Escribe: Milcíades Ruiz
“Eustaquio” es el nombre de combate con que ha
pasado a la historia Lucio Edilberto Galván Hidalgo, el guerrillero huanca que
combatió junto al Che Guevara, en la gesta revolucionaria continental que se
emprendió en Bolivia en 1967. Había sobrevivido al combate en la quebrada del
Churo el 8 de octubre, rompiendo el cerco militar del enemigo y se dirigía con
otros sobrevivientes a una zona de escape cuando días después tropezaron con un
destacamento militar perdiendo la vida en el combate el 12 de octubre de 1967.
Tenía 30 años.
Han pasado 50 años desde entonces, pero este suceso
fue la culminación de una heroica trayectoria de lucha en la que también cuentan
los avatares de la incursión guerrillera por Puerto Maldonado de 1963 al lado
de Javier Heraud, el poeta guerrillero, con quien compartió ideales,
sacrificios y riesgos. Estuvo entre los fundadores del Ejército de Liberación
Nacional- ELN en 1962.
Natural de Chupaca- Junín, accedió a una beca de
estudios universitarios para estudiar en Cuba, pero su vocación de lucha contra
la opresión de nuestra patria pudo más. Dejó los estudios y se alistó como
guerrillero. Allí lo conocimos como un joven de tez blanca, de poca musculatura
pero muy decidido y disciplinado, ganándose el respeto de sus compañeros por su
alta responsabilidad al asumir sus tareas.
Una anécdota ilustra su personalidad. En nuestro
entrenamiento en Cuba subimos a las montañas de Sierra Maestra, recorriendo los
campamentos guerrilleros de los revolucionarios cubanos. Después de una
agotadora marcha bajando las estribaciones fuimos a parar a un pueblito a las
orillas del mar de nombre Uvero. Los compañeros se lanzaron al mar para
refrescarse y nadar, causando alarma en los encargados cubanos que gritaban
para que salgan del agua pero nadie hacía caso.
Inmediatamente Lucio rastrillo su arma y empezó a
disparar al aire obligando severamente a que salieran en el acto. Los bañistas
ignoraban que esas aguas estaban infestadas de tiburones. Como corolario se
quedó con la chapa de “Uvero”. Le gustaba jugar ajedrez. ¡Carajo! ¡Ya me
ganaste otra vez! le decía Pedro Pinillos, un guerrillero trujillano que
después murió combatiendo en la selva central en la guerrilla del MIR.
En mayo de 1963, Lucio hizo toda la travesía por la
selva boliviana hasta la frontera con Perú, en nuestra incursión guerrillera
que se frustró, al ocurrir los sucesos de Puerto Maldonado. Y también, pasó
todas las peripecias del repliegue por selva virgen soportando hambre y sed.
Terminó esta campaña en mal estado pero lejos de amilanarse persistió en
continuar la lucha preparándose en el área de comunicaciones de combate y en
esta condición se incorporó a la guerrilla del Che, en cuya escuadra se mantuvo
hasta el final.
En la foto: Al centro el Che y a su izquierda los
peruanos Juan P. Chang, Restituo J. Cabrera y Lucio Galván.
Lucio llegó al campamento de Ñancahuazú en marzo de
1967, con el nombre de “Eustaquio”, tal como lo anota el Che en su diario.
Llegó junto con Juan P. Chang, el médico Restituto J. Cabrera, el francés Regis
Debray, el argentino Ciro Roberto
Bustos, Haydee Tamara Bunke (Tania) y un grupo de bolivianos. Allí volvió a encontrarse con
el “Ñato” Méndez, miembro del partido comunista boliviano que tanto nos ayudó
como guía en la intrincada selva a la ida y vuelta en la campaña de Puerto
Maldonado en 1963.
Lucio pasó a formar la escuadra del centro donde
estaba el comando. En uno de los momentos críticos de la guerrilla, el 8 de
agosto el Che reunió a toda la gente y les dijo: “Estamos en una situación
difícil….. la situación debe pesar exactamente sobre todos y quien no se sienta
capaz de sobrellevarla debe decirlo. Es uno de los momentos en que hay que
tomar decisiones grandes. Este tipo de lucha nos da la oportunidad de
convertirnos revolucionarios, el escalón más alto de la especie humana, pero
también nos permite graduarnos de hombres. Los que no puedan alcanzar ninguno
de estos estadios debe decirlo y dejar la lucha”.
En su
diario, el Che escribió: “Todos los cubanos y algunos bolivianos plantearon
seguir hasta el final; Eustaquio hizo lo mismo” ….. Efectivamente, Lucio
llegó hasta el último combate y murió heroicamente, consecuente con sus
convicciones revolucionarias. Sus restos fueron rescatados y llevados a la
Cripta de los Héroes (memorial) que se ha erigido en Santa Clara -Cuba, donde
reposa el Che y sus combatientes continentales. En ese conjunto arquitectónico
escultórico con una inmensa plaza y una estatua del Che de casi siete metros de
altura, Eustaquio ha recibido ya cinco millones de visitantes.
Pero hay
otra cripta en el corazón del pueblo peruano que los opresores no podrán
derrumbar ni podrán impedir rendir el homenaje sincero a quienes reconocemos
que murieron por salvar a la humanidad de la opresión sistémica que nos
mantiene en precariedad permanente encadenados como esclavos de los grupos de
poder. Por eso, sus compañeros iniciales del extinto Ejército de Liberación
Nacional-ELN, al que perteneció “Eustaquio” se reunirán para rendirle homenaje
al conmemorarse 50 años de su muerte heroica.
Todos los
que reciban este correo están invitados. No esperes una invitación formal. Es
un deber de conciencia. Eustaquio lo merece. Los esperamos
Fecha:
Sábado 14 de
Octubre.
Hora:
4 de la tarde
Lugar:
SINATBAN (Jr. Madre de Dios 281, / Lima, frente al Parque
de las Aguas y espalda del Estadio Nacional).
Octubre
2017
Otra información en https://republicaequitativa.wordpress.com/
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