A pocos días de la segunda vuelta electoral el
ambiente político está muy movido, específicamente en el terreno de los dos partidos
que representan a los grupos empresariales y/o sectores de la derecha peruana.
Y es que cada grupo o sector quiere tener a su gente de confianza como
gobierno, aunque el común denominador de ambos es mantener el modelo económico
neoliberal capitalista.
Tanto Keiko como PPK, pro neoliberales, pugnan por
estar al servicio de los grupos de poder económico y el imperialismo
norteamericano, por eso no es nada raro que en toda esta etapa se enfrasquen en
ataques y querellas de tipo ético y moral (por el “rabo de paja” que cada uno
tiene), más no en lo programático porque ahí no existe diferencia alguna.
La ficha principal. Se ha visto que a la derecha
más conservadora siempre le ha convenido PPK como gobierno, de ahí que los
medios de comunicación afines llegaron al extremo de dejar aflorar un
comportamiento racista y excluyente con tal de tenerlo como su
representante en la segunda vuelta. A César Acuña quien, pese a ser un
servicial implementador del neoliberalismo, lo vapulearon y “demolieron” apenas
empezó a tener protagonismo en la intención de voto, igualmente sucedió con
Julio Guzmán. Pero como vemos, ambos no han vacilado ni un momento para ahora
respaldar a PPK en la segunda vuelta.
La otra ficha es Keiko Fujimori, a quien algunos
sectores de la derecha no la quieren pero si la aceptan porque también es útil
al modelo imperante, basta recordar que su padre Alberto Fujimori fue el que,
de manera dictatorial, elaboró y empezó a implementar el modelo económico
neoliberal en nuestro país con la apócrifa constitución de 1993; sumándose la
política represiva planificada por su socio Vladimiro Montesinos y ejecutada
por su gobierno durante la guerra interna en la que, con el pretexto de
combatir el terrorismo, cometieron asesinatos, incluso a través de grupos
paramilitares. Pero, se sabe que los grupos de poder económico y los
grandes empresarios fueron los más beneficiados de todo ese periodo.
Por eso, esta final electoral está a la medida de
la derecha peruana y del imperialismo norteamericano. Ambos son serviles a
estos. Con Keiko o PPK seguirán depredando los recursos naturales,
enriqueciéndose los que más tienen, eliminando derechos laborales y aumentando
la pobreza en el amplio sector del pueblo que, lamentablemente, tendrá
que votar por uno de los dos influenciados por la demagógica campaña mediática
que vienen desarrollando.
¿Y la izquierda? En estos momentos hay muy poco que
decir. Quizás se podría deducir que las masas han rebasado a las direcciones de
los partidos tradicionales de la izquierda electoral y de los nuevos. No otra
cosa puede significar que tengan que plantear el “voto crítico” a PPK. Puede
ser explicable en cuanto no ha existido un trabajo de bases que forje una
ORGANIZACIÓN que pueda haber previsto este escenario para dar dirección
en un sentido más coherente con lo que significa levantar las banderas de
la izquierda. Lamentablemente se repite la misma historia desde el siglo
pasado, ni la nueva generación se puede todavía librar de estos lastres.
30 / 05 / 2016
Felipe Torres Andrade.
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