HUELGA DE LOS MAESTROS: UN PASO ADELANTE EN LA LUCHA POPULAR
El sábado
último se anunció el fin de la huelga indefinida de los profesores. Pedro
Castillo, su dirigente principal, dijo en la plaza Dos de Mayo: “Por nuestros
estudiantes y padres de familia, por el pueblo en su conjunto, el Congreso
Nacional Extraordinario ha decidido suspender temporalmente nuestra medida de
lucha y los maestros del Perú se concentrarán el día lunes en cada una de sus regiones
para garantizar con sus gobiernos regionales que cese la represalia económica,
administrativa y laboral, en cada uno de los rincones de la patria”.
LA
REALIZACIÓN DE LA HUELGA FUE UNA VICTORIA POPULAR
El final
de la huelga fue tan sorprendente como su desarrollo. Sin embargo, esta lucha
ha significado una sana oxigenación del ambiente político dominado por la
decadencia de las élites dominantes, las traiciones, las mentiras y la
corrupción de los partidos y candidatos que olvidan fácilmente sus promesas.
Los
intentos del Gobierno para ahogar la huelga fracasaron por completo. Se
equivocó desde el inicio. Se imaginó que haber firmado un acuerdo con el CEN
del SUTEP, luego del paro nacional del 13 de julio, podía detener la huelga.
También se equivocaron los dirigentes nacionales del SUTEP, quienes estaban
casi seguros que con dicho acuerdo iban a contener la huelga organizada por los
“radicales”.
El CEN
del SUTEP no percibió el enorme descontento acumulado ni comprendió el contexto
político explosivo del país, en particular la profundidad de la crisis
política. En lugar de organizar la lucha, vale decir, la huelga indefinida, en
los hechos se colocó en el campo del neoliberalismo cuando en los intensos días
de la lucha de masas apareció en los grandes medios de comunicación, las redes
y las bases del gremio en la misma posición del Gobierno; llegando al extremo
de hablar casi en los mismos términos que los funcionarios del Ministerio del
Interior.
La
política del Gobierno de PPK, el desempeño errático con aires aristocráticos de
la Ministra de Educación Marilú Martens, la belicosidad del Ministro del
Interior Basombrío y la conducta del CEN del SUTEP, se convirtieron en los
combustibles que “incendiaron toda la pradera”: desencadenando una sorpresiva
rebelión de los maestros contra el Gobierno y los máximos órganos de la
dirección institucional del SUTEP.
La huelga
consiguió logros importantes. Todas las actas firmadas entre el Gobierno y los
sindicatos, los documentos no firmados como los llamados preacuerdos con el
Comité de lucha, el Decreto de Urgencia N° 011-2017 del Ministerio de
Educación, ubicándolos en el desarrollo del conjunto de la lucha, han sido
resultados directos de esta peculiar huelga nacional indefinida organizada por
el Comité Nacional de las Bases Regionales. El aumento de los salarios a 2000
soles, la homologación entre los contratados y estables que posibilitará a los
primeros pasar automáticamente de un salario de 1200 promedio a 2000 soles y el
reconocimiento, por parte del Estado, de la deuda social de 200 millones de
soles han sido conquistas muy significativas.
Los
organizadores de la huelga- prisioneros de sus palabras- hasta ahora no valoran
debidamente la importancia de los logros de esta huelga, que son vitales para
la vida de los profesores. Además, gracias a esta lucha, como se han visto
obligados a reconocer tirios y troyanos, se ha colocado en la agenda nacional
el tema de la educación, se han desnudado sus problemas y la falsedad de las
reformas impulsadas por el Estado y ha planteado a toda la sociedad la
necesidad apremiante de una verdadera Reforma Educativa.
Sin
embargo, los líderes de la huelga tienen razón cuando dicen que su conquista
principal ha sido reivindicar y recuperar la dignidad de los maestros, quienes
en los últimos lustros fueron engañados y golpeados por los gobiernos de turno,
juzgados negativamente por el “público” alentado por la campaña de los medios
de comunicación y por lo tanto, ante la debilidad y crisis de la organización
sindical llamada a defenderlos, fueron empujados hacia la desmoralización y se
vieron obligados a replegarse para defenderse en los aspectos existenciales,
más elementales, de su profesión. ¡Gracias a la huelga, hoy los maestros del
Perú han conseguido una importante victoria!.
