martes, 15 de mayo de 2018

EL FUTBOL COSIFICADO Y PAOLO GUERRERO




https://www.lanacion.com.ar/2036143-diureticos-para-que-se-utilizan-en-el-deporte
 
La sanción al futbolista Paolo Guerrero

         En la época contemporánea al futbol se le rinde un culto religioso.  En tal virtud, a Guerrero se le ha endiosado. Sin embargo, es un ser humano como todos nosotros; con la gran diferencia que es un genial futbolista.  Los fanáticos creen que su Dios es infalible y Guerrero ha dicho que es inocente; entonces los fanáticos enceguecidos creen en su Dios y no aportan pruebas plenas, objetivas para recusar a los jueces.

Ante la frustración de sus expectativas, los fanáticos reaccionan pasionalmente, visceralmente, “encuentran” pretextos para invalidar al tribunal o elaboran leyendas para justificar a su Dios (Guerrero).  Están incapacitados de percibir la realidad con objetividad.  Y si alguien discrepa con sus creencias, reaccionan violentamente; lo convierten en “chivo expiatorio” para desfogar su frustración.  En conclusión, los fanáticos, por su vacío existencial, necesitan de ídolos para darle sentido a su vida, ilusoriamente.

Los catorce meses de inhabilitación con que ha sancionado la Agencia Mundial Antidopaje (ATA) al golero peruano Paolo Guerrero a sus 34 años de edad es una condena a muerte; puesto que para Guerrero el futbol es su vida.  Estará ausente en el próximo mundial que es la vitrina en donde se exhiben los futbolistas cosificados; es decir, como mercancías para obtener sus máximas cotizaciones.  De ello obtienen ganancias las gigantescas empresas trasnacionales y, por supuesto, los propios futbolistas.

Toda empresa capitalista busca la eficiencia para lo cual divide el proceso del trabajo.  Un ejemplo es el film de Chaplin, Tiempos Modernos.  Entonces, estimula económicamente la especialización; es decir, la profesionalización de las actividades laborales.  A mayor especialización, mayor remuneración. Aparecen los superespecialistas en todas las ramas del conocimiento.  En un equipo de futbol se individualiza al goleador; ya que la eficiencia la miden en goles.  Los goleadores son los Dioses en el cielo del espectáculo para regocijo de los fanáticos.

Guerrero o cualquier similar a él, tendrían en el cerebro únicamente una pelota de futbol.  Es genial como futbolista; pero, tal vez, un idiota en otra actividad de su vida; así como lo fue el mejor ajedrecista de todos los tiempos, el genial  Boby Fischer.

Por último, el futbol ha dejado de ser un deporte; los futbolistas únicamente “sudan la camiseta” por el amo que los ha comprado en concordancia con la relación costo/beneficio.  A pesar de esto, los fanáticos hasta dan la vida por sus ídolos.  Una razón: hay necesidad de ilusionarse para sobrellevar la insatisfacción en el trabajo y otras frustraciones.
 
Lima, 14/05/2018
rengifoantonio@gmail.com

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