Escribe: Derick Flores G.
En anteriores
artículos he expresado mi rechazo absoluto contra la violencia y he denunciado
por este medio y otros que esta ola de violencia pare cuanto antes.
La delincuencia
común es más violenta que antes y por con consiguiente más peligrosa. Lo mismo
pasa con la violencia familiar que puede expresarse en: violencia física,
violencia psicológica y violencia económica. Nos hemos enterado con mucha
tristeza y rabia sobre el salvaje ataque que recibió una señorita estudiante
universitaria de parte de su (en ese entonces) enamorado, dejándola
hospitalizada.
Nos hemos enterado
de igual forma del cobarde ataque de un sujeto que golpeó a su abuela de casi
de 90 años por no darle dinero para su quién sabe que necesidades. Me he
mostrado crítico, junto a otros jóvenes estudiantes, sobre el problema del
transporte público en nuestra ciudad, en donde por 20 o 30 centavos se podría
terminar masacrado por un cobrador y/o chofer desquiciado, quizá te rompa la
cabeza o de pronto un brazo; sin embargo, el riesgo de la integridad física no
vale ni 20 centavos ni 30 centavos, es más, la seguridad y la paz no tiene
precio. Vale recalcar que no son todos los choferes y cobradores quienes se
comportan mal, sin embargo, como trabajadores representan a una empresa y la
imagen y reputación de ésta depende de ellos, aunque parece importarles poco o
nada a los gerentes.
Preocupa bastante
el hecho que muchos escolares se encuentren con miedo al subir a una combi o
custer, esta sensación de miedo lo he podido notar cuando a algunos no se les
da completo el vuelto del pasaje que pagaron o cuando a los escolares no se le
quiere recoger en los paraderos. Con esa lógica egoísta de que los escolares
pagan poco pasaje y por lo tanto no los recogeré, se está maltratando a los
estudiantes que necesitan llegar a su destino. Otra historia se podría contar
de aquellos desequilibrados que manejan creyendo que la pista es de ellos,
haciendo muchas veces acelerar el paso de las personas para no ser
atropelladas, lo hacen con tanta soltura, me imagino a esos malos conductores
manejando por las calles de Arica, estoy segurísimo que estos no disfrutarían
de esa impunidad que si sienten acá.
Nadie está libre
de la violencia, y menos de esta particular violencia que rebalsa por todos
rincones de nuestra sociedad. El silencio nos hace cómplices y no vamos a
permitir que se infunda miedo a nadie. No se justifica en lo más mínimo la
violencia verbal y menos la violencia física, si usted señor o señora es
víctima de violencia, denúncielo, pida garantías y haga saber que su vida está
en riesgo ya que por desequilibrados mentales no se puede vivir en zozobra. No
esperemos que alguien desgracie la vida a otra persona para recién hacer algo,
las acciones preventivas siempre será la mejor forma para encarar este problema
social.
Recordar que la
Seguridad ciudadana es la acción integrada del estado en colaboración con la
sociedad civil para asegurar la convivencia pacífica, donde la lucha contra la
violencia junto con la prevención de delitos corresponde, en esencia, sus
principales funciones. No quiero exagerar, pero creo que la intolerancia se
vuelve un crimen cuando lo que se tolera es la maldad misma. La lucha contra la
violencia solo será efectiva y hasta erradicada si hay un trabajo articulado y
transversal en la sociedad entre el MINEDU, MINSA, PNP, Gobierno Regional
(siguiendo pautas y lineamientos de políticas de estado) y la sociedad civil
organizada. Generar conciencia de la problemática, es sin alguna duda, el
primer e importante paso para todo esto.
(Fuente: diario
Caplina 12/06/16)
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