Oscar
Ugarteche, Armando Negrete
ALAI
AMLATINA, 10/10/2017.-
Según la Academia de la Lengua Española, se
entiende por sátrapa a la “persona que gobierna
despótica y
arbitrariamente y que hace ostentación de su poder”. No existe
un sustantivo
adjetivado más exacto para definir al actual presidente de EEUU.
Este tipo de
gobernante fue más común observarlo en Estados frágiles con
burguesías
dependientes de la época de la doctrina de seguridad y
desarrollo (1950 a
1980). Ésta era la época cuando EEUU auspiciaba golpes de Estado
y prefería
militares afines a ellos –ante la posibilidad de la amenaza
comunista – que
demócratas reformistas. Algunos ejemplos son Fulgencio Batista
de Cuba (1940 a
1959), Rafael Leónidas y Héctor Trujillo de República Dominicana
(1930 a 1960)
y los Somoza, padre e hijos de Nicaragua (1934 a 1979), todos
ejemplares de
libro de texto.
Se
hará un ejercicio de comprensión sobre la manera cómo: 1) un
sujeto como el
actual presidente de EEUU, más cerca del Americano Feo
de Eugene Burdick
y William Lederer, que de un presidente al servicio de la
libertad y la
democracia, capaz de antagonizar a propios y ajenos, llegó a ser
el actual
presidente estadounidense, y 2) qué tipo de gobierno podría
implementar. Una
explicación posible a la primera cuestión gira en torno a la
masa de votantes
estadounidense, ignorante, xenófoba, racista, homofóbica y
clasista. Los otros
no parecen haber votado. El problema al margen de la
arbitrariedad, para la
segunda, es que como jefe de Estado del país más influyente del
mundo debe ser
tolerado por los líderes políticos mundiales, asimilado por la
estructura
interna administrativa de EEUU y, en ocasiones, incluso ser
frenado.
Trump
es un sátrapa en el cargo de Presidente sin la talla de un Jefe
de Estado ni el
conocimiento de los intereses del Estado. Ha demostrado no tiene
ni la más
menor idea de qué implica que el Presidente de EUU diga una cosa
u otra, ni le
interesa. Sus declaraciones son después de un curso de golf, en
alguno de sus
clubs, acompañado generalmente por su esposa e hija.
Otro
rasgo de su satrapía radica en cómo considera a la prensa: si es
de oposición
genera comunicación falsa (fake news) mientras que la
alineada y leal
genera buenas noticias (good news). En su mundo simplista
polarizado de
fuerzas del bien y del mal, él es la fuerza del
bien y el resto,
la del mal. No obstante, en ningún plano se han normalizado sus
bravuconadas y
desatinos diplomáticos, su ignorancia histórica, su búsqueda de
impunidad (ante
la no presentación de su declaración jurada de impuestos y las
numerosas
investigaciones sobre sus relaciones empresariales y políticas
con Rusia) y el
desdén por la opinión pública. Él, por su parte, se vuelve cada
vez más
violento.
Para
gobernar, un sátrapa avanza con el vaciamiento del Estado e
instala a su
familia en los puestos de control; el sátrapa gobierna con su
familia, para su
familia y en familia. Este vaciamiento se muestra en las
numerosas y crecientes
vacantes en el Poder Ejecutivo estadounidense. A pesar de esto,
no ha tenido
fuerza ni para impulsar ninguna de sus promesas de campaña ni ha
completado
todos los puestos en el Poder Ejecutivo. Están vacantes, o no
han sido
ratificados, el Consejo de asesores económicos de la Casa
Blanca, el Consejo de
Representantes de Comercio, el Consejo Estratégico de Comercio
del Departamento
de Comercio, la Agencia de Protección Ambiental, puestos altos
del Departamento
de Estado, y diversos puestos de representantes y cuerpos de
asesores del
aparato de Estado.
Bajo
estas condiciones, la posibilidad de gestión política de los
problemas
económicos, militares y sociales no puede ser democrática.
Frente a la
renegociación del TLCAN con México y Canadá, ¡el futuro del
26.5% del PIB
global!, EEUU no cuenta con un Consejo de Asesores Económicos,
no tiene
confirmados al Director de la Oficina de Políticas de Ciencia y
Tecnología, ni
al Director de la Oficina Nacional de Políticas de Control de
Drogas. Incluso,
semanas previas al inicio de las rondas de negociación, Trump
desmanteló el
Consejo de Asesores de Manufacturas y el Foro de Política y
Estrategia, cuyos
miembros son los directores de firmas transnacionales como:
Boeing, General
Electric, IBM, Tesla, JPMorgan, Intel, Ford, Dell, Wallmart,
entre otras.
Así
como las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio más
importante del mundo
tiene implicaciones en el resto de la estructura comercial y
productiva global,
la aparición de un sátrapa en el ejecutivo de EEUU ha comenzado
a tener
implicaciones en el resto del mundo. La derecha radical encontró
apoyo moral en
Trump, como se vio en la marcha de Charleston, Virginia.
Globalmente ha podido
observarse, también, el ascenso de las fuerza radicales de
derecha tras el Brexit
en Gran Bretaña; del partido neonazi Alternativa para
Alemania al
Parlamento Alemán; el creciente apoyo a Marine Le Pen en
Francia. Aunque
sátrapa, este hombre tiene, no obstante, el mando militar y
ejecutivo de EEUU.
Trump,
el sátrapa, ha afianzado su deseo de sustituir la política
exterior por política
militar, lo cual es un riesgo para Latinoamérica y el mundo.
Será vital la
respuesta regional que den los gobiernos latinoamericanos, a la
arbitrariedad
comercial, las intervenciones militares, las pseudo-ayudas
humanitarias y las
incursiones democráticas.
- Oscar Ugarteche es Investigador
Titular IIEc-UNAM
/ SNI. Coordinador del proyecto OBELA
- Armando Negrete, integrante del
Proyecto OBELA
URL
de este artículo: https://www.alainet.org/es/ articulo/188516
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