información de Energía de los Estados Unidos - EIA)
[2] Príncipe saudita admite fracaso de la misión en
Yemen
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