(05 de mayo
de 2018)
Por Miguel Aragón
El año 1963 salió a luz, se divulgó en todo el mundo,
y se desarrolló ampliamente la llamada Polémica del Movimiento Comunistas
Internacional. Tres años después, el año 1966, se dio inicio a la en
ese entonces llamada Gran Revolución Cultural Proletaria China.
Hoy en día, cincuenta años después, a esos dos acontecimientos solo se les
recuerda como dos anécdotas intrascendentes, aunque en su momento aparentaron
ser muy grandiosos. En las filas del movimiento comunista existente en
esos años en el Perú y en otros países sudamericanos, la repercusión de
ambos acontecimientos causó grandes estragos, de los cuales ahora muy pocos
quieren acordarse y comentar.
Por el carácter semifeudal y semicolonial del capitalismo
desarrollado en estos países, el débil movimiento comunista en el Perú y en los
países vecinos, también tenía similar sello de la dependencia, en este
caso, dependencia o seguidismo a la influencia de los centros del
comunismo mundial.
La revisión de los aparentemente “grandes” debates teoréticos de
esos años, ahora resulta una tarea algo indigesta, poco agradable,
y de muy poca utilidad para el presente. Los problemas, y las
necesidades, para continuar luchando por el cambio social en el presente,
definitivamente son otros.
Pero ocurre que, justamente en esos años citados, sucedió un
gran acontecimiento editorial en las publicaciones en lengua hispana, al cual,
en su momento no se le prestó la atención debida, y que ahora quiero
parcialmente comenzar a rectificar.
La Editorial Grijalbo S.A., desde México D.F. publicó el año
1963 la primera edición en español del libro Escritos Económicos Varios
de Marx y Engels, con un tiraje de 4.000 ejemplares. Tres años después, el año
1966, salió la segunda edición, con un tiraje de 3.000 ejemplares más.
Modestia aparte, dentro del medio intelectual en el cual me
desenvuelvo, yo me considero un buen “rastreador” de libros. Creo haber logrado
formar una biblioteca personal bien surtida, pero en este caso,
honestamente tengo que reconocer que este libro se me pasó totalmente
desapercibido, durante más de cincuenta años, un grave error que ni yo mismo me
puedo perdonar.
Recién este año, a partir del mes de febrero, he conocido el
libro, que nos ha sido enviado en versión pdf, por mi gran amigo
Jorge Zumarán, con quien estamos desarrollando, en forma virtual,
el Seminario de Investigación del libro El Capital. (Y por
mera casualidad, hace dos semanas también he tenido la suerte de
encontrar en un puesto de venta de libros usados, un volumen del libro
impreso).
Entre los materiales de estudio, complementarios al libro central,
Zumarán propuso, y nos envió en versión pdf, el libro Escritos
Económicos Varios, aparte de otros textos también muy valiosos, que espero
compartir y comentar en otra oportunidad.
Este libro agrupa, en un total de 437 páginas, 28 textos poco
conocidos, de Carlos Marx y Federico Engels.
Entre esos textos destaca el Resumen del Tomo I de “El
Capital” redactado por Engels. El conocimiento, lectura y estudio de
este breve resumen, nos hace sentir como si el propio Engels
se hubiera integrado y estuviera participando personalmente junto con nosotros,
en el seminario en desarrollo, lo cual le da mayor realce y estimula al
desarrollo de esta actividad conjunta. Su participación, es el mejor “refuerzo”
que hemos podido aspirar y conseguir.
Más adelante, compartiremos, con los interesados, las
primeras conclusiones de nuestra investigación.
En este momento, solamente quiero destacar otro de los
textos incluidos en el libro, que para mí ha sido una grata sorpresa encontrar
y conocer. Me refiero al artículo, de 18 páginas de extensión, titulado De
mayo a octubre [de 1850], escrito y publicado precisamente ese año.
En ese artículo Marx y Engels hicieron una minuciosa
revisión de los principales hechos económicos que determinaron el desarrollo de
la crisis económica de esos años, crisis que determinó de manera decisiva la
formación y desarrollo de la situación revolucionaria en los años 1848 y 1849,
así como la revisión de los hechos económicos que determinaron que
posteriormente, en 1850 sea superada la citada situación revolucionaria. Nueva
situación que obligó a los revolucionarios, dirigidos por Marx y Engels, a
necesaria y obligatoriamente cambiar la táctica de lucha.
A continuación trascribo solamente el párrafo inicial, y el
párrafo final, del artículo De mayo a octubre de 1850. Con
esta recomendación, espero contribuir al “modesto conato de debate de ideas”
que estamos desarrollando con otros amigos en las ocasionales páginas del
Facebook.
“Las agitaciones políticas de los seis últimos meses se distinguen
esencialmente de las inmediatamente anteriores. El partido revolucionario ha
quedado relegado de la escena en todas partes y los vencedores se disputan
los frutos de la victoria.(…)
“Ante esta prosperidad general, en la que las fuerzas productivas de la
sociedad burguesa se desarrollan con toda la frondosidad con que pueden hacerlo
dentro de las condiciones de la burguesía, no puede hablarse de una
verdadera revolución. Esta clase de revoluciones solo pueden darse en
aquellos períodos en que entran en conflicto entre sí estos dos
factores, las modernas fuerzas productivas y las formas burguesas de la
producción. Las discordias y las disputas en que se hallan empeñados actualmente
los representantes de las diversas fracciones del partido continental del
orden, sacando a relucir sus trapos sucios, lejos de dar pie para nuevas
revoluciones, sólo pueden producirse, por el contrario, porque la base de las
relaciones es, de momento, tan segura y, cosa que la reacción ignora, tan
burguesa. Contra ella se estrellarán todos los intentos de la reacción
encaminados a contener la marcha burguesa de las cosas, lo mismo que toda la
indignación moral y todas las apasionadas proclamas de los demócratas. Una
nueva revolución sólo podrá surgir como consecuencia de una nueva crisis. Pero
es tan segura como ésta…”
Marx-Engels, De mayo a octubre de
1850,
publicado en Neue Rheinische
Zeitung, 1850.
A medida que yo avanzo en la lectura del libro, me pregunto ¿Qué
hubiera ocurrido en el desarrollo del movimiento socialista peruano, si a
partir de 1963 (fecha de la publicación de la primera edición) en vez de perder
el tiempo en los debates insustanciales que he criticado al comenzar este
comentario, hubiéramos acogido, y nos hubiéramos dedicado a estudiar y
debatir el contenido de este valioso libro?
La historia nos enseña que, cuando uno se propone seriamente
“recuperar el tiempo perdido”: NUNCA ES TARDE.
Para comenzar esta recuperación del tiempo perdido, señalaré lo
siguiente. En estos días de recordación y conmemoración del Bicentenario del
nacimiento de Carlos Marx, somos testigos afortunados de recibir y leer
varios comentarios, muy bien trabajados por varios autores, sobre Carlos Marx.
Pero hasta ahora, encuentro que tienen como “denominador común” el
ignorar “las condiciones concretas en que fue desarrollada la producción
teórica y política de Carlos Marx”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario