A las 23 horas del 18 de enero de 2017, se celebra la cena de Estado de la Conferencia de Seguridad de Munich
por
Thierry Meyssan
La Historia lo demuestra: cada vez que un sistema
se derrumba, sus dirigentes no lo perciben hasta que
la tempestad los arrastra. Es por eso que los responsables
políticos de la Unión Europea reunidos en la Conferencia de Seguridad
de Munich, se sintieron sorprendidos de oír al ministro ruso de
Exteriores Serguei Lavrov hablar de un orden mundial post-occidental.
Esos dirigentes no acaban de darse cuenta de que el mundo
sobre el que están parados está derrumbándose bajo sus pies:
los pueblos árabes resisten tenazmente frente a guerras y
falsas revoluciones, mientras que el pueblo estadounidense acaba de poner
en la Casa Blanca a un político que no es parte del establishment y
que se ha pronunciado contra el sistema imperialista. Sin embargo, los
organizadores de la Conferencia de Seguridad de Munich se niegan a ver
esas realidades: ellos siguen defendiendo los intereses del Estado profundo
estadounidense, en contra de la administración Trump.
Red Voltaire | Damasco (Siria) | 21 de febrero de 2017
La Conferencia de Seguridad de Munich
tuvo lugar del 16 al 19 de febrero [1].
Como cada año, acudieron al encuentro más de 500 ministros y parlamentarios
europeos, así como diversos invitados extranjeros. Se trata del
encuentro internacional más importante que se realiza en Europa
en materia de política exterior y de defensa.
Hace 10 años, en 2007, Vladimir Putin provocó gran
conmoción en ese foro al subrayar que el interés de los europeos
no reside en marchar tras las huellas del Pentágono en sus aventuras
militares sino en actuar de manera independiente. [2].
Y también recordó entonces que Rusia, aunque la hayan excluido de la Unión
Europea, es también un Estado europeo. En 2007, los demás participantes
se rieron de él y de sus pretensiones, manteniéndose todos bajo
las faldas de la OTAN.
Este año fue Serguei Lavrov quien provocó revuelo
al llamar a un orden mundial post-occidental. Si se es realista, el hecho
es que la OTAN ha perdido su superioridad en materia de guerra
convencional –aunque sigue disponiendo de mayores medios en el plano nuclear.
También es un hecho que, al cabo de 15 años de guerra constante en el
«Medio Oriente ampliado», el milagro de un rediseño regional tendiente
a dividir esa área geográfica en varios micro-Estados de menos de
10 millones de habitantes y el intento de acabar con los Estados laicos
para favorecer la dictadura de la Hermandad Musulmana han fracasado estrepitosamente.
Pero, de manera extremadamente sorprendente,
los europeos se obstinan en querer alcanzar ese objetivo,
un objetivo que Washington les impuso inicialmente pero que
el Pueblo estadounidense y el presidente Donald Trump ya no quieren
aplicar. Así que los europeos apoyan ahora al Estado profundo
estadounidense –o sea, al Gobierno de Continuidad de Raven Rock Mountain
que orquestó los atentados del 11 de septiembre de 2001. Sus dirigentes
políticos se dedican ahora a la constante denuncia –preventiva– del racismo
y la islamofobia atribuidos a Donald Trump, a pesar de que ellos mismos
aplaudieron a George W. Bush y Barack Obama mientras estos últimos mataban más
de 3 millones de personas en el «Medio Oriente ampliado». Y
su prensa insulta constantemente a Donald Trump presentándolo como un
aturdido, fantasioso e incapaz [3].
Horrorizados ante las declaraciones en las que
Donald Trump calificó a la OTAN de «obsoleta», los dirigentes
europeos sintieron alivio al escuchar a los enviados del nuevo
presidente estadounidense… quienes de hecho les dijeron
lo mismo: la OTAN, bajo su actual configuración, ya no tiene
razón de ser; hay que transformarla en una alianza defensiva y, quienes
quieran seguir formando parte de ella, tendrán que dedicar el 2% de
su PIB a sus presupuestos militares.
Obcecados por su propio delirio imperialista, los
europeos sintieron espanto ante un posible abandono de sus inversiones
anti-rusas en Ucrania y en Siria. Y también se sintieron más
tranquilizados al respecto por una serie declaraciones que
en realidad no podían ser más imprecisas. Los ministros de Trump
presentes en Munich les dijeron que en Ucrania no cederán ningún
interés vital… de Estados Unidos, y que seguirán buscando una «solución
política en Siria».
Entonces, ¿cómo entendieron los europeos que el
pueblo de Estados Unidos tiene intereses vitales en las márgenes del Dniéper y
que una «solución política en Siria» significa reemplazar la
República por la Hermandad Musulmana? Simplemente porque ese fue el guión que
les enseñó la administración Obama, cuya sucesora designada –Hillary Clinton–
fue rechazada por el Pueblo estadounidense.
Por supuesto, ya es evidente el forcejeo que
actualmente existe en Washington entre la administración Trump y el «Gobierno
de Continuidad». Tembló la tierra cuando Donald Trump excluyó a la CIA
y al Estado Mayor Conjunto de las reuniones del Consejo de Seguridad
Nacional [4].
Todos pudieron observar que, en represalia, la CIA negó a
6 consejeros del presidente la autorización que debía darles acceso a
documentos y encuentros vinculados a la seguridad nacional, acusó al consejero
de Seguridad Nacional del presidente de ser un espía ruso –forzando así su
renuncia– y mantiene la persecución contra otros 4 responsables del equipo
presidencial. Pero perder algunas batallas no significa que se pierda
la guerra y da lástima ver como los europeos –desde hace mucho
sometidos– no parecen tener conciencia de ello. ¿Cómo puede creer alguien
que Donald Trump iba a barrer en unos días el poderosísimo «Estado profundo»
estadounidense? ¿Y cómo puede alguien creer también que los primeros
tropiezos lo harán renunciar? [5]
Durante los últimos años, esta Conferencia de
Seguridad fue simplemente para Alemania una manera de servir de correa
transmisora entre Estados Unidos y sus socios europeos. Este año,
su único objetivo fue obligar a los dirigentes europeos a confirmar su
sumisión ante el Estado profundo estadounidense, ignorando la voluntad que
el Pueblo de Estados Unidos ya ha expresado y el cambio de
equipo en la Casa Blanca.
Los participantes recibieron un documento
preparatorio, redactado por los organizadores alemanes de la conferencia,
documento que la prensa puso extremo cuidado en no mencionar.
En ese documento aparece un artículo de Volker Perthes, el autor
alemán del plan Feltman de capitulación total e incondicional de la República
Árabe Siria [6].
Este eminente «experto» expresa en el artículo su visión del «Medio
Oriente ampliado», o más bien la visión del «Gobierno de
Continuidad estadounidense» [7].
1. [Aunque no se logró rediseñarla,]
esta región no saldrá indemne de las guerras y de la «primavera árabe».
[O sea, no habremos hecho todo esto inútilmente.]
2. El conflicto entre Arabia Saudita
e Irán se ha convertido en un conflicto sectario entre sunnitas y chiitas [que
sirve para esconder nuestras ambiciones geopolíticas].
3. Mientras que todos están inmersos
en ese conflicto religioso, nadie se ocupa de la situación de los
palestinos [para el mayor beneficio del Estado colonial israelí].
4. Mientras los europeos están
unánimemente cansados de todo el derramamiento de sangre lejos de sus países y
desean que por fin triunfe la Hermandad Musulmana, en el Medio
Oriente ampliado nadie se da todavía por vencido.
5. Durante la guerra en Siria, han
sido constantes el surgimiento y la desaparición de alianzas en el plano
regional, siendo la más reciente la que une a Rusia, Turquía e Irán,
la cual no debería [felizmente] durar mucho más que las otras.
6. Siria e Irak sólo podrán vencer
el terrorismo y recobrar la paz aceptando la formación de «gobiernos
inclusivos» [léase, aceptando que al-Qaeda y el Emirato Islámico (Daesh)
estén representados en sus gobiernos].
7. La única manera de poner fin a
todo esto, para el conjunto de poblaciones del Medio Oriente ampliado, será una
gran conferencia internacional en la que los occidentales decidirán
el futuro de esas poblaciones, exactamente como en el Congreso
de Viena –realizado en 1814– donde la Cuádruple Alianza decidió el
futuro del resto del mundo.
Decididamente, a pesar del voto del Pueblo
estadounidense y de la resistencia de los Pueblos árabes, los dirigentes
europeos no cambiarán el rumbo. Sólo los Pueblos europeos podrán modificar
el curso de los acontecimientos… sacándolos del poder.
[1]
Münchner Sicherheitskonferenz,
sitio web oficial de la conferencia.
[2]
«Querer regentar el
mundo de manera unipolar es ilegítimo e inmoral», por Vladimir Putin, Red Voltaire,
11 de febrero de 2007.
[3]
«Contra Donald Trump,
la propaganda de guerra», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 7
de febrero de 2017.
[4]
“Presidential
Memorandum: Organization of the National Security Council and the Homeland
Security Council”, Donald Trump, Voltaire Network, 28 de enero de
2017.
[5]
«La OTAN suspende sus
operaciones en Siria», Red Voltaire, 16 de febrero de 2017.
[6]
«Alemania y la ONU
contra Siria», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria) , Red Voltaire,
28 de enero de 2016.
[7]
«No order, no hegemon.
The Middle East in flux», Volker Perthes, Security Challenges
(Germany), Voltaire Network, 16 de febrero de 2017.
Intelectual francés,
presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus
análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe,
latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y
desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores,
2008).
No hay comentarios:
Publicar un comentario