Publicado por Francisco Umpiérrez Sánchez
viernes, 1 de mayo de 2020
El pensamiento conceptual
se puede ejercer sobre cualquier objeto, incluso sobre objetos inexistentes.
Hegel convierte a Dios en objeto de su pensamiento conceptual en su obra Lecciones
sobre la filosofía de la religión. La clave para mí no está en el objeto sobre
el que reflexiona, que como adelanté puede existir o no existir, sino en la
calidad del pensamiento conceptual que aplica en la indagación sobre la
naturaleza de ese objeto. Y en ese ámbito y bajo esas premisas Hegel reflexiona
sobre la representación y el pensamiento y hace una reflexión o afirmación
sobre el pensamiento que me ha resultado muy iluminador. Hay dos categorías
operativas que en esa reflexión de Hegel son fundamentales: distintividad y
relación. Con la representación como con la percepción logro establecer
distinciones entre los objetos o descubro distinciones entre los objetos y en
el interior de los objetos. Esta es la distintividad. Pero con el pensamiento
logro relacionar unos objetos con otros o partes de un objeto con otras partes
del mismo objeto. Esta noción del pensamiento como relación me resultó del todo
reveladora. Me generó un enorme entusiasmo intelectual. De momento no le doy
desarrollo. Lo dejo para más adelante. Pero quería comunicar a los lectores el
revelador hallazgo.
Les transcribo la cita de
Hegel del libro citado: “El pensar se traslada al conocimiento auténtico, que
antes fue caracterizado como momento de egoidad, porque el yo, el
pensar es RELACIÓN en general, y ciertamente de aquello que es”.
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