NATURALEZA
Y PERSPECTIVAS DE LA HUELGA DE LOS MAESTROS
La huelga
siguió un camino irregular, como muchas veces ha ocurrido en la historia del
movimiento sindical. No fue convocada por los máximos órganos de dirección del
SUTEP, sino por un Comité de Lucha conformado ante todo por las bases
regionales. Los protagonistas principales de esta jornada fueron los maestros
de provincias, quienes le dieron vitalidad y alegría a sus acciones; sacando
provecho de su condición de formadores de la consciencia, acompañaron sus
movilizaciones, mítines y consignas con sus cantos, bailes y poesías. Mientras
duró la huelga, las ciudades, especialmente Lima, se convirtieron en escenarios
progresistas de las movilizaciones populares y de la cultura popular que mostró
su extraordinaria variedad, expresando la gran riqueza cultural de nuestra
Patria.
La huelga
se inició en el sur y se extendió hacia todas la regiones, alcanzando una
dimensión nacional, que ni siquiera imaginaron sus organizadores. Esta lucha ha
sido una nueva insurgencia popular progresista contra el statu quo neoliberal,
contra el poder de la gran burguesía y las transnacionales y contra el gobierno
de PPK que lo expresa directamente. Por esta razón profunda, en su largo camino
despertaron las simpatías crecientes de los trabajadores, así como de
importantes sectores de las capas medias emergentes y tradicionales. Los
trabajadores de diversos sectores se identificaron rápidamente como una manera
de luchar contra un régimen laboral que también los aplasta cotidianamente,
contra las desigualdades que los afectan todos los días, contra la decadencia y
la falsedad de las élites dominantes, a la que rechazan cada vez con más
fuerza. Todos estos sectores asumieron esta posición sin importarles la prédica
de aquellos que pretendieron presentar a la huelga como una simple acción de
los grupos violentistas.
Sin
embargo, más allá de todas sus apariencias “radicales”, e incluso de su
contenido progresista, esta lucha se ha desarrollado, en cierto modo, en los
marcos de los intereses y las movidas tácticas de las capas emergentes
provincianas (burguesas y pequeñoburguesas) en su prolongada lucha contra la
gran burguesía tradicional y el centralismo limeño; y existe la posibilidad de
que luego de expresar un avance, esta lucha pueda desencadenar fenómenos
sociales regresivos.
En el
horizonte más inmediato existe la posibilidad de que el magisterio se balcanice
y se desarrolle un regionalismo extremo, por sus contradicciones internas, y
como un subproducto del proceso de regionalización en el país. En ese marco,
podrían desarrollarse no sólo las tendencias radicales sectarias que la mayoría
de los partidos de izquierda temen, sino también tendencias retrógradas
contrarias a todo tipo de progreso, así como múltiples tendencias
reaccionarias contrarias al socialismo. Naturalmente todo ello puede ser
facilitado si las fuerzas más progresistas del país no reconocen la naturaleza
popular y justa de la lucha que acaba de culminar, y no asumen el compromiso de
bregar de manera firme para avanzar en el camino de la emancipación social y
nacional de nuestro pueblo.
LA HUELGA
DE LOS MAESTROS, LA CRISIS Y LA DECADENCIA DE LA SOCIEDAD.
La
reciente huelga de los profesores ha sido un síntoma muy claro de los problemas
profundos que tiene la sociedad peruana, de la decadencia de toda su base
económica y su superestructura y de la intensidad de la crisis en las alturas.
La
situación de los profesores revela los problemas engendrados por las
desigualdades sociales, que se expresan concentradamente en una realidad
inocultable: durante los años de la última bonanza económica, la gran burguesía
tradicional y sectores importantes de la burguesía emergente acumularon enormes
riquezas, mientras amplios sectores del pueblo, los trabajadores y los
maestros, se mantuvieron en una situación de extrema precariedad, de
sobreexplotación, de marginación social y cultural, es decir, unos se volvieron
más ricos y otros más pobres.
