(Primera parte)
(16 de junio de 2016) (versión revisada
y corregida)
Por Miguel Aragón
A comienzos del año
1918, en los calurosos meses de enero y febrero, mientras que amplios sectores
de la población se sumaban a las fastuosas fiestas de los
carnavales limeños, en las oficinas del diario El Tiempo, un grupo
de trabajadores intelectuales, de profesión periodistas, decidieron
constituir el comité editor de una revista de combate, como punto de
partida de un plan de propaganda y concentración socialista.
Así comenzaron
a preparar la primera revista de combate del proletariado
peruano, revista a la cual después de varias reuniones la denominaron
Nuestra Época. La formación del comité editor viene a ser la
primera piedra, el primer germen, del movimiento socialista en el
Perú.
Entre los
participantes se encontraban los periodistas César Falcón, José
Carlos Mariátegui, Félix del Valle, el estudiante
universitario Humberto del Águila, y posiblemente algún otro inquieto
personaje. Esa primera forma de organización no fue producto de la simple
casualidad, ni de la decisión individual de alguno de sus primeros miembros,
sino que fue consecuencia de la necesidad de la lucha social en el
país.
Además, “no
nació de la nada a la existencia”, como suponen algunos analistas superficiales
saturados de la concepción idealista, sino que, esa acción fue
precedida de un largo proceso de maduración condicionado por el desarrollo de
la lucha social en el país.
I
JCM explicó en
términos muy claros la relación de causa-efecto existente entre la
evolución económica-social por un lado, y la evolución
política-intelectual por el otro.
Resumiendo los
aspectos sustanciales de la evolución de la formación social peruana, así como
la causa fundamental, que impulsó la aparición del pensamiento socialista
en el Perú y la formación del movimiento socialista peruano, Mariátegui en mayo
de 1929 escribió: “El feudalismo español se superpuso al agrarismo indígena,
respetando en parte sus formas comunitarias, pero esta misma adaptación
creaba un orden estático, un sistema económico cuyos factores de
estagnación eran la mejor garantía de la servidumbre indígena. La
industria capitalista rompe este equilibrio, interrumpe este estancamiento,
creando nuevas fuerzas productoras y nuevas relaciones de producción. El
proletariado crece gradualmente a expensas del artesanado y la servidumbre.
La evolución económica y social de la nación entra en una era de actividad y
contradicciones que, en el plano ideológico, causa la aparición y desarrollo
del pensamiento socialista”.
En la sociedad
moderna, no hay posibilidades de desarrollo del movimiento socialista moderno, sin
el desarrollo del movimiento proletario que lo antecede; y no hay posibilidades
de desarrollo del proletariado sin crecimiento capitalista.
Los primeros
elementos sólidos del capitalismo se formaron en los tiempos del guano y del
salitre. Ese primer ciclo largo de crecimiento capitalista fue
interrumpido en 1879 por la guerra de agresión anglo-chilena. En palabras de
Mariátegui: “Las utilidades del guano y del salitre crearon en el
Perú [a mediados del siglo XIX], donde la propiedad feudal había conservado
hasta entonces un carácter aristocrático y feudal, los primeros elementos
sólidos de capital comercial y bancario. Los profiteurs
[beneficiados] directos e indirectos de las riquezas del litoral empezaron a
constituir una clase capitalista”, “El gobierno de Castilla marcó la
etapa de solidificación de una clase capitalista. Las concesiones del estado y
los beneficios del guano y del salitre crearon un capitalismo y una
burguesía. Y esta clase, que se organizó luego en el “civilismo”, se movió
muy pronto a la conquista total del poder”.
Ese primer ciclo
largo de crecimiento capitalista, que se prolongó desde 1845 hasta 1879, fue
interrumpido bruscamente por la guerra de agresión anglo chilena, y la crisis
subsecuente se prolongó durante quince años, desde 1880 hasta 1895.
Después de tres
lustros de crisis, a fines del siglo XIX “se reanudó el proceso de
transformación de la economía feudal en burguesa”, y se inició el segundo
ciclo largo de crecimiento capitalista. Ciclo largo que se prolongó desde
1895 hasta 1929, tal como se expresa en la evolución de la Producción Social
Global de esos años, y en la evolución de las principales ramas de la
producción (expresadas en millones de soles de 1979):
Año
|
Producción Social Global
|
Agricultura
|
Industria
|
Minería
|
1896
|
96,73
|
34,42
|
12,77
|
4,15
|
1916
|
264,20
|
76,08
|
48,15
|
31,90
|
1929
|
514,73
|
117,71
|
96,51
|
93,80
|
Incremento
|
532,1 %
|
342,0 %
|
755,8 %
|
2 250,1 %
|
Toda la gestión de la
generación de 1895 (identificada principalmente con las ideas de Manuel
González Prada), de esa generación que precedió a la formación del
movimiento socialista en el Perú, se desarrolló en condiciones económicas
de crecimiento capitalista. De igual manera, los primeros doce años
de la gestión de la primera generación del movimiento socialista peruano
(desde 1918 hasta 1929) se desarrollaron en condiciones de crecimiento
capitalista, cuya primera consecuencia fue el crecimiento de la cantidad
de los trabajadores asalariados. Crecimiento acompañado de grandes
luchas reivindicativas de los trabajadores. Si no entendemos esta
relación y esta dependencia, no entenderemos el proceso de formación del
movimiento socialista peruano. (Continuará)
¡VIVA EL CENTENARIO
DEL MOVIMIENTO SOCIALISTA PERUANO!
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