Las
élites dominantes criollas y emergentes, siguiendo interesadamente los mandatos
del Imperio, de los EEUU y de otras potencias extranjeras, han preservado el
neoliberalismo a ultranza impuesto por el régimen fujimorista. Como parte de la
aplicación de esta política, se privatizó la economía a niveles extremos, así
como de manera gradual, pero profunda, se impulsó la privatización de la
prestación de servicios básicos para la población, como son la salud y la
educación. Un ejemplo de esta realidad es que alrededor del 55% de los alumnos
estudian en los colegios privados, y sólo el 45% lo hace en los colegios
públicos.
El fondo
de esta política de “relativizar” el papel del Estado en la economía y en los
servicios básicos es atentar directamente contra los intereses de los
trabajadores y proporcionarles las facilidades a los empresarios tradicionales
y emergentes para que se enriquezcan legal e ilegalmente a costa de los
trabajadores, privándolos de los servicios sociales básicos de calidad e
imponiéndoles un régimen laboral del siglo XIX.
En plena bonanza
económica, expresando de manera cotidiana las extremas desigualdades sociales,
las capas acomodadas multiplicaron sus posibilidades de acceso a los servicios
de salud y educación, mientras en estos mismos aspectos, las condiciones del
pueblo se deterioraron crecientemente, con graves secuelas para su vida, su
bienestar material y espiritual.
En medio
de la anarquía neoliberal fomentada por las élites dominantes, las
transnacionales y los gobiernos de turno, expresada también en la crisis y
decadencia de los servicios de salud y educación públicos, los trabajadores que
laboran en estos sectores han perdido dramáticamente el poder adquisitivo de
sus salarios y han sido empujados a una precarización y marginalización social;
circunstancias que han provocado un fenómeno social perverso: la
enajenación profunda de importantes sectores de los trabajadores de la salud y
la educación, quienes bajo múltiples formas han establecido un compromiso con
la aplicación de la política neoliberal.
Los
gobiernos y las autoridades de las instituciones de la salud y la educación,
han impulsado las llamadas reformas de estos sectores, no para realizar una
transformación profunda que eleve la calidad de estos servicios, sino ante todo
para impulsar políticas de selección de personal para despedirlos o someterlos.
Por lo general, las llamadas reformas se limitan a las capacitaciones y
evaluaciones de los trabajadores, ejecutadas por “especialistas” dirigidos por
neoliberales convictos y confesos. Por estas razones ,no es nada casual que el
Perú, a nivel de la educación, ocupe en América Latina los últimos lugares.
Por ello,
tampoco fue nada casual que el “entrampe” de las “negociaciones” durante la
huelga de los profesores se concentrara en las evaluaciones: el Gobierno declaró
como no negociable este punto y los huelguistas insistieron con justeza que
deberían anularse. Para los trabajadores de la educación- así como para los
especialistas más lúcidos- las actuales evaluaciones promovidas por el
Ministerio de Educación son completamente absurdas, artificiales y engañosas;
simplemente son parte de las “técnicas” para justificar los despidos masivos,
es parte de la estrategia de seguir debilitando a la Escuela Pública.
LOS
NUEVOS DESAFÍOS DE LA IZQUIERDA
La huelga
está dejando muchas enseñanzas en todos los niveles. Por las particularidades
de los trabajadores de la educación, de los profesores, las repercusiones serán
en el conjunto de la sociedad y, sin duda, las más inmediatas serán en el seno
de las fuerzas de izquierda.
El éxito
de esta rebelión popular progresista se explica porque estalló en un momento de
profunda crisis en las alturas. Esta circunstancia concreta posibilitó que la
heroicidad de los huelguistas se convirtiera en un acontecimiento nacional y
que se transformará en la lucha de todo el pueblo, que no podía ser ignorada
por ninguna de las fracciones dominantes en pugna, ni por los grandes medios de
comunicación. El gobierno de PPK, alejado por completo del pueblo y mostrando
su precariedad histórica y su incapacidad política, no pudo enfrentar este
problema. El fujimorismo pretendió beneficiarse pragmáticamente, incluso
intentando presentarse como mediador, aunque en verdad sólo deseaban ganarse
engañosamente las simpatías del pueblo y continuar en sus planes conspiradores.
La
participación de la izquierda “oficial”, en su mayoría, fue ambivalente,
producto de sus evaluaciones subjetivas de la coyuntura y de la sociedad
peruana, de su propia experiencia histórica, de sus decisiones políticas
particulares de mantenerse casi al margen de esta huelga, en gran medida porque
no fue convocada por el SUTEP sino por un Comité de Lucha de las llamadas Bases
Regionales al que se le acusaba de estar vinculado a Sendero. Sin embargo, a
medida que transcurrió el tiempo, a nivel de las bases, la solidaridad con los
huelguistas se impuso tal como pudo expresarse durante la jornada nacional del
24 de agosto convocada por la CGTP.
En estos
días de tensión, en medio de una sorprendente huelga masiva de los profesores, se
ha evidenciado el gran desafío que hoy tienen los partidos y las tendencias de
izquierda, frente al protagonismo creciente de Sendero en la lucha política del
país. Según algunos indicios, Sendero participó activamente en la huelga de los
profesores, aunque probablemente no en el nivel o proporción que dicen los
voceros del Ministerio del Interior.
Es
evidente, que en el Comité de Lucha de las Bases Regionales se han aglutinado
una serie de núcleos “radicales” que cuestionan la política educativa impulsada
por el Estado desde sus puntos de vista particulares, que al mismo tiempo son
herederos de la lucha de decenios en contra de los que dirigen el SUTEP. En
medio de estos núcleos Sendero actúa, y pretende convertirse en el gran
articulador.
Sin duda,
después de la huelga habrá cambios muy profundos a nivel de la estructura del
SUTEP, probablemente con repercusiones en el desarrollo del conjunto de la
izquierda. El problema más complicado en los siguientes meses y años -que ya se
evidencio durante la huelga- es si los partidos de izquierda están dispuestos a
desarrollar una lucha ideológica y política contra Sendero, aceptando que es
parte de una realidad presente; o lo siguen ignorando, con la secuela de
dejarle todos los espacios del campo popular en un momento en que tienden a
desarrollarse los conflictos sociales.
En este
proceso complejo, los partidos de izquierda debemos presionar y obligar a
Sendero, mejor dicho al Partido Comunista- Sendero Luminoso, a presentarse de
un modo claro como partido para dar cuenta de sus responsabilidades en la
guerra que estimuló y realizó a fines del siglo pasado, y su accionar en el
transcurso de la misma en la que actuó con acendrado sectarismo, llegando al
extremo de ejecutar crímenes contra dirigentes populares y activistas de
izquierda que no seguían su guerra popular, considerándolos, por ello,
traidores.
El
Movimiento por el Socialismo (MS), que lucha por las grandes reformas sociales
que el Perú necesita con urgencia y que lucha por el socialismo como futuro
para la humanidad y nuestra Patria, desde hace mucho tiempo ha asumido ese
reto. Como organización partidaria, no caemos en el negacionismo absurdo, de
negar la existencia de Sendero, su historia, la guerra que desarrolló en las
décadas pasadas,y su actual lucha política por avanzar en los diferentes
espacios del movimiento popular y del conjunto de la sociedad.
Nuestro
movimiento considera que sería suicida para los partidos y tendencias de la
izquierda progresista, en particular para los que luchamos por el socialismo,
intentar acabar con la influencia de Sendero, actuando como los defensores y
voceros del statu quo neoliberal. En especial la responsabilidad principal de
quienes somos revolucionarios, socialistas, es ganar al pueblo mediante una activa
lucha por la conquista de sus reivindicaciones más inmediatas e históricas,
única manera de avanzar en su proceso de emancipación social y nacional. En
defensa de los principios socialistas, de los intereses de los trabajadores y
de todo el pueblo, el Movimiento por el Socialismo se pronuncia por una lucha
ideológica franca, clara y abierta.
Lima, 4
de Setiembre de 2017.
Movimiento por el Socialismo
MS
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